Un momento mágico emerge en América Latina.  Las voces de los pueblos
 amazónicos comienzan a multiplicarse, ante el amenazante  apocalipsis 
del planeta Tierra.  Solo en dos siglos, la exacción indiscriminada de 
sus  recursos naturales ha destruido milenarias prácticas de 
conservación acumuladas por las  comunidades nativas.  Ahora, encuentra 
una respuesta coherente a la cual se suman voluntarios que comparten la 
literatura y conclusiones de destacados investigadores que plantean cómo
 detener la barbarie y la voracidad de las empresas transnacionales, 
instrumento de un neoliberalismo  ciego  contra la vida de la 
humanidad-.
Selva Viva: de la destrucción de la Amazonía al paradigma de la 
regeneración, es el título de   aporte para comprender mejor el futuro 
que le reserva a la Amazonía, elaborado por un  Grupo internacional de 
Trabajo sobre Asuntos  Indígenas,  el Programa Universitario México  
Nación  Multicultural-Universidad Nacional Autónoma de México y CASA 
Editorial Casa de las Américas.
El equipo coordinador de esta cruzada lo integran principalmente  
Stefano Varese, Fréderique Apte, Stepher Margin, Róger Rumrrill,  de 
quienes entregamos en esta ocasión solo algunas líneas, que llevan a 
conocer el valor y la trascendencia  de “La tierra negra, don de los 
pueblos amazónicos en la regeneración global”.
Empezamos  con las voces de los mismos pobladores nativos.  Pablo 
Jacinto Santo, del Pueblo Asháninca, se dirige  “A los millones  de 
indígenas que nos enseñaron  a amar la naturaleza y con su fuerza 
espiritual defendámosla con nuestras propias vidas”
Del pueblo Quechua de Oruro-Cochabamba, Guillermo Delgado,  saluda a 
sus  hermanos y  habla del “sol,   de la naturaleza, de las alturas 
andinas,  la selva,  los pájaros, el  agua, la luna,  los espíritus de 
las  montañas, a todo/a  toda que habita la tierra y que nos dan vida 
para que nuestros corazones no duelan. Que sea pues en hora buena”
Carlos de Senna Figuereido, investigador brasileño, en el  prólogo, 
propicia el diálogo  con el mundo indígena  para ampliar los horizontes 
de la sociedad moderna ,  y  presenta “el registro definitivo de las 
atrocidades cometidas por  nuestra civilización contra  los pueblos 
indígenas  de América con prácticas de genocidio y etnocidio que 
persisten. Sin embargo  de la larga noche de horrores hemos de 
amanecer”.
Las  280 pp  de Selva Viva,  lleva al lector  por la enorme cuenca 
fluvial  amazónica, que propicia la integración  de Perú, Colombia, 
Ecuador,  Venezuela, Guyana, Surinam y Brasil: “Gracias a este potencial
 compartido, podremos asegurar a nuestras poblaciones umbrales decentes 
de alimentación, vivienda vestuario, salud, educación y seguridad….La  
lucha competitiva se hace necesaria… El gran ayuntamiento  de los países
 como algo que se pueda concebir  como una sola nación, fomentará la 
autonomía de pensamiento y cultura y, por ende la creatividad”
Al mismo tiempo que surgen voces optimistas sobre  la reconstrucción 
 como naciones hermanadas, también están  amenazas de suicidios 
colectivos: Ciento setenta indios de Guarani-Kalowá de Mato Grosso en su
 carta al Conselho Indigenista Missionário-CIMI, relatan su atroz 
sufrimiento:
“…queremos que nos maten y entierren juntos a nuestros antepasados 
aquí donde estamos ahora. Y por eso pedimos al Gobierno y a la Justicia 
Federal del Brasil para decretar  nuestra muerte colectiva y para 
enterrarnos aquí a todos nosotros. Decreten nuestra aniquilación y total
 exterminio, además de mandar tractores  para cavar un gran pozos para 
tirar y enterrar nuestros cuerpos”
LAS PETROLERAS EN TERRITORIOS DE LOS NANTI…
En el Perú…tres cuartas partes  de la Región  son abarcadas por 
contratos de Lima con empresas  petroleras. Varias petroleras actúan  en
 territorios  de los Cacataibo y los Nanti.  Una prospección  de los 
años  1980 promovió el contacto con los  Nahua y, en pocos años, la 
mitad de la población Nauha se había muerto, revelan autores  del libro.
En la propuesta para un Ministerio peruano del ambiente, el grupo de 
trabajo multisectorial reportó: “La diversidad biológica, no obstante su
 inmensa importancia, es afectada por diversos procesos que van 
reduciendo  n la disponibilidad  del agua,  de recursos genéticos, 
especies y ecosistemas estables. La tala de árboles es un proceso  de 
enormes consecuencias ambientales, económicas y  sociales. La 
degradación de ecosistemas es grave  como también la amenaza  de  
extinción de especies de la flora y de la fauna. Las consecuencias sobre
  las poblaciones rurales son muy diversas y va desde la reducción  de 
la seguridad alimentaria al mayor empobrecimiento por la reducción de 
recursos.”
El  recorrido por la Cuenca Amazónica de diferentes equipos de 
estudio concluye que la obra del hombre  sobre el planeta está averiada:
 “Arreglarla solo será posible por un cambio social  radical, porque 
llegará  a las raíces de las cosas. En medio de  un  atropello  de 
proclamas  y banderas, acuerdos y programas poco sólidos, por fin se 
escucha una voz en el tumulto -  la voz del indio”
SIN AIRE, SIN AGUA Y SIN MUNDO
A manera de conclusión, Eduardo Galeano, el uruguayo de Las Venas 
Abiertas de América Latina, señala que  en Selva Viva, escriben con 
rigor científico y conocimiento  de la realidad indígena, y con no menos
 profunda solidaridad y respeto por sus raíces sagradas.   Afirma que 
“La  Amazonía, tierra alucinante  y atormentada, es el lugar que 
proyecta la visión universal de quienes no escriben sobre los indios, 
insectos investigados con microscopio, sino desde los indios, antes de 
que todos nos quedemos sin aire, sin  agua y sin mundo”
LENGUAS INDIAS Y SUS CANTOS
Desde los hondos ríos, Stefano Varese, antropólogo ítalo peruano, 
profesor emérito de la Universidad  de California,  cuestiona la sombría
 realidad  del sobrecalentamiento mundial y los aterradores pronósticos 
 de extinción de vida en pocas décadas más. La vocación y el destino geo
 - biofísicos de millones de años  de existencia del mundo  han sido 
alterados radicalmente por poco más de doscientos años de economía 
industrial  y su voracidad autodestructiva. La Amazonía se está 
volviendo en la última frontera de invasión, conquista y destrucción: 
“De las diez mil flores y pájaros  de estas selva no queda sino la 
memoria  terca  en las lenguas indias y sus cantos”.
Las  narraciones de  Orellana  y fray Gaspar de Carvajal, dan cuenta 
que en el siglo XVI a lo largo del río Amazonas  las casas y los pueblos
 estaban tan pegados unos de otros  que parecía que estar  navegando 
sobre agua y  leguas (más de 300 kilómetros) frente a una sola gran y 
larga ciudad.
El descubrimiento de  largas extensiones de Tierra Preta – el  suelo 
negro de biochar, un carbón vegetal especial, materia orgánica y  
trastos cerámicos fragmentados - fue aclarando un panorama  
pan-amazónico de gran profundidad temporal vinculado  a la reacción 
intencionada por parte de las  sociedades  indígenas de suelos de alta 
productividad, larga duración de siglos y capacidad  de retención del 
dióxido de carbono generado por el sistema de roza-tumba que abre campos
 de cultivo de corta duración…
VISIONES EN 50 AÑOS
Róger Rumrrill,  revisando los estudios de Bruno Seminario y Jurgen 
Schuldt,  dos economistas de la Universidad del Pacífico de Lima,  
señala que cuando nos despertemos  en 2062,  sin tapujos ni medias 
tintas que el actual modelo primario exportador que se aplica en el Perú
 de hoy como un dogma basado en un extractivismo desenfrenado  y 
obsceno, es insostenible e inviable en el mediano y largo horizonte 
peruano.
Los desastres del cambio climático y del extractivismo están ya 
provocando  impactos en todo el Perú y la Amazonía. No hay que olvidar  
que el Perú está entre los tres países más vulnerables al cambio 
climático, después de Blangadesh y Honduras.  Los países de la Comunidad
 Andina de Nacional estima que los países de esta región  perderán 
aproximadamente  30 mil millones de dólares al año 2025 por efectos del 
cambio climático y el Perú, por su lado, estaría perdiendo el 4.4% de su
 PBI, 10 mil millones  de dólares por este mismo fenómeno global.
El río Amazonas  con sus 6,780 kilómetros de longitud, 1100 
tributarios, con el 20% del agua dulce  del planeta, el 4% de la suma 
total del agua de todos los ríos del mundo. Su flujo normal de 267,000 
metros cúbicos por segundo ha  descendido, de acuerdo a mediciones en la
 última década.
Los politólogos Raúl Sibechi y David Harvey afirman que frente a la 
orgía destructora  no hay relaciones interamericanas sin militarización 
ni integración de la justicia en función de la cultura nativa y los 
códigos occidentales. La estrategia para alcanzar el dogma liberal, ha 
condenado a  la resistencia indígena  de las últimas décadas, como fue 
el enfrentamiento en “Curva del diablo” de los comuneros nativos con la 
policía. Murieron  24  personas. Fueron condenados  a cadena perpetua 
dos indígenas,  otras penas para unos cincuenta  de  ellos y a 35 años a
 segundo  Pizano Chota, líder de esa resistencia y presidente de la 
Asociación  Interétnica de Desarrollo  de la Selva Peruana (AIDESEP)
ENCRUCIJADAS  AMAZÓNICAS
Nemesio Rodríguez Mitchell, considera que una extensión de 7,8 
millones de km2 sobre doce macro cuencas y 158 subcuencas, compartidas 
por 1,497 municipios, 68 departamentos/estados/provincias de ocho 
países: Bolivia  (6.2%), Brasil (64.3%),  Colombia (6.2%),  Ecuador 
(1.55),  Guyana (2.8%),  Perú (10.1%), Suriname (2.15) y Venezuela 
(6.8%), además de  Guyana Francesa (1.1%).
En la Amazonía viven cerca  de 33 millones  de personas, incluyendo 
385 pueblos indígenas, además  de algunos en situación de aislamiento.
Sus amenazas más evidentes con tanto la expansión  de la ganadería, 
agricultura y explotación  forestal como las carreteras, la extracción 
de petróleo y gas, la minería y las presas hidráulicas. En este gran 
espacio, las áreas  naturales protegidas y los  territorios  indígenas  
 legalizados “se han convertido en verdaderas islas de bosque ante la 
expansión  de la economía exportadora de productos básicos de bajo valor
 agregado”.
LA REGENERACION  GLOBAL
Frederique Apffel  y Sthepen Marglin,  plantean que la tierra negra o
 yana allpa que están recreando  en el Centro  Sachamama de Tarapoto, 
los  comuneros recrean  las prácticas  de sus ancestros y ofrecen 
cerámicas rotas a la tierra antes de sembrar. El color negro de esa 
tierra es debido al carbón que es quemado  con poco  o sin oxígeno, 
experiencia valiosa que los beneficiarios y autores del estudio explican
 con amplitud en este texto y en una amplia entrevista a publicarse en 
otra oportunidad.
Selva Viva incluye en este esfuerzo editorial, además de los expertos
 señalados, a John H. Bodley  profesor regente de antropología en la 
Universidad de Washington. Alberto Chirif, antropólogo de la Universidad
 Mayor de San Marcos, dedicado hace 43 años en temas amazónicos.
Guillermo Delgado, doctor en antropología por la Universidad de 
Texas, coeditor de Quechua Verbal y de Identidad, Ciudadanía y 
Participación Popular. Carlos de Senma  Figueiredo, investigador 
brasileño  de la Universidad Católica de Río.  Seren Hvalkof,  consultor
 de  Dinamarca, nos ofrece publicaciones  sobre privatización  de la 
tierra de las comunidades indígenas.
Nemesio Rodríguez Mitchell, argentino de nacimiento, incide en el 
pensamiento indígena contemporáneo en América Latina. Alexandre 
Surrallés antropólogo  de la  Escuela de Ciencias Sociales  de parís.
En suma Selva Viva, en palabras de Eduardo Galeano,  denuncia las 
atrocidades  que los indígenas amazónicos sufren  y a las vez celebra su
 porfiada resistencia que sobrevive a la represión militar, a la 
manipulación política y a las complicidad judicial.