Jorge Zavaleta Alegre
El Premio Nobel 2016 acaba de dar un giro sustantivo  en el reconocimiento de los mejores creadores.
El  Nobel a Bob Dylan explica  una visión global del arte  y de la cultura en general, porque en este
músico y poeta,  destaca  su labor y sus aportes  a la música
country, una verdadera  cruzada, en
pro de  la visión unitaria de un
país  de migrantes como es su patria,
Estados Unidos de América.
Bob Dylan (1941-), es valorado, esencialmente,  porque amplió el alcance de la música folclórica
con sus  nuevas y notables canciones, en
las  que abordó problemas sociales  de la época. La Academia sueca le premia
"por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición
americana de la canción".
Pero de ninguna manera esa distinción a Dylan  es el fin de la Literatura, como algunos
medios confiesan con recursos sensacionalistas. Todo lo contrario. El talento,
la tecnología, el cine  social  en particular el latinoamericano, facilitan la
concurrencia de todos los saberes  y
culturas.
La  visión de Dylan
como músico  y poeta, fue abordar  los problemas sociales, en especial los
derechos civiles de los pobladores negros que gustan de esta música que  suele tener 
un aire melancólico y muchas  de
sus canciones clásicas lamentan una 
separación, la patria que quedó 
atrás y los  amores  perdidos.*
La historia de 
los  EEUU  revela 
que la división  en dos bandos
(los entusiastas del rock  y los
puristas  de la música folclórica),
llegó  a un momento  decisivo cuando  Dylan 
fue abucheado por haberse “electrificado” (se acompañó  de una 
guitarra eléctrica)  en el  Festival Folclórico de New Port, en 1965. Hoy
múltiples admiradores y admiradoras aplauden prácticamente  a todo el movimiento  folclórico que condujo a una fusión  del rock y el folk.
La revistas 
especializadas, y testimonios de estudiantes  latinos egresados  de 
universidades  de los  EEUU, 
destacan que la fusión  fue un suceso
decisivo y estableció  una pauta que aún
es válida  en estos  tiempos. Los ciudadanos de los EEUU  y de otras latitudes reconocen el
esfuerzo  de los  grupos que acompañaron a este poeta, en el
desarrollo de la música,  en la  formación 
de la conciencia  de nación. 
Cada  vez que el rock
muestra  signos de agotamiento
creativo,  recibe  una oportuna 
transfusión, con frecuencia de estadounidenses negros, como ocurrió  en los años 
80 y 90 con el ascenso  del rap:
recitación rítmica, a menudo áspera, que se ajusta a tonadas diversas.
Dylan releva a la periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich, ganadora en 2015, un galardón que quiso premiar por primera vez el trabajo periodístico en sí mismo, aunque el primer periodista que obtuvo este galardón fue en 1982 el colombiano Gabriel García Márquez por su inigualable obra narrativa, precisa Natalio  Blanco, desde Diario16.
Como la música folclórica, la 
country  es descendiente  de las canciones traídas a los  Estados 
Unidos por emigrantes  de
Inglaterra,  Escocia e Irlanda… La música
country moderna (canciones originales 
sobre inquietudes contemporáneas) se amplió en la década de 1920, más o
menos coincidiendo con una migración masiva de la gente del campo a las  grandes urbes, en busca de  trabajo. Este mismo ambiente vive hoy la
creciente diáspora interna y externa de los países del Sur.
Bibiografía 
Retrato  de los  EUA, Departamento de  Estado 
de los  Estados  Unidos, Oficina de Programas de Información
Internacional.  http://usinfo.state.gov
Rainy Day
Women, Bob Dylan’s Greatest Hits.

 
