Jorge Zavaleta. Corresponsal desde Emmitsburg, EEUU. La corrupción en el Perú, con dos presidentes (Fujimori, Humala-Heredia) tras las rejas y otros dos con procesos judiciales y un quinto en pleno mandato, a quien sindican violaciones reglamentarias como ministro del presidente Alejandro Toledo, en proyectos con Odebrecht.
Esta dolorosa realidad para los ciudadanos de a pie, nos lleva a revisar y conocer las opinones de profesionales e instituciones que buscan y encuentran explicaciones
sobre la extensión infinita de la corrupción.
Una gravísima
afirmación vierte la organización Infobae,
con sede en Argentina. Leamos a Darío
Mizrahi, periodista, redactor en Infobae, estudiante de sociología, a quien le
anima: “difundir aunque sea una pequeña parte del inmenso saber generado por la
sociología para invitar a todos a reflexionar sobre cómo vivimos, y a
preguntarnos por qué las cosas son como son".
Afrma que la
corrupción atraviesa toda la sociedad, y no hay institución que esté libre de
ella en ningún país del mundo. Pero, hay países en los que, aunque no se pueda
erradicar, la corrupción está controlada y no supera ciertos límites.
Por el
contrario, se vuelve incontrolable en sociedades más individualistas, donde las
regulaciones sociales son muy poco efectivas, las instituciones no son capaces
de imponer sus normas a las personas que las transitan y parece que cada uno
puede hacer lo que quiere.
Esto es
especialmente peligroso dentro del estado. Si las instituciones están para organizar y regular a la sociedad, se encuentran copadas por la
corrupción, y se vuelve imposible garantizar un mínimo de bienestar y de
seguridad a la población.
Por eso, las
5 consecuencias más trágicas de la corrupción se producen cuando el corrupto es
el estado, indica Infobae. Las 5 claves
para entender por qué la corrupción mata.
1. Por qué la
corrupción está en la naturaleza humana?. Si siempre estuvo ahí y, de un modo u
otro, las sociedades sobrevivieron,
¿Por qué preocuparse especialmente por ella en el Siglo XXI?. Porque es posible que sus efectos no hayan sido nunca tan potencialmente devastadores como en esta época.
¿Por qué preocuparse especialmente por ella en el Siglo XXI?. Porque es posible que sus efectos no hayan sido nunca tan potencialmente devastadores como en esta época.
¿Hay una
naturaleza humana? ¿Una esencia con la que todos nacemosy de la que no nos
podemos liberar aunque luchemos contra ella?
Si lo que nos
separa de los animales es que somos capaces de formar algo tan complejo como la
sociedad, y no nacemos con ella incorporada, sino que la sociedad se nos va
introduciendo a medida que crecemos, habría que responder que no.
Si ser humano
es equivalente a ser social, lo distintivamente humano no está en nuestra
naturaleza. Lo adquirimos.
¿Entonces por qué insistimos en hablar de naturaleza humana?. Porque todos los hombres y mujeres del mundo tenemos ciertas características comunes que son tan universales que parecen naturales, como tener dos piernas, dos brazos y una cabeza.
A la
corrupción, la vemos en todas partes, nos indignamos con su impunidad y
sufrimos sus trágicas consecuencias. Pero al mismo tiempo, cada vez más nos
acostumbramos a convivir y a pactar con ella.
Junto a las
demandas de mayor seguridad, los reclamos contra la corrupción son una de las
grandes novedades de la política en el Siglo XXI.
Muchas personas sienten que es algo que está en el origen de muchos de los problemas crecientes que tienen los estados para solucionar los problemas de los ciudadanos.
Muchas personas sienten que es algo que está en el origen de muchos de los problemas crecientes que tienen los estados para solucionar los problemas de los ciudadanos.
¿Pero se
pueden separar las faltas de los funcionarios de las que cometemos todos en
nuestra vida cotidiana? Se podría contestar que las responsabilidades no son
las mismas.
Eso es cierto
y, por lo tanto, son acciones que deben tener sanciones muy distintas según la
función social de quien las cometa. ¿Pero no forman en cualquier caso parte del
mismo problema?
Amenaza Nº 1:
La disolución de la familia.
Amenaza Nº 2:
La violencia sin control.
Amenaza N° 3:
La fragmentación de la sociedad
Amenaza Nº 4:
Las enfermedades.
Amenaza N° 5: El colapso ambiental del planeta.
Calentamiento
global, tornados y huracanes, inundaciones, sequías, destrucción de flora y
fauna autóctonas, agotamiento de las fuentes de agua potable. Todas estas
amenazas reales que pueden destruir nuestro planetason, por distintos motivos,
una novedad de fines del Siglo XX y principios del XXI. También lo son las
formas de acción social que surgieron como reacción.
Al final de
la primera década del Siglo XXI, la esperanza de vida mundial era de 70 años.
En sólo medio siglo, se había incrementado más de 17 años.
En países como
Suecia, las personas viven en promedio 81 años, casi tres veces más de lo que
vivió el hombre durante la mayor parte de su existencia.
Sin embargo,
cada vez tenemos más miedo de sufrir una enfermedad terminal o de que una
epidemia nos mate a nosotros y a muchos de nuestros seres queridos.
Las
sociedades de mediados del Siglo XX eran como un conjunto de grandes bloques
que ensamblaban relativamente bien. En el Siglo XXI esos bloques estallaron en
millones de fragmentos.
Si en el
pasado las personas pasaban su tiempo, compartían sus decisiones y dependían
mucho de otras, en el presente sólo cuentan con sí mismas. De seres sociales
pasaron a seres individuales.
Las clases
sociales estaban bien definidas. Las personas de una misma clase tenían mucho
en común y su existencia era bastante predecible: como la familia ocupaba un
lugar fundamental, cada uno sabía que debía seguir el camino trazado por sus
padres.
Sabía cuándo
y con qué tipo de pareja debía casarse, en qué momento había que tener hijos y
qué nombres ponerles (usualmente, el nombre de algún padre o abuelo), y qué
tipo de trabajos eran los aceptables.
Cualquiera
que se alejara de ese modelo socialmente construido sentiría el rechazo
generalizado del contexto social.
Nada genera
más miedo que la violencia. Sufrir una muerte violenta, o peor, que un ser
querido la sufra, es en todo el mundo la principal preocupación de los
habitantes de las grandes ciudades.
Es un temor
que atraviesa las clases sociales. Si bien en los círculos más politizados suele
considerarse que los reclamos contra la delincuencia son “de derecha” o
“clasistas”, no podrían estar más equivocados: las principales víctimas de los
crímenes violentos y los más interesados en que mejore la seguridad son los más
pobres.
Pero a pesar
de que los delitos en ocasión de robo son los que se llevan todo el
protagonismo, son sólo una parte del gran problema de la violencia
descontrolada.
La revolución
de la familia es probablemente la transformación más impresionante de las
últimas décadas y uno de los mayores desafíos del nuevo siglo. Si cambia la
familia, que es la institución que nos introduce en la sociedad, cambia todo.
La primera
gran mutación tiene que ver con el tamaño. La familia se achicó en dos
sentidos: primero porque los vínculos con los parientes más lejanos perdieron
fuerza. Mientras que antes era común que en una misma casa convivieran abuelos,
padres, tíos, hijos y primos, hoy es prácticamente imposible, y los encuentros con
ellos son menos frecuentes.
Pero lo más
importante es que las parejas tienen cada vez menos hijos. Las razones son
muchas. El trabajo ya no se ve como algo que sirve sólo para satisfacer las
necesidades básicas, sino que se piensa como un ámbito privilegiado de
realización personal. Para varones y para mujeres.
El siglo XX
tuvo más muertes en la historia de la humanidad, que nunca antes había estado
tan cerca de la disolución. Casi 10 millones de muertos en la Primera Guerra
Mundial, más de 50 millones en la Segunda y la amenaza permanente de voladura
del planeta durante más de 40 años por la Guerra Fría.
Esa etapa
parece haber quedado atrás. Si bien las guerras continúan, no se producen entre
potencias mundiales, lo que reduce el riesgo de una destrucción mundial.
Sin embargo,
la percepción de que la humanidad puede desaparecer es hoy más fuerte que
nunca, y la sensación de precariedad de la propia vida es todavía más intensa.
La sociedad
peruana se va haciendo pedazos. La
corrución que emana del vocablo “corruptio”,se encuentra conformado por el
prefijo “con-“, sinónimo de “junto”; y el verbo “rumpere”, que puede traducirse
como “hacer pedazos”; y el sufijo “-tio” es equivalente a “acción y efecto”.
El 52% de
peruanos ubica a la corrupción como uno de los principales problemas del país,
solo 5% por debajo de la delincuencia (57%) y muy por encima del consumo de
drogas (27%), según la encuesta nacional de Proética.
A pesar de
que el Perú tiene dos presidentes presos, uno fugado y otro investigado, el
incremento en la percepción de la corrupción es tan solo seis puntos
porcentuales más con respecto a la encuesta del 2015.
Por si fuera
poco, la corrupción de funcionarios y autoridades –considerada como el
principal problema del Estado– apenas aumentó en un punto, de 61% a 62%, entre
el 2015 y este año (J Medina).
Los peruanos
encuentran una relación directa entre la corrupción y sus problemas de la vida
diaria, pues afirman que esta les reduce las posibilidades de encontrar empleo
y les genera un perjuicio a su economía familiar.
Sin embargo,
a pesar de esta mirada crítica, la encuesta muestra aspectos muy preocupantes
que dejan entrever que aún el Perú es un país complaciente con la corrupción,
ya que antes de rechazarla directamente buscan razones (excusas) para
justificarla, y esto sucede tanto en la vida personal, como en el caso de
políticos y empresarios. Peor aún ,la mitad de los encuestados cree que no se
debe sancionar al que roba pero hace obra.
También se
aplica este mismo criterio al sector empresarial, pues si bien de cada 100
empresarios 71 son percibidos como corruptos, casi el 60% de entrevistados dice
que esto es consecuencia de las trabas burocráticas .
El caso Lava
Jato tira por la borda estos argumentos, pues se trata de empresas formales, en
megaproyectos que tenían todas las facilidades para su desarrollo y con
funcionarios de primer nivel con muy buenos sueldos.
De ninguna
manera se puede afirmar que solo cuando las instituciones funcionen o la
informalidad se reduzca, la corrupción se acabará. ¿Acaso no existe corrupción
en los países con mayor formalidad como Estados Unidos o Suiza? Para el 86% de
peruanos las investigaciones demoran demasiado (Gestión).
Lamentablemente,
la corrupción se ha normalizado. No nos indigna que Odebrecht haya admitido
haber pagado US$29 millones en coimas entre el 2001 y el 2016 en el país. No
nos sorprende que tengamos 67 gobernadores y ex gobernadores investigados y
procesados por corrupción.
No nos
preocupa que 102 alcaldes y ex alcaldes provinciales ni que 428 alcaldes y ex
alcaldes distritales también lo estén, según la Procuraduría Pública
Especializada en Delitos de Corrupción.
La verdad sea
dicha, los empresarios, la academia y hasta la sociedad civil hemos tenido un
rol sorprendentemente pasivo –casi inexistente– ante los recientes hechos de
corrupción.
Requerimos
despertar a un nivel superior de consciencia que nos haga ver que sin nuestro
involucramiento personal –que deje atrás el lenguaje políticamente correcto y
pase de la declaración a la acción– estaremos poniendo en serio riesgo nuestra
democracia, comprometiendo nuestro desarrollo (J Medina)
Reacciones. Uno de los últimos presidentes del Congreso de la República del gobierno del preso Ollanta Humala, siguiendo el camino del presidente regional de Ancash, preso por sobrevaluación de un túnel que atraviesa los andes y llega a la frontera del pequeño pueblo Cruzeiro do Sul, proyecto sin objetivos claros,.. es descubierto que buscaba cambiar el nombre de Ancash por el Huaylas, con la única intención de hacer un negocio infinito en su Notaría de Huaraz con la "legalización" de los predios de toda una región. Al ser descubierto, mentó a la madre, insulto al periodista que le enrostró su mala entraña.
Este es uno de los muchos ejemplos de cómo los políticos y funcionarios de la administración pública trafica con el hambre de los pequeños pueblos, cuyos municipios no pueden culminar ninguna obra por la precondición de entregar dinero como condición de desembolsos. Nauseabunda la conducta de administradores públicos y de poderosos empresarios como la constructora Graña y Montero que declara que los dineros que habría recibido de Odebrechet, fue una operación que ignoraba el directorio, palabras del Diaro El Comercio, sabiendo que se trata de un entorno de la familia de este decano de la prensa nacional...
Finalmente, una presgiosa universidad de Frederick, en Maryland anunciaba una excursión de estudiantes y profesores de literatura al Cusco, incluyendo Machu Picchu y el distrito de Huara Huara, donde la organización religosa de esta casa de estudios brindaba ayuda a la comunidad campesina. El proyecto se detuvo porque el alcalde de Huara Huara, segun la prensa cusqueña, daba cuenta que la autoridad local había sido enjuiciado por malversación de fondos y había huido.
Como no recordar la frasa final de Guamán Poma de Ayala, cuando en una de sus crónicas dice sobre el Perú "Y ya no hay remedio". al revelar que los administradores modificaban los censos de la población según las convenciencis de los virreyes...
Finalmente, una presgiosa universidad de Frederick, en Maryland anunciaba una excursión de estudiantes y profesores de literatura al Cusco, incluyendo Machu Picchu y el distrito de Huara Huara, donde la organización religosa de esta casa de estudios brindaba ayuda a la comunidad campesina. El proyecto se detuvo porque el alcalde de Huara Huara, segun la prensa cusqueña, daba cuenta que la autoridad local había sido enjuiciado por malversación de fondos y había huido.
Como no recordar la frasa final de Guamán Poma de Ayala, cuando en una de sus crónicas dice sobre el Perú "Y ya no hay remedio". al revelar que los administradores modificaban los censos de la población según las convenciencis de los virreyes...
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