Jorge Zavaleta Alegre.-
La actual pareja presidencial del Uruguay - cuyo pasado
juvenil transcurrió en las  guerrillas de
los sesenta y la prisión en  cárceles del
Estado  - cuando acabe el período
gubernamental se trasladará del palacio de Montevideo a una  pequeña propiedad rural, compartida con  otra familia, donde  cultivan y comercializan  flores, y organizará una escuela  para  
enseñar oficios agrícolas a los niños, anuncia  Lucía Topolansky, esposa de   José (Pepe) Mujica.
Esta noticia de la senadora Topolansky,  contribuye a destacar el cambio de
paradigmas  en el mundo. El  próximo Foro Internacional de Mujeres Líderes
de ASPA, que se realizará en Lima entre 
el 7 y 9 de abril, incluye precisamente el  tema del futuro de la mujer rural. 
ASPA, que agrupa a representantes de 22 países que integran
la Liga de Estados Árabes y  los 12
países que conforman Unasur, alienta la 
cooperación en la economía, la cultura, 
educación,  ciencia y  tecnología, 
preservación del medio ambiente, el turismo y otros temas relevantes
para contribuir a la paz mundial.
Según el programa que publica el Ministerio de la Mujer, en
la Cita de ASPA se abordarán entre los aspectos fundamentales de la
participación política de la mujer, su educación para el empoderamiento, la
inversión en la niñez, la paz y seguridad para el desarrollo, su rol  en los desafíos económico,  liderazgo en 
empresa y   la mujer rural y el
desarrollo. 
Considerar el mundo rural, nos lleva a revisar  la crisis de las ciudades, debido al
crecimiento  acelerado de la población, por
ausencia de la planificación del territorio y la confusión ideológica. El
resultado real:  urbes saturadas de
caminantes y vendedores de baratijas, muchas veces de contrabando. Son el
destino  manifiesto de la deformación del
  emprendimiento y expresión más evidente
del erróneo modelo citadino del siglo XXI. 
Los latinoamericanos y árabes tienen horizontes comunes en
cuanto a la urgencia de cambiar el viejo estigma de la dependencia  cuasi natural 
de la mujer a vivir en condiciones de marginalidad política, económica y
social.
El sector rural  tendrá
que ser retomado desde sus raíces 
si  queremos innovar y
corregir  esa  telaraña 
humana, que confunde y tergiversa el futuro de la madre – niño, atrapados
entre el caos del trasporte, falta de empleo y aulas de calidad,
Las estadísticas 
revelan los altísimos gastos que utiliza la mujer en el cuidado de su
salud y sus consecuencias en la economía familiar. Recogiendo lo mejor de esos
hábitos, Inacio  Lula,  incorporó 
en  programas sociales, el rescate
de la autoestima de la mujer  y el reconocimiento
del inmensurable rol de ella en la cohesión de la familia y  sociedad. 
ASPA encuentra en sus mujeres, 
los mejores derroteros por donde fortalecer las relaciones birregionales.

 
 
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