Papel de Arbol

viernes, 12 de marzo de 2021

LA DEMOGRACIA ESPAÑOLA POR LOS AIRES. Manuel Domínguez Moreno, DIARIO16 en América.

https://diario16.com/la-democracia-espanola-salto-por-los-aires/?fbclid=IwAR2-tUYSamCh3cb5Thxy55SE_GzHwLIqZxbsllRSTQ4gtsRvG8EVGs0Gf94 

Escribe Manuel Domínguez Moreno

De lo ocurrido ayer no se puede sacar una lectura desde un punto de vista partidista, sino que hay otros elementos mucho más profundos que demuestran que la Democracia española está diseñada para soportar una alternancia como la de Cánovas y Sagasta y que no aguanta la diversidad, el pluralismo o la diferencia de modos de entender la política

El pueblo español está viviendo una situación límite por la concatenación de crisis económicas. Sin embargo, lo sucedido ayer ha demostrado que la clase política, en general y salvo excepciones, no está a la altura de su ciudadanía y sigue manteniendo los intereses partidistas por encima de otras consideraciones que sí que deberían ser prioritarias.

Por otro lado, la democracia española ha saltado por los aires porque la sucesión de mociones de censura presentadas ayer contra los gobiernos del Partido Popular de Murcia, Madrid y Castilla y León es la muestra, precisamente, de que la estructura democrática del Estado no está preparada ni para la cogobernanza ni para la diversidad.

En un mundo como el actual, en el que las formaciones tradicionales han perdido peso por no saber dar una respuesta real a las nuevas necesidades del pueblo, tanto desde la derecha como desde la izquierda, si un sistema democrático no acepta la diversidad de opciones políticas porque no ha sido diseñado para tal, como ocurre en el caso español, entonces está abocado al fracaso y, lo que es más peligroso, deja vía libre a las opciones populistas lideradas desde el caudillismo más absoluto.

https://diario16.com/wp-content/uploads/2021/03/Baner-990x99-1.jpg

Da la triste sensación de que se pretende volver al turnismo entre Cánovas y Sagasta del siglo XIX, lo cual fue un error para el desarrollo político de un país gobernado en realidad por reyes absolutistas que cambiaban a su antojo al partido gobernante.

Ciudadanos y la voladura del centro derecha

Ciudadanos es un partido amortizado, como pueden serlo próximamente otras de las nuevas formaciones surgidas tras la crisis de 2008 o como ya lo fue UPyD. Por más que hayan tenido el apoyo de los sectores económicos, por más que hayan dispuesto de la simpatía de los ciudadanos conservadores de este país que estaban hartos de la corrupción del PP, se encontraron con un caudillo como Albert Rivera cuyo orgullo y su soberbia convirtió lo que iba a ser una historia de éxito en el naufragio del Titanic. Rivera quiso ser el líder de la oposición y llevó a Ciudadanos a la insignificancia parlamentaria por no querer apoyar la formación de un gobierno de coalición con el PSOE.

El partido ahora presidido por Inés Arrimadas está pagando ahora las consecuencias del egocentrismo del que fue su líder y necesitaba un golpe de efecto tras un nuevo fracaso en las elecciones catalanas.

Ayer fue el día elegido con la presentación de la moción de censura contra Fernando López Miras en Murcia y a partir de ese momento se inició la voladura del centro derecha español dejando la iniciativa a los representantes más conservadores y abriendo la puerta al ascenso imparable de los ultras en Madrid.

Ahora, la decisión de Murcia rompe el dominó político de Ciudadanos y quiebra aún más al partido porque a los líderes regionales y municipales les tocará adoptar decisiones que no tenían pensado tomar. ¿Qué hará Francisco Igea en la moción de censura presentada por el PSOE contra Alfonso Fernández Mañueco? ¿Se moverá Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid escenificando que la ruptura con el PP ya es definitiva? ¿Han estimado el coste electoral o han escenificado un suicidio electoral colectivo?

La estrategia de Ciudadanos es muy arriesgada, sobre todo en un momento de polarización absoluta de la ciudadanía española. Tal vez, desde su ideología neoliberal, pensarán que el PSOE les puede ayudar más a la hora de gestionar mejor la parte social que no está en su ideario. Sin embargo, en España no se vota por gestión, sino que la ideología juega mucho a la hora de definir la elección concreta de un candidato.

Ayuso y la estrategia de MAR

El tsunami de la Región de Murcia tuvo una respuesta inmediata en la presidenta de la Comunidad de Madrid. Ella no quería pasar por una más que probable moción de censura. Ella, que se ha convertido en el ariete contra el Gobierno de Pedro Sánchez, no podría permitir perder el protagonismo que ahora tiene y se le presentó la oportunidad perfecta: tenía una justificación para romper la coalición con Ciudadanos, que llevaba rota de facto desde hace tiempo, y empoderarse gracias a la situación en la que se encuentra Madrid.

Además, ella juega con un factor con el que no cuentan en el resto de los partidos: cuenta con un verdadero estratega de la política que sabe manejar el marketing y los tiempos políticos. Miguel Ángel Rodríguez fue el creador de Aznar y ahora tiene a Isabel Díaz Ayuso.

MAR sabe a la perfección que un movimiento de este tipo puede ser muy beneficioso para los intereses de su protegida porque ahora mismo no tendría a ningún oponente que le pudiera hacer sombra a Isabel Díaz Ayuso. La división entre Más País y Podemos deja abiertas muchas incógnitas en el espacio que está a la izquierda del PSOE y respecto a los socialistas están en una situación de carencia de liderazgos que, de convocarse oficialmente las elecciones, le costaría mucho a Ferraz o a Moncloa encontrar a un candidato de garantías (aunque los hay) ni siquiera importándolo del Consejo de Ministros o de otras federaciones. Ya se vio en las pasadas municipales que los experimentos con personajes mediáticos vienen con un fracaso debajo del brazo.

Eso lo sabe Miguel Ángel Rodríguez y no podía dejar pasar la oportunidad de quitarse de en medio a Ciudadanos para que Díaz Ayuso gobierne con quien más a gusto está: con Vox.

Sin embargo, las estrategias muchas veces se encuentran con los aparatos de los partidos y la presentación de sendas mociones de censura para evitar la convocatoria electoral ha llevado a una situación absolutamente dantesca en la que, a la hora en que se escribe este análisis, aún no se sabe qué es lo que vale realmente, si la decisión de la presidenta Ayuso o los procedimientos parlamentarios. Finalmente, como ninguno dará su brazo a torcer, ocurra lo que ocurra, todo terminará en los tribunales y es una nueva demostración de que la democracia ayer saltó por los aires.

Reformas democráticas

La crisis de 2008, y su profundización a partir de 2012, provocó un cambio en el paradigma político español. El bipartidismo tradicional, el turnismo de la Transición, se encontró con que nuevas fuerzas políticas entraban en el juego con aspiraciones a tener capacidad de decidir gobierno y, en el medio plazo, con opciones de llegar, incluso a gobernar, como ya hicieron en el ámbito municipal y autonómico.

Los sucesos de ayer han demostrado que la falta de reformas políticas desde el año 1978 han dejado a la democracia española absolutamente desprotegida.

Por otro lado, los partidos políticos están evolucionando hacia un remedo del sistema americano, es decir, en máquinas electorales, no en organizaciones diseñadas para, una vez alcanzado el poder, pergeñar un presente y un futuro mejor para la ciudadanía, independientemente de la ideología que se pueda tener.

A esto ha ayudado la economización de las democracias que ha derivado en la depauperación de la voluntad popular para fortalecer lo que se ha dado en llamar «razones de Estado» que no es otra cosa que el eufemismo perfecto que tapa lo que en realidad ocurre: que en España, gobierne quien gobierne, se priorizan los intereses de las élites frente a los del pueblo.

Un antiguo dirigente socialista internacional ponía un ejemplo muy gráfico. El fracaso de los diferentes gobiernos del PSOE se iba viendo en la medida en que iba creciendo el número de guardaespaldas que servían como muralla que separaba al gobernante de los gobernados y los acercaba a los poderes fácticos ocultos que son los que tienen acceso directo a los gobernantes.

Por todos eso factores, lo sucedido ayer muestra que la democracia española, tal y como la conocemos, voló por los aires y que ha llegado el momento en que todos los partidos se sienten a dialogar para hacer una reforma integral porque no se puede permitir que los gobiernos legalmente constituidos se puedan romper porque a un partido le interesen los golpes de efecto o porque los estrategas y asesores vean oportunidades de refuerzo en la debilidad del resto.

Vivimos un momento de grave crisis social. Millones de españoles y españolas tienen que acudir cada día a los Bancos de Alimentos o a los Comedores Sociales para poder sobrevivir. Mientras esto sucede, los partidos se han envuelto en una guerra que no hace más que hacer crecer la antipolítica, el populismo y, sobre todo, la ultraderecha.


Manuel Domínguez Moreno

Periodista , escritor, sociólogo, politólogo y perito en procesos de paz a nivel nacional e internacional



padopel de arbol . Creado en 1992 en Lima por July Balarezo, histproadora y pintora Taller Mestres - Lima - España y Jorge Zavaleta Balarezo, Universidad de Pittsburg.

Editores desde 2017:  Emmitsburg, MD.

Julia Z. Camerieri - Jorge Zavaleta Alegre

Asociado con  Diario16 de Madrid    El Mercurio Digital  Net  TIME.





jueves, 11 de marzo de 2021

LAS DOS FRANCESAS Y EL CONTINENTE, Jorge Zavaleta Balarezo, Pittsburgh, PA





https://letralia.com/letras/narrativaletralia/2018/03/02/las-dos-francesas-y-el-continente/



¡Compártelo en tus redes!

Caminaba hacia la esquina de Bigelow y Fifth Avenue, frente a la Catedral, y vi su silueta delgada, el cabello largo y el rostro que la oscuridad comenzaba a cubrir. Crucé la pista y me puse a unos metros de ella, los suficientes para que me hablase o comenzara a contarme una historia.

—Me voy al South Side —le dije.

—¿A un bar?

—No, no bebo licor, sólo coca cola y a ver si encuentro algo de divertida conversación.

De pronto, como en un vuelco de mi imaginación, estaba viviendo mi película favorita de Truffaut, Las dos inglesas y el continente, aunque ellas no eran inglesas sino francesas.

Me miró sorprendida. Adiviné cierta coquetería en sus gestos y la intención de querer extenderme una invitación. Ella era así, sencilla y dulce. Se llamaba Mila y sólo iba a pasar un año en la universidad. Era francesa, tenía la piel morena, y su pelo y sus pronunciadas cejas no podían ser más negros.

—Nosotras vamos al Andy Warhol Museum —me confesó, al tiempo que me presentaba a Marie, su amiga que por unos días había venido a Pittsburgh, a conocer la ciudad y a acompañar a Mila, quien ahora me obsequiaba puntualmente una sonrisa.

—¿Eh? —casi pregunté.

—¿Quieres venir con nosotros? —preguntó Mila.

—Claro, claro —asentí.

Entonces ya los tres, convertidos de pronto en mucho más que amigos, esperamos el autobús que nos conduciría al lugar donde se exponían las obras mayores del pope del pop-art.

—¿Entonces, te gusta Pittsburgh? —le pregunté a Marie.

—Sí, está bien, con sus puentes y su vida cultural. Es tan distinta de Francia. O de Europa. Sí…

De pronto, como en un vuelco de mi imaginación, estaba viviendo mi película favorita de Truffaut, Las dos inglesas y el continente, aunque ellas no eran inglesas sino francesas y yo no era un continente sino sólo un estudiante de doctorado que, por esta noche, abandonaba su sempiterna soledad y se aprestaba a ingresar al mágico territorio de los eternos resplandores.

Y esa película, sí, me apasionaba, no sólo porque la había visto en una retrospectiva casi completa de Truffaut en la Filmoteca de Lima, a fines de los años 80, sino porque estaba concebida como una historia individual, de entrega y romance, en la que Jean Pierre Léaud, el favorito de Truffaut y de otros grandes de la Nueva Ola, se enamoraba apasionadamente de dos hermanas.

En mi caso, en esta afortunada noche, no eran hermanas sino amigas. Y con ellas llegamos al museo y recorrimos sus cuatro pisos, admirando cada cuadro, cada pieza, cada instalación. Fue un inevitable camino de descubrimiento en que Mila, de pronto, creyendo que yo era un entendido en arte, me pidió que le explicara aquella secuencia de fotos, completa en una pared y en blanco y negro, en la que se aprecia a Elvis desenfundando un revólver.

Era mi oportunidad —lo sentí así— no para vanagloriarme ni hacer piruetas verbales, pero sí para tratar de traducir, en mi verbo, una serie de imágenes que —después de todo me dedico a ello— nos decían mucho a los tres, a Marie también, por supuesto, que no había sido excluida del juego.

Compartir esta noche con Mila y Marie no sólo fue una cuestión de repentina fraternidad. Tuvo también un componente erótico, sobre todo si ellas eran francesas, y observándolas detenidamente, mientras las inmortalizaba con su cámara en el pasadizo de las almohadas voladoras, pensaba en películas como Betty Blue o Bella de día, en las que Béatrice Dalle o el éxtasis de la perfección que es Catherine Deneuve se lucen mucho más que como actrices de su propia nación.

Y ese erotismo crecía, como la noche, boca arriba, como la hubiera querido Cortázar, aumentaba desmedido y ambicioso a la par que, ahora reunidos alrededor de una mesa en la cafetería del museo, charlábamos en español sobre las cajas de Brillobox u otros artefactos de la muestra del mismo Warhol que vio la luz en Pittsburgh.

El erotismo, como lo quiso Bataille, era más que un juego. Se trataba de un arte, de ver cómo los labios de Marie se abrían y volvían a juntarse para pronunciar palabras heroicas, y para contemplar cómo Mila asentía con conocimiento, siempre atenta y sonriente. Y entre ambas, mi presencia, ahora sí como un continente, que las albergaba y que silenciosamente las admiraba. Otros mundos. Otros quehaceres. Otras aventuras. De todo eso se trataba y yo era el más emocionado de los tres pero no el más insistente. Ellas querían seguir explorando el museo, continuar con el tercer y cuarto piso. Esta noche nos daba la bienvenida. Y yo, feliz.

El viaje de retorno, sentados frente a frente, en el autobús que a mí me dejaría en Oakland, no fue tan silencioso como lo imaginé. Ellas estaban muy contentas y seguían expresando su alegría al tiempo que me hacían preguntas sobre las clases que tomaba y enseñaba.

—Es mi segundo año. Ya veremos —les dije como un consuelo.

—Ya veremos —dijo Marie.

Anuncié mi bajada en la siguiente estación. Se apresuraron a abrazarme, con sonrisas, susurros, con una alegría de nuevas amigas.

Lo que aún me pregunto es si aquella noche, en el Andy Warhol Museum, por tres horas, fui por fin el continente, como en la película.

—Nos vemos en el campus —dijo Mila.

—Hasta pronto —me dirigí a ambas con cierto aire de complacencia.

La semana siguiente las volví a ver, justo cuando el sol de mediodía iluminaba el campus, aunque pronto comenzaría el invierno. Llevaban abrigos y Mila me dijo que Marie estaba por marcharse de Pittsburgh.

—Oh, te vas, tan pronto —le dije.

—Sí, y es un gusto haberte conocido. Eres muy amable —me dijo.

—Y tú —respondí.

Esperaba verla nuevamente aunque nunca ocurrió. Después de todo esta es una ficción, y como en las más inverosímiles realidades, la vida surca una y otra ola que, al cabo de un tiempo, no podemos determinar si de veras seguimos latiendo y palpitando. Lo cierto es que Marie y su frente y sus pómulos níveos fueron un recuerdo fugaz mientras a Mila la seguí viendo unos meses más y, hasta un día, en que celebraba mi cumpleaños, le pregunté si quería acompañarme. Me dijo que tenía un examen y supe entenderlo.

En Las dos inglesas y el continente, la pasión del protagonista es grande y lo deja exhausto. En mi historia no fue tan extensa ni me marcó con fuego, como otras aventuras que he vivido con chicas también extranjeras. Lo que aún me pregunto es si aquella noche, en el Andy Warhol Museum, por tres horas, fui por fin el continente, como en la película, que al final era Europa, Francia, un centro del mundo que ya no lo es más. Y si yo fui el continente y ellas las dos francesas, nuestro pacto estuvo sellado, al menos durante esos momentos que hoy recuerdo fantásticos y con nostalgia.



TIEMPOS DE GUERRA TIEMPOS DE PAZ Jorge Zavaleta Alegre TIME,



1 min 
TIEMPOS DE GUERRA TIEMPOS DE PAZ.
TIME. Jorge Zavaleta Alegre. Las pandemias, con toda la carga que traen en contra de la vida, inducen a evaluar la función de las instituciones internacionales para prever respuestas en futuras calamidades. Este es el panorama que se percibe. Gracias a la tecnología, hoy el zoom, las instituciones dedican largas jornadas para encontrar respuestas y conocer el inmenso daño que implica al planeta el incumplimiento o violación de los acuerdos, de las leyes y que la “anomía” generalizada perjudica a todos, empezando por los más débiles.
Por ejemplo, en los EEUU, no abundan las cifras sobre la pobreza, la pobreza extrema. En la primera economía del mundo, la dimensión de las grandes fortunas se fortalecen con el conservadurismo en las decisiones políticas. En Europa, el modelo de la Monarquía se viene abajo al conocer solo algunas cifras y modalidades de sustracción del dinero público.
En este contento es saludable el despertar de los organismos internacionales. Por ejemplo, el foro sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe 2021, foro que incluye revisión de las estrategias público-privadas para la recuperación sostenible e inclusiva.
El clima de la pandemia COVID-19 ha resaltado todavía más la necesidad de fortalecer la cooperación entre múltiples actores, tanto en las respuestas de emergencia para enfrentar la crisis sanitaria como para abordar sus graves impactos económicos y sociales.
La pandemia ha profundizado los problemas estructurales de la región, incluyendo su elevada desigualdad e informalidad laboral. En el contexto de una contracción de 7.7% del PIB regional en 2020, la CEPAL estima que 2,7 millones de empresas formales habrían cerrado y la tasa de desocupación habría llegado en torno al 10,6%.
Los niveles de pobreza y pobreza extrema también aumentaron, alcanzando 33,7% (209 millones de personas) y 12,5% (78 millones de personas) respectivamente, al fin de 2020.
Los impactos económicos y sociales se diferencian entre mujeres y hombres, grupos etarios, étnicos y según el acceso a tecnologías digitales, entre otros. Debido a la segmentación laboral, los empleos de las mujeres se concentraban en aquellos sectores que enfrentaron mayor riesgo en términos de pérdida del empleo y caída de los ingresos.
Para el fin de 2020 la tasa de desocupación femenina sería del 15,2% y las mujeres se retiraron en mayor proporción del mercado laboral reflejando la mayor y desigual presión de tareas de cuidado que enfrentan. Asimismo, la tasa ya elevada de desocupación de los jóvenes pasó del 27,3% en el segundo trimestre de 2019 al 30,8% en el mismo período de 2020.
Asimismo, la crisis ha acelerado el cambio tecnológico y profundizado las consecuencias del acceso desigual a la tecnología digital. Más de 40 millones de hogares no tienen conectividad digital, la mitad de los cuales se encuentran en los dos quintiles más pobres y más de un tercio de los países no tiene velocidad de descarga necesaria para actividades simultáneas de alto consumo.
Es un paso esperado la alianza que acaban de formalizar entre América Latina y el Caribe, de la mano de China, hacia la revolución digital, la economía verde y en políticas sociales que estén conectadas con las políticas industriales “para generar empleo y combatir la desigualdad”, según informa las Naciones Unidas desde Santiago, Chile.
.
Me gusta
Comentar
Compartir

Comentarios