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domingo, 27 de noviembre de 2016

CUBA, VERDE COMO LAS PALMERAS, QUE CONOCIMOS. Milán/Emmistburg



Foto Gramma.
Por Jorge Zavaleta Alegre y July Balarezo
La historia de América sin las revoluciones de México, Nicaragua, Granada, Jamaica y los procesos sociales de Perú, con Velasco. Ecuador, con Rodríguez Lara. Panamá, con Torrijos. Allende en Chile, Uruguay con el Movimiento de Tupamaros que se integró al Frente Amplio, y la China de Mao, el mundo habría continuado como el África, que en este siglo XXI sigue siendo el territorio de los condenados de la tierra.

Las obras cinematográficas como Lucía, de la mexicana Lucía Carrera y Memorias del Subdesarrollo, de Tomás Gutiérrez Alea, son documentos que ayudan a pensar y poder emitir una opinión serena. La Guerra de los Hornos, de Humberto Solanas y Alberto Getino, ayudará a los jóvenes de hoy a construir un juicio sobre la dinámica de este continente, donde los millennials son la mayoría que no encuentra espacios para su realización.

Fue el clima violento que crearon las dictaduras para ahogar las voces de los que sufrían miseria. Castro encontró el terreno fértil para canalizar las protestas y fomentar la movilización de fuerzas sociales, contra “dictaduras de derecha”, que a sangre y fuego, dejaron una sombra negra. 

Las guerrillas que comandó Fidel Castro, junto con Camilo Cien Fuegos y Che Guevara pudieron llegar a La Habana, porque la población compartía la necesidad de acabar con tiranos como Fulgencio Batista, quien convirtió la isla en el espacio más favorable para las empresas norteamericanas, las que tuvieron que abandonar, porque éstas habían convertido la isla en un atractivo casino, simbolizado por el Tropicana de El Vedado.


La Revolución Verde como las Palmeras no pudo continuar por mucho tiempo, porque Cuba quedó aislada. El bloqueo económico de los EEUU, dio lugar a la cooperación de la URSS y a la guerra fría, como consecuencia inmediata. Muere Fidel Castro a los 90 años, cuando Obama deja trunco su proyecto de acercar las relaciones igualitarias entre EEUU y Cuba.

Castro, en su obra La Historia me absolverá, publica reflexiones sobre una sociedad que en la profunda escasez franciscana, ha sabido construir una economía con admirables avances en Salud, Educación y Turismo, muestra, de lo que es indispensable continuar o empezar en el resto de América Latina. 

Vimos algunas realidades. El actual Hospital Carlos Marx, que hasta  1960,  era una temible espacio, de donde salían alaridos de los centenares de enfermos mentales, ahora es un modelo, reconocido por la escuela de medicina de los EEUU, Francia, Alemana, Moscú y China,   que no obstante el  bloqueo norteamericano, logró encontrar la medicina adecuada para rescatar la  Salud Mental, que  hasta   países como el Perú no registran políticas de Estado para  rescatar el derecho  a la atención.  

Después  del  terremoto del  31 de Mayo de 1970, Cuba  fue el país que mayor colaboración dio a la población afectada, con la presencia de brigadas de médicos en las poblaciones más  afectadas con hospitales móviles.

Conocímos Cuba en los primeros años de los setenta  y retornamos diez años después. Recorrimos, desde Pinar del Río hasta el Oriente (al frente está la prisión norteamericana de Guantánamo) pasando por Cien Fuegos, Matanzas…y pudimos apreciar las escuelas de los niños, con maestros comprometidos en la función educadora, bibliotecas y cunas. Jóvenes conocedores de la dinámica del mundo, capaces de entablar diálogo con múltiples interlocutores. Hospitales donde la Salud Mental es el mejor aporte a la comunidad internacional. Nos reunimos con campesinos  que nos explicaron el reemplazo del latifundio por la adjudicación a los campesinos. La producción  aumentaba.
July Balarezo, Taller Mestres; Barcelona/ La Habana/Lima/
Tuvimos oportunidad de estar muy cerca de los 20 Rectores de las Universidades del Perú. Todos ellos, desde Juan de Dios de Guevara, presidente del gremio universitario, quienes en forma unánime, elogiaron la riqueza musical y  literaria del ciudadano cubano y su exquisita comida compartida con la experiencia de academias como la de Francia, en la provincia de Oriente. 

 Los primeros avances  de la educación de Cuba ya eran elocuentes. La capacidad de los docentes fue el logro que más destacaron las rectores invitados. Los alumnos del cuarto y quinto año dictaban clases a sus compañeros de los grados menores.  Los pioneritos, en sus escuelas, junto a los maestros en primeras letras, psicólogos, pintores, músicos y compositores, iban forjando promociones del  hombre nuevo. 

Asistimos al Instituto de Cine Cubano. Visitamos la gran caverna de Santo Tomas, Viñales, Pinar del Río, en la Sierra de Quemado, rescatada  por la Sociedad Espeleológica de Cuba, dirigida por el capitán Núñez Jiménez, embajador en el Perú en el gobierno de Velasco Alvarado. Ahora Pinar del Río es una fuente de  turismo ambiental. La  crítica que se escuchaba era la falta de recursos para obras de infraestructura,  la escasez de vivienda, la ausencia de fondos para conservar la arquitectura  urbana eran problemas sustanciales para la convivencia  de las  familias, de los barrios,

La Democracia, no solo es depositar un voto en una ánfora, Y después esperar o vivir en la amargura o el desengaño, con honrosas excepciones como la del Uruguay o Chile con el sueño de Allende, donde hay evidencias de una democracia avanzada, alejada de la corrupción y constituciones violadas con frecuencia. Son ejemplos que demuestran – desde las Tierras del Fuego hasta Benito Juárez – que la Democracia, soñada desde Platón hasta Montesquiu, Marx, Kundera,.. pasando por la Revolución Cubana, es una creación humana, que debe ser defendida con exigente responsabilidad. Fidel Castro era para la colectividad  cubana, un guía, un maestro, un orador tan locuaz, que la Plaza de la Revolución era el  aula más  evidente, que durante cinco, seis  horas seguidas, la  multitud vibraba y celebraba la esperanza de un mundo mejor para todos.

Gabriel García Márquez, amigo de Fidel  Castro, comentaba en la  Escuela de  Cine que creó  en Pinar del Río, que: "Una cosa se sabe con seguridad: esté donde esté, como esté y con quien esté, Fidel Castro está allí para ganar. Su actitud ante la derrota, aun en los actos mínimos de la vida cotidiana, parece obedecer a una lógica privada: ni siquiera la admite, y no tiene un minuto de sosiego mientras no logra invertir los términos y convertirla en victoria. Nadie puede ser más obsesivo que él cuando se ha propuesto llegar a fondo a cualquier cosa. No hay un proyecto colosal o milimétrico, en el que no se empeñe con una pasión encarnizada. Y en especial si tiene que enfrentarse a la adversidad. Nunca como entonces parece de mejor talante, de mejor humor. Alguien que cree conocerlo bien le dijo: Las cosas deben andar muy mal, porque usted está rozagante"



Referencias:
El Che Guevara, Ministro de Economía de Cuba, indemnizó  la expropiación de un planta de azúcar:
*Teresa Mestres Planas mostraba en su atelier de Lima un cheque con la firma del “Che”. Ella fue hija de un ingeniero agrícola que llegó a Cuba, en los años 60, expulsado por la Guerra Civil de España. Ese cheque, simbolizaba el pago por la expropiación de una maquinaria de procesamiento de la caña de azúcar que su progenitor, había instalado en Matanzas.
*July Balarezo, profesora de Historia Universal, formó parte de la Escuela de Pintura Teresa Mestres y conoció de cerca la Cuba de 1975.
-Jorge Zavaleta Balarezo, Universidad de Pittsburgh:http://d-scholarship.pitt.edu/10729/
Lienzos de Teresa Mestres y Julia Balarezo, La Habana 1975, 1987, 2004.



Jorge Zavaleta Alegre, es Periodista, Licenciado en Ciencias Sociales y Filosofía. Co-fundador de Gestión, primer diario de economía y negocios del Perú. Oficial de prensa del BID, autor de cinco libros sobre America Latina y ahora, Corresponsal de Cambio16, El Mercurio y Papel de Arbol, desde Washington.

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