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domingo, 12 de abril de 2015

Cumbre de Panamá:LAS AMERICAS NECESITAN EQUIDAD



Jorge Zavaleta Alegre
Cincuenta seis años después de la caída del régimen de Batista, la construcción del socialismo en Cuba, la caída del Muro de Berlín en 1989 y  los principales avances sociales en América Latina encuentran una fuente de inspiración en las propuestas  de los movimientos de izquierda y de las tardías  e inconclusas enmiendas del neoliberalismo.



Cuando el Ejército  Guerrillero  llegó a la Habana aquel primero de enero de 1959,  el comandante Fidel Castro  encargó al  Che Guevara que asumiera  la  atención del más grande hospital de la isla, donde los  gritos de  los pacientes  eran tan  intensos y lúgubres, que rompían el silencio nocturno de la capital cubana.

No pasó mucho tiempo y ese  hospital – ahora Carlos Marx - se convirtió en un referente mundial del tratamiento de la salud mental, así como la inspiración  de las políticas prioritarias en pro de la salud integral, la atención a los niños, la mujer y los ancianos. El apoyo al arte, la cultura y la educación como el instrumento más sólido para la paz.

 “Así fusilamos al Che”,  tituló la revista española   Interviú, en la edición especial 2001, dedicada a su XXV aniversario:
Saluden a papá, fue la consigna que ordenaba ejecutar  al comandante  Che Guevara, el 9 de Octubre  de 1967.  Diez años de aquella  muerte, se conocía  el  testimonio  del general Luis Reque Terán, responsable  de la  cuarta división  del Ejército boliviano que protagonizó   la  captura y ejecución  del líder  revolucionario argentino-cubano.
Con documentación en  mano,  el general Terán detalla   la operación anti guerrillera e indica que fue el sargento Mario Terán, pariente de  Reque Terán,  el encargado de acribillarlo a balazos.
“Póngase sereno. Usted va a matar a un hombre”, dijo el  Che al sargento, mientras le indicaba que diera un paso atrás y cerrara los ojos  antes de abrir la primera ráfaga.
El sargento  no  se  atrevía a matar al Che, pero los insultos de su superior le conminaron a cumplir con su deber: “El Che cayó  al  suelo con las piernas destrozadas, se contorsionó  y comenzó a  regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo  y disparé la segunda ráfaga…”

Abril  2015, en Panamá, la  Cumbre de las Américas convocada por la OEA, motiva la recuperación de la memoria histórica  y los aportes  de Cuba a superar la  marginalización, la segregación o dominación económica y comercial.

Según la Comisión Económica para la región (CEPAL), los países de América Latina y el Caribe deben cerrar las brechas de la desigualdad con el objetivo de mantener la estabilidad de las democracias. Advierte su secretaria ejecutiva Alicia Bárcena, al mismo tiempo que alerta a tomar medidas para reducir la inequidad en la educación y los ingresos e impulsar un desarrollo inclusivo y sostenible.  

“Es necesario un cambio estructural en la región que contemple la diversificación de la estructura productiva de los países para reducir la dependencia de las materias primas”. CEPAL proyecta el crecimiento de solo 1% para la Región  en 2015

La cita de las Américas  evidencia la  disposición de los gobiernos de EU y Cuba para restablecer relaciones diplomáticas, pero también el desencuentro a la orden ejecutiva firmada por el presidente  Obama que clasifica a Venezuela como una amenaza.

Obama goza del  reconocimiento mayoritario de EU, como el presidente más democrático al haber ejercido su poder para reivindicar el derecho del migrante a los beneficios de la ciudadanía.

El encuentro Obama-Castro es considerado en la propia Cuba como respetuoso y constructivo, en el que ambos mandatarios expusieron sus puntos de vista acerca del proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas.

Para Evo Morales, presidente de Bolivia, quien mantiene relaciones tensas con EU, sostiene que  América Latina es una fuerza vigorosa. «Es hora de que el gobierno de EU no solo escuche la voz de nuestros pueblos, sino la voz de su pueblo, que debe estar cansado de tantas guerras, de enterrar tantos muertos. Es hora de que aprenda que debemos vivir en paz y con respeto, que no tome como enemigos a «aquellos que quieren ser solidarios, los que luchan por ideales nobles, los que salvan vidas, los que curan enfermedades,  los que alivian el dolor de la gente”

El encuentro en  Panamá  no es el primero  que dos líderes estadounidense y cubano se saludan desde el encuentro de Eisenhower y Batista,  Bill Clinton y Fidel Castro se vieron en la sede de la ONU en Nueva York, en el 2000. Y Obama y Castro se saludaron  en Johannesburgo en 2013, durante los funerales de Nelson Mandela, el héroe de la reconciliación sudafricana. Las relaciones diplomáticas con Cuba se interrumpieron en 1961.

El “embargo”  se basa en un complejo legal estructurado  por la Ley de Comercio con el Enemigo (Trading With the Enemy Act) de 1917 y otras legislaciones más actuales como:  Foreign Assistance Act de 1961; Cuban Assets Control Regulation de 1963; Cuban Democracy Act de 1992; Trade Sanctions Reform y Export Enhancement Act, estas últimas del 2000.

La presidenta Cristina Fernández recalca sobre la amenaza a Venezuela “nadie en el continente se olvida de Juan Bosch, Jacobo Arbenz, Salvador Allende, el asedio a los sandinistas o la invasión a Granada”.

Paralelamente a la cumbre presidencial, la Cumbre de los Pueblos, que convocó a más de dos mil representantes debatió los temas  de paz, el bloqueo económico, comercial y financiero de EU contra Cuba y la ofensiva económica, política y mediática contra Venezuela, con participación de sindicatos, agricultores, comunidades indígenas, estudiantes, organizaciones de derechos humanos, ambientalistas, feministas y todos los que tienen algo que decir sobre los graves problemas que afectan a la  Región. La Cumbre de los Pueblos no abarca solo a un espacio sindical, sino que  es la plataforma que presidentes de tendencia socialista usan como contacto con los pueblos latinoamericanos.

Los descendientes árabes se pronuncian por la solidaridad y de participación para que una nueva relación entre las América sea más justa, en palabras de la Federación de Entidades Panameña-Árabes.

De manera paralela a la OEA, siguen actuando organizaciones como Alba para la integración económica, Unasur, Petrocaribe y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

El consenso latinoamericano se amplia. Hay  reconocimiento de las mismas aspiraciones de desarrollo económico, social, tecnológico y cultural para atender los derechos a la salud, a la educación, a la alimentación y a la vivienda.
Ante el deterioro ecológico global, agravado por los países industrializados, la demanda popular se expresa  en un esfuerzo renovador sobre bases de un régimen jurídico global que contemple los aspectos indisociables del desarrollo y de la preservación de la naturaleza.

Esta aspiración comparte en toda su amplitud el pueblo de Panamá, cuya nacionalización del Canal Zone, constituye un hito en la vida del Continente, pero que no  suficiente.   George Simenon, en Barrio Negro, una de sus 111 novelas,  describe los males de la economía y la marginalidad de los pobladores de Panamá:

El personaje central, un migrante francés que llega a Panamá, contratado  por una empresa colonial, se encuentra que ésta está en quiebra y que los  bancos se niegan a pagarle. El protagonista, obligado a vivir en el barrio negro, “un suburbio de mala fama”, separado de su esposa no solo por el nivel de vida, sino por la gente a la que tratan, la desunión  de la pareja es cada vez mayor. Joseph, el protagonista de la historia,  cae a partir de entonces, presa de una paradójica fatalidad que ni él, ni el lector, sabrán cómo detener. Simenon, en opinión de García Márquez, es  el principal  escritor del siglo XX.

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