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martes, 29 de abril de 2014

LA CIUDAD, LOS APRENDICES Y LA GLOBALIZACION DEL MERCADO


Jorge Zavaleta Alegre

La globalización del mercado convierte a las urbes en un  desigual crecimiento cuyas consecuencias ya se perciben. Proyecciones de la migración interna dan cuenta que en el 2025 las ciudades latinoamericanas con los más altos  PBI serán  Sao Paulo (USS782 billones), México (745), Buenos Aires (651), Lima (213),  Brasilia (210), Santiago (207) y Salvador (210).

Si nos detenemos en el Perú podemos inducir  los graves desequilibrios internos: el Censo  Nacional de 2007 y sus proyecciones indican que nueve departamentos lideran la mayor migración interna del Perú: Lima y Callao, Madre de Dios, Moquegua, Arequipa, La Libertad, Tacna, San Martín, Tumbes y Ucayali. La región que expulsó más población en términos relativos fue Amazonas (perdió el 8% del total de sus habitantes), siguen Huancavelica y Cajamarca, no obstante  el boom minero.

Las capitales de las primeras nueve regiones peruanas no solo tienen la población más numerosa (Lima y Callao, caminan hacia los 17 millones), sino también la concentración económica más aguda, con inversiones del exterior y del narcotráfico,  que se traduce en mega centros comerciales, salas de cine,  preocupación por los centros históricos,  renovación del parque automotor, lujosos cementerios, turismo y hotelería, más clínicas y universidades, y renovación de clubes sociales en manos de empresarios emergentes...

Por cierto,  en estas referencias no se destacan las políticas sociales del  Estado con programas y proyectos concretos porque  no son suficientes  para superar  las profundas brechas de desigualdad,  se mantiene intacta la vieja configuración, en algunos casos cuasi virreinal, de un modelo urbano con demasiadas ventajas para  la inversión transnacional.

Las ciudades de Moquegua y Trujillo:  La  primera, goza de los beneficios de una intensa actividad agropecuaria, donde aún supervive la mediana propiedad de la tierra, la minería tecnificada  del cobre con su refinadora en Ilo; y la intensa relación comercial con la frontera chilena y la población aymara del altiplano.

En Trujillo, al igual que en Ica, Lambayeque, Piura ha retornado vigorosamente el latifundio, con algunos ingredientes más nocivos de los que existieron antes de la reforma agraria de 1969. Frente al Pacífico, los desiertos de Chao, Virú, Moche hasta Paiján,  con las irrigaciones construidas por el Estado, ahora  en manos de empresas internacionales, sus mejores cosechas solo llegan a la mesa de  europeos  y norteamericanos de  altos ingresos, en tanto en Perú las trabajadoras agrícolas  no pasan de los cincuenta dólares semanales, suma  pequeña y simbólica para el  creciente costo de vida y las necesidades de salud, educación y los  sueños irrealizables  que alimentan los conglomerados de la comunicación.

Las deformaciones del modelo están a flor de piel en las urbanizaciones, En el antiguo casco urbano,  habita una modesta clase media y sus  vecinos, están brutalmente excluidos de ese espejismo del desarrollo. La convivencia es imposible por la  masiva desocupación  sobre todo  masculina, ausentismo escolar, consumo de alcohol,  riñas callejeras...

LA MULTIPLICACION DE MACONDO
La Literatura nos da grandes lecciones urbanas. Carlos Eduardo Zavaleta, en  Los Aprendices y García Márquez en Cien años de soledad,  nos revelan que nuestra realidad social es más con  zonas secretas, oscuridades y ambigüedades y  que cierto realismo epidérmico había preferido pasar por alto.

Las ciudades son espacios donde está presente la muerte, la violencia, el amor atormentado, el temor, la ansiedad. La juventud de hoy vive desinteresada de los asuntos públicos, de la militancia ideológica. Hoy más que nunca  es vital  estar cerca de la historia contemporánea, probando sus aptitudes, su coraje, su valentía, su capacidad para amar, la entereza, la integridad y la honestidad de su posición.

La vida provinciana en un medio rural no es idílica. Fue un concepto acuñado alentado por cierta literatura y durante tanto tiempo. El mundo rural es más es teñido por la violencia, la explotación y  la injusticia que desencadenan diversos sucesos políticos. La migración  siempre ha existido,  pero nunca como el proceso actual  porque las personas dejan sus lugares de origen en busca  de  oportunidades que   no existen.

El estudio “La migración interna en el Perú” de la Universidad del Pacífico, coincide  con el inicio del auge del crecimiento económico, explicado por las expectativas de una mejora en el empleo y en las condiciones de vida en la región de destino.

Manuel Domínguez, desde la dirección de Cambio16, uno de los semanarios más prestigiados  en Europa,  no cesa luchar contra los  saldos del franquismo y toda variante del fascismo. Nos dice que el gran triunfo del neoliberalismo no consiste en haber convertido la sociedad en un inmenso mercado global en el que todo se puede comprar y vender.

El objetivo no puede ser alcanzar el éxito en cualquier empresa, obtener beneficio y rentabilidad a cualquier precio, por encima de principios éticos y pisoteando la dignidad del individuo, reducido a una cuenta de resultados, un empeño titánico que se materializa con el asalto al poder, la desactivación de derechos fundamentales y conquistas sociales, el expolio de lo público como si se tratase del chalaneo de un tratante de ganado, el sometimiento de las instituciones y la desvirtuación del modelo democrático, huérfano de controles que vigilen y certifiquen su calidad.

En una concepción dialéctica de las relaciones sociales, se asume la rebeldía ante la violencia cuando ésta es ajena, viene de fuera y se ejerce para reprimir. La palabra cebada con la ideología, sabe que el mejor aliado del silencio cómplice es la autocensura, pues bien, el neoliberalismo ha comprendido que la mejor violencia que se puede ejercer sobre la condición humana es la que el propio hombre se inflige: la lucha encarnizada por un puesto de trabajo, la competencia desleal, la necesidad de sobrevivir, la aceptación de condiciones infrahumanas, la codicia sin límites, la ambición desmesurada…Hemos acabado siendo esclavos de nosotros mismos, remarca Domínguez, mientras el sistema se fagocita con nuestro sometimiento conformista.

lunes, 28 de abril de 2014

Las bodegas siempre estarán en la memoria de las ciudades. Gana Mas la moderna revista de los empresarios





Una corporación cervecera que lidera el mercado latinoamericano se ha propuesto beneficiar a más de cuarenta mil bodegueros y sus familias, en Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá y Perú, con un programa de emprendimiento. Algunos medios han criticado la iniciativa indicando que estos establecimientos venden sus productos a mayor precio que los supermercados, apreciación más subjetiva que real.

La preocupación de la SUNAT  debería incidir más en la capacitación de los tenderos y no en la fiscalización compulsiva de  una actividad  de  vital importancia en la configuración y estabilidad del barrio, del vecindario, más aún con la intensa migración interna que nos indican  el  censo del 2007 y las proyecciones  del INEI.

Los supermercados se abastecen con una mayor diversidad de productos y en volúmenes para un comercio mayoritario y pagan precios muy bajos a los productores del campo. Sus costos de operación son sin duda altos por  la administración y el pago de salarios. El  supermercado, concebido socialmente  como un no lugar, requiere de un trasporte, que es otro costo,  para abastecerse, generalmente, para  una semana o más.

En  ciudades como Lima los tenderos cierran o cambian el giro de su negocio durante el primer año, porque en su mayoría son actividades de subsistencia que requieren ingresos diarios para asegurar la canasta básica familiar. En el Perú existen 250 mil bodegas y el 60% de estas son administradas por mujeres.
El programa “Camino al Progreso” brindará asesoría y acompañamiento en sus negocios, incluyendo cuatro etapas: Bodeguero Responsable, Bodeguero Sostenible, Bodeguero Excelente, Bodeguero Líder.

La presentación de esta iniciativa ha dado lugar a un enriquecedor debate sobre la pequeña empresa y la necesidad de consolidar una clase media, como sustento de la estabilidad democrática y económica que hoy muestran algunas economías de Asia y de Europa del Norte.

Educación emprendedora
Dicha propuesta ha merecido el apoyo de diversos sectores públicos que  reconocen las bondades del tendero,  porque sus pequeños establecimientos son los puntos de encuentro que vinculan al vecindario. Son los mejores agentes de seguridad social y en ellos la palabra sigue teniendo aún el valor para otorgar el crédito a sus clientes cotidianos.

Es más, son  instituciones que practican el crédito sustentado en la confianza con el vecino.  Muchas familias viven el día a día, y la bodega es la fuente principal de los productos básicos para la alimentación y otros servicios.

Un ejemplo de desarrollo de los pequeños negocios lo  encontramos, por ejemplo en Taiwán   país que en cinco décadas se ha convertido en la economía emergente más sólida, gracias al desarrollo de su clase media. En la antigua Formosa,   el tamaño promedio de las granjas reformadas llegó a 1.29 has. en 1952.
Junto con otras políticas de apoyo a la pequeña agricultura minifundista – como la educación rural y la inversión pública en la investigación y diseminación de nuevas tecnologías, cooperativas de comercialización con monopolios en ciertas líneas de exportación, administrados por los mismos pequeños productores - las migraciones hacia las ciudades y el aumento de la pobreza urbana se mantuvieron a niveles relativamente bajos en comparación con los países latinoamericanos.

Estos y otros argumentos complementarios revelan que hay que promover las granjas familiares con apoyos públicos de varios tipos y crear las condiciones para el desarrollo económico rural y nacional. En términos históricos podemos mencionar similar resultado en los países escandinavos de Dinamarca, Finlandia, Noruega, y Suecia, además de Holanda.

Joseph Stiglitz, ex-vicepresidente del BM, escribe que “el éxito en la pugna por la equidad y contra la pobreza requiere una potenciación tanto económica como política. En el sector rural, la redistribución de la tierra con otorgamiento de créditos y acceso a la tecnología”.
Los Bodegueros nos llevan a pensar que es más racional invertir fondos públicos en el desarrollo de la pequeña agricultura como base para un proceso sostenible y equitativo, con seguridad alimentaria, en lugar
 de la inversión en seguridad para controlar la violencia social.

En  el Perú se crean cerca de 130 mil empresas cada año, entre microempresas informales y de sobrevivencia que no son capaces de brindar ingresos suficientes. Por ello, la UNESCO ha incorporado el “aprender a emprender” (Por Jorge Zavaleta Alegre).

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NI UNOS, NI OTROS, SOMOS LOS MISMOS



Maribel Alatrista Flor*  
Master en Política Social

Desde hace algunos años, leo y escucho sobre el conflicto limítrofe por territorios en controversia entre Moquegua, Tacna y Puno, luego me pregunto: ¿Por qué insistir en anexar los poblados de Tincopalca, Titiri, Aruntaya, Toroya, Tolapalca, Jatumpampa, Cruzani, Huaytiri y Candarave a unos u otros? ¿Algunos de estos distritos no pertenecen al Perú? ¿Coexistimos en mundos diferentes? ¿Qué nos hace diferentes a unos y otros? ¿Qué motiva la disputa entre departamentos unidos por lazos históricos, étnicos y comerciales?


Inmediatamente vino a mi mente una de las grandes composiciones de Augusto Polo Campos inmortalizada en la voz del Zambo Cavero: “Cosechando mis mares, sembrando mis tierras, quiero más a mi patria. Mi nación que luchando, rompió las cadenas, de la esclavitud. Es la tierra del Inca, que el sol ilumina, porque Dios lo manda. Y es que Dios a la gloria, le cambió de nombre, y le puso Perú. Y se llama Perú… Yo también me llamo Perú.

Cuando escucho esta canción, mi corazón se estremece y mis ojos se tornan brillosos, lágrimas  de emoción fluyen desde lo más profundo de mí ser. En ese instante, no logro distinguir si soy de aquí o soy de allá. Con qué derecho nos autonombramos autoridad para decidir si este territorio es de unos u otros, si somos los mismos.

Desde que el canon minero pasó del 20% al 50% en junio del 2002, se ha  difundido la idea, que estos territorios albergan enormes yacimientos mineros, albergando en el corazón de comuneros y pobladores de estos pueblos en situación de pobreza y falta de oportunidades, una esperanza, el canon minero.


¿Y si el canon es inexistente?, el año pasado a nivel nacional esta partida cayó en 25%, casi mil 200 millones menos con relación a 2012, además se ha anunciado que el Canon va a bajar a menos de la mitad por la caída de los precios de materia prima. Es probable que en 2014 el recorte sea mayor (dicen que 25%). Así que en vez de  dividirnos, hay que ponerse a pensar en la pérdida de recursos necesarios y proponer la reorganización del canon. Las regiones productivas tienen que recibir una mayor parte de todas las ganancias, porque moqueguanos y tacneños tendrán que vivir con las consecuencias de la minería.


Como ustedes pueden ver, sin querer queriendo hemos agitado las aguas de la serenidad territorial, emprendiendo un trajinar cual nuevo caballero andante por caminos indescifrables. Unos hemos cuestionado la demarcación territorial, al asociarla con supuestos mayores ingresos. Otros hemos sentido herida nuestra sensibilidad migrante, pues atenta contra la esperanza y arraigo a la tierra que nos alberga.  Y nadie logra aun, sostener que la repartición tiene que ser equitativa a nivel regional, sin que el gobierno nacional trate de normar el uso de manera que buena parte de los ingresos no pueden ser invertidos.


“No vine a explicar al mundo, sólo vine a tocar. No quiero juzgar al hombre, al hombre quiero contar”, decía Facundo Cabral. Y es en este contexto que quiero compartir con todos ustedes un diálogo del que fui testigo de excepción, entre el Gerente de una empresa constructora y su administrador: “estoy preocupado, no lograremos cumplir con el plazo establecido para entregar la obra, el tiempo es muy corto”. El subalterno respondió: “Jefe, hay un grupo de hombres que desean trabajar, ellos tienen experiencia y además son del Sur”. Hasta ahora recuerdo como cambió la expresión de su rostro y el tono de su voz que decía: “contrátalos, con ellos llegamos a tiempo, esa gente es trabajadora, responsable y fuerte, están acostumbrados a trabajar doble turno, son de los que vienen a ganar y no a gastar”.

Quedé gratamente sorprendida por el prestigio bien ganado de mi raza aimara, porque soy moqueguana y también, me llamo Perú.

 *Moquegua, "Capital del Cobre Peruano". 28.04.2014