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domingo, 4 de octubre de 2020

!!!En América la extrema desigualdad se agudiza!!!

    Los Andes en Peru, Sudamerica. 
https://blogs.iadb.org/igualdad/

Jorge Zavaleta Alegre

Las sociedades de América Latina y el Caribe empezaron a practicar el distanciamiento social mucho antes de que la pandemia del coronavirus llegara a poner la prueba de su resistencia y a exponer sus vulnerabilidades.(1*)

Estados Unidos de NA, presenta una de las mas grandes paradojas de nuestros tiempos: Es el país más rico del mundo, tiene algunos de los peores índices de pobreza entre las naciones desarrolladas. Más de medio siglo después de que el presidente Lyndon B. Johnson declarara una "guerra incondicional contra la pobreza", EE.UU. aún tiene que descubrir cómo ganarla. Desde esa declaración de 1964, este país tuvo logros asombrosos como aterrizar en la Luna o generar internet, pero apenas ha podido bajar su tasa de pobreza a alrededor de 12% desde el 19% de aquel entonces. (2 **)

Esto significa que en Norte America cerca de 40 millones de estadounidenses viven debajo de la línea oficial de pobreza. 

Hoy el drama se intensifica. Es Urgente: Reducir la sobrepoblación carcelaria. La insalubridad es caldo de cultivo para propagar el virus dentro y fuera de las prisiones. Human Eights Watch (***), advierte que estas son las condiciones perfectas para que se produzcan brotes del Covid-19.

La pandemia aumenta la xenofobia y el racismo contra los asiáticos, latinoamericanos en todo el mundo. ACNUR advierte  que el coronavirus, es una grave amenaza para la educación de las personas refugiadas. La mitad de estos niños y niñas refugiados en el mundo no están escolarizados.

Se trata de un distanciamiento social causado por la extrema desigualdad en la región, que socava la fe de los ciudadanos en el bien común y amplía la brecha entre ricos y pobres.

América Latina y el Caribe es una de las regiones más desiguales del mundo en materia de ingresos. El 10% más rico de la población capta 22 veces más de la renta nacional que el 10% más pobre. El 1% de los más ricos se lleva el 21% de los ingresos de toda la economía, el doble de la media del mundo industrializado. 

Además, las marcadas diferencias en materia de ingresos representan apenas una de las diversas formas de desigualdad que socavan la cohesión social y el sentido de pertenencia a algo más grande que uno mismo. El género, la raza y la etnicidad, al igual que los ingresos, son poderosos determinantes del acceso a la atención de la salud, la educación, el empleo y el sistema legal.

Los pobres y las clases medias bajas viven en vecindarios diferentes, asisten a escuelas diferentes y visitan clínicas diferentes. Es mucho más probable que quienes pertenecen a estos grupos sean víctimas de delitos violentos que aquellos que pertenecen a la clase alta y que estén mucho más expuestos a los efectos destructivos del cambio climático, a la vez que tienen menos herramientas para hacer frente a las consecuencias de estos dos fenómenos.

En materia de educación, los niños de las familias más ricas tienden a estar mejor preparados para ingresar a la escuela que los de las familias pobres. Al comenzar la escuela, los niños de niveles socioeconómicos altos tienen un desempeño sustancialmente mejor que sus pares más pobres en el desarrollo socioemocional, cognitivo y lingüístico. Estas  disparidades se amplían con el tiempo, y cuando los jóvenes llegan al mercado laboral, sus efectos se hacen muy evidentes. 

Las personas mejor preparadas tienen la primera opción para elegir los empleos de alta calidad en el relativamente pequeño sector formal de la región, mientras que las menos preparadas, que proceden, en forma desproporcionada, de las clases más pobres, probablemente pasarán el resto de su vidatrabajando en el sector informal. 

El empleo formal da acceso a redes de seguridad, como las pensiones y en algunos países, el seguro de desempleo. La mayoría de los trabajadores del 40% de la parte inferior de la distribución de ingresos tienen trabajos informales que carecen de redes de seguridad.

Las desigualdades horizontales también son muy grandes. Las diferencias salariales entre hombres y mujeres en la región se han reducido en las últimas décadas, no obstante, las mujeres siguen ganando en promedio un 13% menos que los hombres. Además, es menos probable encontrarlas en trabajos mejor remunerados y en ocupaciones de prestigio social. 

Los pueblos indígenas y los afrodescendientes también siguen estando en desventaja. Pocas regiones del mundo son más multiétnicas y multiculturales que América Latina y el Caribe, donde los afrodescendientes constituyen cerca del 25% de la población y los indígenas, el 8%. Pero estos dos grupos, en toda la región, tienen muchas más probabilidades de ser pobres.

En el ámbito de la atención de la salud, la región ha logrado notables avances en la ampliación del acceso, especialmente mediante la expansión de los servicios de atención primaria en las zonas periurbanas y rurales. Sin embargo, las diferencias socioeconómicas en el acceso a la atención de la salud siguen siendo grandes: entre 2010 y 2015, la tasa de mortalidad de los niños menores de cinco años de madres con mayor nivel de educación fue la mitad de aquella de los niños de madres con menor nivel de educación.

    Un nevado de Alazka.

En este contexto de desigualdades estructurales, la crisis de la COVID- ha desarrollado a un ritmo sin precedentes y con repercusiones distributivas. Inmediatamente después de que la pandemia golpeara la región, la mayoría de los gobiernos impusieron estrictas medidas de  confinamiento que impidieron a las personas trabajar fuera de casa. 

Estas medidas han afectado de manera desproporcionada a los hogares de bajos ingresos. Un mes después de iniciados los confinamientos, cerca del 65% de los hogares en el quintil inferior de la distribución de ingresos había sufrido al menos una pérdida de empleo entre los miembros de la familia. 

Mientras que, en el quintil superior, la cuota fue del 22%. Los gobiernos de América Latina y el Caribe son ocho veces menos eficaces que los países más desarrollados en la reducción de la desigualdad a través de los impuestos y el gasto público. Las políticas   redistributivas de los países de la región reducen la desigualdad en menos de un 5%, mientras que el mundo industrializado lo hace en un 38%. 

La incapacidad de redistribuir se puede resumir en pocas palabras: pensiones, gasto social y política fiscal fallida. Debido a la prevalencia del empleo informal en América Latina y el Caribe, millones de personas no reciben pensiones. Los sistemas de pensiones no contributivas se han ampliado en la región durante las dos últimas décadas en un esfuerzo por llegar a los más vulnerables, pero lograr la paridad con las pensiones que ofrece el empleo formal sigue siendo un objetivo distante.

La redistribución basada en los impuestos ha fracasado debido a la limitada capacidad de los gobiernos para controlar los altos niveles de evasión fiscal que prevalecen en la región.

Tener niveles moderados de desigualdad no es perjudicial e incluso puede resultar beneficioso, por ejemplo, para estimular la iniciativa personal. Pero cuando la desigualdad es demasiado grande, se abre las puertas a la desmotivación, la desconfianza y el cinismo, erosionando lentamente los vínculos sociales. En última instancia, nadie se beneficia cuando la creencia en el bien común es sustituida por la visión de que la vida social es una cuestión de “sálvese quien pueda”. 

La desigualdad moldea la percepción de justicia en la sociedad. Cuando la desigualdad disminuyó en la región entre 2000 y 2012, el período de auge de las materias primas, la fracción de la población que percibía como justa la distribución de ingresos aumentó hasta un aún modesto 25%. Siete años después, ese porcentaje había caído al 15%. 

Línea de la pobreza en EE.UU. en 2020

Línea pobreza 2020
FamiliaAlaskaHawaiiResto de los estados y Puerto Rico
1$15.950$14.680$12.760
2$21.550$19.830$17.240
3$27.150$24.980$21.720
4$32.750$30.130$26.200
5$38.350$35.280$30.680
6$43.950$40.430$35.160
7$49.550$45.580$39.640
8$55.150$50.730$44.120

En familias de más de 8 miembros debe añadirse en Alaska $5.600 por cada miembro adicional, en Hawaii $5.150 y en el resto de los estados y Puerto Rico $4.480.

Una vez que la pandemia del coronavirus disminuya, la región seguirá estando expuesta y siendo vulnerable a las crisis económicas, los desastres naturales y el cambio climático. Aumentar la resiliencia a esos desafíos requerirá grandes reservas de energía y buena voluntad, y es más probable que se logren en una sociedad en la que todos disfrutan de oportunidades y donde las familias tienen un mínimo de seguro contra circunstancias imprevistas. Dicha sociedad más igualitaria, a su  vez, requerirá una transformación de la política pública para ampliar las oportunidades para todos.

......

https://www.thoughtco.com/que-es-la-liacutenea-de-la-pobreza-y-para-que-sirve-1965601

* Luis Alberto Moreno,  presidente del BID (2016/30 setiembre 2020): "La crisis de la desigualdad". prologo.

** ACNUR  2020.

***  La crisis de la desigualdad: América Latina y el Caribe en la encrucijada / editores, Matías Busso, Julián Messina.

https://www.thoughtco.com/que-es-la-liacutenea-de-la-pobreza-y-para-que-sirve-1965601
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Papel de Arbol. creado en Lima 1992, por la historiadora July Balarezo en Lima, egresada de Taller de Artes Teresa Mestres Lima y Jorge Zavaleta Balarezo escritor, PHD Universidad de Pittsburg, PA.
Desde 2017 en Emmitsburg, MD
Ediores Julia Z. Camerieri/ Jorge Zavaleta Alegre\
jorgez.1944@yahoo.es
jcamerieri1966@oulook.com
Asociado con
Diario16 de Madrid   El Mercurio Dgital Espana.  TIME.  Panoramica de Italia,  Tandil News Buenos 
Aires.

















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