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sábado, 5 de septiembre de 2020

NADA CAMBIA, EL MODELO PERSISTE por Jan Lust

 

                             Mineros en el Peru 2020. Foto Agencia Andina

El crecimiento de la exportación de los recursos naturales del país y la inversión extranjera en los sectores extractivistas son cruciales para el desarrollo de la economía peruana. Desde la década de los noventas el modelo de desarrollo económico está basado en la exportación de los commodities y la desregulación de los mercados. 

En este artículo Jan Lust, profesor de la Universidad Ricardo Palma sostiene que la continuidad del modelo extractivista de desarrollo del país es la consecuencia de la interacción entre las condiciones del modelo extractivista de desarrollo en el Perú, desde un analisis objetivo y subjetivo del desarrollo capitalista de este pais de 33 millones de habitantes.

El análisis de las condiciones objetivas se centra en el papel del país en la división internacional del trabajo, la relación entre este papel y la estructura económica y empresarial del Perú, y la funcionalidad del modelo extractivista de desarrollo para el Estado peruano. 

En el caso de las condiciones subjetivas, se analiza la fuerza de la izquierda política, el movimiento trabajador y los movimientos sociales contra el capital minero. La debilidad de las condiciones subjetivas hace que sea imposible cambiar las condiciones objetivas.

El crecimiento de la exportación de los recursos naturales del país y la inversión extranjera en los sectores extractivistas son cruciales para el desarrollo de la economía peruana.

Desde la década de los noventas, el modelo de desarrollo económico está basado en la exportación de los commodities y la desregulación de los mercados. Fue durante el régimen de Alberto Fujimori (1990-2000) que se implementó este modelo.

Los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006) y Alan García (2006-2011), que vinieron después de Fujimori, no alteraron el modelo de desarrollo. El régimen de Ollanta Humala (2011-2016) adicionó al modelo extractivista proyectos que deberían proporcionar una infraestructura adecuada para un flujo más eficiente de los recursos naturales y la redistribución fiscal de la riqueza a las capas sociales que se vieron más afectadas por este modelo.

El gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) tampoco introdujo cambios en el modelo de desarrollo. No solo desactivó el Plan Nacional de Diversificación Productiva (Ministerio de la Producción, 2014a) implementado por la administración de Humala, sino que también tomó medidas para acelerar las inversiones mineras. El gobierno actual de Martín Vizcarra no tiene ningún interés de cambiar el modelo.

El modelo de desarrollo peruano ha condenado el progreso económico del país a la mano visible de las crisis económicas, las fluctuaciones y los flujos del capital especulativo. Las crisis en el Norte Global tienen efectos directos sobre el Perú en el sentido de que disminuyen las inversiones del capital transnacional en los sectores extractivos (principalmente el sector minero), reducen la demanda y los precios de las materias primas del país, y ralentiza el crecimiento económico.1 Dancourt (2016,s/p) demuestra que existe una relación entre el crecimiento económico y los precios de los commodities. Una reducción de estos precios contribuye a generar recesiones.

Gonzales de Olarte (1986, p. 15) sostiene que en el periodo 1948-1985 las crisis de corto plazo fueron causados por la reducción del valor de exportación. La recuperación económica fue consecuencia de la mejora de los precios internacionales de cobre, zinc y plata, entre otros. Por lo tanto, a la luz de la crítica conocida sobre los modelos extractivistas de desarrollo (Prebisch, 1949; Lewis, 1955; Rostow, 1961;

Furtado, 1980), la continuidad de su versión peruana llama la atención. Se implementaron y siguen implementando políticas que aumentan la dependencia del país de sus sectores extractivos, especialmente del sector minero. ¿Cómo se puede explicar esto?

1 El Norte Global está conformado por los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y China.

Continuidad del modelo no puede explicarse por factores aislados. 

Es decir, su continuidad no es solo el resultado del poder del capital transnacional o del papel hegemónico del capital extractivo en el aparato estatal o la debilidad de las fuerzas que pretenden alterar el modelo de desarrollo vigente. Pensamos, más bien, que su continuidad es el resultado de la interacción de una variedad de factores y actores sociales, de las cuales los mencionados arriba son de importancia crucial.

Argumentaremos que la continuidad del modelo extractivista de desarrollo es la consecuencia de la interacción entre las condiciones objetivas y subjetivas del desarrollo capitalista en el Perú. Las condiciones objetivas se refieren al rol del país en la división internacional del trabajo, la relación entre este rol y las estructuras económicas y empresariales del país, y la funcionalidad del modelo extractivista de desarrollo para el Estado. 

Las condiciones subjetivas se relacionan con la fuerza de la izquierda política, el movimiento obrero y los movimientos sociales contra el capital minero.

La investigacion de Lust está estructurada en cinco secciones. En la primera sección examinamos la relación entre la división internacional del trabajo y las estructuras económicas y empresariales del país. La siguiente sección describe la importancia del sector minero para el Tesoro Peruano y los gastos sociales gubernamentales. En la tercera sección discutimos las debilidades de las fuerzas que intentan cambiar el modelo de desarrollo y en la sección que sigue describimos las principales políticas mineras de los gobiernos peruanos desde los años noventa. La última sección presenta sus conclusiones.

La continuidad del modelo extractivista de desarrollo es producto de una variedad de factores interrelacionados y actores sociales. Si bien este modelo se basa en el papel Perú en el mundo capitalista globalizado, la continuidad del modelo no puede atribuirse únicamente a la función del país en la división internacional de trabajo.

Además, la necesidad de accumular capital y la urgente necesidad de China de los minerales del país tampoco pueden explicarnos toda la historia detrás de la continuidad del modelo. Sin embargo, atribuimos a estos factores un papel determinante en la combinación de factores que «deciden» sobre la continuidad o discontinuidad del modelo de desarrollo implementado.

La continuidad del modelo extractivista de desarrollo es el resultado de la interacción entre las condiciones objetivas y subjetivas del desarrollo capitalista en el país. En términos concretos, nos referimos a la función del Perú en la división internacional del trabajo, las estructuras económicas y empresariales del Perú, la funcionalidad del modelo para el Estado y la fuerza de la izquierda política, el movimiento laboral y los movimientos sociales contra el capital minero.

El papel del país como proveedor de materias primas es la razón principal por la cual la estructura económica del país está dominada por sectores no transables.

Los países en el Norte Global y, especialmente, el capital transnacional, no están particularmente interesados en el desarrollo de otros sectores y ramas. La falta de este interés se demuestra en los flujos de capital que se dirigen principalmente hacia aquellos sectores que refuerzan el rol del Perú en la división internacional del trabajo.

Por lo tanto, no es sorprendente que la parte superior de la estructura empresarial peruana esté ocupada por corporaciones que operan en los sectores extractivos de la economía.

Las microempresas son fundamentales para el empleo, pero no contribuyen significativamente al PBI y su participación en el valor de las exportaciones totales es insignificante. 

Si bien el papel del Perú en la división internacional del trabajo es la continuidad del modelo extractivista de desarrollo en gran parte, responsable por la presencia dominante de estas empresas en la sociedad, también el modelo extractivista de desarrollo ha contribuido a esta situación al reforzar la función del país en el capitalismo globalizado.

La importancia del sector minero para el crecimiento económico y su important contribución al Tesoro (y gastos sociales) fueron en los últimos quince años los argumentos clave para que los responsables de la política peruana fortifiquen el actual modelo de desarrollo y, como tal, fortalezcan el papel del país en la división internacional del trabajo. 

Sin embargo, debe subrayarse que la implementación de políticas gubernamentales en beneficio del capital extractivo no es tanto la consecuencia automática de esta función, sino la expresión de una correlación de fuerzas de clase dentro de la sociedad que favorece los intereses del capital extractivo.

Las condiciones objetivas a favor del modelo extractivista de desarrollo no hacen, en sí mismas, imposibles de cambiar el modelo. La continuidad del modelo extractvivista de desarrollo se explica por la debilidad de las condiciones subjetivas para alterar las condiciones objetivas. Esta debilidad es, en parte, el resultado del desarrollo particular de las condiciones objetivas. 

La izquierda política y los sindicatos carecen de las bases políticas y sociales para convertir las fuerzas de clase en los protagonistas y defensores de un modelo de desarrollo sostenible. Esta debilidad política y organizativa, unida a las debilidades de los movimientos sociales contra el capital minero, ayuda a mantener el equilibrio político a favor del modelo extractivista de desarrollo.





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