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lunes, 20 de mayo de 2019

PAPELDEARBOL: El Arte y las sociedades sin relato

PAPELDEARBOL: El Arte y las sociedades sin relato: Teresa Mestres, Talller de Pintura Lima-Barcelona . Jorge Zavaleta Alegre “Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo e...

El Arte y las sociedades sin relato


Teresa Mestres, Talller de Pintura Lima-Barcelona.

Jorge Zavaleta Alegre
“Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria.

Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”.

Estas palabras de Gabriel García Márquez, La soledad de América Latina, pronunciado ante la Academia  el 8 de Diciembre de 1982,  por la concesión del Premio Nobel,  sigue golpeando los oídos sordos de  la mayoría de gobiernos. La corrupción y la pugna sombría de los radicales del libre mercado, es tan vehemente como la prédica del terrorismo genocida.

Néstor García Canclini al hablar sobre “La sociedad sin relato, antropología y estética de la inminencia”,  señalaba  que en las artes y en las expresiones literarias se plasman identidades y constituyen un complemento fundamental de la historia: ¿El arte actual es el resultado de una sociedad sin relato?, se pregunta.

El arte y su contribución al conocimiento, sostenía Enrique  Iglesias (1999) -excanciller del Uruguay y Presidente del Banco Interamericano  de Desarrollo-BID-, que uno de los fundamentos culturales de la integración latinoamericana y de la presencia regional en el mundo, es la contribución de las Artes y la Literatura a través de las imágenes visuales y de las narrativas.

La producción y creación estética de la cultura mestiza aporta valiosos insumos para que el pueblo se reconozca en su identidad, consolide su memoria y aporte su inteligencia sensible para no perderse en medio de las permanentes y acuciantes preguntas sobre quiénes somos los latinoamericanos en esta transición milenaria, cuál es nuestro lugar en el mundo y cómo seguiremos enfrentando la vertiginosa globalización, cada día más acelerada por la telemática, la cibernética y la informática.

El pintor brasileño Ferreira Gullar, en 1989, sostenía que no hay ninguna novedad en decir que el modo de conocimiento estético difiere del modo del conocimiento científico e igualmente del filosófico. “Aquellos quieren sustituir un concepto por otro, en cambio el artista y el poeta cuestionan la propia conceptualización de la realidad; se niegan a las generalizaciones que disuelven la experiencia vivida en el concepto abstracto. Su modo de conocer es un incesante recomenzar como la vida misma”

El mexicano Leopoldo Zea, en su introducción a las Fuentes de la cultura latinoamericana, insiste en la integración por la educación y la cultura; reclama una mayor difusión del pensamiento, de la literatura y demás manifestaciones estéticas. En efecto, hoy en día estaríamos en una sociedad sin relato porque lo que se califica de “arte actual” no discute ni propone cambiar la vida o contribuir al desarrollo de una conciencia crítica para la transición del neoliberalismo hacia otro paradigma civilizador.

El 18 de mayo de 2008, en El Salvador, los ministros de Educación iberoamericanos adoptaron una decisión que fue considerada como histórica: impulsar el proyecto «Metas Educativas 2021: la educación que queremos para la generación de los Bicentenarios».

A partir del año 2009 y hasta 2021, la mayoría de los países iberoamericanos recuerda y conmemora los 2  Siglos de su independencia, gestada en tiempos en los que se manifestó de forma clara el deseo de libertad de amplios sectores  de la sociedad hispanoamericana. Una libertad que debe estar vinculada a la superación de las desigualdades, al buen vivir, a la defensa de la naturaleza, al reconocimiento efectivo de los derechos de todas las personas y al acceso equitativo a los bienes materiales.

Hoy, año  2019, según la Unesco  en su resumen dedicado al Panorama Regional de América Latina y el Caribe, la desigualdad económica en el conjunto de la región sigue siendo más acusada que en otras regiones del planeta: en 2004, el consumo del 20% más pobre de la población solo representaba el 2,7% del consumo nacional. Los avances constatados en el ámbito educativo se acompañan de insuficiencias, retrasos y grande disparidades
  Lienzo de  Enma Suárez, 2018, La Florida-Lima-Caraz.

La educación latinoamericana se enfrenta a dos desafíos de enorme magnitud. Por un lado, debe recuperar la educación del retraso acumulado en el siglo XX: universalizar la oferta de educación infantil, primaria y secundaria, llegar a toda la población sin exclusiones, especialmente a los grupos originarios y afrodescendientes mejorar la calidad educativa y el rendimiento académico de los alumnos, fortalecer la educación técnico-profesional y reducir de forma radical la insuficiente formación de gran parte de la población joven y adulta.

Actualmente, la media del gasto en educación de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que aglutina a los 34 países más ricos del mundo) es del 6,5% del PIB (gasto en educación total, tanto público como privado). La media de la Unión Europea (datos de 21 países) es del 5,9% del PIB.

El país desarrollado que más invierte en educación del mundo es Dinamarca, con un 8% del PIB a educación, mientras que el de menos es Grecia, con un  4,3%. España se sitúa en la parte media-baja con un gasto en educación del 5,60% del PIB.

Cuanto mayor es el PIB, mayor es el gasto bruto en educación. El país que más gasta en educación por estudiante es Estados Unidos, con 15.171 dólares por alumno, cifra muy superior al país que menos gasta en términos brutos.  México, gasta por alumno 2.993 dólares. En el caso de España la inversión es de 9.484 dólares por estudiante.

Pero la suma de dinero, no necesariamente es el único indicador  sino  hay  eficiencia,  equidad   y  Etica en la inversión.
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Papeldearbol@gmail.com
Fundadores Jorge Zavaleta Balarezo  y Jorge  Zavaleta Alegre
Asociado  a:
D16  de Madrid, El Mercurio Digital de España, Tandil news de  Bs,As  y Panoramical de Milán