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martes, 11 de junio de 2019

Cómo recuperar el Condor de los Andes, en peligro de extinción

   Foto de "Así es mi querido Perú" y publicada  por Lucy Carrasco  Figueroa.

No se puede perder las esperanzas. En biología y ecología, extinción es la desaparición de todos los miembros de una especie o un grupo de taxones. Se considera extinta a una especie a partir del instante en que muere el último individuo de esta.


¿Por qué es tan importante conservar el cóndor? Al ser una ave que habita en toda la zona andina de Sudamérica, tiene mucha relevancia cultural para la región: está presente en leyendas, mitos, producciones culturales como cerámicas, pinturas y telares e incluso en la heráldica. En el Perú, el cóndor ha sido elegido como uno de los símbolos representativos de la moneda nacional.


El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD incluye en su plan para el Perú (2018-2021) tres amplios ámbitos del desarrollo: erradicación de la pobreza, transformaciones estructurales y construcción de resiliencia a las crisis y conflictos. En esta perspectiva incluye algunos  elementos para conservar el cóndor andino. Valga la oportunidad aquella  cruzada internacional de la  Cooperación Italiana  y la  Fundación Darrigo en el  2006, que  debe servir de referencia  si en verdad  existe interés social del  Estado y el  apoyo  del PNUD. 


Una cruzada internacional. En Paccarectambo, Cusco, lugar donde nacieron los hermanos Ayar para fundar el Tawantinsuyo, desde el 2006 se promueve la crianza del  Cóndor, como una alternativa para repoblar los Andes con esta especie tan valiosa en el desarrollo de la agricultura y la vida de los comunidades campesinas. 


Esta iniciativa, que se inició  con la Cooperación de Italia y la Fundación D Arrigo, prosigue en la región de Apurímac y en el Cañón del Colca, en Arequipa, con escasos recursos de la Universidad San Antonio del Cusco. Si no se fortalece la presencia del Estado Peruano, es inminente  que aquel  proyecto se paralice, después que su lanzamiento generó especial expectativa internacional.


Otra es la suerte de una experiencia similar en Argentina, país que promueve el Programa El Retorno del Cóndor al Mar. La  Agencia France Press dio cuenta, el domingo 22 de Setiembre del 2013, que después de un año de cuidados intensivos, Killa Tutijak (Eclipse de Luna), Pichi Malen (Cóndor),  quedaron listos para dejar el zoológico de Buenos Aires  y volver a su antiguo hábitat. En total, son 40 los cóndores liberados en la Costa del Atlántico.


El  PNUD  formula la siguiente pregunta: 


¿Cómo impulsamos el financiamiento para recuperar esta especie en peligro de extinción?

El cóndor andino, una de las aves voladoras más grandes del mundo, está desapareciendo. Se estima que si no se toman medidas, en 25 años la población de esta especie podría disminuir hasta en un 80%. Como respuesta, la Iniciativa Global de Financiamiento para la Biodiversidad (BIOFIN) en el Perú en alianza con el Servicio Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), promueve un Proyecto de Inversión Pública para reducir la pérdida de cóndores por causas no naturales.


Esta iniciativa global trabaja en 32 países a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para encontrar mecanismos innovadores que financien la biodiversidad. En ese marco, en el 2016, BIOFIN apoyó al Gobierno peruano, a través de los Ministerios de Economía y Finanzas (MEF) y del Ambiente (MINAM), en el desarrollo de los lineamientos generales para Proyectos de Inversión Pública (PIP) destinados a “infraestructura verde”.


Dichos lineamientos marcan un paso importante para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en el país ya que, por primera vez, son reconocidos también como activos que producen bienes y servicios y, por tanto, pueden ser considerados infraestructura y servicios públicos que contribuyen al incremento de la productividad y competitividad del Perú.


Una de las 3 propuestas presentadas para estos PIPs “verdes” es la Recuperación de Especies – Cóndor Andino. En línea con el Plan Nacional para la Conservación del Cóndor Andino en el Perú, este proyecto busca reducir la pérdida de cóndores por causas no naturales, como la caza, captura y envenenamiento accidental.


Para eso, las actividades se concentrarán en investigación, educación y fortalecimiento de agentes públicos y privados. Así se espera conocer mejor al cóndor, generar conciencia en la población y poder protegerlo de amenazas no naturales. Para financiar este proyecto durante 5 años serán necesarios S/.13 219 800.


Pero, ¿por qué es tan importante conservar el cóndor? Al ser una ave que habita en toda la zona andina de Sudamérica, tiene mucha relevancia cultural para la región: está presente en leyendas, mitos, producciones culturales como cerámicas, pinturas y telares e incluso en la heráldica. En el Perú, incluso, el cóndor ha sido elegido como uno de los símbolos representativos de la moneda nacional.


Además, como animal carroñero, el cóndor desempeña un rol muy importante en los ecosistemas brindando beneficios para la salud de los habitantes de esas zonas: cuando come la carroña evita la proliferación de bacterias que podrían generar enfermedades; esto contribuye también al control de otras especies carroñeras que podrían ser peligrosas para la población y los animales domésticos.


Por otra parte, su presencia extendida en el territorio nacional potencia el desarrollo económico a través del turismo: gracias al avistamiento de cóndores, el Valle del Colca está compitiendo con otros destinos turísticos por ser el segundo más visitado en el Perú.


Una especie en peligro


Al año se pierden un aproximado de 26 cóndores de sus hábitats naturales, entre muertes causadas por actividades humanas y especímenes que son rescatados pero que no pueden volver al hábitat, según un informe producido por el Consorcio Bioaqual SAC – Fundación San Marcos.


En ese sentido, si no se toman medidas ahora, en 25 años la población de cóndores se verá reducida en 80% de su número actual, que se calcula que son entre 500 y 1000 en el territorio nacional.


Con este proyecto para recuperar el cóndor en el Perú, la iniciativa BIOFIN responde al nuevo Plan Estratégico del PNUD presentado este año que hace hincapié en la importancia de las alianzas, de conectar e innovar, para poder compartir conocimientos y financiamiento y así poder cumplir de mejor manera con la Agenda 2030. De manera directa, contribuye al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 15, que busca promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y frenar la pérdida de la diversidad biológica, y de manera indirecta al ODS 3, que busca garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.

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domingo, 22 de septiembre de 2013


EL CONDOR REGRESA A LOS ANDES.CRUZADA INTERNACIONAL EN ARGENTINA Y PERU

http://www.surmagico.cl/el_condor_regresa_a_los_andes.pdf
Jorge Zavaleta Alegre. Cambio16. Madrid

Una cruzada internacional. En Paccarectambo, Cusco, lugar donde nacieron los hermanos Ayar para fundar el Tawantinsuyo, desde el 2006 se promueve la crianza del  Cóndor, como una alternativa para repoblar los Andes con esta especie tan valiosa en el desarrollo de la agricultura y la vida de los comunidades campesinas. 

Esta iniciativa, que se inició  con la Cooperación de Italia y la Fundación D Arrigo, prosigue en la región de Apurímac y en el Cañón del Colca, en Arequipa, con escasos recursos de la Universidad San Antonio del Cusco. Si no se fortalece la presencia del Estado Peruano, es inminente  que aquel  proyecto se paralice, después que su lanzamiento generó especial expectativa internacional.

Otra es la suerte de una experiencia similar en Argentina, país que promueve el Programa El Retorno del Cóndor al Mar. La  Agencia France Press da cuenta, el domingo 22 de Setiembre del 2013, que después de un año de cuidados intensivos, Killa Tutijak (Eclipse de Luna), Pichi Malen (Cóndor),  quedaron listos para dejar el zoológico de Buenos Aires  y volver a su antiguo hábitat. En total, son 40 los cóndores liberados en la Costa del Atlántico.

Estos tres cóndores mapuches fueron despedidos en una atractiva ceremonia, en la cual fueron liberados en la provincia de Río Negro, en la parte sur del país, con destino a la Patagonia. El seguimiento se realiza por un sistema satelital, que ha permitido conocer que los cóndores pueden recorrer distancias mayores de 600kms.

El Zoológico de San Diego, desde la década de 1980 trabaja en el salvataje del cóndor de California (Gymnogys californianus) cuando sólo quedaban 27 ejemplares de esta especie.

Tras una serie de estudios y pruebas en cautiverio, se logró recuperar su población, que para 2003 alcanzaba los 200 ejemplares. Fue tal el éxito de la experiencia que Argentina, desde 1991, ha sido tomada como base para la conservación del cóndor andino.

La siguiente crónica, relata detalles del proyecto en Perú.
Jorge Zavaleta* (articulo autorizado por el autor para ser publicado en el Surmágico y Argenpress)

El Cóndor, ave mítica y legendaria de los pueblos latinoamericanos, retornó a los andes, empezando por el Valle Urubamba donde en los tiempos del Incanato, fue reconocido como el Dios la Montaña. Los peligros de su extinción comienzan a superarse, gracias a un programa de redoblamiento en el cual participan diversas instituciones científicas y los propios gobiernos de Italia, Austria y Perú. Se ha iniciando una fase importante en la ciencia para la conservación de una ave símbolo de América Latina.

Austria, a través del Centro de Biología de Viena y el Instituto Konrad Lorenz (nombre del Premio Nóbel 1973, conocido como el padre de la etología moderna, ciencia que estudia el comportamiento de los animales), viene auspiciando diversas investigaciones para proteger los halcones, águilas, grúas siberianas y cóndores, entre otras especies.
Hace 18 años una pareja de cóndores fue llevada de Sudamérica a Viena. El macho, procedente de Machu Picchu, y la hembra del altiplano boliviano.

En la capital austriaca la pareja vive en cautiverio, conservando su capacidad reproductiva. Los cóndores son longevos, con un promedio de 70 años, con 50 de fertilidad, pero sólo produciendo entre uno a dos huevos por cada par de años.

El retorno de la simiente. La Expedición Wings of Condor es responsabilidad de Metamorfosis, un equipo de expertos, liderado por Angelo D’Arrigo, un apasionado profesor de ciencias y del arte del volar. D´Arrigo, cuya trágica muerte se produjo el 26 de marzo del 2006, creó en el Cusco el primer programa de repoblamiento de cóndores en el Perú. Inca y Maya, la pareja de cóndores nacidos en Europa, gozan de buena salud y son parte esencial del proyecto de protección y conservación de esta especie amenazada.

El eje principal del proyecto es el Valle del Urubamba, con el apoyo de la Fundación D´Arrigo, la Asociación Kallpa y la Universidad cusqueña San Antonio de Abad. Con la muerte de D´Arrigo no se ha interrumpido el soñado proyecto. Laura Mancuso, viuda del D`Arrigo en coordinación con un equipo técnico de la Universidad San Antonio de Abad, han sido los principales promotores para que Inca y Maya, con la participación de la National Geografic, llegaran al Cusco, cinco meses después de la desaparición del padre del proyecto.

El ingreso al Perú de Inca y Maya fue una odisea. El proceso de internamiento tuvo dificultades con la administración pública. El Servicio Nacional de Sanidad Animal, en el proceso de la cuarentena, tuvo dificultades técnicas, inclusive para extraer sangre a esas aves, perjudicando la realización de los vuelos de práctica de los cóndores. Senasa ahora es un aliado del proyecto.

El primer vuelo de liberación de Inca y Maya, en el distrito cusqueño de Maras, fue un acontecimiento internacional para admirar a las aves y el parapente diseñado por D`Arrigo, que simula las alas de un cóndor andino. La National Geographic y Cambio16 registraron las escenas.

El propósito del proyecto es educar a la población estudiantil y el entorno sobre el cuidado de los cóndores para su inserción a la vida natural.

En una siguiente etapa, mostrar a los turistas las aves en vuelo, construir un observatorio especial y un Centro de Reproducción de Cóndores.

El proyecto Inca y Maya ha logrado sensibilizar a la población del Cusco y otras regiones. Se han realizado decenas de vuelos controlados en las alturas del Sagrado de los Incas, causando la admiración de la ciudadanía, ambientalistas y científicos.

Este proyecto fue presentado a la Unesco por Angelo D`Arrigo, lo que posibilitó su exportación al Perú y su expectante desarrollo, siguiendo antecedentes de los científicos Noel Snayder en la recuperación del cóndor californiano y Mike Weallace con los cóndores en el desierto peruano de Sechura.

La crianza de cóndores en semi cautiverio se está convirtiendo en una nueva alternativa de recuperar la especie y su articulación a las actividades económicas, como instrumento en beneficio de las comunidades campesinas.

La Asociación Kallpa considera que el Congreso debe declarar intangibles las zonas de vida de los cóndores a fin de garantizar la protección natural con la ayuda activa de los municipios locales.

MÁS CONOCIMIENTO
Según la observan los zootecnistas cusqueños, los cóndores toman baños cada 5 a 6 días, como un hábito. Les gusta bañarse en cochas, en espejos de agua retenidos y no en aguas corrientes. Los cóndores diferencian los colores. Por lo general el rojo es el más impactante. En el caso de Maya e Inca, ellos, después del ejercicio de vuelo, regresan donde está la bandera roja y no a la negra y blanca que están cerca. El control de sus vuelos de práctica de Maya e Inca se facilitará con el uso del Micro Chip y rastreador, que aún la Universidad cusqueña no cuenta.

Estas aves tienen un olfato fino, respecto a la existencia de carroña. Inicialmente Inca y Maya comieron carne normal, luego carroña andina suave, como menudencias de cuyes, patos gallina, palomas y perdices, fetos de caballos, de perros. Paralelamente han aprendido a consumir agua en lavadores, simulando que son fuentes naturales.

LA VIDA DE D`ARRIGO
El piloto de ala delta y ornitólogo italiano Angelo D'Arrigo, conocido como el "hombre cóndor", murió el 28 de marzo del 2006 en Sicilia al estrellarse su avión. D'Arrigo, de 45 años, participaba en una exhibición de vuelo y se estrelló junto con el piloto Giulio De Marchis a bordo de un avión ultraligero Sky Arrow de dos plazas en las cercanías del pueblo de Cosimo, en el sur de Sicilia, en un olivar.

Darrigo voló con una bandada de grullas salvajes del Círculo Polar al Mar Caspio sobrevolando Siberia. Logró sobrevolar el Everest, el pico más alto del mundo, a una altura de 9.000 metros y con 50 grados bajo cero. Planeó sobre el Aconcagua y batió su propio récord mundial de altura, alcanzando los 9.100 metros. Su próximo proyecto era volar en la Antártida, sobre el monte Vinson. Para ello estaba trabajando en la construcción de un ala tecnológica que le permitiera atravesar esa zona fría con ayuda de la energía solar.

En los últimos años D'Arrigo se dedicó a estudiar al cóndor, cuyo hábitat natural es el Aconcagua, en la región andina de Sudamérica, hasta que completó exitosamente su misión sobre esa cumbre, a comienzos del 2006.

Según sus propias palabras, perseguía objetivos "naturalistas y científicos", con la reintroducción del cóndor en la naturaleza, ya que como último paso de este proyecto liberó tres cóndores que se estaban criando en Italia.

"El sueño de la humanidad fue siempre volar con grandes alas. Yo ahora lo realicé y se lo dedico a los pioneros de la aviación, al experto Leonardo Da Vinci y a los hermanos Wright, que fueron los primeros en volar", subrayó.

PELIGRO DE EXTINCION
Publicaciones  peruanas y de otros países sudamericanos  dan cuenta que el Cóndor Peruano está al borde de la extinción. La protección estatal brilla por su ausencia, señaló la revista digital La Mula, el 2 de febrero del 2012. “Extinction of andean condor  is expected to occur over the next 25 years if not implemented a strategy to achieve its conservation in the short term”:

“La desidia y el desinterés absoluto del Estado Peruano persiste por estas majestuosas aves carroñeras, cuyos cadáveres de vertebrados como las alpacas, vicuñas y ganado lanar y vacuno  constituyen parte sustantiva de su alimentación".

El cóndor andino está incluido dentro del grupo de las especies de aves que se caracterizan por su gran tamaño corporal, madurez sexual tardía, reproducción esporádica en el sentido de condiciones del medio favorables en clima y oferta de alimento para la cría de polluelos, cuidado parental prolongado y una alta tasa de sobrevivencia de los adultos en el medio natural (Pianka 1970; Ricklefs, 1973).

La madurez sexual ocurre entre los 8 y 9 años. Se sabe que son monógamos, lo que quiere decir que forman parejas de por vida.

En otros tiempos, los guardianes de las islas guaneras pensaban que los cóndores se comerían a los pichones y sus huevos. Por eso los mataban de manera constante, hasta casi terminar con ellos. Las festividades indígenas y creencias de los curanderos provocan  efectos negativos a la población de los cóndores. 

Cuando abundaban los cóndores, se celebraban, en la zona sur andina,  las corridas de toros con un cóndor sobre  sus lomos. Son conocidas con el nombre de Yawar Fiesta. Y en el Callejón  de Huaylas, Región de Ancash,  los habitantes asistían al Rachi Cóndor, una fiesta de  muerte de los cóndores a puñetazos por embriagados  jinetes en caballos enjaezados.    

La población estimada de cóndores en el Perú es de sólo 500 ejemplares, según información de un  encuentro regional en el que se abordó la crítica situación que atraviesa esta majestuosa ave. La exigua  población se concentra entre Cusco y Apurimac.

En general, los cóndores son pasivos ante la presencia humana, posiblemente como respuesta a la no agresión, comportamiento, al parecer natural según observaciones en cóndores silvestres que habitan los alrededores  del volcán Chiles, en el Ecuador.


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