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miércoles, 27 de junio de 2018

BABE MILLER y EL BALLET EN LOS ANDES


Jorge Zavaleta Alegre
Para July Balarezo y July Z. Camerieri
El ballet, como otros ritmos, tiene una singular  belleza, en tanto el hombre y la mujer reproducen movimientos de la naturaleza, como la quietud o la ráfaga del  viento, el silencio, la lluvia o el  fuego, que provocan reacciones  estéticas y alimentan la existencia humana, la vida.

Colombia y Perú, en este año 2018, con  apoyo del Centro Cultural de EU,  institución binacional de gestión cultural y enseñanza del idioma inglés, ahora convocó  a disfrutar del mensaje de Bebe Miller, especialmente a jóvenes universitarios interesados en   el intenso proceso  de migración que provoca el Norte, cuya riqueza, precisamente, se nutre de los aportes latinoamericanos  y de múltiples  comunidades del planeta. 

Una evidencia, es la nutrida concurrencia a disfrutar de la magia del Ballet de los universitarios de Bogotá, Cali, Lima, Trujillo o Arequipa, donde se aprecia  una marcada influencia de la música y otros valores culturales,sobre todo en las poblaciones nativas, en las cuales las danzas y otros géneros experimentan un sincretismo progresivo y/o esfuerzos para mantener sus fuentes primigenias. 

La coreógrafa Bebe Miller, según Chicago Tribune y comentaristas de la prensa hispánica, nos ofrece un espectáculo cuya obra “es un enfoque fascinante y atípico de la danza”:

En 1955, un niño afroamericano de 14 años fue secuestrado y asesinado en Mississippi. Su nombre era Emmett Till.  La madre de Till insistió en un ataúd con tapa de vidrio para su funeral. La historia es especialmente significativa aquí. Hasta que llegó de Chicago, y su muerte se considera un catalizador que desencadenó el movimiento por los derechos civiles. 

Bebe Miller,  de pie en el escenario para el estreno en Chicago de "In a Rhythm" de Miller, habló sobre este recuerdo y un rastro de otros que se le unen. En verdad, las palabras de Miller son tan conmovedoras como el baile en "In a Rhythm". Quizás más.


Pero "In a Rhythm" no se trata de Emmett Till, sino de una sintaxis: elección de palabras. Escritos de Gertrude Stein, Toni Morrison y David Foster Wallace inspiraron a Miller a pensar sobre el lenguaje y cómo las culturas específicas organizan las palabras. Pero los escritores y dramaturgos no necesitan explicar por qué o cómo crearon sus obras; “la opacidad es una carga particular en la danza”, remarca la crítica especializada.

El programa piloto DanceMotion USA se lanzó en 2010, con las empresas Urban Bush Women, ODC / Dance y Evidence. Ese lanzamiento inicial sirvió como modelo para iniciativas de intercambio cultural y fue el primer gran programa de danza internacional respaldado por el Departamento de Estado de los EEUU. El programa ha involucrado a más de 125,000 personas en 55 países (y 40 millones de personas adicionales a través de plataformas digitales y redes sociales) y ha ofrecido más de 800 talleres.  

BAM (Brooklyn Academy of Music) es la principal empresa que promueve esta dinámica cultural, para compartir los mejores bailes de Estados Unidos con audiencias y comunidades internacionales. Y Bebe Miller también registra en su memoria a la Compañía Municipal de Ballet fundada en 1990 en la ciudad peruana de Trujillo, siendo su primera directora la maestra Stella Puga. Su sucesora, 19 años después fue Mercy Delgado, de la Escuela  de Ballet de Camagüey, Cuba, 

Cinco años después fue desactivada y desde el 2016,  comienza  con nuevos frutos que ahora se aprecian, en una urbe donde la migración de los Andes ha convertido una urbe en plena evolución popular, con  necesidades múltiples, incluyendo la urgencia por  más educación y cultura integradora. Sin duda, se asiste a un fenómeno común en los Países Andinos y del  Caribe, cuya diáspora es realmente  irreversible.

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