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martes, 26 de diciembre de 2017

MERCADO LIBRE, CARTOGRAFIA DE LA TRISTEZA

Jorge Zavaleta  Alegre
Más del 50% de todos los medicamentos se recetan, se dispensan o se venden de forma inadecuada, informa la Organización Mundial de la Salud, cuando la Segunda Guerra Mundial, llevó a los países a exigirse  la construcción de la paz, con la prevención y cuidado de la salud. Pero no fue explícita asumir responsabilidades en torno a la  Salud Mental. 

Otro  dato  fatal. Alrededor de un tercio de la población mundial carece de acceso a medicamentos esenciales, y el 50% de los pacientes los toman de forma incorrecta.

Tipos frecuentes de uso irracional de medicamentos: Uso de demasiadas medicinas por paciente (polifarmacia). Uso inadecuado de medicamentos antimicrobianos, a menudo en dosis incorrectas, para infecciones no bacterianas. Uso excesivo de inyecciones en casos en los que serían más adecuadas formulaciones orales.

Más desencuentros: Recetado no acorde con las directrices clínicas. Automedicación inadecuada, a menudo con medicinas que requieren receta médica.

La falta de acceso a medicamentos y las dosis inadecuadas tienen como consecuencia un alto índice de morbosidad y de mortandad, sobre todo a raíz de infecciones infantiles y enfermedades crónicas, tales como la hipertensión, la diabetes, la epilepsia o enfermedades mentales.

El uso inadecuado y excesivo de medicamentos supone un desperdicio de recursos, a menudo pagados por los pacientes, y traen como consecuencia un considerable perjuicio al paciente en cuanto a la falta de resultados positivos y a la incidencia de reacciones adversas a medicamentos.

El remedio peor que la enfermedad: Uso excesivo irracional de medicamentos puede estimular una demanda desproporcionada por parte de los pacientes, y reducir el acceso y los índices de consultas debido a la escasez de medicamentos y a la pérdida de confianza del paciente en el sistema sanitario.

En 1977 se dio un importante paso adelante en el uso racional de medicinas, cuando la OMS estableció la primera Lista Modelo de Medicamentos Esenciales para ayudar a todos los países a formular sus propias listas nacionales.

La calidad de la formación básica sobre farmacoterapia que reciben los estudiantes de Medicina y otras Ciencias de la Salud puede influir enormemente el recetado futuro. La formación en farmacoterapia racional, en combinación con directrices clínicas y listas de medicamentos  esenciales, pueden contribuir a establecer buenos hábitos de recetado.

La Guía de la Buena  Prescripción de la OMS describe el enfoque basado en problemas concretos, que ya ha sido adoptado por varias facultades de Medicina.

La educación médica continua (EMC) es un requisito  para el desempeño de la profesión en muchos países industrializados. En muchos países en vías de desarrollo las oportunidades de EMC son limitadas, y además no existe ningún incentivo, puesto que no está considerada como un requisito para continuar desempeñando la profesión.

La EMC no tiene porqué limitarse tan sólo al personal médico o paramédico, sino que puede incluir también sectores informales, como los minoristas de medicamentos.  En estas circunstancias la EMC puede no resultar imparcial, por lo que los gobiernos deberían apoyar las iniciativas de las facultades universitarias y las asociaciones profesionales nacionales para impartir una EMC independiente.

Emisión de licencias a los comercios de medicinas (tiendas minoristas, mayoristas) para asegurar que todos los establecimientos de suministro mantienen los niveles de existencias necesarios y respetan las normas de dispensación.

Supervisar y regular la publicidad que pueda influenciar negativamente a los consumidores o responsables del recetado, y que puede aparecer en la televisión, en la radio, en la prensa o en Internet.

Rechazo de incentivos financieros con efectos negativos. Los incentivos financieros pueden determinar de manera decisiva el uso racional o irracional de los medicamentos. Los responsables de recetado que reciben dinero a cambio de la venta de medicinas (por ejemplo médicos con farmacia), recetan más medicinas, y más caras, que los recetadores que no reciben ningún dinero.

Los gobiernos deben garantizar suficiente gasto público para garantizar la disponibilidad de medicinas y personal. Los malos resultados clínicos, el sufrimiento innecesario y el gasto superfluo son motivos suficientes para que los gobiernos hagan grandes inversiones.

Documentos consultados
Grimshaw JG, Russell IT. Effect of Clinical Guidelines on Medical
Practice: A Systematic Review of Rigorous Evaluations (Efecto
de las Directrices Clínicas sobre la Práctica de la Medicina:
Una Revisión Sistemática de Evaluaciones Rigurosas). Lancet,
1993.
Hogerzeil HV. Promoting Rational Prescribing: An International Perspective
(Promoción del Recetado Racional: Una Perspectiva)
Internacional). British Journal of Clinical Pharmacology, 1995.
Hogerzeil HV, et al. Field Tests for Rational Drug Use in Twelve

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