David Flores Vasquez,
Musico latinoamericano, promotor del turismo social.
Musico latinoamericano, promotor del turismo social.
Ayer,
14 de junio, tuve que asistir al
Hospital Edgardo Rebagliati, en Lima, a
cumplir con el penoso deber de velar los restos de un familiar cercano que
había fallecido en la mañana. Corría un susurro que también había fallecido
allí, el mismo día, Luis Abanto Morales, el gran artista nacional. No obstante
mi pena me puse a meditar: Mi primo no pudo con su genio, pues se va bien acompañado y en son de
jarana. Su acordeón le resultará útil en
este largo viaje. De esta manera, más tarde, mientras que Nicolás Montes
Vásquez volvía ya inerte a su natal Ranrahirca, (Yungay), a Luis Abanto, como artista de gran
trayectoria, lo llevaron al auditorio
del Ministerio de Cultura a recibir el adiós de parientes, amigos y admiradores.
Se
fue el “Cantor del Pueblo” pensé yo y empezaron las reminiscencias: Corría el
verano del año 1950 en que conocí Lima. Por doquier se escuchaba en la
radio dos vals que, de alguna manera,
marcaron mi vida: “Cielo Serrano” y “El
Provinciano” los que, en la voz de Luis Abanto adquirían un tinte
especial. ¿Lo habían compuesto para mí?,
meditaba….. Parece que sí pues ambos llevan en el fondo la angustia de la distancia con el lar nativo.
Además, en el primero, está la
protesta por injusticias sociales que
compartimos y que, dice, contempla impávido el azul de la sierra.
En
esa parte, de entrada puse a buen recaudo la vida en Huaylas, mi tierra, en que, hasta donde yo conozco, no existe la
explotación que denuncia “Cielo Serrano”.
Desde mi ya lejana niñez todos supimos respetar al más modesto “peón” que llegaba a desayunar
antes de ir al campo a cumplir su tarea. El solo hecho de ser mayor de edad
generaba nuestro respeto y el saludo anteponiendo el “don”. Cobraba su salario
puntualmente pues, de lo contrario, simplemente no trabajaba. Orgullo huaylino
diría yo. Entonces, pensé: Seguramente
que no en toda la sierra se hace esto y
por eso Luis Abanto tuvo razón para pedir al cielo serrano en su
canción “por qué no lanzas, contra el cobarde, que explota al indio, tu maldición, y con tu
rayo terminas todo, vicio, riqueza y explotación”.
Se
advierte que esta emoción y sentimiento de
preocupación por los menos afortunados lo acompañaron siempre hasta cuando nos dijo cantando: “Cholo
soy y no me compadezcas”. En efecto, he escuchado ayer a sus parientes cercanos
puntualizar siempre su emoción social, lo que siempre resulta válido, especialmente al momento de la partida.
Pasados
los años, ya en mis pininos universitarios, departí una vez, largamente, con
Luis Abanto. Recuerdo bien su clásica peinada con un “rulo” bien cuidado, creo
que con “Glostora”. Hasta me dedicó unas líneas de aprecio y recuerdo que por
allí deben estar. Ya tenía popularidad, la que fue aumentando con el tiempo
hasta irse en su deceso en olor de
multitud.
Respecto
del vals “El Provinciano”, nunca dejó de
llamarme la atención que el autor fuera
un limeño: Laureano Martínez Smart. Este compositor captó muy bien la ilusión y la nostalgia de quien deja la
tierra y la familia y se viene a la Capital en busca de un mejor futuro. Vale
añadir que creó también un vals muy
sentido, “Compañera mía” y una polka muy
conocida: “Cholita”. “Cholita, no te enamores, Cholita, has como yo………por qué
sufrir tantos, sinsabores, si a quien quisiste, te despreció……”. Todo indica
que conoció de cerca a personas que lo inspiraron en estos temas que calaron
profundamente en el alma popular, especialmente en quienes dejamos la
provincia, es decir, “la santa tierra”.
El
estruendo de equipos electrónicos modernos y más ritmo que melodía, no permite ahora
percibir bien nuevos compositores e intérpretes y eso no deja de ser
preocupante. La modernidad nos sigue ganando, pero no conviene que se rezague
nuestra música criolla y vernacular..
Pero mejor volvamos a nuestro tema, motivo de este modesto artículo: Cada canción en la voz de Luis Abanto merece
un largo comentario, pues tuvo muchos “hinchas” y seguidores. Me limito a
rememorar la producción del compositor Oré Lara que en la voz de nuestro artista siempre cobró vigencia: “Me cuenta un
amigo”, “Nunca podrán”, “Camino de traición” y otras. Siempre fueron temas
predilectos para las serenatas.
Termino
refiriéndome al vocablo “Cholo”. Creo que hubo una época en que se usaba mucho para
denigrar u ofender, lo que parece ha
disminuido notoriamente. No desaparecerán de golpe las “creiditas” que miran
desde sus alturas sin darse cuenta que el piso está parejo. Estimo que su
impacto depende de la intención con que se usa: A uno de mis grandes amigos le
antepongo el “Cholo” a su apellido con la absoluta seguridad que jamás ha llevado ánimo injuriante y que
él tampoco lo habría permitido.
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Siempre ha sido, más bien, un término de cariño
o deferencia especialmente cuando a uno se lo dicen. Tenemos que admitir,
finalmente, que estamos en una época en
que se aprende a respetarnos todos y reconocer el derecho igualitario. Si por
allí aparece, especialmente una dama, que se siente ofendida por la mirada o el
piropo “indignos” para ella y reacciona
diciéndole “cholo”, se expone a
lo que una vez dijo un conocido cómico en situación similar: “¿Qué te pasa
sangre azul y c……verde?”. Así que,
mejor, no “cholear”.
Lima, 15 de junio del 2017.
* David Flores Vasquez, musico y jurista, dirige la Lira Huaylina.
* Diario Los Andes, y la historia de la musica.
* Diario Los Andes, y la historia de la musica.
Excelente artículo porque con sus canciones , este gran artista y compositor nos hizo y seguirá haciendo querer y sentir por nuestra añorada tierra...
ResponderEliminarDon Luis Abanto Morales gracias por ese don que compartió con nosotros y le aseguro que cada vez que lo escuchemos ; seguiremos vibrando con amor por el lugar que nos vio nacer....DESCANSE EN PAZ