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jueves, 2 de febrero de 2017

Zorro de Abajo: La ocasión de los fiscales y jueces


Por Sinesio López
       
¿Sabrán aprovechar la oportunidad? ¿Estarán a la altura de las exigencias éticas de la ciudadanía honesta del Perú o cederán nuevamente a las presiones y al blindaje de los políticos corruptos? ¿Utilizarán la ley para defender e impartir justicia o se servirán de ella para justificar las injusticias, los saqueos al fisco y la podredumbre moral de los corruptos? Me refiero a los fiscales y a los jueces porque nada bueno ni grande se espera de las comisiones parlamentarias de investigación, salvo miopía política, mediocridad intelectual y miseria moral.

Tampoco se espera algo bueno de la Contraloría ni del CNM que cobija en su seno a algunos personajes incapaces y éticamente discutibles. Los ciudadanos honestos del país concentran su mirada en los jueces y fiscales, observan sus pasos y movimientos, prestan atención a sus investigaciones y decisiones, vigilan su conducta y sus acciones. El colapso moral de la vieja política y de la nueva tecnocracia constituye también la ocasión para que los fiscales y los jueces digan con hechos a los ciudadanos que son capaces de corregir su pasado poco edificante y muestren con sus veredictos la grandeza moral a la que pueden llegar. Para alcanzar esa cumbre debieran regirse por las siguientes indicaciones:

1. Sean audaces, valientes y justos. La prudencia que linda muchas veces con la timidez nada grande ha producido en la historia. No miren sólo a las pirañitas ni se hagan los ciegos frente a los tiburones. Las pirañitas no intervienen en las grandes decisiones de política ni en los grandes negocios. Estos son exclusividad de los tiburones. Barata de Odebrecht no habla ni negocia con las pirañitas sino con los tiburones. Las normas e indicaciones legales con las que operan las pirañitas las hacen los tiburones. La responsabilidad política y penal no la tienen sólo las pirañitas sino principalmente los tiburones.

2. Constituyan un cuerpo sólido e íntegro de fiscales y jueces honestos que sea capaz de controlar (si no de regenerar) a los podridos. Hubo fiscales y jueces honestos en el pasado y los hay también en el presente que deben servir de referencia intelectual y moral.

3. No se dejen presionar por los políticos corruptos ni caigan en el juego cainita de liquidar al adversario acusándolo de corrupto para salvar su pellejo. Ni los políticos corruptos ni sus partidos tienen la importancia que equivocadamente se les atribuye. La corrupción abismal y los magros resultados de las últimas elecciones los han liquidado. No los sobrevaloren ni les teman.

4. Tampoco se dejen amedrentar por los poderes fácticos, en particular por algunos medios que parecieran dedicados a salvar a algunos políticos y empresarios corruptos.


La podredumbre moral es la ocasión también para que los ciudadanos honestos –que son la mayoría–, los medios transparentes e interesados en conocer y difundir la verdad y los políticos honestos, en particular los que vienen de las nuevas generaciones, ayuden a combatir y a enterrar el oprobio, a defender los avances y logros y a salvar la dignidad del Perú. Si desaprovechamos esta ocasión la corrupción nos arrasará y no quedará otra cosa que esperar lo peor.



*Sinesio López Jiménez es doctor en Sociología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) de Lima, Perú. Hizo estudios de doctorado en la Ecole Pratique des Hautes Etudes de la Universidad de París bajo la dirección de Alan Touraine. En la actualidad es profesor principal de la Facultad de Ciencias Sociales de la PUCP y de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM. .Actualmente es columnista del diario La República.


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