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miércoles, 11 de mayo de 2016

RECUPERACION GLOBAL Y EL GRAN ESCAPE





A finales del siglo XIX, en la isla del puerto de Nueva York, cerca de Ellis, se levantó la Estatua de la Libertad, donada por Francia en nombre de los doce millones de migrantes. Ese número era tan grande, si comparamos con la ola global del XXI y que EEUU lidera con 50 millones de población de diferentes latitudes, empezando por la de China, y recibe entre 500 mil a un millón de personas cada año.
Ilustra la historia de manera ejemplar, la poesía de Emma Lazarus, grabada en un pedestal de esa puerta de ingreso al coloso país:
“Enviadme a vuestros fatigados y vuestros pobres, /A vuestras masas perseguidas que anhelan un aire de libertad¬/ A los miserables desechos de nuestras costas prolíficas./ Enviadme a los que no tienen casa, que la tempestad los arroje hacia mí./ Yo alzaré mi lámpara junto a la puerta de oro.
La recuperación global ha vuelto a decepcionar en lo que va el nuevo siglo. Los precios de las materias primas han caído y es probable que se mantengan cerca de los niveles actuales, y la normalización monetaria en Estados Unidos ha comenzado.
Muchos de los riesgos analizados en Informes Macroeconómicos de América Latina y el Caribe se han materializado. Se espera que el crecimiento en la región este año sea negativo y que luego se recupere con relativa lentitud.
Previsiblemente, habrá que esperar hasta el año 2020 para que las tasas de crecimiento se acerquen a los niveles promedio que prevalecían desde 1980, señala a manera de síntesis José Juan Ruiz, Economista Jefe del Banco Interamericano de Desarrollo, al presentar el Informe de la Región 2016.
Ha llegado el momento de pasar a la acción. A diferencia de años anteriores, este año el BID no recuerda a los grandes autores de la literatura latinoamericana (Jorge Luis Borges, Octavio Paz o Gabriel García Márquez).
A renglón seguido dice que espera volver a la tradición de honrar a nuestros maestros literarios, “pero este año ha decidido poner el acento en la importancia de tomar medidas para defender los numerosos logros que se han conseguido en la región” o corregir la destrucción de la solidaridad y las potencialidades que los pueblos soñaban o esperaban en los albores de las décadas de los sesenta con los movimientos insurgentes.
“Desde luego, la región no sólo se enfrenta a riesgos y vulnerabilidades. El mayor crecimiento en Estados Unidos y los precios más bajos del petróleo han ayudado a los países, sobre todo a los de América Central y el Caribe, que importan energía y tienen fuertes vínculos comerciales con Estados Unidos.
Para los exportadores de materias primas, no obstante, la pérdida de ingresos ha generado tanto una presión fiscal como en la balanza de pagos.
A pesar de las brechas del producto negativas, hay poco espacio para aplicar políticas contra cíclicas monetarias y fiscales, y el foco más bien se centra en cómo ajustarse de forma que se minimicen las consecuencias para la evolución del crecimiento y las condiciones de vida, sobre todo para los pobres y más vulnerables.
Crecimiento y recesión 
La región de América Latina y el Caribe se enfrenta a un crecimiento negativo en 2016, pero con una mayor heterogeneidad entre los países de lo que se ha visto en muchos años. Si bien se prevé, que la tasa de crecimiento del conjunto de la región será de –0,3%, se prevé que la tasa de crecimiento promedio simple de los 26 latinoamericanos será de aproximadamente 2%, con una mediana de 2,5%.
Se estima que la recesión de Brasil será de –3,8%, mientras puede que una cuarta parte de los países en la región crezca con tasas de aproximadamente 3,5% o más. La Región enfrenta a una transición hacia menores ingresos netos externos con un cambio importante en los precios relativos.
La economía china también ha tenido un impacto importante en los precios de las materias primas, que han caído desde el segundo semestre de 2011. Esas caídas en algunos casos se han acentuado debido a hechos idiosincráticos relacionados con la oferta, como la decisión de Arabia Saudí de no recortar la producción para apoyar los precios del petróleo, la reincorporación de la importante oferta de Libia e Irak, el reciente levantamiento de las sanciones a Irán y los avances tecnológicos que han reducido los costos.
En América Central y el Caribe, los países se han beneficiado de la caída de los precios del petróleo y de la recuperación económica en los Estados Unidos, aunque en muchos de ellos el alto nivel de endeudamiento y la débil posición fiscal presionan por medidas correctivas.
Muchos de los países que han contemplado medidas de ajuste fiscal están considerando una reducción de los gastos de capital, aunque este componente del gasto tiene un efecto multiplicador fiscal superior al de cualquier otro tipo de gasto. Esta clase de ajuste fiscal acrecienta el efecto negativo del ajuste sobre el PIB y disminuye el impacto neto positivo sobre el espacio fiscal, lo que incrementa el tamaño del ajuste requerido.
Si se emplea una medida ajustada, sólo tres países —Brasil, Colombia y México— han tenido depreciaciones reales de gran envergadura. En realidad, la depreciación del real brasileño fue importante para limitar las depreciaciones reales de algunos de sus socios comerciales, y actualmente la fuerte depreciación en Argentina ha puesto fin a parte de la depreciación real en Brasil y ha provocado una apreciación real en Bolivia.
China es un importante socio comercial de numerosos países en la región, pero incluso otros, como El Salvador, Guatemala y México, compiten en la venta de productos similares en el mercado de Estados Unidos.
Replantear reformas
Las proyecciones del crecimiento global han disminuido desde el año pasado y el crecimiento podría verse menguado por debajo de su potencial durante muchos años. Un menor crecimiento global, con todos los demás factores iguales, implicaría un menor crecimiento en América Latina y el Caribe.
Por consiguiente, los países deberían contemplar futuras reformas estructurales para mejorar las perspectivas económicas y escapar del menor crecimiento global.
Si todos los países introdujeran reformas para acelerar el crecimiento en un promedio del 1.5%, el efecto en el conjunto de la región podría ser del orden de un 2,4% de crecimiento adicional al año crecimiento de América Latina y el Caribe, actualmente en torno el 4%, podría alcanzar niveles cercanos al de los países asiáticos de aplicarse reformas económicas estructurales en el mercado laboral o una mayor inversión en infraestructuras, señala el BID.
“La cuestión es que existe una oportunidad que hay que aprovechar para que América Latina crezca en vez del 4 % al 6 %, como los países asiáticos”, asegura José Juan Ruiz, economista jefe del BID, al presentar el informe “Replantear las reformas: Cómo América Latina y el Caribe pueden escapar al menor crecimiento mundial”.
El coordinador del informe, Andrew Powell, destaca que “los potenciales beneficios de la mejora de utilización de recursos son muy significativos” en la región latinoamericana. Entre las cosas que se pueden mejorar, subrayó la alta informalidad laboral, que en América Latina alcanza el 56% de los empleos, y la escasa inversión en infraestructuras.
Asimismo, explica que el espacio fiscal y monetario para tomar medidas contra cíclicas es notablemente inferior al que existía ante de la crisis, y parte de estas reservas ya han sido consumidas, por lo que es importante incidir en estas reformas estructurales para revitalizar el crecimiento.
En el frente externo, se prevé que el crecimiento global se mantenga lento y llegue a 2,9%, mientras que persiste la incertidumbre sobre China –uno de los principales socios comerciales de la región- país que continuará desacelerando hasta 6,4%.
Más incertidumbre 
A la incertidumbre sobre la economía mundial se agrega el bajo crecimiento del comercio global (1,5% en 2015 y 2,5% estimado para 2016). Además, los precios de las materias primas que la región exporta se mantendrán bajos, con lo que América Latina y el Caribe volvería a mostrar en 2016 un deterioro en sus términos de intercambio, especialmente en países exportadores de hidrocarburos y minerales, coinciden los estudios de la CEPAL y de otras instituciones que analizan la dinámica social, económica y política de esta región.
“La vida es mejor ahora que en cualquier otro momento de la historia. Más personas son más ricas y menos personas viven en la pobreza extrema”, confiesa optimista el Premio Nobel de Economía, el escocés Angus Deaton, en su último libro, The Great Escape, por sus análisis sobre “consumo, pobreza y bienestar”, tras analizar las guerras y una emergencia de refugiados sin parangón desde la Segunda Guerra Mundial.

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