Jorge Zavaleta Alegre
El periodista Daniel Samper,
fundador de Cambio16 América, cuya línea está vigente en el Diario16 de Madrid,
menciona que García Márquez confesó:
"Inventábamos cada noticia...".
En 1954, el diario colombiano El
Espectador envía a uno de sus jóvenes periodistas, Gabriel García Márquez, a
cubrir una protesta multitudinaria contra el gobierno en la remota ciudad de
Quibdó, en el estado del Chocó.
Tras una odisea de dos días de
viaje por la selva, García Márquez y su fotógrafo llegan por fin a su destino y
se llevan una sorpresa: la ciudad de Quibdó está en completa calma. El
corresponsal local de El Espectador, Primo Guerrero, había falseado los hechos
que había informado a la redacción en Bogotá.
Es decir, García Márquez se
percata de que la protesta por la que había sido enviado a reportear no existe.
Ante este panorama, el joven periodista le dice a Guerrero que no quiere
regresar a la capital con las manos vacías. Así que se ponen de acuerdo y,
"con tambores y sirenas", ambos convocan y organizan una protesta
para poder escribir la crónica y tomar las fotos.
La nota sale publicada en El
Espectador bajo el título "Historia íntima de una manifestación de 400
horas" y, en ella, García Márquez asegura que la protesta duró 13 días,
"nueve de los cuales estuvo lloviendo implacablemente".
García Márquez desbordó su
creatividad no sólo en sus novelas sino también en sus columnas y reportajes.
Una de las características de las novelas de García Márquez es su capacidad
para inventar una "realidad desbordante", “anécdotas ficcionales”,
que según el crítico Claudio Guillén, se trata de "uno de los grandes revolucionarios
estéticos" de América Latina.
En octubre de 1996, García
Márquez pronunció un discurso que rápidamente pasó de mano en mano y estalló
como una pólvora de entusiasmo en las redacciones latinoamericanas, "El
mejor oficio del mundo".
En ese texto, que
extraoficialmente se convirtió casi de inmediato entre periodistas jóvenes y
veteranos en una especie de manual de estilo, García Márquez pide considerar al
reportaje como un género literario y habla sobre los "atentados
éticos" que muchos reporteros cometen por prestar más atención a la
tecnología que a las personas y a las palabras.
En 1982 recibió el Premio Nobel
de Literatura y remarca: "La ética no es una condición ocasional, sino que
debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón". Ese
énfasis en la ética aparece en un libro del periodista español Alex Grijelmo,
donde García Márquez insiste en que el periodista debe apegarse a la verdad y
no puede caer en la tentación de mentir. Desde entonces, la lista de
periodistas escritores tiene a nombres como José Martí, Rubén Darío, Lima
Barreto, José Marín Cañas, Roberto Arlt, Jorge Amado, Tomás Eloy Martínez, sólo
por dar unos pocos ejemplos.
GGM, más tarde, adquirió Cambio,
promoviendo el periodismo de investigación. Según su biógrafo
autorizado Gerald Martin, profesor
de la Universidad de
Pittsburgh, el semanario barrió a la
competencia. Y los empresarios decidieron acallar el proyecto con cero
publicidad.
Ante las limitaciones económicas,
Cambio fue absorbido por un diario bogotano. La Obra de GGM está en la biblioteca de la Universidad de Texas, en EEUU, sin duda en
mejores manos y al servicio de los más
agudos investigadores que impulsan la Crítica Genética, es decir a
partir de fuentes directas, de documentos originarios, como el que alienta el famoso Centro Borges también en Pennsylvania, sede
de la Universidad de Pittsburgh, dirigido actualmente por el profesor
Daniel Balderston.
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REFERENCIAS
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