Por Jorge Zavaleta Alegre
Los pueblos del sur viven la maldición de los recursos naturales, el resource curse de crecimiento sin desarollo, donde los países mineros aprenden poco porque les falta voluntad. De allí que se proponga "repensar las industrias extractivas".
Las corporaciones ejercen el poder tridimensional: económico, político y discursivo, sostiene Doris Fuschs, PH.D profesora del Institute for Political Science, y deben ser vistas como centros de poder e influencia locales, nacionales y globales..Este poder corporativo, business power, ha tendido a crecer y desarrollarse en el mundo actual, al punto que es considerado uno de los principales actores globales.
Las grandes inversiones mineras
son objeto de un riguroso análisis desde
las Ciencias Políticas y Sociales, reflexiones para un Buen Gobierno. Doris Fuschs, PH.D profesora del Institute for Political Science, comenta el libro del Dr Francisco
Durand, Poder político y gobierno minero, el cual considera doce proyectos de las mineras modernas y “se explica mejor recurriendo al concepto
enclave, que permite conocer las posibilidades
y limitaciones para permitir el desarrollo de la institucionalidad de la sociedad civil”
Para Francisco Durand,
experimentado académico egresado de las Universidades de California-Berkeley y
Oxford, la autorregulación corporativa tiene límites fijados por la defensa del interés económico, y por lo tanto la relación
corporación-comunidad-Estado va más allá del lente de la responsabilidad social corporativa y de los diálogos.
Explica que el enclave que se
usa en las visiones críticas de la Ciencia Política y Sociología, es una gran empresa extractivo exportadora, generalmente
privada-extranjera, que domina un extenso territorio.
FUNCION DEL ESTADO
En el Perú, esos enclaves operan en entornos
sociales pobres y de cultura
indígena y mestiza, realidades que hacen urgente
a las corporaciones obtener la “licencia social para operar”. La alianza que logran con el Estado
les facilita ejercer el
control local, pero de un modo que afecta o limita la autonomía y
la capacidad de gestión y decisión colectiva
comunitaria.
“La realidad cotidiana de cómo actúan en la
práctica diaria las corporaciones en el Perú y otros países
parecidos, alejan la valoración
de que las corporaciones proponen un
manejo altruista del entorno sobre la
base del conocimiento”, expresa el
analista Durand.
Desde otras perspectivas,
señala Durand, en algunos casos las corporaciones son vistas como “buenas ciudadanas”, que adoptan las buenas prácticas, buscan mantener relaciones
horizontales colaborativas con las
comunidades o enfatizan en el rol del diálogo y conflicto en las relaciones con
las comunidades y el Estado, por “medio de acuerdos”, generalmente
frágiles, poco estables y rápidamente
mutables.
Francisco Durand, consultor del BID y autor de libros y
artículos sobre las relaciones empresarios –gobierno, en el Perú y América
Latina, actualmente se encuentra
investigando a doce grupos de poder económico peruanos: 6 de Lima y provincianos.
HISTORIAS DE VIOLENCIA Y MUERTE
Uno de sus más recientes investigaciones es el Cuaderno
de CooperaciónAcción N° titulado Poder político
y gobierno minero, cuyo enfoque y su aplicabilidad es el Perú,
analizan el modelo económico y doble ritmo de políticas públicas, en el
gobierno caso Tintaya y otros once grandes empresas mineras
El período
de análisis se centra en la gestión
gubernamental de Alejandro Toledo
(2001-2006) y Alan García (2006-2011), cuyos conflictos
socioambientales originaron la
suspensión de 34 proyectos de inversión.
Entre diciembre del
2011 y julio del 2012, al inicio
del gobierno de Ollanta Humala (2011-2016) se suspendieron
16 proyectos mineros más y se
paralizaron definitiva o temporalmente US$422,000 millones de inversiones.
Entre los años
2006 y 2011, los conflictos
socioambientales resultaron en 219
muertos y 2,781 heridos, revelando la cantidad e intensidad de las protestas la
dura respuesta policial.
Dada la alta conflictividad, el doctor
Durand señala, osciló entre la represión o la organización de Mesas
de Diálogo. Pues al comienzo del
gobierno de Humala, solo en el caso del proyecto
minero Conga, el saldo fue de 5 muertos
y 150 heridos.
Al 2014, la protesta amainó al suspenderse las inversiones mientras el gobierno dialogaba con 92 comunidades
buscando acuerdos en las Mesas de
Diálogo, recientemente creadas.
Las industrias extractivas (las más importantes de la economía, empezando por la
minería, generan dinámicas de poder
donde al aumentar las inversiones aumentan los conflictos y se desarrolla
tarde y mal la institucionalidad.
jorgez@telefonica.net.pe