JULIO ANDRÉS ROJAS JULCA
LA TEORÍA y la práctica de la educación coinciden en que el juego es una irremplazable praxis de los niños, una contribución esencial para su protección integral y el proceso de aprendizaje.
*Dr. en Educación y sociólogo.Viceministro de Poblaciones Vulnerables
LA TEORÍA y la práctica de la educación coinciden en que el juego es una irremplazable praxis de los niños, una contribución esencial para su protección integral y el proceso de aprendizaje.
Fortalece el desarrollo de sus capacidades físicas y mentales, en un entorno de la cultura local.
Con
esta premisa, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables
(Mimp) lleva adelante el servicio Juguemos, habiendo incorporado a los
gobiernos locales, instancia del Estado que por tradición debe estar
más cerca de los pobladores.
Basta el
compromiso escrito de un alcalde para que el Mimp entre en acción
mancomunada con las autoridades locales y la comu-nidad.
La
antigua y moderna teoría, la jurisprudencia nacional y de las
Naciones Unidas aseguran que el juego es indispensable para los niños y
jóvenes, desde la primera infancia, y que esta formación debe ir
acompañada por una buena alimentación y oportunos servicios de salud.
Juguemos
implica pasos simples. Supone que la municipalidad asigne un local con
condiciones mínimas de seguridad. El promotor, persona con interés de
alentar el derecho al juego, tendrá un incentivo económico de la
administración local.
El programa también
constituye un termómetro que mide su salud. Niño que juega está sano
física, mental y emocionalmente. El Mimp equipa el espacio físico con
apoyo de empresas e instituciones.
Con el
juego, los infantes aprenden a ser imaginativos, a dramatizar, simulando
ser otras personas, aprenden a compartir, tolerar frustraciones, y a
representar escenarios y situaciones reales o irreales que les
permitirán acercarse al mundo de los adultos.
Juguemos
está orientado a la protección de la infancia, a niños, niñas y
adolescentes de 3 a 14 años, énfasis que se explica porque la oferta
existente en la actualidad solo está dirigida a la primera infancia (0-3
años) o a la atención de la población adolescente.
Por
ahora ya participan 14 localidades, mas, el objetivo es extenderlo a
todo el país con el apoyo de instituciones y empresas privadas que
también deben integrarse bajo el principio de la responsabilidad social.
Ya
se están organizando 18 municipalidades y comunidades de localidades
alejadas de Huancavelica, Loreto, Ayacucho, Piura, La Libertad,
Apurímac, Cajamarca, Junín, Puno.
Las políticas de Estado en
pro de la niñez van teniendo avances. La atención a la desnutrición
crónica, hasta el año 2010, habría disminuido en 4%. Los episodios de
infección respiratorias agudas habrían disminuido en 5.7 puntos
porcentuales, según las Naciones Unidas a través del Unicef y el
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Autor de El Oro de la Aldea, un enfoque multidisciplinario del desarrollo local-regional-nacional-global.
Publicado: 10/02/2014
Publicado: 10/02/2014