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jueves, 21 de agosto de 2014

Elecciones municipales revela tormentas en el Pacifico, Los Andes y la Amazonia



Jorge MIranda,  sociólogo de profesión, activo regidor del gobierno local de Punta  Negra,  en la costa  sur  de Lima, analiza con la serenidad que brinda el mar, la administracion muncipal en este periodo pre electoral  y  pronostica preocoupantes  tormentas financieras, que con humor negro y blanco, alerta al lector sobre un
 Tsunami Financiera Municipal, un profundo golpe para la  débil democracia que aùn domina también en las instancias locales. JZA.


Las elecciones municipales descubren aristas y debilidades de la democracia emergente. Un problema que sale a luz es la postergación del salario a sus trabajadores y hasta huracanes en la estructura de algunos gobiernos locales.  Sus respuestas y análisis en las siguiente líneas y la propuesta de articular el trabajo  local-provincial-regional.nacional-global y viceversa, sustentada en una necesaria  revoluciòn de la  Etica.

Podría pensarse que lo sucedido hace algunos días en Breña en pleno proceso electoral de nuevas autoridades locales y regionales en todo el país, donde los trabajadores municipales arrojaron basura en las principales calles de ese distrito, se trata de una forma de contra campaña violenta contra un alcalde que aspira reelegirse.

Sin embargo, para el especialista municipal Jorge Miranda, esta es una “alerta en medio de la noche”, no olvidemos que los trabajadores municipales se encuentran impagos por más de cuatro meses y podríamos encontrarnos al inicio de una grave crisis financiera municipal.

El candidato a la alcaldía de Lima Salvador Heresi reconoció, ante el periodista Beto Ortiz de un canal TV limeño, que adeudaba sueldos a sus trabajadores de la municipalidad de San Miguel: “…tenemos dificultades económicas materia de recaudación, esto es parte de la gestión y estamos haciendo esfuerzos, ya estamos pagando lo que es la gratificación y esta semana nos debemos  cumplir con todos los trabajadores. Durante doce años de gestión nunca hemos tenido problemas con los trabajadores”, dijo.

Si prestamos atención a lo dicho por el burgomaestre, doce años sin problemas, habría que preguntarse si es que este candidato intenta hacerse el harakiri, dejando de pagar a sus trabajadores en el preciso momento que pretende sentarse en el sillón del gobierno metropolitano.

Las redes sociales nos advierten que otro candidato con aspiraciones reeleccionistas también  adeuda a los servidores locales: “Hagamos que Marticorena (alcalde) pague a sus trabajadores en Lurín”, a través de  Faceboock.

Para llegar a esta situación crítica,  primero: se ha dejado de pagar deudas a ESSALUD, SUNAT, AFPs, ONP y también beneficios sociales y proveedores:  “…en cadena de pagos municipales lo último que se deja de atender, y más aún en medio de una campaña electoral, es el sueldo de los trabajadores” –afirma el municipalista Miranda. Aunque parezca un contrasentido, a pocas semanas del día del sufragio, varias gestiones municipales han optado por paralizar sus propias obras, dejándolas inconclusas.
Se percibe que en este contexto la situación financiera municipal se encuentra dentro del escenario de la crisis. O para decirlo de otra manera es parte del fin del “milagro económico peruano”.

La radio inglesa  BBC Mundo nos informa que “La señal de alarma la disparó la fuerte caída de una economía que creció un 6,5% de promedio en la última década y que, según estimaciones del Banco Central de Reserva, apenas ha rondado el 2% en abril, mayo y junio”. ¿Coinciden no? -pregunta Miranda –con  los doce años de bonanza mencionados por el candidato Heresi y el presente año de sus dificultades de recaudación, con la desaceleración económica nacional.

Así como hay una cadena de pagos municipales, existe una priorización en los pagos personales, primero vivienda y comida, luego movilidad y educación, salud y vestido, deudas de préstamos y créditos y así hasta llegar al último lugar… el pago de tributos.

 Cuando llega la crisis a las puertas de los ciudadanos lo primero que dejan de pagar son los tributos municipales, ya que el IGV de la SUNAT lo cobra a la compra del producto; mientras que los municipios tienen que esperar que el contribuyente se acerque 
voluntariamente a caja para pagar.
 
“Es tonto pensar que si desregulamos las compras del Estado de 3 UIT (10,500 nuevos soles) a 8 UIT (30,400 nuevos soles) las municipalidades podrán gastar más, pero si ya no tienen que gastar” -dice Miranda-, siendo crítico del paquete reactivador del ministro Castilla, “parece que no están entendiendo el problema, en estos temas hay un efecto de bola de nieve, en la medida que dejen transcurrir  el tiempo el problema ira aumentando, si los municipios no pueden ahora ni siquiera pagar los sueldos lo que se viene es una etapa de despido masivos de trabajadores”.
 
La situación se vuelve preocupante porque el aumento de la deuda municipal, con disminución de la recaudación pone en riesgo la salud financiera de toda institución edil. Es hora que el gobierno central tome cartas en el asunto.

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