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jueves, 20 de marzo de 2014

LA UNIVERSIDAD EN PELIGRO DEL MONOPOLIO DE LA INFORMACION


Jorge Zavaleta Alegre. Cambio16.  Madrid.  Argenpres, Bs.As.
Se busca destruir la educación  innovadora y con roles  sociales. Diversos estudios de mercado, respecto a la  Universidad en Latinoamérica, deberían estar orientados a mejorar la calidad de la Educación. Es ese el noble objetivo que espera todo lector. Pero en la práctica, el manejo de  la información cumple el propósito de privilegiar, en un mar de tempestades,  a los centros de formación que  invierten más recursos en la promoción.  Y no así a los proyectos que precisamente se esfuerzan por ofrecer mejor servicio.

Veamos solo una muestra. La revista “América Economía”, ligada al Grupo de Diarios de América,   en su Ranking de las Mejores Universidades del Perú,  edición del 28 de enero, ubica a la Universidad Antonio Ruiz de Montoya en el último lugar, con el puesto 55. 

En el Perú existen  140 universidades, de las cuales 76 son privadas. Por cierto, de estas últimas  una veintena funcionan sin concluir el poceso de reconocimiento y reciben alumnos sin exámenes de ingreso. En el Congreso de la República está para su próimo debate una Ley que acaba  con la cuestionada Asamblea  Nacional de Rectores para ser reemplazada por una Superintendencia con atribuciones nunca antes planteadas.  

Pues no se dejaba esperar la respuesta del Rector de la  UARM,  Juan Carlos Morante Buchhammer   SJ, En comunicación escrita precisa  al Director de esa revista editada entre Santiago y Lima:

“Nos ha sorprendido esta ubicación ya que si bien somos una universidad pequeña y relativamente nueva, con 10 años de existencia, siempre hemos procurado realizar nuestras actividades académicas, de investigación e incidencia en la sociedad peruana con los mayores niveles de calidad, eficiencia y profesionalismo”.

“Habiendo conocido las cifras sobre las que se basa nuestra ubicación en el referido Ranking hemos comprobado que dicha información está equivocada. La única información correcta es que tenemos 3 facultades, a las que pertenecen nuestras 10 escuelas profesionales”.

Y  renglón seguido  precisa:
-En estos momentos tenemos 1,150 alumnos en Pregrado y 146 en Postgrado (Maestrías y Diplomados), con un total de 1,296 alumnos presenciales, además de 335 en cursos virtuales; y no los 317 que aparecen en el documento.

-Tenemos 159 profesores en pregrado y 23 en Postgrado, lo que da un total de 182 docentes, y no los 101 que figuran en el Ranking.

-Ello da un ratio de 7.1 alumnos presenciales por profesor, que es uno de los rasgos distintivos de nuestro modelo educativo.

-De los 182 profesores, 45 son nombrados (ordinarizados), lo que representa el 24% del total de profesores, uno de los más altos del país.

-De este último número (45), el 35% tienen grado de doctor y el 39% tienen grado de magister, otorgados por las mejores universidades del exterior y del país; lo que representa uno de los mayores porcentajes del ambiente universitario.

-Adicionalmente, tenemos 69 tutores, altamente calificados, que apoyan directamente a nuestros alumnos y una infraestructura apropiada para sus sesiones de tutoría; configurando, todo ello, una de las ofertas educativas más personalizadas del país.

-En los últimos tres años hemos realizado, a través de nuestros tres institutos de investigación y la oficina de proyección social, 24 investigaciones relevantes para el conocimiento de la realidad económica, social, política e institucional peruana y que sustentan propuestas de transformación de la sociedad; algunas de las cuales han aparecido en revistas científicas. Todas ellas están registradas en las bases de datos de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR).

-Tenemos una biblioteca con más de 60,000 volúmenes y más de 40,000 títulos, lo que significa un ratio de 46 libros por alumno y 329 libros por docente.

-Además, nuestro Fondo Editorial ha publicado 55 libros en los últimos 10 años.

-En relación a la internacionalización, nuestra universidad pertenece a la red mundial de universidades jesuitas, formada por cerca de 200 instituciones, y también a la Red AUSJAL (Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina), integrada por 30 instituciones educativas de la región.

-Adicionalmente a ello, tenemos convenios directos con 5 universidades de Estados Unidos, con 5 europeas y con 30 de América Latina. En años recientes nuestros alumnos están cursando un semestre entero en las universidades extranjeras miembros de la red, nuestros docentes están llevando carreras y cursos en estas universidades, así como los profesores de estas instituciones están viniendo a llevar cursos a la nuestra. Es decir, uno de los mayores grados de internacionalización en el ámbito académico peruano.

Esta realidad, expresada en las cifras mencionadas, ha permitido que la UARM sea considerada por los asistentes al CADE  (Conferencia Anual de Ejecutivos) 2013 realizado en Paracas, Ica, como la quinta institución que más aporta a mejorar la calidad de la educación en el Perú (Revista Poder, Noviembre 2013).

El PRONABEC (Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo), del Ministerio de Educación, ha publicado la evaluación de todas las universidades que han participado en el Programa Beca 18, uno de los programas sociales más ambiciosos del gobierno actual, en al cual señalan que la UARM es la universidad con “mejor desempeño y calidad en el servicio” (Ver Barómetro Virtual del PRONABEC).


METODOS VEDADOS

Existen decenas de universidades privadas que colocan avisos, especialmente, en los diarios del consorcio  monopólico nacional, donde  alimentan el negocio particular  y la frustración de la juventud, con prometedores servicios.

Solo una mención. Una de las universidades que  opera en la avenida de La Molina, cuyo   promotor fue procesado judicialmente por privilegiar el no pago de impuestos a sus familiares,  anunció la creación de una Facultad de Literatura y  convocaba a sus mejores intelectuales,  con títulos de doctor.

Con candorosa ingenuidad,  la mesa de partes y los correos electrónicos,  informaron personas allegadas, recibieron  más de 200 hojas de vida desde remotos lugares  del país, Europa y de EE.UU. Semanas después, cuando los interesados  llamaron  al  director de esa “Caja Fuerte”,   recibieron la noticia que el proyecto  había sido postergado.

La verdad que esas hojas de vida de los mejores profesionales fueron a parar al “organismo fiscalizador” de las Universidades, como parte de un “file”  que cubriera  la  ausencia de docentes con la suficiente experiencia.

EL APORTE DE LOS JESUITAS

La labor intelectual, artística y misionera de la Compañía de Jesús es ampliamente conocida.  Quien visite un Colegio de Fe y Alegría, podrá darse cuenta de las diferencias con el resto de planteles del  Estado y  los  más exigentes y caros del Perú.

Seguramente, en esa mística está presente  el espíritu y aportes de Blas Valera, primer jesuita peruano; José de Acosta, investigador y escritor; Antonio Ruiz de Montoya; lingüista y fundador de las Misiones del Paraguay; Bernardo Bitti, pintor manierista; y durante la Ilustración, Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, ideólogo de la independencia americana.

El desarrollo  de educación se debe en parte al trabajo de  Felipe Mac Gregor, Rubén Vargas Ugarte, Manuel Marzal (primer presidente de la Universidad Ruiz de Montoya), José Luis Rouillon (Humanista, realizador cinematográfico), Romeo Luna-Victoria,  Augusto Vargas Alzamora, Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio, Ricardo Durand Flórez, Jose María Guallart, Vicente Santuc, primer Rector de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya).

Qué duda cabe,  la revista América Economía    no ha cometido un desliz, sino ha cumplido su propósito  de pretender desprestigiar  las mejores oportunidades  de educación que hoy  se trata de  construir en el Perú.

 UN PROYECTO INNOVADOR EN CONGRESO


Universidad,  Utopía o  lucro infinito
Por Jorge Zavaleta Alegre,

 Si el objetivo de UNASUR es promover la ciudadanía regional, la Ley Universitaria que debe aprobar el Congreso Peruano, es un aporte a este propósito de integración.

Lima, la segunda semana de marzo del 2014, se convierte en sede de la reunión de altos delegados y equipos técnicos del Consejo Suramericano de Educación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), integrado por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

Durante esta cita se concretarán acciones que forman parte del Plan Operativo Quinquenal de dicho Consejo para los próximos cinco años y se revisarán los avances de los proyectos financiados por el Fondo de Iniciativas Comunes.

La Educación Superior no será un tema específico de este Consejo, del cual el Perú ejerce la presidencia pro témpore 2013-2014, pero bien vale comentar la trascendencia del Proyecto de Ley que cambiará el rumbo de las Universidades Nacionales y su correlación con el lucrativo negocio de la educación.

La cantidad no es sinónimo de calidad. Una evaluación de las primeras 100 universidades de América Latina, indica que las de mayor prestigio se encuentran en Brasil, México y Buenos Aires. Del Perú no figura ninguna, no obstante que ya cuenta con 140 universidades, el 70% privadas.

Algunos mensajes ratifican el carácter crítico de la Universidad Peruana: - Más de cuatro mil científicos, egresados de universidades prestigiosas de Europa y EEUU, no pueden retornar a su país, el Perú, debido a las dificultades administrativas.

El congresista Daniel Mora, del partido gobernante Gana Perú y presidente de la Comisión de Educación del Congreso - cuya vida ha sido dedicada a la docencia y capacitación, confía en que el Proyecto sea convertido en Ley, al mismo tiempo que invoca la abstención de su voto en el Pleno de aquellos legisladores vinculados a la creación de universidades.

Las críticas se centran en la creación de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria que está adscrita al Ministerio de Educación y la acreditación de la calidad universitaria que pasará a ser obligatoria.
El 9 de diciembre del 2013, la Comisión de Educación del Congreso aprobó el dictamen de la nueva Norma. De ser ratificada por el Pleno, las universidades tendrán siete años para acreditar sus respectivas carreras y se preparará un plan piloto en nueve universidades nacionales, que cubren el desarrollo descentralizado del país.

Se buscará acreditar a todas las universidades de forma obligatoria, de tal modo que las que no consigan esta certificación no podrán entregar títulos a nombre de la Nación.

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