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sábado, 2 de febrero de 2013

Telefónica promete mejores servicios en Perú. El Peruano


Jorge Zavaleta Alegre Periodista
 En la mayoría de países de América Latina la inversión extranjera es bienvenida.
Siempre ha tenido un terreno fértil para los negocios altamente rentables. Ninguna empresa ha abandonado un país de estas latitudes por su propia voluntad, salvo cuando gobiernos, con respaldo popular, han justificado nacionalizaciones.
 El Gobierno peruano acaba de renovar la primera concesión de dos décadas a la empresa española Telefónica, por otros 18 años y 10 meses, contrato que posibilitará el acceso a la telefonía móvil e internet de cerca de un millón de peruanos con "tarifa social".
Este segundo compromiso establece inversiones de Telefónica por 1,184 millones de dólares o 3,020 millones de nuevos soles, más del triple de lo obtenido por el gobierno anterior. Están pendientes las negociaciones con las empresas Claro y Nextel, las cuales también tendrían impacto beneficioso en las tarifas.
Las crisis europea y norteamericana inducen a profundizar alianzas entre inversionistas y sus propios gobiernos de origen. Los foros internacionales son mecanismos más frecuentes para las negociaciones. La reciente Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en Santiago de Chile, tiene ese objetivo central: coordinar políticas comunes basadas en la apertura de mercado e impulsar el comercio birregional.
Latinoamérica, especialmente el Sur-Sur, presenta una economía sólida y sana. Por ahora, el endeudamiento regional es bajo con respecto a su PBI, el déficit fiscal está controlado y hay una mínima inflación.
La Eurozona, en cambio, tiene altas tasas de desempleo, crecimiento económico mínimo y creciente déficit fiscal, y encuentra en América Latina, por delante de China, un espacio más propicio para invertir sus capitales, con alta rentabilidad y que beneficia a las repúblicas de la vieja Europa.
El grupo Telefónica, según su presidente, Javier Manzanares, aceptó el acuerdo "a pesar de las duras condiciones que no tienen precedente alguno".
La inclusión de una tarifa especial para telefonía móvil dirigida fundamentalmente a beneficiarios de los programas sociales Juntos, Cuna Más, Pensión 65 y adicionalmente a servidores públicos que trabajan en las áreas rurales, serán cubiertos con recursos del Estado.
Se espera que en esta segunda etapa el Estado fortalezca sus instituciones reguladoras, para lograr un mejor intercambio en términos de igualdad, empezando por Osiptel. Telefónica debe honrar sus deudas a la Sunat y compromisos laborales pendientes.
La no renovación del contrato, sin duda, habría significado un duro golpe a España, país que, como señala la historia, continúa siendo la puerta de ingreso de América Latina a Europa. Y viceversa. No es verdad que solo las relaciones económicas construyen las alianzas más sólidas.
 Fecha:02/02/2013

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