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domingo, 4 de diciembre de 2011

BALANCE DE UNA DEMOCRACIA CONCERTADA, POR SINECIO LOPEZ



Sinecio López, politólogo latinoamericano, egresado de las Universidad de San Marcos de Perú y de la Escuela de París, ex Director de la Biblioteca Nacional del  Perú,

PERU: ENTRE EL TEMOR Y LA ESPERANZA
Nota previa. Publicamos la entrevista que el prestigioso Semanario español, que celebra  su 40 Aniversario, una entrevista con el Dr. Sinecio López, uno de los principales miembros del Gabinete de Asesores de la Presidencia del Consejo de Ministros del Perú: Jorge Zavaleta Alegre

El gobierno del Presidente Ollanta Humala cuenta con asesores de diferentes vertientes ideológicas, porque el actual gobierno, consecuencia de los resultados en la segunda vuelta electoral, considera que la gobernabilidad es posible a través de una democracia concertadora donde todos ganan.



Para conocer mejor esta estructura, el semanario español Cambio 16 entrevistó al académico latinoamericano Sinecio López Jiménez, miembro del gabinete de asesores del Concejo de Ministros, ex director de la Biblioteca Nacional del Perú y autor de varias publicaciones sobre ciencias políticas.

Es difícil apreciar los valores de la democracia cuando el ciudadano es absorbido por la rutina diaria y por los mensajes, no siempre amigables, de una oposición conservadora. La prensa extranjera es más serena. Se distancia de la coyuntura y recoge la opinión de sus mejores intelectuales o investigadores, que a través de la función pública y del ejercicio académico, están en mejores condiciones de opinar con más serenidad y abrir compuertas para entender o debatir sobre lo que ocurre en el Perú y en América Latina, en relación con los momentos críticos de los EEUU, Europa y el liderazgo de China.

C16, semanario nació en Madrid en 1971 con una convocatoria del intelectual Juan Salas, a la cual asistieron 16 personas, se trazó como objetivo ampliar los pequeños espacios de prensa para superar los traumas y conductas después de la desaparición física de Franco. Los resultados han sido fructíferos.

El juego democrático vigente, no atenta contra la libertad prensa, los medios públicos siguen siendo servicios abiertos, inclusive los periódicos más importantes tienen un Defensor del Lector. El semanario tiene ediciones en República Dominicana; y en Colombia, su Presidente de Directorio es Gabriel García Márquez. Similar camino siguen Argenpress y El Mercurio on line.

López Jiménez, destaca que el gobierno peruano puede exhibir poco en estos primeros meses de gestión, pero nada desdeñable en cuanto lo avanzado como gran transformación: el gravamen a las mineras, la consulta previa, la creación del Ministerio de Inclusión Social, el incremento del salario mínimo y una política laboral que atiende y defiende los derechos de los trabajadores. Además, el despliegue de una política exterior soberana, independiente y desideologizada que busca fortalecer la CAN y el CONASUR.


¿A qué se debe la lentitud de los cambios prometidos?. La respuesta es compleja. Las coaliciones sociales y políticas de la segunda vuelta, la debilidad política de la coalición triunfante, el acuerdo de una democracia concertada con el capital para darle gobernabilidad al país y los cambios estructurales de estos últimos 20 años (que, por un lado, han polarizado socialmente al Perú y, por otro, le han inyectado una alta dosis de moderación política), constituyen las principales causas que explican los cambios a cuenta gotas. Por eso mismo, dejan de tener el impacto político deseado.

El Estado tiene Islas de modernidad, pero como en la mayoría de AL no es democrático. La burocracia es ineficiente, no es weberiana: racional, objetiva, impersonal, eficiente. A diferencia de otros países de AL (Brasil, por ejemplo), no concluyó una reforma burocrática profunda (que Europa tuvo en el siglo XIX). Hoy los tiempos que se avecinan serán turbulentos, tumultuarios y atiborrados de indignados y requieren una conducción política hábil y al mismo tiempo audaz que conduzca la nave del Perú a un buen puerto.

Entrevista tambien reproducida en
http://www.argenpress.info/2011/11/peru-balance-de-una-democracia.html#.TtTMMHvV5cA.blogger



LA UTOPIA DE LA ESTUPIDÉZ

Por Arq. Javier Sota Nadal
Ex Ministro de Educación del Perú

Uno de los lastres que arrastra el – iba decir el pensamiento – mejor digo el sentimiento de izquierda peruano es el igualitarismo, que me permito definirlo como el tropismo o preferencia por la homogeneidad en todos los campos de la existencia. Cualquier luz, destaque, o singularidad que se observe en los individuos o en la sociedad es sospechosa.

Claro que en una sociedad como la nuestra, de profundas diferencias en las condiciones de vida de las personas, es moral reclamar y crear condiciones de igualdad, por lo menos de partida, en respeto cultural, justicia, educación y salud; pero de esta programática social, no puede ni debe derivarse el igualitarismo generalizado como mensaje y práctica política que no posee otra validación que en una utopía de la estupidez.

Me refiero concretamente a las ideas educativas, en las que, más allá de de quienes nos han regido en los últimos 50 años, persiguen la igualdad allí donde debía alentarse la diferencia. Paso a consignar algunos ejemplos:

Las universidades públicas son todas iguales para el Estado. Iguales San Marcos, UNI, Agraria de la Molina, San Cristóbal de Huamanga a las 20 universidades públicas creadas últimamente. Los profesores ganan igual en todas; y como las U. maduras generan más ingresos propios, recibirán menos transferencias del presupuesto de la República para satisfacer la igualdad en la ecuación. Decenas de veces se ha propuesto otorgarles a nuestras principales universidades un estatuto estratégico; es decir, rentas económicas suficientes y metas específicas que cumplir, denominándolas Universidades Mayores o De Investigación, a fin de que, seriamente, enfrenten el reto de crear nuevos conocimientos para el desarrollo nacional. El igualitarismo dice: ¡De ninguna manera!, qué dirán las otras universidades. Todos somos iguales. ¡Viva la igualdad! (en la mediocridad).

La década pasada surgió la idea de establecer una política diferenciada en Secundaria para atender con mayor intensidad a los mejores estudiantes de colegios públicos de una Región o Departamento y se usó la frase “colegios emblemáticos”. Frase que rendía tributo a aquellos colegios centenarios que en su momento, antes de la masificación educativa, compartían profesores con las universidades del lugar y formaron a las elites departamentales; nos referimos a colegios tales como Ciencias del Cusco, Independencia de Arequipa, San Carlos de Puno, Guadalupe de Lima y otros. La idea diferencial debía desarrollarse como un proyecto pedagógico, es decir currículo específico, calidad docente, infraestructura y equipamiento completos, es decir bibliotecas, laboratorios, TIC, SUM y, de ser posible, internado o alojamiento, ya que algunos alumnos/as vendrían de provincias y distritos alejados de la capital departamental. El anterior gobierno con esta idea creó bien el Colegio Mayor Presidente de la República, pero al mismo tiempo convirtió la frase “colegio emblemático” en un cosmético arquitectónico. Ahora se alzan voces para terminar con este experimento que altera el horizonte plano de la secundaria pública, cuando lo inteligente seria perfeccionarlo.





PAPELDEARBOL: APRENDAMOS A DIALOGAR

PAPELDEARBOL: APRENDAMOS A DIALOGAR: Francisco Carranza Romero Durante muchísimos años los gobernantes decidieron el destino de los pueblos sin hacerles ninguna consulta. La fa...

APRENDAMOS A DIALOGAR

Francisco Carranza Romero
Durante muchísimos años los gobernantes decidieron el destino de los pueblos sin hacerles ninguna consulta. La famosa expresión “Vox populi, vox dei” (La voz del pueblo es la voz de dios) sólo sirvió para que los pueblos participaran con sus votos en la elección de las autoridades, pero siguieron exluidos en la toma de las decisiones con la premisa de que no estaban preparados para opinar. Las autoridades promulgaron leyes para ordenar la sociedad y para ayudarse en el acto de gobernar. Y, cuando los ciudadanos se quejaron de alguna ley, les respondieron autoritarios y sabihondos: “Dura lex, sed lex” (Dura es la ley, pero es la ley). Es verdad que las leyes ayudaron el ordenamiento social; pero también, fueron las leyes las que maniataron a los ciudadanos comunes y dejaron libres a los poderosos para que hicieran lo que quisieran.

Actualmente, los políticos, especialmente durante la campaña electoral, prometen cielo y tierra con tal de ganar los votos. Y los ciudadanos, aun sabiendo que muchas promesas no son posibles de realizarse, gozan saboreando las dulces promesas. Así, nuestra realidad es la complicidad voluntaria entre los políticos y los ciudadanos. Una de las promesas en la última campaña electoral presidencial ha sido: hacer la consulta pública antes de decidir algo relacionado con la inversión minera.

Después de cien días del nuevo gobierno los pueblos del norte, centro y sur del Perú se han alzado, como si estuvieran coordinados, para protestar contra las grandes empresas mineras acusándolos de dañar el medio ambiente (agua, aire, pastizales y sembríos), como si este problema fuera reciente. Sin embargo se hacen de la vista gorda cuando los mineros informales contaminan el ambiente.

El gobierno de Ollanta Humala, que ni cumple un año, por más buena voluntad que tenga no puede anular los acuerdos contraídos por los regímenes anteriores porque espantaría a los nuevos inversores. ¿Qué empresa quiere invertir en un país donde no se respetan los acuerdos? Los gobiernos anteriores le han heredado no sólo el ambiente de cierta estabilidad económica sino también los problemas sociales irresueltos.

En el siglo XVI el obispo Francisco Marroquín, preocupado por el trato de los españoles a los nativos, escribió desde Guatemala su propuesta al rey Carlos V: “Conocerlos hemos, conocernos han”.

Si nuestros políticos hubieran leído este breve y sencillo consejo quizás habrían reflexionado sobre su contenido. Entonces se habrían preocupado en conocer mejor no sólo la realidad urbana sino también la realidad de las áreas rurales donde están los yacimientos de minerales, de hidrocarburos y donde hay ríos con cuyas aguas se pueden construir las hidroeléctricas. Pero, desgraciadamente, los gobernantes y ministros no vivieron allá ni llegaron allá. La educación de alta calidad tampoco llegó allá, por eso, tal como está, sólo sirve para mantener el statu quo de la terrible diferenciación socioeconómica. Las máquinas modernas y los mejores programas de salud se quedaron en la capital del país y apenas llegaron a algunas capitales departamentales. Las vías de comunicación no mejoraron. Las autoridades, realmente, no han cumplido el primer consejo del padre Marroquín: “Conocerlos hemos”.

La consecuencia la estamos viviendo en estos días: los pueblos no confían en las autoridades de la capital del país ni en las empresas. Y el gobierno, hasta el cuello con el problema de Conga (kunka: cuello), no puede merecer el cumplimiento del segundo consejo: “Conocernos han”. ¿Cuánto tiempo ha de pasar para que el pueblo confíe en el gobierno?

Mientras tanto, algunos impacientes periodistas y políticos piden directa o indirectamente que el gobierno haga sentir su autoridad: “¡Qué hace el gobiernno! ¡Qué falta de liderazgo! Hasta da la impresión que piden la solución militar. Para ellos también es el consejo: Conocerlos hemos. Es la oportunidad para que los periodistas y políticos, antes de opinar desde Lima, visiten los lugares donde hay conflictos y comprueben in situ las verdaderas causas, y escuchen las opiniones de los especialistas y de los que conocen esos lugares lejanos.

Los ciudadanos que viven en las áreas donde hay la riqueza natural protestan porque ven que la minería, fuera de darles la ocupación, no les ha llevado el desarrollo.

Ahora que las labores mineras en Conga han sido suspendidas por la petición del gobierno, se debe crear el ambiente de diálogo franco entre el pueblo y la empresa minera Yanacocha (laguna negra) antes que enturbie más el agua. Como la empresa multinacional pondrá sus abogados y técnicos para el diálogo; el pueblo, también debe contar con la asesoría de los ministerios del Medio Ambiente, Energía y Minas, Inclusión Social, y del Interior. El papel del gobierno es: garantizar el ambiente del diálogo y el cumplimiento de los acuerdos, proteger al pueblo y a la empresa.

Ahora no es el momento para que el consorcio minero nos asuste con su amenaza de irse a otros países llevándose su dinero. A donde vaya tendrá que cumplir el cuidado del medio ambiente. Y si quiere explotar las minas en Europa, China, Canadá, Estados Unidos y Australia, tendrá que cumplir más exigencias que en Perú.

Los que protestan y el gobierno deben evitar caer en las provocación que conduce a la violencia sangrienta que es lo que esperan algunos para atacar al gobierno. Ahora es el momento para que aprendamos a dialogar.