Páginas

martes, 13 de julio de 2010

ANTOLOGÍA DE LA MÚSICA ANCASHINA

El canto del cuculí. Los nevados irán desapareciendo más pronto de lo que vaticinan los pronósticos ecologistas. Y para contrarrestar la pérdida de la luminosidad del paisaje van apareciendo anuncios de pinturas especiales para cubrir de blanco las rocas grises de las montañas.
Esta apocalíptica noticia del cambio climático, que se relaciona con escasez de agua, destrucción de la biodiversidad y de la vida en general, acelera el despoblamiento de los pueblos rurales y la modificación cultural de la sociedad andina.
En la urbe serrana ya han desaparecido, prácticamente, evocaciones de festividades con música del Viejo Mundo, como el zéjel (zegel), la mazurka, la jota, el minuet, vals, pespié, la gavota, la polka, la cuadrilla, la contradanza, las boleras, etcétera.
En los últimos años, los nuevos citadinos asumen la “chuscada” o huaino “chusco” –un equivalente del tondero a la marinera–, que convive con el vals norteño, el vals andino, el bolero cantinero, la chicha, el rock-folk, la cumbia como cierre de fiesta y otros géneros internacionales en boga.
Precisamente, El canto del cuculí encendido, antología del huaino, del profesor, escritor y músico Efraín Rosales Alvarado, tiene el gran mérito de abordar los distintos matices de las música andina, dando énfasis al huaino, género de origen preínca, enriquecido con la historia virreinal y republicana. Analiza diversas temáticas sociales, desde los compadrazgos para acceder a la ciudad, las levas militares, la resistencia juvenil a los desfiles “cívicos” y la creciente preferencia a los pasacalles.
La investigación de Rosales Alvarado es complementada con Melodías desde el silencio, y los trabajos de Carlos Vinatea, Blas Torres y Delia Figueroa sobre historia y poesía de Carhuaz, con el sorprendente apoyo de cuatro instituciones: Municipalidad y su Centro provincial, la Universidad Nacional Antúnez de Mayolo y la Ong CIDCA. En suma, estas recientes investigaciones, más piezas musicales con guitarras en homenaje a Huaraz,  por  los Hermanos Rosales, nos acercan  más a la Región Áncash. Explican el fraccionamiento de los pueblos, consecuencia del origen bajo real cédula o por el sistema de reducciones; la incidencia del latifundio, el trabajo en socavones, las dictaduras militares y la secular servidumbre doméstica.
Más cerca de la memoria colectiva están el terremoto del setenta y la lucha de las comunidades organizadas de Rupash y Ecash, que reclamaban sus propiedades, ignorando incluso los límites citadinos de Carhuaz.
Estos acontecimientos, entre otros, produjeron el miedo y la destrucción del “abolengo” o vida sosegada y tradicional de las minorías andinas frente a campesinos vigilantes de las autoridades moralmente deslucidas y corruptas.
La realidad ancashina puede ser comparada con lo que ha experimentado el Cusco, con el terremoto del 50; Ayacucho y Huancavelica, que se desborda a Pisco en 2007.
La antología del huaino de Áncash no es solo una rigurosa lista de cantantes, conjuntos, compositores, retazos y fragmentos musicales populares. Es una interrogante para conocer los efectos de la subversión y el terrorismo de Sendero, el emerretismo, la represión militar y la creciente corrupción, considerando que el huaino está presente en la profundidad del alma de sus habitantes con acento poético discursivo, aceptando con ponderación la melancolía y la angustia, sin abandonar el mensaje recreativo e irónico.
Mantiene presente el mensaje de transformación de las instituciones y programas de enseñanza musical de acuerdo a las necesidades del desarrollo musical, incluyendo la música del siglo pasado y la que está en emergencia, con un especial homenaje a las bandas musicales de los distritos más alejados, que siguen dando alegría y sosiego a los campesinos olvidados de siempre. 
UNIENDO CORDILLERAS. En ese rumbo, Canto del cuculí nos plantea la unidad geográfica y cultural de las Cordilleras Blanca y Negra, realidad recreada con brillo en la metodología  Educación y Canto de Angela Torres de Fernández Dávila, La Lira Huaylina de los Hermanos Flores Vásquez, la colección de trajes de danza del folklorista José Malcas Landavery, la monografía  de Augusto Alva Herrera, los cuadernos  de Celso Espinoza, la novelística de Carlos Eduardo Zavaleta y la poesía y  ensayos costumbristas  de Isaías  Zavaleta Figueroa.
Publicado en el Peruano, el martes 13 de Julio del 2010
://www.elperuano.pe/Edicion/noticia.aspx?key=VHuwlx5UaGY%3D

No hay comentarios:

Publicar un comentario