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lunes, 8 de agosto de 2022

INDONESIA EN AMERICA. Jorge Zavaleta Alegre.

Jorge E. Zavaleta Alegre

Un poema épico del poeta de la corte Mpu Prapanca, en 1365, ofrece descripciones detalladas de Majapahit, un imperio javanés hindú-budista en el sureste de Asia, en la actual Indonesia: 

Existió desde 1293 hasta  1527 y alcanzó su punto máximo de gloria durante la era de Hayam Wuruk, cuyo reinado estuvo marcado por conquistas que se extendieron por el sudeste asiático. 

Majapahit era un imperio de 98 afluentes, que se extendía desde Sumatra hasta Nueva Guinea. Constaba de los actuales paises de Indonesia, Singapur, Malasia, Brunei, el sur de Tailandia, Timor Leste, suroeste de Filipinas (en particular, el archipiélago de Sulu), aunque el alcance de la esfera de influencia de Majapahit sigue siendo objeto de debate entre los historiadores.

La naturaleza de las relaciones e influencias de Majapahit sobre sus vasallos de ultramar, todavía provocan discusiones, las de un período considerado como la edad de oro del reino. Revela la importancia de la religión para Majapahit al mencionar la construcción de templos y palacios en el reino y la celebración de ceremonias. 

Indonesia estaba destinada a convertirse en un cruce de caminos en Asia y, durante al menos 2000 años, el comercio ha sido su alma: nueva gente, nuevas ideas, nuevos cultivos, nuevas tecnologías, nuevas religiones, nuevas guerras y nuevos gobernantes.

Los indonesios ante sus visitantes, en este siglo XXI,  recorren con orgullo, convencidos que van logrando un acercamiento  dada vez mas con el mundo, incluyendo America. La historia de Indonesia es mostrada como una colorida danza de emigrantes e invasores, de rebeldes y religiones, de reinos e imperios, de vencedores y vencidos, protagonizada por su naturaleza insular y su emplazamiento en milenarias rutas comerciales asiáticas. 

Indonesia está marcada por héroes y villanos, opresores y víctimas, pero lo más sorprendente es que sus más de 17 000 islas, con más de 300 lenguas y culturas diversas, pudieran convertirse en una nación.

Los indonesios muestran hoy su  mar o tierra como un  ecosistema totalmente nuevo. Hace mucho tiempo, los habitantes del bosque recogían coloridas plumas de aves y resinas de árbol para intercambiarlas por caparazones de tortuga o sal con pueblos que vivían junto al mar. Algunos de estos productos llegaban a islas cercanas y de ahí a otras más remotas. 

Las grandes islas occidentales de Indonesia (Sumatra, Kalimantán y Java) se hallan en medio de las rutas marítimas que enlazan con la península Arábiga, la India, China y Japón. 

Las plantas de pimienta, originarias de la India, ya sazonaban la comida del oeste de Indonesia en el 600 a.C. La calidad de la ropa mejoró mucho cuando barcos procedentes de Indonesia arribaron a la India en el s. II a.C. y se llevaron plantas de algodón. Actualmente su cafe compite con las variedades que produce El Caribe.


Mientras se creaban los primeros sultanatos indonesios, Majapahit, el más grande de los estados indobudistas de Indonesia, sus poderosas flotas exigían impuestos a varios puertos esparcidos desde Sumatra hasta Papúa. 

Con el avance del islam por el archipiélago, también comenzaron a llegar los europeos. En 1511 los portugueses conquistaron Malaca, un enclave entre Sumatra y Malaya, y establecieron asentamientos por todo el país, tal y como hicieron con puertos continentales de la India a China y Japón.

Los portugueses llegaron a Indonesia en busca de clavo, nuez moscada y macis: tres productos muy apreciados en Europa, China, el mundo islámico e incluso en Indonesia, por el interesante sabor que añaden a los exquisitos guisos..

Los primeros habitantes de Indonesia eran animistas: creían que los objetos animados e inanimados tenían su propio espíritu y que podían influir en los acontecimientos con ofrendas, rituales o magia. 

El  Cristianismo   fue la última gran religión en llegar a Indonesia. Los portugueses católicos realizaron algunas conversiones entre las comunidades islámicas de Molucas y Sulawesi en el s. xvi, pero muchas volvieron al islam. 
 
Los estados hindúes, budistas y musulmanes de Indonesia eran en su mayoría monarquías absolutas o sultanatos, cuyos soberanos reclamaban poder divino. Sus súbditos tenían la función de producir alimentos y bienes, desempeñar negocios con que pagar los impuestos al soberano.

En busca de la libertad. Los primeros nacionalistas. Los indonesios contemplan 1908 como el año en que arrancó su movimiento de independencia con la fundación de Budi Utomo (el Glorioso Empeño), una organización de indonesios, educados por los holandeses, que deseaba reavivar la monarquía y modernizar la cultura de Java para el s. XX. 

En 1920 el Partido Comunista Indonesio (PKI), que había operado dentro de Sarekat Islam, adoptó entidad propia como partido independentista con el respaldo de trabajadores urbanos. Puso en marcha revueltas en Java (1926) y Sumatra (1927) hasta que los holandeses encarcelaron o enviaron al exilio a miles de comunistas.

En 1928 fue crucial en la intensificación de la consciencia nacionalista. El Congreso de las Juventudes proclamó su histórico Compromiso, basado en los objetivos de una única identidad nacional, un solo país (Indonesia) y una sola lengua (una versión del malayo denominada “bahasa indonesia”). 

Entre tanto, el Partido Nacional Indonesio (PNI), creado en 1927 a partir del Grupo de Estudio de Bandung liderado por el entonces joven ingeniero Sukarno, se convertía en la organización nacionalista más fuerte de Indonesia hasta que los holandeses encarcelaron a sus líderes en 1930.

El sentimiento nacionalista siguió extendiéndose durante la década de 1930,  incluso cuando Alemania invadió los Países Bajos en 1940. En la II Guerra Mundial, todo cambió cuando Japón invadió las Indias Orientales Neerlandesas en 1942, eliminando la resistencia holandesa y aliada. 

Muchos indonesios saludaron la llegada de los japoneses como liberadores, pero ese sentimiento cambió a medida que eran condenados a trabajos forzados. Sukarno fue autorizado a viajar por el país para impartir discursos nacionalistas. Los japoneses también organizaron milicias indonesias de defensa de la patria, cuyo adiestramiento resultó útil en la ulterior lucha de los indonesios contra los holandeses.

Cuando Japón anunció su rendición el 15 de agosto de 1945, un grupo de jóvenes nacionalistas radicales secuestró a Sukarno y a su colaborador Mohammed Hatta, presionándolos para que declarasen de inmediato la independencia de Indonesia, decision que fue tomada en la propia casa de Sukarno el 17 de agosto. 

Se formó un Gobierno bajo la presidencia de Sukarno y la vicepresidencia de Hatta. Pero las diferencias entre las fuerzas indonesias explotaron de forma brutal. En Madiun, Java, el ejército republicano y las milicias musulmanas lucharon contra las fuerzas procomunistas en agosto de 1948, dejando  8000 muertos. 

La segunda ‘acción de policía’ hizo que los holandeses ganasen más territorio, y capturaron a Sukarno, a Hatta y a su primer ministro Sutan Syahrir. Pero las fuerzas independentistas mantuvieron una guerra de guerrillas hasta que la opinión internacional se volvió en contra de los Países Bajos. 
 
La Indonesia independiente tuvo un primer período muy problemático. La economía, tras casi una década de conflicto, y a comienzos de la década de 1950, ocasiono la caída en los precios de las materias primas y empeoró la calidad de vida.

Las primeras divisiones. Algunos pretendían que Indonesia fuese una república islámica, una democracia guiada. Los gobiernos de coalición nunca duraron mucho. Y en 1955, ningún partido obtuvo más de una cuarta parte de los votos. Sukarno respondió con la “Democracia Guiada”, una inestable coalición entre el Ejército, grupos religiosos y comunistas, con un creciente poder en manos del presidente (el propio Sukarno). 

La creciente acumulación de poder por  Sukarno fue uno de los motivos de las rebeliones regionales en Sumatra y Sulawesi. Las fuerzas armadas  y civiles anticomunistas armados, utilizaron el golpe como pretexto para arremeter cruelmente contra los comunistas, verdaderos o presuntos. 

A pesar de que Sukarno siguió como presidente, Suharto empezó a maniobrar para asentar  el poder. En marzo de 1967 la Asamblea Consultiva del Pueblo (MPR) designó a Suharto como presidente en funciones. 

Sukarno murió de causas naturales en 1970. Orador edificante y líder carismático, aún es tenido en gran afecto y estima por muchos ancianos indonesios, que suelen referirse a él como “Bung Karno” (bung significa “compañero”). 

El Nuevo Orden dio a Indonesia cierta estabilidad y un período más o menos largo de constante desarrollo económico. Mientras que los
Suharto y sus generales entendían que Indonesia debía mantenerse unida a toda costa, lo que conllevaba minimizar la actividad política y aplastar cualquier movimiento potencialmente divisor, incluidos los islamistas.

Un poder casi absoluto permitió a las fuerzas armadas, a la familia y a los socios de Suharto campar a sus anchas. El Ejército no era únicamente una fuerza de seguridad. El fin del Nuevo Orden; La crisis monetaria asiática de 1997, que causó estragos en la economía indonesia, aceleró el final del Nuevo Orden. Millones de personas perdieron su empleo y los aumentos de los precios desataron disturbios. 

El camino hacia la democracia. La caída de Suharto anunció la reforma.  Tres tumultuosos años en que se avanzó en la democracia participativa, la libertad de expresión y los derechos humanos, al tiempo que se realizaron intentos para tratar las cuestiones de Timor Oriental, Aceh y Papúa. 

Fue un tiempo con muchos aspectos positivos, a pesar de algunos desastres, en el que en última instancia emergió la democracia en Indonesia.

La presidencia de Habibie. Tras la dimisión de Suharto, su vicepresidente, B. J. Habibie, ascendió a la presidencia. Este liberó a presos políticos, suavizó la censura y prometió elecciones, pero aun así trató de prohibir las manifestaciones y reafirmó el papel político del impopular Ejército.

Las tensiones en Indonesia desembocaron en violencia, especialmente en Molucas, donde, entre comienzos de 1999 y el 2002, se registraron incidentes con miles de muertos.

Las primeras elecciones parlamentarias libres en 44 años tuvieron lugar en 1999. Ningún partido recibió un mandato claro, pero el MPR eligió presidente al predicador musulmán Abdurrahman Wahid en calidad de líder de una coalición. 

La organización islámica más grande del país se embarcó en un ambicioso programa para controlar el Ejército, reformar los sistemas legal y financiero, promover la tolerancia religiosa, sanionaar la corrupción y resolver los contenciosos de Aceh y Papúa.

La vicepresidenta Megawati del Partido Demócrata Indonesio de Lucha (PDI-P) sustituyó a Wahid en la presidencia. Megawati, hija de Sukarno, contaba con el apoyo de muchos conservadores, pero hizo poco por cambiar las cosas durante los tres años que gobernó.

La era SBY. El año 2004 vio el primer voto directo popular a la presidencia de Indonesia. Susilo Bambang Yudhoyono (SBY), al frente del nuevo Partido Demócrata, ganó en el voto de desempate contra Megawati. Político popular y pragmático, se ganó pronto la simpatía de los indonesios procurando que la ayuda extranjera llegase a Aceh, devastada por un tsunami, y sellando la paz con los rebeldes GAM de Aceh. Los indonesios apreciaron claramente la estabilidad y el estilo dialogante y la buena gestión económica de SBY, ya que fue reelegido para otros cinco años en el 2009 con más del 60% de los votos. 

100 ANOS DE COLONIALISMO RADICAL
El colonialismo destructivo, las revoluciones, las masacres, los conflictos étnicos y la dictadura han formado parte de la rutina en Indonesia en los últimos 100 años, cabe destacar el ambiente pacífico en el que se han celebrado las últimas elecciones. 

El punto de inflexión vino marcado por los comicios del 2009: más de 12 partidos hicieron fuertes campañas con apasionados mítines en la miríada de islas. ¿Y al final? Ganó el beneficiado por las urnas: SBY y su Partido Democrático; los indonesios eligieron continuar con el statu quo.

Las elecciones regionales se han celebrado sin ningún problema varias veces en los últimos años. Y así se fue conformando el escenario para la elección presidencial más espectacular en Indonesia en el 2014.

Las elecciones quedaron enmarcadas en la pugna entre lo nuevo y lo viejo, y suscitaron gran interés, no solo en Indonesia sino en todo el mundo. Fue la prueba de fuego del tercer Estado democrático más grande del mundo (el primero es la India, seguido por EE UU). 

El lider Jokowi, como le llama casi todo el mundo, recabó las esperanzas de muchos votantes hartos de la corrupción y la concentración del poder en un élite minoritaria. Las predicciones anunciaban el triunfo aplastante de Joko: el 9 de julio ganó con poco más del 53% de los votos frente al casi 47% que obtuvo Prabowo.

La trayectoria de Joko fue  un esfuerzo por impulsar la economía y conectar al país. Promovio varios proyectos de infraestructuras, ha asignado fondos para el desarrollo de las zonas rurales y ha acelerado la distribución de certificados de propiedad de la tierra. .

Tras ganar nuevamente las elecciones de 2019, Joko ha intentado pulir sus credenciales musulmanas. Joko llegó al poder prometiendo un crecimiento económico anual del 7%, pero se ha alcanzado solo un 5%, y la moneda de Indonesia es débil.

17000 ISLAS

Con más de 17.000 islas, la nación de Indonesia hoy cuenta con unos 200 millones de habitantes y comprende más de 200 grupos étnicos.

Después de la independencia en 1945, los inter-matrimonios entre personas de diferentes grupos étnicos hicieron que la población de Indonesia fuera una nación más cohesionada.

La mayoría de la población abraza el Islam, mientras que en Bali la religión hindú es predominante. En zonas como el Minahasa en Sulawesi del Norte, las tierras altas de Toraja en Sulawesi del Sur, en las islas del este Nusatenggara y en grandes partes de Papúa, en las tierras altas de Batak, así como en la isla de Nias, en Sumatra del Norte, la mayoría son católicos o protestantes . El conjunto del pueblo de Indonesia es religioso por naturaleza.

La nación de Indonesia hoy cuenta con unos 200 millones de habitantes que comprenden más de 200 grupos étnicos. La mayoría de la población abraza el Islam, mientras que en Bali la religión hindú es predominante. En las grandes ciudades se siguen las tendencias internacionales, sin embargo, cuando se trata de bodas, las parejas todavía se adhieren a las tradiciones.

Y, fiel a los cinco principios de la nacionalidad; es decir, la creencia en el Único Dios, una justo y civilizada humanidad, la Unidad de Indonesia, la Democracia, y la justicia social para todos. La Sociedad indonesia es abierta y tolerante hacia otras religiones, costumbres y tradiciones. El escudo de armas de Indonesia lleva el lema: Bhinneka Tunggal Ika – Unidad en la Diversidad.


Aunque los jóvenes de hoy en día sobre todo en las grandes ciudades son modernos y siguen las tendencias internacionales, sin embargo, cuando se trata de bodas, las parejas todavía se adhieren a las tradiciones. 

AMERICA

Los Estados Unidos tienen importantes intereses económicos, comerciales y de seguridad en Indonesia. Sigue siendo un elemento clave de la seguridad regional debido a su ubicación estratégica a lo largo de una serie de estrechos marítimos internacionales clave, en particular el Estrecho de Malaca. Las relaciones entre Indonesia y los Estados Unidos son en general positivas y han avanzado desde la elección del Presidente Yudhoyono en octubre de 2004.

Los Estados Unidos desempeñaron un papel en la independencia de Indonesia a fines de la década de 1940 y apreciaron el papel de Indonesia como un baluarte comunista durante la Guerra Fría. Las relaciones de cooperación se mantienen hoy, aunque ningún tratado formal de seguridad vincula a los dos países. 

Los Estados Unidos han acogido con satisfacción las contribuciones de Indonesia a la seguridad regional, especialmente su papel principal en ayudar a restaurar la democracia en Camboya y en mediar disputas territoriales en el Mar de China Meridional.

CHILE MUY CERCA DE INDONESIA

La Embajada de Indonesia en Santiago celebró el 76º Aniversario de Independencia de la República de Indonesia. Para la organización de las actividades, tanto conceptual como técnicamente, la Embajada trabajó en conjunto con el grupo Dharma Wanita Persatuan (DWP) Santiago.

La Casa Blanca declara: “Pensamos en un Indopacífico abierto, conectado, próspero, resiliente y seguro; y estamos dispuestos a trabajar junto a cada uno de ustedes para lograrlo”. Presidente Joe Biden

En el último año, Estados Unidos modernizó sus alianzas de larga data, fortaleció asociaciones emergentes y forjó lazos innovadores entre estas para responder a desafíos urgentes, que van desde la competencia con China hasta el cambio climático y la pandemia. 

Lo ha hecho en un momento en que aliados y socios de todo el mundo refuerzan progresivamente su colaboración con el Indopacífico, y en el que existe en el Congreso de EE. UU. un amplio consenso bipartidista acerca de que también Estados Unidos debe hacerlo. 

Profundizar las cinco alianzas de tratados regionales que tenemos con Australia, Japón, la República de Corea, Filipinas y Tailandia. Afianzar las relaciones con los principales socios regionales, como India, Indonesia, Malasia, Mongolia, Nueva Zelandia, Singapur, Taiwán, Vietnam y las Islas del Pacífico

EEUU informa que tiene como propuesta impulsar la prosperidad en el Indopacífico a través de esfuerzos que incluyen:

Se propone un marco económico para el Indopacífico, por medio del cual se pueda desarrollar nuevos enfoques en materia de comercio que respondan a estándares laborales y ambientales ambiciosos. Gobernar las economías digitales y flujos de datos transnacionales en función de principios abiertos, incluso a través de un nuevo marco de economía digital. Promover cadenas de suministro resilientes y seguras que sean diversas, abiertas y previsibles.

Promover las inversiones y el comercio libres, justos y abiertos a través del Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (Asia-Pacific Economic Cooperation, APEC), incluso durante 2023,   ano como anfitriones.

Durante 75 años, Estados Unidos ha mantenido una presencia de defensa sólida y constante que resulta necesaria para contribuir a la paz, la seguridad, la estabilidad y la prosperidad de la región.



 Colorido Festival de Indonesia: AACF

El Centro Asiático Americano de Frederick organizo el evento Colorful Indonesia Festival, el sábado 6 de agosto 2022. 

¡Únase a nosotros en el arroyo mientras celebramos nuestro Festival Colorido de Indonesia! Habrá actuaciones  como Banjar Bali USA (Balinesa Dance), GiGi Dance Company (Archipelago Dance, East to West Indonesia), House of Angklung, (Bamboo Instrument Musicians) y más. 

Los asistentes pudieron apreciar  experiencias culinarias de Dapur Maryland, ISate by Lely Kitchen y otras viandas. 

Experiencias prácticas como la fabricación de Batik,  de Wayang (títeres japoneses) y más.

Este evento es parte del nuevo programa de AACF: "Carroll Creek Culture Series", que se lanza junto con las celebraciones de los primeros sábados de Downtown Frederick Partnership. 

El ciclo de cultura presentará 5 eventos temáticos de mayo a septiembre del 2022 en Carroll Creek Park en el centro de la ciudad de Frederick.  https://www.colorfulindonesiafest.com/

El Centro Asiático Americano de Frederick ofrece a  esta ciudad, una de las urbes mas importantes de Maryland. El evento Colorful Indonesia Festival ofrecio a la numerosa concurrencia   actuaciones de actores como Banjar Bali USA (Balinesa Dance), GiGi Dance Company (Archipelago Dance, East to West Indonesia), House of Angklung, (Bamboo Instrument Musicians) y más. 

Experiencias culinarias de Dapur Maryland, ISate by Lely Kitchen y otros interesantes vendedores de comida. Y experiencias prácticas como la fabricación de Batik, la fabricación de Wayang (títeres japoneses) y más.


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papeldearbol@gmail.com

jorgez.1944@yahoo.es

Editores desde 1992  JULY Balarezo, historiadora y miembro del Taller de Pintura Teresa Mestres, Lima, Barcelona.  Jorge Zavaleta Balarezo, PhD en Literatura Iberoamericana por la Universidad de Pittsburgh PA, EEUU.

Desde 2017 se edita en Washington DC.

Jorge E. Zavaleta Alegre.