Jorge Zavaleta Alegre.
La pandemia del Covid-19 no sólo
ha afectado a la humanidad en su salud física sino también en su salud mental.
Como consecuencia, los adultos y menores están adquiriendo actitudes y hábitos
nuevos.
Así empieza un comentario del
peruano Francisco Carranza Romero, Profesor de la Universidad Hankuk de
Estudios Extranjeros e Investigador en la Universidad Dankook, donde realizo
numerosas traducciones del coreano al español y quechua, en forma conjunta con
la Dra. Hyesun Ko.
Comenta que los niños,
adolescentes y jóvenes de la etapa escolar, que viven con mascarillas o
tapabocas y con el celular o laptop en las manos, reciben sus clases virtuales
a través de esos maravillosos aparatitos, y ya se han acostumbrado a la nueva
modalidad educativa.
Además, han adquirido nuevos
hábitos que generan problemas personales, familiares y sociales. Es que, con el
pretexto de las clases virtuales, ya no se desprenden de esos aparatos porque
allí han descubierto muchos programas maravillosos: redes sociales, juegos
personales y en grupo, videos con imágenes de todo color y sabor.
Los menores de hoy prefieren el
chateo en vez de la conversación oral, aunque estén muy cercanos; no sólo
chatean con los amigos sino hasta con los desconocidos que aparecen amables o
amenazadores en la pantalla.
En ese mundo virtual de ansiedad
hay mucha presión de otros con quienes comparten las plataformas que hasta
pueden inducir al asesinato y suicidio. Estos escolares virtuales, guiados por
su exacerbada emotividad y curiosidad, se suscriben a nuevos programas o los
descargan mecánicamente sin ninguna preocupación de que pueden afectar las
cuentas bancarias de sus padres.
Los nuevos video aficionados y
ludópatas ya están drogados y enfermos, son los nuevos y seguros clientes para
las empresas que comercializan los programas, y son también los nuevos
pacientes para los psicólogos y psiquiatras.
Los adultos. Muchos padres de
familia, que antes poco se preocupaban de la educación de sus engendros porque
confiaban que las escuelas formaran a sus hijos, ahora tienen que asumir esa
labor sin estar bien preparados para los nuevos tiempos.
Ahora, los que creen que su deber
termina con darles las herramientas para las clases virtuales, enfrentan nuevos
y serios problemas: los menores ya no dialogan con los adultos ni siquiera
entre ellos, prefieren pasar el tiempo con sus aparatitos.
Muchos adultos, que carecen de la destreza en el uso de los nuevos aparatos de comunicación, no pueden orientar ni controlar a los menores.
A pesar de todo lo expuesto, Francisco Carranza explica que si queremos
vivir con optimismo, es el tiempo de aprovechar los avances de la tecnología y
prepararnos para los nuevos retos del proceso de la virtualización del mundo.
Nos guste o no, este fenómeno es irreversible. Comencemos a cuestionar los
valores de la vida desde el hogar, la escuela, la sociedad y las instituciones.
De Corea pasamos a Washington y
Frederick (Emmitsburg - Maryland), donde las bibliotecas virtuales ofrecen información
permanente sobre la fuerza laboral latina sigue creciendo en Estados Unidos, pero
sueldos no son suficientes.
Un informe de la consultora McKinsey
& Company destaca que la generación
virtual es responsable del futuro. Comienza a cuestionar los valores de la vida
desde el hogar, la escuela, la sociedad y las instituciones. solo eso, sino que
se estima que para el año 2060, la fuerza laboral latina aumentará a más del
30%. Sin embargo, ahora mismo los latinos ganan 73 centavos por cada dólar que
obtienen los trabajadores estadounidenses blancos. Los latinos representan el
18.4% de la población de Estados Unidos, y el 17.3% de la fuerza laboral en el
país. Y no solo eso, sino que se estima que para el año 2060, la fuerza laboral
latina aumentará a más del 30%.
Los latinos nacidos en Estados
Unidos obtienen mejores salarios, que lo latinos que nacieron en el extranjero,
pero ambos están lejos de ser iguales a los estadounidenses blancos no latinos.
“El sueño americano”. La
contribución de Estados Unidos a ese sueño es desigual. A los latinos se les
paga colectivamente menos de $288 mil millones al año”, precisa la consultora.
EL IMPACTO EN LA EDUCACION
Hace exactamente un año, la
pandemia de COVID-19 detuvo bruscamente el aprendizaje en todo el mundo,
generando la perturbación más grave de la educación de toda la historia.
Según UNESCO, en el pico de la crisis
más de 1600 millones de educandos de más de 190 países dejaron de asistir a la
escuela. Más de 100 millones de docentes y de personal escolar se vieron
afectados por el cierre repentino de los centros educativos y, aún hoy en día,
dos tercios de la población estudiantil del mundo se encuentra afectada por el
cierre completo o parcial y las escuelas de 29 países permanecen completamente
cerradas.
La recesión económica debido a la
crisis ejerce ahora una presión suplementaria en los presupuestos nacionales de
la educación y en la ayuda al sector educativo, justo cuando es necesario
aumentar la financiación para que la educación pueda recuperarse.
En una reciente Reunión Global sobre la Educación
durante la cual líderes mundiales y asociados se comprometieron a proteger la
financiación de la educación y a defender el aprendizaje contra los efectos
devastadores de la pandemia.
Las campañas de vacunación deben
dar prioridad a los 100 millones de docentes y educadores de todo el mundo con
miras a garantizar que regresen a la escuela de manera segura.
La pandemia ha afectado
directamente a 63 millones de docentes de primaria y secundaria. Los docentes
tuvieron que modificar sus programas pedagógicos y adaptar sus planes de clases
para seguir enseñando a partir de soluciones de alta tecnología.
Un nuevo estudio de la UNESCO
muestra que más de 100 millones de niños caerán por debajo del nivel mínimo de
competencia en lectura debido al impacto del cierre de las escuelas.
Entre los problemas que deben ser
abordados inmediatamente figuran las pérdidas de aprendizaje, la evaluación y
las medidas a proporcionar para remediar estas cuestiones. El Marco para la
reapertura de las escuelas adoptado conjuntamente por la UNESCO, el UNICEF, el
Grupo Banco Mundial y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) es una referencia
importante al respecto.
Las Naciones Unidas calculan que cerca
de 500 millones de alumnos, desde preescolar hasta el segundo ciclo de
educación secundaria, no han tenido acceso a alguna forma de enseñanza a
distancia, y los tres cuartos de estos provienen de los hogares más pobres o
viven en regiones rurales. La UNESCO, anuncia
un documento sobre una conversación a escala mundial que tiene como objetivo
reinventar la manera en que el saber y el aprendizaje pueden configurar el
futuro de la humanidad y del planeta...