Jorge Zavaleta Alegre
Uno de los logros más importantes del proceso de globalización es la acelerada sepultura de viejos mitos, leyendas y
prejuicios sobre la Salud Mental.
Aumentan las voces sobre las
ventajas económicas y sociales de sumar esfuerzos por entender que no hay Salud
sin atención prioritaria de la Salud Mental.
La guerra
comercial entre EEUU y
China, incluyendo la India, tiene como
uno de los ingredientes
la promoción de la medicina alternativa, que se nutre de las viejas prácticas e insumos de las poblaciones nativas.
No es un secreto que
los llamados curanderos o “chamanes” de la Amazonía son los que han contribuido en el
tratamiento de la salud mental
con insumos que ofrece la naturaleza.
El Sínodo que anuncia
el Papa
Francisco para proteger la Amazonía
tiene que ver con la reserva planetaria de alimentos
e insumos para la conservación de
la vida, más allá del petróleo
y otros minerales…
Un reciente
trabajo del Banco Interamericano de
Desarrollo nos ofrece un aporte
de Patricia Jara, quien resume
con el título: Solo la mitad de los
pacientes toma bien sus medicinas y
remarca que “hay un área donde
hay que poner especial cuidado en seguir el tratamiento adecuado es en la salud
mental”. Patricia Jara es especialista líder de la División de salud y
protección social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Según la OMS, el número de personas con depresión o ansiedad,
las enfermedades mentales más comunes del mundo, aumentó de 416 millones a 615
millones entre 1990 y 2013. Esta cifra podría seguir aumentando debido a las
múltiples emergencias humanitarias a nivel global, que generan depresión y
ansiedad en 1 de cada 5 personas.
Jara explica que debido
a la complejidad de los trastornos mentales y a los estigmas que pesan sobre
ellos, pueden ser difíciles de diagnosticar y de tratar adecuadamente. De
acuerdo al National Institute of Mental Health (Instituto Nacional de Salud
Mental), solo la mitad de los pacientes con enfermedades mentales recibe un
tratamiento adecuado. La baja adherencia terapéutica en estos desórdenes
evidencia la vulnerabilidad de los pacientes. Una encuesta telefónica en
Francia encontró que 15% de ellos admitió finalizar su tratamiento antes de lo
indicado y 22% redujo la dosis prescrita.
VENTAJAS
Aunque nuevamente el factor costo juega en contra, los
beneficios de invertir en los tratamientos adecuados son significativamente
mayores. Por ejemplo, se estima que en Estados Unidos cada dólar invertido en
el tratamiento para la depresión y ansiedad rinde 4 dólares americanos en
ganancias en salud y capacidad de trabajo. En México, la tasa de retorno en
beneficios económicos y de salud por cada peso invertido sería de 3.3 a 5.7.
Jara recomienda mejorar
la adherencia terapéutica: Analizar de manera rigurosa los modelos de atención
al paciente para valorar si son realmente efectivos y considerar las diferentes
causas de adhesión y deserción en grupos específicos permitirán mejorar la
calidad de las respuestas ofrecidas por los sistemas sanitarios.
Por ejemplo, estos 5 factores podrían contribuir a una mejor
adherencia terapéutica:
1. Comodidad y frecuencia: una dosis semanal podría resultar
más cómoda que una diaria. Asimismo, dar a los pacientes el control para
decidir si quieren tomar una dosis diaria o tres podría marcar la diferencia.
El acceso físico importa; si el tratamiento puede realizarse en casa, ¡mucho
mejor!
2. Información y educación: los pacientes que reciben
mensajes claros y específicos sobre el tratamiento, reciben apoyo y
asesoramiento y se sienten cómodos para hacer preguntas podrían confiar más y,
por lo tanto, adherir mejor al tratamiento.
3. Tipos de medicamento: cada vez hay más información sobre
los efectos secundarios y las propiedades de los medicamentos. La transparencia
y los esfuerzos por reducir los efectos dañinos son clave para motivar a los
pacientes.
4. Mejorar la calidad de la atención primaria: que el médico
haga el seguimiento correspondiente, esté disponible para contestar
inquietudes, se interese por el paciente y monitoree su progreso tiene un claro
impacto.
5. Innovación: en la era de la salud digital, surgen otras
terapias, tratamientos, y nuevas respuestas. Las aplicaciones móviles como
complemento presentan múltiples oportunidades, como costos reducidos de
seguimiento, disponibilidad para consultas 24/7, conveniencia y almacenamiento
de información en un solo lugar, y disminución del estigma para algunos
pacientes.
Además, pueden generar beneficios concretos e inmediatos,
como recordar a los pacientes que ha llegado la hora de tomar un medicamento o
de acudir a una cita médica.
Patricia Jara se pregunta
en este trabajo de periodismo docente:
¿Has interrumpido o alterado un tratamiento médico, ya sea
porque olvidaste tomar los medicamentos requeridos, en las dosis y a las horas
estipuladas, o porque consideraste que ya no debías contnuarlo? Muchos hemos
pasado por esto alguna vez. A veces, las indicaciones médicas son complejas o
confusas, nos olvidamos de apegarnos a ellas, nos automedicamos, o subestimamos
la importancia de tomar nuestros medicamentos adecuadamente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mitad de
quienes tienen acceso a medicinas consideradas esenciales las consume
incorrectamente.
Estos comportamientos pueden arriesgar la eficacia de un
tratamiento. Esto se debe a que la adherencia terapéutica, es decir, el grado
en que un paciente adopta las recomendaciones del médico, incluye no solo la
ingesta de medicamentos, sino también el régimen alimentario y otras prácticas
relacionadas con el estilo de vida para mejorar la salud. Por ello, el éxito de
un tratamiento depende en buena medida de esa adherencia, especialmente con
enfermedades de larga duración.
El costo de no seguir el tratamiento adecuado
La mitad de las personas diagnosticadas con al menos una
dolencia crónica suspende sus tratamientos antes de que concluyan y una de cada
diez hospitalizaciones de adultos mayores se debe a la no adherencia a la
terapia farmacológica.
Diversos estudios sostienen que detrás puede haber múltiples
causas, como el costo de los medicamentos y las dificultades de acceso a ellos,
los fallos en las redes de suministro, la complejidad y duración de las
terapias, el temor a los efectos secundarios o las expectativas incumplidas de
cura inmediata.
El Royal Bethlem, el hospital psiquiátrico más antiguo del mundo, abrió un museo y una galería sobre la evolución del tratamiento de enfermedades mentales.Foto AFP y Diario16.
Las dificultades económicas no son un tema menor. De acuerdo
a datos disponibles para los países de la OCDE, el gasto farmacéutico representa
aproximadamente el 20% del gasto total
en salud. En los hogares de los países desarrollados, el gasto en productos
farmacéuticos representa el principal rubro de los gastos de bolsillo, junto
con el pago por atención ambulatoria.
El documento de Patricia
Jara concluye: En el contexto del envejecimiento progresivo de la
población y el aumento en las enfermedades crónicas, estos gastos se
acrecientan debido a la demanda de medicamentos para tratar patologías como la
hipertensión, la diabetes o la depresión.
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