Jorge Zavaleta Alegre
El Papa Francisco en su último viaje por Chile, Perú y
Colombia, anunció un Sínodo en Brasil para Octubre del 2018 con la finalidad
de buscar compromisos de conservación de
la Cultura Amazónica, porque la mayor
riqueza de esta región está en la sabiduría de sus comunidades nativas, que
durante siglos vienen luchando para
proteger su flora y fauna. Muchos medicamentos del mercado
global han encontrado explicación y
materia prima, en este universo expoliado por las empresas mineras y
petroleras, entre otros negocios al margen de leyes.
La diferencia más
notable entre un consultorio privado y
uno público en países desarrollados
como EEUU y Europa se diferencia en el tiempo que un médico dedica al paciente. La
diferencia a favor es para el segundo grupo, que siempre alienta o busca la
prevención antes que expedir la receta de medicamentos.
La literatura médica nos indica que los grandes progresos
observados en el ámbito de la salud - menores tasas de mortalidad y un
considerable crecimiento poblacional durante los siglos XIX y XX en Reino Unido
-, se debían mayoritariamente a la mejoría de las condiciones sociales, más que
a las invenciones e intervenciones biomédicas.
El británico Thomas McKeown
explica que la trascendencia de
un nuevo significado de la construcción de los fenómenos de salud, es fruto de la reflexión sobre la importancia y
el rol de los sistemas de salud.
El Black Report en Reino Unido sistematizó lo que desde hace
varias décadas, incluso siglos, era ya conocido: “…la clase social representaba
una gran influencia en la salud de las personas, documentándose gradientes del
nivel de salud entre las distintas clases sociales, incluso ajustadas por otros
factores sociodemográficos”.
El BID, en su propósito de
impulsar un nuevo horizonte a
la Prensa y los medios de comunicación, nos ofrece una investigación de Joaquín
Blaya, Ph.D graduado en Harvard-MIT que trabajó con
el Programa Nacional de Tuberculosis en Perú y actualmente en el Human
Diagnosis Project.
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republicar el artículo, por favor solicita autorización a
sph-communication@iadb.org.
Por Joaquín Blaya.
Los errores de diagnóstico son muy comunes, pese a constituir
uno de los aspectos más importantes del papel de un médico, y pueden resultar
en retrasos evitables en la obtención de atención médica e incluso la muerte.
En Estados Unidos, el error médico —que incluye diagnósticos equivocados y
tratamientos incorrectos— es la tercera causa principal de muerte.
Estudios
realizados en países latinoamericanos muestran que la tasa de errores ronda el
11% en los hospitales y el 5% en atención ambulatoria.
Las razones para estas altas tasas incluyen tiempos de visita
del paciente muy cortos, recursos inadecuados para pruebas y procedimientos, y
falta de capacitación médica. Encontrar una solución se ha convertido en una
prioridad urgente de la seguridad del paciente a nivel global.
Respuestas tecnológicas de base y a gran escala. Los
programas y políticas destinados a disminuir los errores de diagnóstico a
menudo se centran en los incentivos que se otorgan a los médicos y en una
capacitación continua. Sin embargo, los incentivos son difíciles de determinar,
de calibrar eficazmente y de implementar a su debido tiempo. Aunque hay un
vasto conocimiento clínico, los médicos carecen de un “mapa” exhaustivo que los
guíe, más allá del diagnóstico inicial, a través del tratamiento, el alta, el
cuidado continuo y la prevención.
En consecuencia, hay una demanda creciente de respuestas más
simples, más rápidas y más flexibles, como lo demuestra el rápido aumento
reciente del número de trabajadores de la salud que utilizan herramientas de
redes sociales como WhatsApp y SMS para capacitarse, aprender y ayudarse
mutuamente en la investigación de casos clínicos. Un ejemplo son los estudios
que han encontrado que más del 30% de los médicos del Servicio Nacional de
Salud del Reino Unido utilizan WhatsApp.
Otra opción tecnológica que está ayudando
El Human Diagnosis Project (Human Dx) también ha respondido a
esta necesidad con la construcción de un sistema abierto de información que
“mapea” los pasos que deben seguirse para ayudar a los pacientes. Destinado a
profesionales y capacitadores médicos, el sistema refuerza la colaboración
entre los actores de la comunidad médica mundial para reducir los diagnósticos
equivocados y tomar decisiones clínicas más informadas.
Mediante el uso de Human Dx, un médico puede iniciar una sesión,
hacer una pregunta y en cuestión de horas ver las recomendaciones de otros
médicos, en términos de diagnóstico para confirmar o descartar una sospecha,
próximos pasos y tratamiento, y a menudo un fundamento o una referencia para
aplicarlos.
Por ejemplo, un médico lo utilizó para confirmar un caso
sospechoso de artritis reumatoide antes de iniciar un fuerte suministro de
medicamentos a un paciente de bajos ingresos.
Actualmente, Human Dx* cuenta con más de 8000 colaboradores
de más de 80 países, que representan a 500 instituciones médicas. Para
construir este sistema, se requiere de innovación en dos áreas: la colaboración
clínica y la educación médica interactiva.
La colaboración y el aprendizaje digitales tienen resultados
sorprendentes.
Aunque la colaboración entre múltiples profesionales médicos
puede mejorar la precisión del diagnóstico y los resultados del paciente, pocos
sistemas permiten una colaboración a gran escala. Investigadores de la facultad
de medicina de Harvard y de la universidad de San Francisco en California
demostraron que los médicos que colaboran en Human Dx superan en 95% a los
médicos individuales en el diagnóstico correcto. Y lo que es más significativo
aún, cuando tres o más médicos o residentes de atención primaria colaboraron en
un caso, llegaron al diagnóstico correcto con una frecuencia 29% mayor que un
especialista en ese campo.
Estas tecnologías tienen el potencial de fortalecer la
capacidad de cualquier persona con los conocimientos médicos colectivos
existentes en el mundo. Pueden reducir el aislamiento de los médicos rurales,
permitiéndoles prestar su colaboración para cualquier caso, pregunta o tema
médico. Los capacitadores médicos y los nuevos proveedores se sienten seguros
con un recurso que les permite practicar la resolución de casos y recibir una
retroalimentación inmediata sobre su capacidad de razonamiento a la hora de
realizar diagnósticos. Finalmente, los pacientes también podrán participar en
forma directa y potencialmente tener acceso a múltiples opiniones médicas.
Combinados, estos factores pueden ayudar a disminuir los
errores de diagnóstico y el número requerido de visitas al especialista, las
listas de espera y los costos.
Además de la información colectiva, la educación médica
interactiva, con una participación mayor y un aprendizaje cuantificable,
también ayuda a mejorar el diagnóstico. Lo hace a través de plataformas de
educación médica gratuita y personalizada para que cualquier profesional médico
aprenda a través de simulaciones interactivas basadas en casos, que imitan más
de cerca la práctica clínica y evalúan múltiples dimensiones del desempeño.
Un diagnóstico certero es el punto de entrada al tratamiento.
Las tecnologías que refuerzan la colaboración y el aprendizaje son prometedoras
para capacitar a los proveedores de salud —desde médicos hasta trabajadores
comunitarios—, a fin de que clasifiquen, diagnostiquen y traten de mejor modo
las condiciones más comunes que pueden ser abordadas en entornos de atención
médica precarios en recursos. Al final, esto ayuda no solo a mejorar, sino a
salvar vidas.
¿Conoces otras tecnologías prometedoras que puedan
transformar el panorama de salud? ¿Cómo podría tu comunidad y país beneficiarse
de iniciativas similares? Cuéntanos en la sección de comentarios o menciónalo
en @BIDgente en Twitter.
*Human Dx está también disponible para su descarga como una
iPhone app. ¿Preguntas? Mira este video. https://npc-1.wistia.com/medias/3f15bp3drn