Todos los carnavales del mundo occidental y cristiano tienen como denominador las danzas, la expresión legítima de sus pueblos, y con el tiempo se han convertido en invalorables atractivos del tursmo cultural. Desde Venecia, Oruro, Rio de Janeiro....estas fiestas forman parte de un ingreso permanente del desarrollo local y nacional.
La pequeña ciudad de Huaylas, sin duda, puede y debe orientar sus visitas anuales a las fiestas de Julio y/o de los carnavales, para convertirlas en parte de un itinerario turístico. Mancos, cerca de Huaraz, la capital de la Región Ancash, mantiene espectáculos taurinos, que las corrientes ecologistas no han podido acabar. Igualmente, Caraz a través de sus egresados de su centenario colegio mantienen la ilusión de ser eje de un mayor turismo. Pero no es suficiente el desear sino
en la participación organizada, alianzas con las empresas y el Estado.
En el siguiente link encontrará detalles de la Fiesta Religiosa de Huaylas. Después o antes de revisar este contenido, leamos lo que afirma el jurista y música David Flores Vásquez, quien en los mejores momentos de la democracia nacional, fue asesor jurídico de la Empresa Nacional de Turismo, tarea que lleva consigo cultivando la música con La Lira Huaylina.
28 ene. a las 17:55
Estimado Shava:
Gracias por el artículo sobre la fiesta de Santa Isabel en Huaylas. Convengo en que Huaylas podría desarrollar mejor su turismo en función de su fiesta. De sus fiestas diría mejor pues existen otras que también concitan atención como la de la Virgen de la Asunción, su Patrona, que incluye dos tardes de corridas de toros. El año 2017 no pude asistir, como es mi costumbre, por problemas de salud y me quedé, obviamente, muy entristecido.
Quiero referirme a dos pasajes de tu muy interesante artículo, pues estimo puedo ayudar en algo.
El primero: Siempre me emociona ese despertar de Vallejo en París ante la directa pregunta del policía francés sobre su lugar de origen. Era obviamente imposible que el gendarme supiera que Santiago de Chuco existía.
Guardando muy respetuosamente las distancias, tratando de dirimir mi modestia con mi orgullo de huaylino deseo contarte un pasaje de mi vida que, creo, finalmente, puedo narrar con motivo de la cita de tu artículo:
Corría el verano de 1953 en que vine a Lima a intentar continuar estudiando. Había concluido mi secundaria en el "2 de Mayo" de Caraz y muy alegremente, sin conocer el hondo de la piscina, me presenté a la Facultad de Letras de la Universidad Católica donde las pruebas eran inminentes. Todo indica que en el último examen que me tocaba, el oral, usaba el único terno que tenía que, obviamente, viniendo de la sierra, no era precisamente de verano. Estaba, como el reo ante sus jueces, ante varios catedráticos que examinaban las diversas materias. Había que sacar del ánfora una boleta que daba el número del tema que por suerte tocaba. No recuerdo si fue el tercero o cuarto catedrático que me miró con mucha atención. Aparentemente a mi terno se unía la reciemnte tez bronceada que uno trae de la sierra. Entonces, él no me pidió que sacara mi boleta, sino que a "boca de jarro", sin más me preguntó de lleno: ¿De donde es usted?.
Le contesté "De Huaylas". Pero este doctor, a diferencia del policía francés, si sabía donde quedaba Huaylas. Entonces me preguntó: "¿Qué tiene que ver Francisco Pïzarro con Huaylas? Me dio la oportunidad de narrar que la esposa de Pizarro fué una huaylina (hija de Huayna Capac), doña Inés Huaylas Yupanqui, (Quispezira), de la más alta estirpe por ser hija del Inca. Estimo que la gran mayoría de los catedráticos no sabía donde quedaba Huaylas. El profesor no me preguntó más y pasó su turno al siguiente.
Al salir del salón, ante la curiosidad de los postulantes y contar la anécdota, me enteré que mi interlocutor fué nada menos que el gran historiador peruano el Dr. Raúl Porras Barrenechea. Tengo el honor de decir que fuí su amigo y que, desde entonces no me llamó por mi apellido sino como "El huaylino". Moraleja: Siempre conviene decir de donde somos,
Segundo:
Segundo:
En tu interesante artículo tratas de los Buques y los Pashas.Ultimamente existe la idea, errada por cierto, que los buques recuerdan la llegada de los españoles. No es así por lo siguiente:
Soy testigo de excepción y de niño lo vi muchas veces, los buques o barcos tenían chimeneas que atizaba chiquilos, especialmente. Las carabelas, mi querido Shava, no tenían chimeneas por cuanto solo se deslizaba con el viento.
Indagaciones diversas nos conducen a concluir que los barcos remedan a los barcos peruanos victoriosos de la guerra con Chile, luego del Combate de Iquique del 21 de mayo. La noticia en ese año llegó a Huaylas en vísperas de la fiesta de Santa Isabel y no hubo mejor forma de festejar que sacar el remedo de los barcos victoriosos. Por eso es la euforia.
Acá vale mencionar el temperamento guerrero de los Huaylas desde Yahuarpampa en el incanato, la gesta de la independencia y las guerras con Chile y el Ecuador en que los huaylinos brindaron su sangfre generosa.
Para concluir con este tema que quizá merecerá más extensos comentarios, vale añadir que la forma de carabelas que salen últimamente, es de solo algunos años. He visto ya un remedo de helicóptero. Acá será recomendable guardar la tradición y no distorsionarla.
A LOS ORIGENES
El Carnaval de Venecia,
romántico, elegante y atemporal, es uno de los orgullos de la ciudad de los
canales. Está considerado el más antiguo del mundo y es una de esas
experiencias que hay que probar al menos una vez en la vida. El Carnaval de Venecia se remonta al s. XI, aunque
con mayor exactitud se menciona el año 1296.
Desde sus orígenes, las fiestas
del carnaval permitían a todas las clases sociales mezclarse entre sí y
disfrutar de una libertad que contrastaba con la rigidez moral que regulaba la
vida cotidiana durante el resto del año. A finales de la Edad Media se
generalizó el uso de las máscaras de carnaval y la gran fiesta de Venecia tomó
vida tal y como la conocemos hoy en día.
Ocultos tras disfraces, máscaras
y capas, los nobles venecianos podían pasear por los barrios más pobres de la
ciudad, mientras que la gente del pueblo llano podía irrumpir en reuniones de
la aristocracia e incluso burlarse de las autoridades sin temor a sufrir
represalias.
Con el paso de las décadas, se llegó a tal
punto de desenfreno que, en 1458 incluso salió un decreto prohibiendo a los
hombres disfrazados de mujeres la entrada en los conventos. Hubo muchas leyes
que trataron de limitar el uso de las máscaras, llegando a penarse el
incumplimiento de algunas de ellas con hasta dos años de cárcel…
Pasemos a revisar los carnavales
de América Latina y encontramos las mismas
coincidencias y perspectivas del
turismo. Italia, tiene el 50 por
ciento de los monumentos históricos y el carnaval sigue siendo un atractivo
turístico.
Las fiestas que mantienen los pueblos de la Cordillera de los Andes siguen siendo elementos básicos
para el desarrollo integral global, mostrando valores, cultura y sabiduría popular.
http://www.losandes.com.pe/Sociedad/20141112/84043.html
http://www.losandes.com.pe/Sociedad/20141112/84043.html
La música es una valiosa compania para escribir y recordar la vida,
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