http://diario16.com/la-muerte-negocio-los-mas-vivos/ Jorge Zavaleta Alegre, Corresponsal de Diario16 y El Mercurio, Madrid
Jorge Zavaleta Alegre
El nicho, la tumba y columbario son los nuevos espacios sobre los cuales
trabaja la empresa funeraria con el lucro incesante, casi siempre con la
intermediación de la iglesia o de una institución pública.
La humanidad le debe mucho a la paloma mensajera. En Las Mil y Una
Noches se recuerda un fragmento: “…has
de apoderarte, además, de las cuarenta palomas mensajeras del califa, meterlas
en una jaula y traérmelas también!”.
Las palomas han sido y son un símbolo
para representar la vida. En el Cristianismo
se vincula el mensaje que llega a María del nacimiento de Jesús. Es
también una paloma la que le entrega a Noé una ramita de olivo como un mensaje
de que muy cerca había tierra.
Algunos ejércitos continúan entrenando palomas mensajeras, en caso de
que un conflicto bélico provoque un colapso de los sistemas de comunicación
modernos.
En el imperio romano, la paloma daba a conocer a los ganadores de los
juegos olímpicos. Las tropas romanas contaban con palomares que transportaban
en sus campañas bélicas.
Su uso no es exclusivo de la historia clásica. Durante La I y II
Guerra Mundia, las palomas evitaron que las conversaciones fueran
interceptadas. En la historia de la medicina, se sabe que estas aves transportaban
con urgencia, por ejemplo, tubos con muestras de sangre entre hospitales o
laboratorios.
Quien no ha visto una bandada de palomas que cruza el cielo azul de nuestra infancia. El columbario, voz que proviene del latín columba paloma, se
refiere a compartimentos para palomas y pichones, que en el presente sigo es un
nuevo proyecto de la Iglesia y de las empresas funerarias que implica negocios muy rentables inspirándose en la
naturaleza, en la vida de las palomas.
Han pasado milenios y el columbario llega a la Amèrica para ofrecer
una alternativa para conservar los recuerdos de las familias que pierden a sus
seres queridos.
La dinámica de la empresa es tan intensa y el mercado ahora ofrece unir sentimientos muy profundos sobre
la familia, que en el siglo XXI enfrenta
la díaspor más intensa de la Historia y
en muchos casos la quiebra y el olvido infinito entre generaciones que migran en busca de
supervivencia.
En este negocio confluyen propuestas de las Empresas Nacionales de Salud
y Administradoras de Fondos de Pensiones. Una lección que ayuda al desarrollo empresarial de la
Iglesia, comienza a descubirse en América Latina, con un pequeña y ejemplar
lección del gobierno municipal que quiebra el rentismo de un servicio social
para fomentar
el retorno de las familias
a los lugares que pasaron su infancia.
En la ciudad de Huaylas, a 470
kms al Norte de Lima, en los Andes Centrales, nevados que cada día pierden
altura por el calentamiento global, el terremoto de
1970 destruyó todo vestigio de vida y las tumbas de los viejos
cementarios.
.En diciembre del 2017, la
Municipalidad de Huaylas debe inaugurar un columbario, que sin duda despierta e inspira el retorno de sus hijos a reconstitur su
pasado, su recuerdo a los familiares perdidos. Es un
concepto inpirado en la vida de las
palomas, con el servicio de un
columbario ejemplar.
El liderazgo de Huaylas, incluye un columbario (nido de palomas en latín) que ofece
la oportunidad de renovar la tradición
eclesiástica de tener a nuestros seres queridos en su lugar de origen, no
necesariamente dependiente de la Iglesia.
La Iglesia continúa esta tradición. Parroquias en Estados Unidos
(Washington DC y Canadá reconocen que el columbario da un sentido familiar,
pues ya sea en Navidad, Domingo de Pascua o misas diarias, la congregación
familiar puede estár unida en espíritu y cuerpo.
La Iglesia prohibía la cremación, pero desde el final de 1960 es
permitida. La Iglesia "aconseja vivamente que se conserve la piadosa
costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos". 1983 Código Canónico de
Leyes. "La Iglesia no prohíbe la cremación excepto cuando se elige por
razones que van en contra de las enseñanzas de la Iglesia".
En 1998 la Iglesia Cristiana aceptó los restos cremados para un rito
funerario, pero no permite que las cenizas sean esparcidas en ningún lugar.
Columbarios ya existen o están en los planes de edificación de varias
parroquias: St. Joseph Richardson, habla
desde Washington, que cada año mueren millones de personas en todo el mundo.
Los dos principales ritos funerarios adoptados por la mayoría son el entierro y
la cremación.
El columbario ofrece la posibilidad de conservar los restos de un ser
querido en una nueva institución orgánica, que otorga la licencia que las
cenizas de un ser querido sean protegidas de
cualquier contigencia.
Hallazgos arqueológicos indican que en el año 3000 a.C. ya se conocía la
cremación en el Norte de Europa y Asia.
Más tarde se fue extendiendo a Europa.
Los romanos comenzaron a utilizar la cremación alrededor del año 600
a.C. y durante la época del Imperio Romano (27 a.C.-395), esta práctica se
extendió y las cenizas se envasaban en
costosas y elaboradas urnas.
La mayoría de religiones
(Católicos, Cristianos, Evangélicos, Induistas, Budistas, etc.) acepta la
cremación y consideran que es una decisión de cada persona.
Los judíos ortodoxos, los cristianos ortodoxos orientales y los
musulmanes todavía tienen prohibido incinerar a sus muertos y hubo épocas en que
incluso estuvo prohibida o castigada.
Las piras funerarias de la época de los griegos llegaron a ser de
notable lujo, considerándose verdaderas obras de arte. El movimiento moderno de cremación comenzó en
1873, con una exposición en Viena.
En Gran Bretaña, el movimiento contó con el apoyo del cirujano de la
reina Victoria, sir Henry Thompson, quien junto con sus colegas fundaron la
Sociedad de Cremación de Inglaterra en 1874.
El primero en Estados Unidos fue construido por Julius LeMoyne en
Pensilvania) en 1874.
En 1963, el papa Paulo VI levantó
la prohibición de la cremación y en 1966, permitió a los sacerdotes católicos
la posibilidad de oficiar en ceremonias de cremación.
La Religión Católica aboga por el entierro como la mejor elección, las
religiones del este como el Hinduísmo y el Budismo ordenan el uso de la
cremación. En dichas religiones el cuerpo es visualizado como un instrumento
portador del alma al nacer.
En el Islam, la cremación está prohibida, pues se considera una falta de
respeto con el cuerpo humano.
Somos libres del destino de las cenizas, pueden reposar en espacios
habilitados del cementerio, ser esparcidas o guardarse en columbarios, tenerse
en el propio domicilio o incluso hay quien escoge la opción de realizar un
diamante con el carbono que se obtiene de las cenizas del difunto.
La hidrólisis alcalina, una alternativa a la cremación de cadáveres. Una
alternativa a la cremación de cadáveres que está “ganando adeptos”.
La consideración de que el amor no se crema ni se entierra perdurará
siempre en nosotros, y constituye la idea básica a tener en cuenta para la
elección de cualquier rito funerario.
Cuando en 1963 el Vaticano permitió la cremación de los católicos
difuntos, le abrió las puertas a una práctica en constante expansión.
El Ganges, y Varanasi a su orilla, son lugares sagrados para los
hindúes, por eso, durante todo el año llegan a sus ghats miles de peregrinos de
todas partes del mundo para bañarse en las aguas del río, liberarse de sus
pecados, hacer ofrendas o incinerar a sus seres queridos (ya muertos, obvio).
Volvemos a Latinoamérica. Empresarios opinan: “Se trata de un negocio en pleno crecimiento
que ha pasado del 10% de los entierros formales en Lima en el 2010, al 30% en
solo cinco años”, informa el diario Gestion.
El negocio de los columbarios
representa una alternativa más económica en comparación con los entierros
formales. Por ejemplo, una sepultura bajo tierra está entre $. 3.500 y $30.000,
a diferencia de un entierro columbario, cuyo costo es de $1,000. La industria
funeraria mueve millones y viene recobrando
relativa importancia.
La industria funeraria en el Perú, abarca desde seguros de sepelio,
servicios funerarios hasta camposantos, tiene su eje en las cerca de 200
empresas funerarias en Lima.
Una reflexión final: En las pruebas adversas como en los triunfos
posibles,/ incòlume se agiganta la estatua del amor./ Amor que ennoblece al
hombre, amor que embellece a la mujer,/amor que sublimiza a los hijos,/ amor que engrandece al mismo Dios.
Isaìas Zavaleta Figueroa (Caraz,
1916-Trujillo,2016), una reflexión que compartió con su familia décadas atrás cuando se abordó
el tema de la cremación y la necesidad de un Columbario administrado por una
Municipalidad, significa que la sociedad va encontrando un equlibrio entre el negocio y el servicio
social del gobierno local.
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Nota del Editor
Esta crónica la escribo en memoria de la señora .Amelia Alegre Mejía de Stuart, hermana de mi madre
Elena, quien por decisión de sus seres
queridos volverá con sus cenizas a su ciudad ciudad de Huaylas, con el mismo
mensaje de unidad que significa su presencia en un columbario de la Iglesia Fátima o de otro
en Washington o Nueva York, lugares por
donde transita su familia en un siglo donde la diáspora es por el general el recurso de la vida moderna, siempre y cuando exista
el calor de un nido como las palomas que no dejan de cruzar los cielos más
azúles de la Cordillera Blanca, en
los Andes de América. La globalización
de la empresa funeraria tiene alcances inéditos.
Mi saludo a Isabel, Sara, Virgina, Nelsa, Zulema y Gustavo por hacer
posible el retorno de las cenizas de la
Mama Grande al suelo donde nació, creció, formó su gran familia y sembró el
amor más transparente con todos aquellos que tuvimos el privilegio de compartir
su fraternidad innata bajo el techo de su casa en Huaylas, destruida por el sismo de 1970, o en Lima, hasta su último suspiro en octubre del
2016 o en un casa familiar de los EEUU. La globalización de la empresa
funeraria tiene larga vida.