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martes, 7 de febrero de 2017

PAPELDEARBOL: CAMBIO16, LA LECCION PERMANENTE DEL BUEN PERIODIS...

PAPELDEARBOL: CAMBIO16, LA LECCION PERMANENTE DEL BUEN PERIODIS...: PIEDRA SOBRE PIEDRA.... Por Jorge Zavaleta Alegre, desde Washington DC, la  misma ciudad donde empecé a laborar como oficial de prensa  d...
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Una cruzada contra los traidores del Perú. Cambio16 de Madrid

http://www.cambio16.com/reportajes/historia-de-cambio16/
La Historia de la  Traición en Perú
La traición de Alejandro Toledo al pueblo peruano

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POR JORGE ZAVALETA
7/2/2017
El año 2002, cuando cumplía su segundo año de presidente del Perú, Alejandro Toledo visitó Ferrer, un pequeño distrito de la provincia de Cabana, en el departamento de Ancash, a unos 600 kilómetros al NE de Lima. Llegó a la una de la tarde en un helicóptero de la Fuerza Aérea, acompañado de su esposa Eliane Chantal Karp Fernenbug (París,1953), científica y antropóloga belga de ascendencia judía. Su anciano padre Anatolio (con una máscara de oxígeno porque le había afectado el clima de la Cordillera Blanca), y todos los miembros de su gabinete ministerial con una recargada agenda que cumplir.
Era un acontecimiento jamás visto, ni soñado por las pocas centenas de familias que habitaban Ferrer, Cabana y Pallasca. Una fila de campesinos vestidos de ponchos y sombreros descoloridos, con rostros curtidos por la edad y el frío, formaban la primera fila de quienes saludaban al Hijo Pródigo, convertido en Presidente de todos los peruanos en elecciones democráticas, con el voto de los más lúcidos intelectuales que le dieron su apoyo en la Cancillería, Educación, Cultura y otras reparticiones.
Alejandro Toledo retornaba a Ferrer para inaugurar un moderno centro educativo, con finas carpetas, computadores de última generación, internet, profesores especializados. El centro había sido construido con el “aporte personal y la cooperación de empresarios amigos” para que ofreciera servicios las 24 horas del día.
En la ceremonia, Toledo no pudo empezar su discurso de orden. Su emoción era grande, muy intensa, que su voz entrecortada y sus lágrimas, le obligaron a callar…Eleane, tomó el micro y dijo: “Parece ser que el Presidente está muy impactado por el retorno a su tierra”, y elevando su mirada a los cerros y los escasos cultivos dijo: “En esos maizales y trigales que producen las laderas de esta tierra, allí me enamoré de Alejandro…”, mientras que el discurrir de las aguas del pequeño río daban mayor solemnidad al acto.
Pues Toledo después de ese tierno y romántico mensaje, pidió a cada uno de sus ministros hacer de Ferrer un modelo de desarrollo descentralizado. Una aldea de oro. Carretera hacia la costa, sembrío de peces en los ríos, reforestación, escuelas en cada caserío…. Un milagro.
“Ningún joven o estudiante de Ferrer debe salir sin haber aprendido carpintería, albañilería, mecánica, gastronomía, sembrío y cuidado de jardines y plantas. “Qué nunca más nadie deje este suelo para lustrar zapatos como yo lo hice al llegar a Chimbote”, donde la pesca había convertido al puerto en un paraíso para  dueños de naves y plantas procesadoras de harina de pescado.
En Ferrer, después de lidiar una serie de controles y de sus propios paisanos y familiares, una tía del entonces presidente le entregó como obsequio un mate de cancha (maíz tostado y habas) envuelto en un mantel bordado de retamas y claveles, con la siguiente frase: “A Alejandrito, para el largo camino por recorrer…”.
Toledo fue el primer presidente de origen indígena del Perú entre 2001 y 2006. Hijo de un matrimonio indígena, campesinos sin tierras, que tuvo dieciséis hijos. Cuando tenía seis años, la familia, atraída por la prosperidad de la pesca, se trasladó a Chimbote, donde su padre se dedicó a la construcción y su madre Margarita, en una pequeña bodega ofrecía especies marinas.
El joven Alejandro estudió en el colegio nacional de San Pedro. Con una beca de una orden religiosa, llegó a la Universidad de San Francisco, en la que se graduó en economía (1970), y se licenció y doctoró en la Universidad estadounidense de Stanford con estudios sobre gestión empresarial y una tesis sobre recursos humanos en 1976. Su carrera de economista internacional empezó como consultor de la ONU, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial, con sucesivas estancias en Nueva York, Washington, Ginebra y París.
Regresó a Perú en 1981, para ser consejero del presidente del Banco Central y del ministro de Trabajo durante la presidencia de Fernando Belaúnde (1980-1985). Fue profesor de finanzas en la Escuela de Administración de Negocios para Graduados de Lima. Toledo apareció en el primer plano de la política nacional a finales de 1999, empezando a encarnar la resistencia democrática frente a un sistema autoritario y corrupto. Mientras arreciaba su campaña contra el régimen del fujimorismo, la situación de su carrera política experimentó un drástico vuelco a mediados de septiembre.
La publicación de un vídeo en el que Vladimiro Montesinos, asesor presidencial y jefe encubierto de los Servicios de Inteligencia Nacional (SIN), aparecía sobornando a un diputado que había abandonado las filas de la oposición para integrarse en las gubernamentales. Fue el primer documento que destapó los primeros indicios de una tragedia secular instalada en el Perú.
El escándalo alcanzó tales proporciones que Fujimori, tras diversas maniobras para aferrarse al poder, dimitió el 19 de noviembre, mientras se encontraba en Japón. Sin embargo, el Congreso (Cámara única de 120 miembros) no aceptó su renuncia y lo destituyó por «incapacidad moral permanente» el 21 de noviembre de 2000.
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en abril de 2001, Toledo obtuvo el mayor número de votos, seguido por Alan García –de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA)–, y Lourdes Flores (Unidad Nacional, de derecha). En la segunda vuelta, 3 de junio, Toledo se impuso con el 52,6 % de los votos. En el Congreso, Perú Posible se convirtió en la primera fuerza, pero muy lejos de la mayoría absoluta.
La popularidad de Toledo y el respaldo de la base social que lo apoyó a la presidencia comenzó a fragmentarse poco antes de cumplir su primer año de Gobierno, cuando tuvo que enfrentar una grave crisis política por las violentas protestas que se desencadenaron en Arequipa, tras el anuncio de privatización de dos compañías eléctricas. Durante la campaña electoral, Toledo se había comprometido con la población regional a no privatizar Egasa y Egesur si alcanzaba la presidencia pero, finalmente, la empresa belga Tractebel formalizó la compra.
Para frenar la revuelta social, el primer mandatario tuvo que firmar un acuerdo con las autoridades locales -Acta de Arequipa- en el que se comprometía a suspender las privatizaciones hasta que el poder judicial resolviera los recursos interpuestos.
El presidente Toledo volvió a enfrentar una nueva situación crítica en la primavera de 2003. Los gremios de maestros, agricultores, empleados de la sanidad pública y del poder judicial se declararon en huelga indefinida para reclamar mejoras salariales y paralizaron la actividad del país durante varias semanas. Ante la amenaza de caos social y con el objetivo de frenar la oleada de protestas sindicales que habían logrado movilizar a casi dos millones de personas, el 27 de mayo Toledo decretó el estado de emergencia por un periodo de 30 días.
La violencia reaparece. La reconstitución de Sendero Luminoso, que reapareció en escena con un breve y multitudinario secuestro de 71 trabajadores, agravó el delicado momento político del equipo de Toledo. El presidente anunció entonces su decisión de no presentarse a la reelección en los comicios de 2006 y designó nueva jefa del Gabinete a Beatriz Merino.
Sus iniciativas de índole económica tampoco fueron bien recibidas y, el 14 de julio de 2004, fueron contestadas de forma mayoritaria en las calles peruanas con una huelga general. Ese mismo mes, la formación oficialista Perú Posible fue objeto de denuncia por un presunto delito de falsificación masiva de firmas para cumplir, en los orígenes del partido, con los requerimientos de inscripción de las autoridades electorales.
Las amenazas de desestabilización política se sucedieron con peligrosa frecuencia en los meses siguientes y la celebración de la llegada del nuevo año guardaba aún desagradables sorpresas para el presidente Toledo.
El 1 de enero de 2005, un nutrido grupo de ex militares ultranacionalistas se sublevó en Andahuaylas, al sur del país, y exigió la renuncia del jefe del Estado como condición para deponer las armas.
Llegamos al 5 de febrero de 2017. Las acusaciones contra Alejandro Toledo son una “vergüenza” y una “traición al pueblo peruano”, afirmó el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, quien consideró que el exmandatario debe regresar al Perú y responder a la justicia. “Muy dolido por estas noticias del ex presidente Toledo, es una traición al pueblo peruano y es una traición a sus colegas que se esforzaron tanto, realmente yo creo que es muy lamentable esto, él debe ponerse a derecho y regresar al Perú y contestar lo que le va a preguntar la Fiscalía”, expresó Kuczynski a W Radio de Colombia.
El exmandatario Alejandro Toledo es acusado de haber recibido una coima 20 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht por la construcción de la carretera Interoceánica, según testimonio de un colaborador eficaz, publicada por el diario limeño La República. De acuerdo con la versión periodística, que cita información de la Fiscalía de Perú y Brasil, los pagos a Toledo empezaron en 2005, cuando se acercaba al fin de su gobierno (2001-2006).
El presidente Kuczynski dijo que si bien él formó parte del gobierno de Toledo, sin embargo, no tuvo conocimiento sobre las negociaciones que se habrían hecho en aquella oportunidad en torno a la carretera Interoceánica. “Si todo esto es cierto, es una gran vergüenza, una traición al Perú y una falta de respeto a sus colegas que tanto nos esforzamos en hacer un buen gobierno”, agregó. Consultado sobre las investigaciones judiciales sobre el caso Odebrecht en el Perú, el jefe del Estado sostuvo que la Fiscalía está haciendo “un buen trabajo”, y subrayó para ello su Gobierno le ha otorgado todo el apoyo económico.
“Aquí la Fiscalía está trabajando con testigos que revelan cosas a cambio de recibir una pena menor, es lo que llamamos colaboradores eficaces y la Fiscalía creo que está haciendo un buen trabajo, el gobierno los está apoyando con fondos para todo lo que se necesita hacer y queremos que esto sea de la manera más justa y eficiente”, manifestó. La intervención de la Justicia y las primeras revelaciones sobre su inconducta y censura, abre grandes puertas para conocer la dimensión de los manejos ilícitos de los escasos recursos fiscales.
En la lista, según múltiples indicios, figuran Ollanta Humala – Nadine Heredia, en complicidad con Odebrechet, el director general de la FAO, ex ministro del presidente Lula y la cúpula del llamado Partido Nacionalista. El delito que se le acusa es haber sobrevaluado los proyectos de IIRSA, el Gasoducto Sur Peruano, entre otras inversiones en infraestructura. Humala-Heredia no pueden salir del país, por orden judicial. El robo al erario nacional se ha convertido en una tradición impune. El Mundo, empezando por Ferrer, espera que la corrupción sea castigada sin excepción de nadie.


























CAMBIO16, LA LECCION PERMANENTE DEL BUEN PERIODISMO


PIEDRA SOBRE PIEDRA....
Por Jorge Zavaleta Alegre, desde Washington DC, la  misma ciudad donde empecé a laborar como oficial de prensa  del  IADB  y editor de opinión de  Gestión, primer diario de economía  y negocios del Perú con el liderazgo del  economista  Manuel  Romero  Caro y  Corresponsal en América Latina de Cambio16.
Breve Historia de C16.
http://www.cambio16.com/reportajes/historia-de-cambio16/
La Historia de la  Traición en Perú
Mi gratitud a su Director fundador Tomás de Salas, a su sucesor Gorka  Landaburu,  presidente del Grupo EIG Multimedia - Cambio16, Energía16 y Cambio Financiero, en sus ediciones impresas y  digitales. Y a Juan Emilio Ballesteros, acucioso, paciente y  amigable Editor.

Reproduzco en esta segunda semana de Febrero 2017 una crónica sobre la Traición de los gobernantes del Perú, como una modesta contribución para apoyar el compromiso de  la ciudadanía  a no  cesar en el esfuerzo, indispensable, de limpieza de  traficantes con el hambre  secular  de los pueblos más  olvidados. Toledo, Humala, García...hasta los herederos de Prado, el que fugó con la colecta destinada para la  defensa contra el  Chile del XVIII, De ninguna manera hoy con la tierra de Neruda, quien refiréndose a Machu Picchu dice: Piedra sobre piedra, el  hombre donde estuvo....
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43 AÑOS DE  CAMBIO 16
POR JUAN EMILIO BALLESTEROS
Nunca antes un medio de comunicación había conseguido conectar de forma tan directa con los lectores como lo hizo el semanario Cambio16 desde el mismo momento en que vio la luz, el 22 de noviembre de 1971. Aquel fue un número de 52 páginas en blanco y negro –sólo portada y contraportada iban a color– que desgranaba en su primer editorial la razón de ser de la publicación: ofrecer un enfoque privilegiado de las noticias que garantizase uno de los principios fundamentales de la democracia, la libertad de expresión.
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Un repaso a la historia de Cambio16
Con la velocidad vertiginosa que la Transición democrática imprimió a un país que salía de la dictadura, Cambio16 se convirtió muy pronto en un símbolo de libertad, un emblema que los ciudadanos esgrimían con orgullo bajo el brazo como una bandera y una afirmación, un gesto de desafío y complicidad, la apuesta inequívoca por el cambio. Se trataba de que el gobierno y las instituciones asumieran como normal lo que ya era normal en la calle. Y, en ese sentido, la revista contribuyó a contar lo que estaba pasando de una manera valiente y audaz, llamando a las cosas por su nombre.
“Cambio16 aportó un nuevo lenguaje, una nueva forma de tratar la información, una osadía informativa y, sobre todo, contar historias de una forma distinta. La Transición fue posible por el papel moderador de la prensa y, en ese sentido, el papel de Cambio16 fue fundamental. En sus páginas se ensayó la batalla política que desembocó en la Constitución de 1978”. José Oneto, Director 1975-1985.

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Cambio16 fue un empeño colectivo por reivindicar el periodismo como la herramienta más eficaz para salvaguardar los derechos y libertades de los ciudadanos. Consciente de que el régimen de Franco tocaba a su fin y de que era preciso tomar partido por la democracia, Juan Tomás de Salas, su fundador y el periodista que logró aglutinar el impulso necesario para su lanzamiento –16 personalidades de la vanguardia intelectual y democrática que constituyeron el núcleo del proyecto editorial y que prestaron el guarismo a una cabecera que no habría obtenido el plácet de la censura sin este subterfugio–, vio en el periodismo el instrumento necesario para el cambio y recuperó, en la más clásica tradición anglosajona, su condición de cuarto poder que garantiza la calidad de los valores democráticos.
Nace así un estilo ágil y directo que contribuye desde la objetividad y la veracidad a la formación de una opinión pública independiente y plural, respetuosa y abierta. Toda una escuela de periodismo por la que han pasado los profesionales más prestigiosos de las últimas décadas, donde aprendieron que la curiosidad y el ingenio son tan eficaces como una buena pluma y que había que salir a la calle para descubrir las grandes historias, preguntar a la gente, indagar, olfatear y contarlo todo desde la perspectiva de un espectador imparcial pero comprometido. De esa manera, Cambio16 se convirtió muy pronto en uno de los mayores éxitos editoriales de la historia del periodismo en España.
Gorka Landaburu, Director de C16
“Había en Cambio16 una mezcla de convicciones democráticas y de sentido de la innovación que generaba un impulso vertiginoso. No teníamos nada más que esperanzas e ilusiones. Todo estaba por hacer, porque el periodismo de la dictadura no servía como referencia. Había que inventarlo todo de la nada. La falta de medios la suplíamos con entusiasmo; la falta de tradición, con imaginación”. Pedro J. Ramírez, Director de Publicaciones Grupo16, 1986-1989

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El semanario logró reunir a duras penas cinco millones de pesetas de la época para su lanzamiento y siempre estuvo a expensas del secuestro preventivo, una circunstancia que dañaba su línea de flotación financiera y provocaba la asfixia económica de la publicación. No obstante, los continuos roces con la censura contribuyeron a engrandecer el aura de libertad de la revista. Una viñeta del rey Juan Carlos caracterizado como Fred Astaire bailando sobre Manhattan, con motivo de su histórica visita a la sede de Naciones Unidas en junio de 1976, se libró del secuestro gracias a la intervención del propio jefe del Estado. Otros números no tuvieron tanta suerte. En noviembre de 1978, la publicación fue secuestrada tras una querella del empresario Ramón Mendoza, cuyo nombre aparecía en un reportaje sobre presuntas actividades de espionaje de una empresa suya –Prodag– y los servicios secretos de la extinta URSS –KGB–. El 19 de mayo de 1980, se prohibía la difusión de un artículo de Carmen Rico Godoy en el que enjuiciaba al nuevo Gobierno de UCD.
Quizás el secuestro más sonado de Cambio16 tuvo lugar en abril de 1983, con el periodista José Oneto en la dirección, que llegó a afirmar que se trataba del atentado más grave contra la libertad de expresión cometido en España desde la aprobación de la Constitución en 1978. Dos ediciones de la revista (correspondientes a los números 593 y 594) fueron secuestradas por el denominado caso Almirón. El artículo en cuestión se refería a los crímenes del conocido dirigente de la Triple A Rodolfo Eduardo Almirón, designado por Manuel Fraga Iribarne –entonces presidente de Alianza Popular– como jefe de su escolta personal.
La estrella de Cambio16 comenzó a apagarse justo cuando la prensa diaria comprendió que esta forma de entender el periodismo funcionaba también en los periódicos. La irrupción de Diario16 y El País significó el declive del semanario, que a partir de 1978 inicia un retroceso del que no se pudo recuperar bajo la gestión de Juan Tomás de Salas. Después de numerosos intentos de reflotar la cabecera, abandonado por unos y traicionado por otros, incapaz de conseguir financiación, acuciado por las deudas, el fundador de la revista arroja la toalla después de intentar in extremis algunas operaciones de salvamento que no cuajaron.
Mientras Diario16 cae sucesivamente en manos de empresarios oportunistas que no consiguen reflotar el periódico, el editor Manuel Domínguez Moreno se hace con la gestión y los derechos de edición de Cambio16 y la edición andaluza del periódico del Grupo16, que ya zozobraba sin remedio. El naufragio fue también el final de Juan Tomás de Salas, que fallecía el 22 de agosto de 2000 a los 62 años, víctima de un cáncer. Se produce entonces la primera resurrección de la cabecera: bajo el impulso de Domínguez se lleva a cabo la refundación de la publicación, que se encontraba en situación de quiebra y con la redacción ubicada en un oscuro sótano, abocada al cierre.
En medio de este reajuste se produce un hecho singular que, en gran medida, va a condicionar las difíciles decisiones que se adoptarán para garantizar la supervivencia y el futuro de la cabecera: Gorka Landaburu, delegado en el País Vasco de Cambio16, resulta gravemente herido en un atentado de la organización terrorista ETA, que ya había amenazado previamente al periodista.
“Cambio16 es el referente de toda la prensa que después fue democrática. Antes que El País y que Diario16, antes que muchos periódicos. Siempre he escrito de una forma libre en Cambio16 y eso a ETA nunca le gustó, por eso intentó asesinarme. Eso reafirma nuestras convicciones de que a través de la prensa se puede defender la libertad y la democracia. Seguimos en ello”. Gorka Landaburu, Director 2001-2014

La noticia sacude a la profesión periodística. Una carta bomba le había estallado cuando se disponía a abrirla en su domicilio donostiarra de Zarautz. «Soy periodista. Me habéis destrozado las manos, me habéis dejado ciego del ojo izquierdo, cicatrices por todo el cuerpo, pero os habéis equivocado: no me habéis cortado la lengua», con la misma entereza que respondía a los terroristas, Landaburu asumió la dirección del semanario en su nueva etapa.
“Cambio16 para mí siempre ha sido el gesto de la libertad, el símbolo de la libertad. Con ese gesto expresaba en la calle voluntariamente que yo era una persona que estaba en contra del sistema, en contra del régimen, que creía lo que decía la revista porque Cambio16 nació como símbolo de libertad e independencia y esto es algo que sigue manteniendo despuésde 43 años”. Manuel Domínguez Moreno, refundador de Cambio16 y presidente del Consejo Editor
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En esta segunda época, la cabecera vuelve a recuperar su posición de liderazgo y multiplica su oferta informativa con la aparición de las ediciones de Cambio16 en catalán –Canvi Setze– y en euskera –Aldaketa Hamasei–. También se recupera otra revista emblemática del tardofranquismo y la Transición democrática, Cuadernos para el Diálogo, fundada por Joaquín Ruiz Giménez en 1963, que fue un auténtico vivero de periodistas hasta 1978, cuando desapareció ofreciendo su última exclusiva, el texto de la Constitución Española, servido por uno de sus más célebres cofundadores, Gregorio Peces Barba.

La crisis global y la importancia cada vez más pujante de los mercados impulsan nuevos proyectos: Cambio Financiero (cabecera de referencia en el mundo de las finanzas), CineArte16 y una edición de la revista en República Dominicana.

En apenas una década, Cambio16 evidenció una capacidad de reinvención que ha posibilitado no sólo la expansión del grupo editorial, sino también la globalización de una marca que, 43 años después de su lanzamiento, sigue siendo un referente de buen periodismo.
LOS 16 FUNDADORES DE CAMBIO16
Juan Tomás de Salas. Fundador de la revista. 55 acciones.
José Luis Barreiros Conde. Industrial gallego, amigo de Luis González Seara. 60 acciones.
Blas Calzada. Economista, antiguo miembro del Felipe. 11 acciones.
Luis María de la Fuente. Empresario. Llegó de la mano de José Félix de Rivera. 55 acciones.
José Félix de Rivera. Industrial sevillano. Conoció a Salas en Colombia. 25 acciones.
Domingo Garnelo Vázquez. Empresario gallego. Invitado por Barreiros. 55 acciones.
Romualdo de Toledo. Amigo de Juan Tomás de Salas desde tiempos del FLP. 14 acciones.
Enrique Sarasola. Empresario vasco. Amigo de José Félix de Rivera. 11 acciones.
Luis González Seara. Catedrático de universidad. 55 acciones.
Juan Huarte. Empresario navarro. Invitado por Blas Calzada. 50 acciones.
Alfredo Lafita. Abogado del Estado y compañero de colegio de Salas. 55 acciones.
Antonio García Ferrero. Economista. 11 acciones.
Miguel Ortega. Abogado y funcionario del Estado. Compañero de colegio de Salas. 11 acciones.
César Pontvianne. Empresario salmantino. 22 acciones.
Miguel Muñiz. Economista. Conoció a Salas en París. 5 acciones.

Alejandro Muñoz Alonso. Abogado y catedrático de Ciencias Políticas. 5 acciones.