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viernes, 15 de julio de 2016

TESOROS CULTURALES EN UNIVERSIDAD NACIONAL DE HUAMANGA


Jorge Zavaleta Alegre. 

Pueblos indígenas exhiben  su riqueza cultural y alimentaria. La Universidad  Nacional  de Huamanga, el Instituto de Estudios Peruanos IEP y Chirapa  (organización nacional que celebra 30 años de labor), convocan al país a participar en esta iniciativa.

Un estudio de estas instituciones revela que la  sobrecarga de trabajo de las mujeres en Ayacucho y carencia de ciertos alimentos les impide frenar la desnutrición de sus hijos.
La reveladora investigación que identifica retos y formula propuestas para enfrentar la desnutrición infantil en las comunidades indígenas del sur andino fue  presentada en Julio del 2016, en el Centro Cultural de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (Portal Unión Nº 37 – Plaza Mayor de Ayacucho). El ingreso es libre.

El estudio, titulado Saber y no poder, a cargo de Tamia Portugal y Carmen Yon, investigadoras del Instituto de Estudios Peruanos IEP, se basa en la experiencia del programa de Soberanía y Seguridad Alimentaria de CHIRAPAQ, que ha desarrollado proyectos con las comunidades quechuas de la provincia de Vilcashuamán, en la región Ayacucho.

Las investigadoras encontraron que las madres de las comunidades sí conocen cómo garantizar la nutrición de sus hijos, pero no pueden lograrlo por las dificultades de acceso a alimentos como la carne y los huevos.

Además, muchas veces las madres enfrentan sobrecargas de trabajo que les impiden cumplir con el cuidado de sus hijos e hijas. Los programas estatales deben tomar en cuenta estas condiciones para concretar una política integral contra la desnutrición infantil.

Tamia Portugal es antropóloga, integrante del Grupo Memoria del Instituto de Estudios Peruanos. Portugal ha publicado estudios acerca de los aspectos sociales de la memoria en el escenario post violencia política, así como la desnutrición infantil en la región Ayacucho.

Carmen Yon es graduada en Sociología por la Pontificia Universidad Católica del Perú y doctora en Ciencias Sociomédicas, con especialidad en Antropología Médica, por la Universidad de Columbia (Nueva York). Se ha especializado en temas de género, culturas juveniles, salud, interculturalidad y desigualdades sociales.
La presentación del estudio se realizó en el foro “Conocimientos indígenas, iniciativas y políticas”, organizado por CHIRAPAQ y el Instituto de Estudios Peruanos, que incluye una serie de diálogos sobre estrategias para eliminar la desnutrición infantil en Ayacucho.

Este encuentro es parte de las celebraciones por los 30 años de CHIRAPAQ, organización que promueve una propuesta de nutrición basada en los productos nativos, que deben ser rescatados del olvido para mejorar las condiciones de vida de los pueblos indígenas.

En Huamanga se impulsa una actividad cultural permanente sobre  los saberes de la cultura alimentaria indígena y ahora se propone recomendaciones para mejorar políticas alimentarias y de salud en la región de Ayacucho, azotada por el terrorismo  hace dos décadas, cuyas heridas no han cicatrizado.

En julio los  representantes de los pueblos indígenas de cinco regiones del Perú se dieron cita  en el centro cultural de la universidad nacional San Cristóbal de Huamanga (portal unión nº 37 – plaza mayor de Ayacucho) para ofrecer al público  una jornada de cultura viva, que incluye la exposición y venta de productos agropecuarios y artesanales representativos de la diversidad cultural y biológica del Perú.

El público puede encontrar los quesos y yogures de la marca Sanqui, producidos por la organización de mujeres indígenas del distrito de Laramate (Omil), quienes lograron industrializar sus productos lácteos para garantizar su empoderamiento económico. También puede  adquirirse los productos agrícolas de este distrito andino, como la quinua y la papa.

La exposición permite atender la visita de las mujeres indígenas quechuas de la provincia de Vilcas Huamán, quienes ofrecen a la venta sus coloridos tejidos tradicionales. Desde la región Huánuco, los productores agropecuarios quechuas de Huamalíes y Umari ofertan  una diversidad de papas nativas, menestras, frutos nativos y otros cultivos.

La región Loreto es representada por el pueblo Shawi, quienes llevan sus  productos cerámicos, como los recipientes mokawa, así como tejidos de cintura y bisutería con insumos nativos. Desde la selva central, artesanas del pueblo Yánesha,  muestran sus técnicas de tejido con plantas tintóreas, tejido de cintura y tallado de joyas en madera.
Todos estos productos provienen de las culturas milenarias de los pueblos indígenas, quienes los han recuperado y puesto en valor gracias a los proyectos desarrollados por Chirapaq.

Se da impulso a las primeras  jornadas de cultura viva, donde los pueblos indígenas invitados demostrarán las diversas formas como expresan su cultura, con danzas, números musicales y preparación de platos de comida.
Estas actividades se desarrollarán de manera paralela al diálogo para enfrentar la desnutrición infantil en Ayacucho, titulado “conocimientos indígenas, iniciativas y políticas” y organizado por la organización no  gubernamental Chirapaq de manera conjunta con el Instituto de Estudios Peruanos IEP.

En Huamanga se impulsa una actividad cultural, sobre los saberes de la cultura alimentaria indígena y  se proponen recomendaciones para mejorar políticas alimentarias y de salud en la región de Ayacucho, azotada por el terrorismo  hace dos décadas, cuyas heridas no han cicatrizado.

Desde Ayacucho, Diario16/Madrid.