El Peruano fue fundado en 1826 por Bolívar. En muchos pueblos del Perú consideran que el sueño de Bolívar sigue siendo una utopía, sin un proyecto imaginado por tantos próceres y estudios.
ENFOQUE
Bolívar en el siglo XXI
La educación universitaria en el Perú pasa por la más profunda crisis de su historia porque la creación de centros privados sin la debida supervisión ha convertido la formación de los niños y adolescentes en un negocio ‘cuasi ilícito’, inclusive con dinero del narcotráfico y la presión de políticos tradicionales.
19/5/2016
Jorge Zavaleta Alegre Periodista
Los rankings de diferentes fuentes internacionales dan cuenta de que solo dos universidades peruanas se ubican en el grupo de las 500 más destacadas del mundo: la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Pontificia Universidad Católica del Perú. De las 140 universidades que actualmente “funcionan” en el Perú aún no se ha pronunciado la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) sobre la calidad del servicio que ofrecen.
Esta realidad ha planteado en el subconsciente colectivo la revisión del rol de los colegios nacionales, de donde emergieron en el pasado destacados profesionales, que no precisamente laboran en el Perú, sino en las principales universidades del mundo o en organizaciones representativas de las ciencias y las artes.
Sin duda, cada ciudad del Perú, poblada ahora por más de 31 millones de personas, tiene un colegio representativo en su provincia que evoca la gran labor que cumplen o cumplieron sus exalumnos. Una de sus instituciones más representativas del Perú es el Colegio Nacional 2 de Mayo de Caraz, creado por ley emitida el 28 de enero de 1869.
Valga esta oportunidad y temática para señalar que ciudades como la de Caraz, capital de la provincia de Huaylas, en la región Áncash, a 400 kilómetros al norte de Lima, tiene una rica historia vinculada con la población de América Latina, como sede de la Cultura Chavín y su presencia en las luchas por la libertad del dominio colonial que ejercía España.
Por medio de la novela, García Márquez destaca la unión para el sueño que Bolívar tenía para su patria. Cuando Sucre, su lugarteniente, le dice que América en lugar de unirse se separa, Bolívar le contesta: “Aunque sea cierta esa realidad, carajo, no la repitas. Aquí no habrá más guerras que las de los unos contra los otros, y esas son como matar a la madre”. Esto demuestra que, para Bolívar, la desunión de la República representaba una traición a la patria.
Este 2016, miles de personas organizadas con bandas de músicos han desfilado por las calles de esta pequeña ciudad capital de la provincia de Huaylas, en una demostración de que la educación es el sustento del desarrollo, una clara protesta contra el deterioro de las universidades y la creciente desocupación de la juventud. Rescatar la educación primaria y secundaria es tarea indispensable. El resto vendrá por añadidura.