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domingo, 7 de febrero de 2016

Los desamparados del mediterráneo no eligen puerto, Diario16




Por Manuel Domínguez

Se habla mucho de los principios éticos que deben regir la acción política y de la obligación moral que debe presidir el ejercicio del poder en su vertiente instrumental para que la transparencia sea connatural a la gestión pública, pero a la hora de definir tales normas deontológicas resulta imposible poner de acuerdo a ideólogos y sociólogos, juristas y filósofos. Es como si el pensamiento y la praxis nunca pudieran coincidir en la misma dirección política. Cualquier ley puede ser así legítima pero manifiestamente injusta. Cualquier mayoría puede ser tendencialmente ética pero, al mismo tiempo, imparcial e inmoral, que repugne a nuestras convicciones y nuestra conciencia.
Por todo ello, resulta estremecedor que una simple foto, ¡pero qué foto!, haya removido los cimientos de las mentes biempensantes de los poderosos que mendigan con vallas en el viento a la desesperación de masas víctimas de la barbarie. Ha sido necesario que el cuerpo sin vida de un niño de tres años arribe cual Odiseo en busca de su Ítaca particular a una playa cualquiera del Egeo para que el poder se atuse las corbatas con tal de que les permita tragar saliva ante tanta inhumanidad, ante tanta frialdad como demuestran trapicheando con cifras al peso. Y están hablando de seres humanos, no de patatas. ¿Hasta dónde puede llegar tanta indecencia de nuestros mandatarios?
Recomendaba Marco Anneo Lucano un distanciamiento prudente del poder porque debe alejarse de los palacios el que quiera ser justo ya que la virtud y el poder no se hermanan bien. Según la catedrática de Ética Victoria Camps, la democracia necesita una sola virtud, la confianza, precisamente porque la ética actual parte de una realidad plural que asume valores diversos y múltiples que merecen respeto desde el más puro formalismo. Nadie puede situarse por encima de la ley, pero la norma está sujeta a crítica y, por lo tanto, evoluciona adaptándose a la realidad, es legítima hasta que deja de serlo y cambia sin quebrantar los valores de igualdad y libertad que nos conducen a la justicia y a la felicidad, entendida esta siempre desde un universo colectivo en el que no caben distingos entre la moral pública y la privada.
Resulta paradójico constatar que los líderes mundiales, empeñados en atajar las consecuencias del colapso global, el crac financiero y sus efectos perniciosos, en lugar de analizar y combatir sus causas se han puesto de acuerdo al reconocer la dimensión humana de la crisis, como si la economía en sí pudiera sustraerse de su humanización o no le fueran propios los principios éticos para el progreso social y el bienestar de los ciudadanos. Es como si intentásemos despojar a la religión de la divinidad.
En este sorpresivo descubrimiento radica gran parte del fallo clamoroso de todos los controles que ha posibilitado el hundimiento del sistema, poniendo en solfa un modelo, sustentado por la ideología neoliberal y el capitalismo, en el que al final, mire usted por dónde, estaba el hombre y, detrás del hombre, su conciencia y su dignidad. Se equivocan los que pretenden sustituir las finanzas de salón por la economía de rostro humano mientras el escenario siga siendo un casino y la única regla moral el no-va-más-la-bancagana.
Ya lo apuntó el poeta Arturo Graf al señalar que la vida es un negocio en el que no se obtiene una ganancia que no vaya acompañada de una pérdida. La conciencia es al hombre y a su libertad lo que la ética a la economía, por más que nos empeñemos en maquillar un proceso de destrucción cuyo talón de Aquiles es precisamente la idea del triunfo, el mito del éxito social construido no sobre los principios de igualdad, solidaridad y justicia, sino sobre la irresponsabilidad, la codicia y la corrupción.
Con todo, en palabras del economista y filósofo John Stuart Mill, el hombre no puede ejercitar su libertad para destruirla. Es verdad que cada mito tiene su antagonista y los ídolos que adoramos esconden los pies de barro.
Por eso, frente al destino ineluctable del hombre hay que oponer la conciencia que nos hace libres. Nunca queremos ver la ausencia de virtud en nosotros mismos en la falsa creencia de que el mal está en los otros. Hemos encumbrado y enriquecido a todos los farsantes, que han dado alas a la mediocridad y alzado el vuelo impulsados por las dictaduras públicas y privadas.
Y lo hemos hecho de una forma aparentemente legal, al amparo de las normas que libre y democráticamente nos otorgamos, pero en este empeño quebramos el principio de legitimidad y nos hemos dejado arrastrar por la vileza. Hemos elevado a la categoría de necesario lo que sólo era accesorio y contingente, concediendo más importancia a los problemas que a sus posibles soluciones.
Jamás una corriente de pensamiento pudo albergar tantas contradicciones. Sin renunciar a un mercado salvaje y asilvestrado, que profundiza en la desigualdad y la exclusión, pretendemos un Estado fuerte, que ejerza de regulador allí donde falló la ética arrastrando a la economía. Pura cosmética. Menuda paradoja: un socialismo de Estado exclusivo para los más poderosos, los más ricos; una revolución de las conciencias para reformular el pensamiento único.
Hay que volver a Séneca y admitir que en la adversidad conviene muchas veces tomar el camino atrevido. La voz poética del pueblo proclamaba, en versos de Gabriel Celaya, que había que maldecir el empeño de los neutrales de concebir la cultura como un lujo. Se refería a todos aquellos a los que la mediocridad y la codicia les incita a lavarse las manos, desentenderse y evadirse. Es preciso tomar partido y hacerlo en el sentido clásico: elevar la dignidad y la conciencia como claves del proceso político no para perseguir el éxito, que según Maquiavelo sería la virtud a cualquier precio, sino para que la voluntad popular no sufra menoscabo al confrontarse a la libertad, la justicia, la igualdad o los derechos universalmente reconocidos.
Democracia y libertad deberían ganar terreno a la corrupción. Los que creemos que otro mundo es posible necesitamos líderes honestos que asuman la revolución de las conciencias con razón sin miedo, con la voz del hombre pueblo.
Einstein, para quien la vida era ciertamente relativa y muy peligrosa, no por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa, estaba convencido de que en tiempos de crisis nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias porque quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Para él la verdadera crisis, la única, es la crisis de la incompetencia, la de no querer luchar, la de claudicar. Se trata de construir, no de reconstruir; de arrostrar el futuro con decisión, con valentía, sin complejos, a sabiendas, como señalaba Arturo Graf, de que hay algunos obsesos de la prudencia que, a fuerza de querer evitar todos los pequeños errores, hacen de su vida entera un solo error. Larra, maestro de periodistas, solía decir que el pueblo no es verdaderamente libre mientras que la libertad no esté arraigada en sus costumbres e identificada con ellas.
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BIOGRAFÍA

MANUEL DOMÍNGUEZ MORENO

Andaluz de Bollullos Par del Condado nacido en 1949, pero sobre todo ciudadano del mundo y soñador de otro mundo posible, Manuel Domínguez Moreno es escritor, poeta, sociólogo y periodista. Su labor como editor de medios se centra en las funciones como presidente del Consejo Editor del Grupo EIG Multimedia S.R.L., conformado por CambioDiario16,diario16.comcambio16.com.rd y Cambio Financiero. Además ostenta la Dirección General de Cambio16 Latino.269834_176828555711416_174871059240499_455104_2036052_n
En el medio televisivo ha dirigido en República Dominicana el programa semanal Cambio16 Latino. En la actualidad dirige y produce desde Telesistema el programa Dominicanos por el Mundo y Tengo una pregunta para usted. Como guionista, ha desempeñado esta labor en el programa En la opinión está la clave.
Ha sido asimismo productor ejecutivo y guionista de la serie televisiva Yemen. A veces las miradas lo dicen todo, dirigida por José Enrique Pintor y producida por el Grupo Corripio de Comunicación y el Grupo EIG Multimedia. También firma los guiones cinematográficos de Sexto Continente. Otro mundo es posible y Caminando hacia el Norte.
Fue fundador y dirige en la actualidad el Gabinete de Inteligencia de Cambio16, desde donde asesora a líderes políticos y empresariales sobre ética, estrategias políticas, movimientos sociales de participación ciudadana y nuevas técnicas  sobre gobernanza y sociedad civil. Asimismo, es director del Centro de Políticas Públicas y Gobernanza de la República Dominicana.970845_506396619410077_1095923756_n
Otro cargo que ostenta en estos momentos es el de la presidencia de la fundación El Cambio del Cambio.
Como autor de investigaciones sociológicas, ha publicado numerosos trabajos especializados como Hombre puebloDictadores privados,Sexto ContinenteHispano Latinos EstadounidensesCómplice silencioLa razón sin miedo. Asimismo es creador e ideólogo de La Conciencia Social, entre otras investigaciones sociopolíticas.
Su amplia obra ensayística ha sido divulgada a través de más de 67 países con casi tres mil artículos periodísticos en diferentes medios de difusión.8726649936_649173374b_o
Otra de sus facetas es su compromiso con la ecología y la sostenibilidad del planeta. Por ello forma parte de la ejecutiva de la Red Internacional de Escritores por la Tierra.
Su amplia y diversa trayectoria profesional ha sido recompensada con numerosos reconocimientos, como el Premio Ones Mediterránea o el concedido por la Editorial Irreverente. También fue Premio y Reconocimiento a la Solidaridad de la A.S. de U.
La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) le ha otorgado una Mención de reconocimiento especial por su trabajo y dedicación en la formación  de Comunicación y Humanidades.IMG_3273
En 2010 recibió el Premio Derechos Humanos Nicolás Salmerónotorgado por el Ateneo Cultural de Madrid en colaboración con elMinisterio de Cultura de España. También ha recibido una nominación al premio de periodismo de la Sociedad Interamericana de Prensa (S.I.P.). Es creador y coordinador del máster Gobernabilidad y Ética Publica, para el Centro de Estudios de Políticas Públicas de República Dominicana.
Colabora como articulista habitual de las páginas de opinión del diario Hoy de la República Dominicana y del diario Prensa Rápida de Guatemala.
Formo parte del equipo integrante de  Gesto por la Paz y participó en la conferencia por la Paz en el País Vasco, miembro de la mesa por el dialogo de Elkarri, en la que colaboró junto a algunosPremios Nobel, como Adolfo Pérez EsquivelRigoberta Menchú o José Saramago, entre otros.IMG_5289
Imparte conferencias en universidades españolas y extranjeras en Europa y Latinoamérica, así como en otros foros académicos y políticos, entre ellos la UASD, donde en los últimos años ha impartido más de 15 conferencias magistrales destacando La muerte social no existeLos náufragos no eligen puertoLa ética desde el periodismoLa mujer, un ser emergente en el siglo XXI y otros.
Es autor entre otras obras del poemario Amor en el tiempo, de los ensayos sociológicos Sueños de libertad y La revolución de las conciencias, así como del ensayo histórico de política contemporánea Zapatero. Sombra y luces hasta la Moncloa. Por último, firma la novela Sitting en el lago y El potrillo y el lince, acerca de los valores solidarios y el diálogo entre la nobleza y la sabiduría. En la actualidad, se encuentra inmerso en el trabajo de su nueva obra literariaTerriblemente humano.577009_372833976099676_1687615516_n
Domínguez Moreno prologó, introdujo y presentó varias obras como Los últimos españoles sin Patria ni Libertad, Entre la ruptura y el Dialogo, del dirigente socialista vascoJesús Eguiguren.
Dirigió el IV Congreso Internacional de Escritores por la Tierra celebrado en la ciudad de Cáceres en septiembre del año 2010. En 2011 participó como ponente en las Jornadas por la Libertad en Baréin. Ese mismo año fue asistente-ponente en elIV Foro de Alianza de Civilizaciones celebrado en Doha (Catar)
Un año después participa como ponente en el Instituto Francés en Madrid de la campaña Por una Constitución egipcia en femenino.
Ha sido el encargado de dirigir en 2011 el programa de formación a lideresas políticas en Republica Dominicana, Sin mujeres no hay democracia, impartido en Santo Domingo y con titulación del Instituto de Ciencias Políticas y Sociales José Francisco Peña Gómez.dominguez_bono_zapatero_mini
También en República Dominicana, ha dirigido la campaña para las elecciones primarias de Hipólito Mejía a la candidatura a la presidencia del país caribeño. Igualmente desempeñó el mismo cargo en las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2012 como asesor enCiencias Políticas, Sociología, Estrategia, Ética e Internacional.
Ha dirigido el Instituto Doctor José Francisco Peña Gómez en Ultramar, por documento suscrito por el Presidente Ingeniero Hipólito Mejía Domínguez en Santo Domingo el 24 de mayo de 2012. También es el fundador de la Asociación de Dominicanos y Dominicanas en Ultramar, para Europa y Estados Unidos”.8726358778_2e4e7ffbfd_b
Ostentó el cargo de consultor del Banco Popular de España para Latinoamérica. Ha sido el creador fundador y presidente de la Cámara de Comercio Hispano-Vietnamita en España, así como del Centro Cultural de Vietnam en España. Colabora con laEmbajada de Vietnam en España  ante el Banco Popular, en su imagen y actividades económicos culturales.
Por último, también ha sido el creador, fundador y presidente de la Cámara de Comercio Hispano-Dominicana en España.
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Jorge Zavaleta Alegre
Corresponsal Diario16 en Lima/Maryland EEUU
jorgez.1944@yahoo.es





La crisis de los 30 del sueño europeo

Por Iñigo Aduriz | Ilustraciones e infografías: Artur Galocha
07/02/2016
Captura de pantalla 2015-11-16 a la(s) 11.17.56spaña es el problema y Europa la solución” dijo en 1910 el filósofo José Ortega y Gasset. Ciento seis años después de que se pronunciara esa frase y tras 30 de experiencia en el espacio común, la afirmación del gran pensador español del siglo XX sigue cuestionada por una parte importante de la ciudadanía. La crisis de identidad es una realidad en la Unión Europea (UE) de los 28, donde se multiplican los triunfos de fuerzas políticas euroescépticas y ultranacionalistas, e incluso hay superpotencias como el Reino Unido que se plantean abandonar el proyecto que se inició en los años 50 del siglo pasado.
Sin conocer aún la repercusión que la iniciativa iba a tener en el futuro inmediato de España, aquel 3 de junio de 1985 en el que se firmó la adhesión a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE) –germen de la actual UE– el entonces presidente del Gobierno, el socialista Felipe González, consideraba que la entrada del país en el espacio común suponía “la culminación de un proceso de superación  del aislamiento secular” de la nación y “la participación en un destino común con el resto de los países de Europa occidental”.
Los hitos de la política comunitaria
Pulsa sobre el gráfico para verlo a pantalla completa:
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Fue, según sus palabras, un “desafío de modernidad” que se oficializó el 1 de enero de 1986, apenas una década después del fin de la dictadura y en plena transición política, que exigió cambios de mentalidad y de estructuras para un país que tuvo que adaptarse a un proceso que ya estaba en marcha. España, que se sumó al proyecto europeo junto a Portugal, se convertía hace tres décadas en el duodécimo miembro de una comunidad en pleno desarrollo, y que hoy sigue creciendo.
La adecuación fue especialmente dura para los sectores sociales que se vieron afectados por la conflictiva reconversión industrial que provocó una revolución demográfica en algunos puntos del país y aumentó las ya de por sí altas tasas de paro. O para aquellos perjudicados por la llamada “liberalización”, que produjo una escalada de privatizaciones y desapariciones de empresas públicas. Pero también provocó beneficios como las partidas de los fondos de cohesión que permitieron, por ejemplo, la inauguración AVE Madrid-Sevilla, en 1992, la construcción de la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas o la ampliación del de Palma de Mallorca.
En este tiempo se han superado algunos problemas pero han surgido otros, quizás más graves, como los que hicieron que en 2013, en plenacrisis económica y en medio de los duros recortes del Gobierno de Mariano Rajoy, el porcentaje de españoles que consideraba positiva la pertenencia a la unión cayera por primera vez por debajo del 50%. En el último Eurobarómetro, publicado en noviembre de 2015, se desplomaba hasta el 33%, si bien ya era un 60% el número de españoles que veía con optimismo el futuro de la UE.
Distintos analistas consideran que, en cualquier caso, el balance de estas tres décadas de pertenencia a la Unión no puede ser más positivo, al menos para España. El país ha pasado en tres décadas de un Producto Interior Bruto de 243.382 millones de euros, en 1986, a superar el billón de euros en 2014, último año completo del que se dispone de datos oficiales. En ese periodo la renta per cápita se ha incrementado en un 370%, al pasar de los 6.504 euros de 1986 a los 24.100 de 2014.
Desde el año previo a su entrada en la UE, España ha multiplicado por ocho el volumen de exportaciones totales y ha aumentado en siete veces su volumen de importaciones tanto de dentro como de fuera de la UE. Actualmente, destina el 64% de sus exportaciones a los 27 países que conforman la Unión y el 57% de los productos y servicios que importa también provienen de otros estados miembros. Además, los entonces 38,3 millones de españoles de 1986 contaban con una esperanza de vida de 76,4 años. Hoy, los 46,5 millones de habitantes tienen una esperanza de vida que está entre las más longevas en Europa (83,2 años). Tres presidentes del Parlamento Europeo –José María Gil-Robles, Josep Borrell y Enrique Barón– han sido españoles, al igual que el primer Alto Representante del Consejo para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana.
Factor de desarrollo
“La Unión Europea ha sido un factor de modernización de primer nivel para nuestro país”, explica Miguel Ángel Benedicto, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea y secretario general del Movimiento Europeo en España. “A ello ha contribuido la ingente cantidad de dinero que ha venido en estos 30 años desde Bruselas”. Las autoridades europeas contabilizan sólo en fondos regionales (FEDER, FSE y Fondo de Cohesión) una aportación de 150.000 millones de euros desde 1986 –frente a los 58.000 que supuso el Plan Marshall para el conjunto de Europa–, que ha permitido el desarrollo de infraestructuras, construcciones urbanas o planes de empleo.
Entre los hitos de estas tres décadas Benedicto menciona, también, el euro, la moneda única. “Los españoles somos unos de los fundadores de esa moneda, que es uno de los factores que más ha hecho por Europa junto con el programa Erasmus de intercambio de estudiantes universitarios. Un japonés o un neozelandés identifica a la Unión por el euro”, recalca. También ha sido crucial el papel de España en el establecimiento de las euroórdenes que permiten la persecución de terroristas por todo el espacio común, o en las políticas del Mediterráneo y las relaciones con América Latina.
“Hasta nuestra entrada en la UE éramos emigrantes en Europa, viviendo en barracones y con bajos sueldos; ahora somos ciudadanos europeos que buscamos trabajo en cualquier territorio de la Unión, con todos los derechos y, claro está, algunas excepciones”, señala Juan Cuesta, miembro del Team Europe, un grupo de conferenciantes independientes de la Comisión Europea formado por expertos en temas comunitarios, y presidente de la asociación Europa en Suma. “Más allá de la libre circulación de personas y capitales, podríamos hablar de Schengen, de la posibilidad de coger un coche en Finlandia o las repúblicas Bálticas y llegar a Portugal sin pasar ni un solo control fronterizo. Y, por supuesto,  sin cambiar de moneda. O de los estudios universitarios, de Bolonia y la homologación de títulos en toda la UE”.
Cuesta llama a pensar: “Sólo en los primeros minutos de la mañana, desde el cambio horario al levantarnos hasta la composición de la leche o del cacao del desayuno, pasando por la regulación de las emisiones del coche camino de la oficina o las horas de trabajo y descanso del conductor del autobús escolar y las dimensiones de los cinturones de seguridad… Todo, absolutamente todo, es regulación europea”, concluye. Por contra, el también integrante del influyente Team Europe menciona los “ajustes durísimos” que se padecieron en muchos sectores productivos, especialmente en la industria, la agricultura y la minería.
Una vez hecho balance de estos 30 años, los expertos se plantean ahora cuál es el futuro de España en el contexto europeo que tiene cada vez menos peso en el mapa internacional y que está siendo cuestionado incluso desde dentro de la propia Unión. “Quizá Europa se nos está quedando estrecha, a nosotros y otros países europeos, incluido uno central como es Alemania. Sigue siendo destino y origen principal de nuestro comercio exterior pero menos. Las exportaciones españolas al resto de la UE han pasado de representar un 70% a un 60% del total. Y continuan bajando pues pese al actual crecimiento, la crisis ha llevado a las empresas y al gobierno a intensificar la búsqueda de otros mercados o destino y origen de inversiones, en los emergentes, incluida América Latina”, resumía recientemente el investigador senior asociado del Real Instituto Elcano Andrés Ortega, a través de un artículo sobre las tres décadas de pertenencia al espacio común.
Avanzar hacia la federalización
El principal reto, a juicio de Miguel Ángel Benedicto, es el de “avanzar hacia una unión política cada vez más federalizada”, que facilite una “fiscalidad y unas políticas exteriores, de defensa, de inmigración o de asilo cada vez más europeizadas”. Es imprescindible, sostiene, que se “comparta más información e inteligencia entre los distintos miembros de la Unión Europea”, porque desafíos como el de la inmigración, los refugiados, la crisis económica o el terrorismo se vencen, según él, con medidas más europeas”.
Juan Cuesta, también profesor de Sociedad de la Información y Opinión Pública en la EAE Business School, destaca algunos de los errores recientes de las iniciativas comunitarias: “Las políticas anticrisis de la troika centradas exclusivamente en la austeridad; el alejamiento, cuando no el olvido, de las preocupaciones sociales; la desconsideración de los dirigentes comunitarios hacia los resultados electorales en Grecia, imponiendo un programa de gobierno absolutamente ajeno al aprobado por los ciudadanos; la incapacidad para hacer frente a la crisis de los refugiados o a la amenaza yihadista”.
Se trata, según él, de “un enorme listado que expresa claramente que en este momento no hay líderes políticos europeos que se puedan llamar tales, que han vuelto a los discursos renacionalizadores y que están dando fuerza a movimientos xenófobos y ultraderechistas”.

Sumario|
La crisis de los 30 del sueño europeo|
Desde la incorporación de España, el 1 de enero de 1986, el desarrollo social y económico del Estado ha estado ligado al proyecto común. Tres décadas después, el viejo continente se enfrenta a algunos de los principales retos de su historia.