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sábado, 24 de octubre de 2015

DOE RUN y LOS BONOS BUITRE

Tres mil trabajadores están enfermos y han perdido  su trabajo
Jorge Zavaleta Alegre

Redoble por Rancas,  
prosa poética de
 Manuel Scorza, 
dice que La Oroya,  
es la construcción 
de un mundo  esencialmente 
corrupto, en el que las conciencias 
tienen precio y las lealtades no son  nada estables.

Los EEUU declararon  su independencia en 1776, el año que el economista escocés Adam Smith escribió The Wealth of Nations, que  ha tenido enorme influencia en el  desarrollo económico de ese país. Aunque  la gente actúa por el  deseo egoísta de enriquecerse, Smith dijo  que “una mano invisible” la guía para  enriquecer y mejora a toda la sociedad.

Estos conceptos que rigen la  vida de la primera potencia  económica del mundo,  cuyo liderazgo comienza  a ser disputado por China, que según el  “libro blanco”  del Consejo de  Estado, procura desarrollar “una defensa nacional fortalecida, compatibles con “los intereses de seguridad y el desarrollo nacional”, a la par de construir “una sociedad moderadamente prospera en todos los aspectos”.


Entre estos dos  universos,  existen en ambos sistemas, personas e instituciones  que burlan sistemáticamente los principios  básicos de la convivencia y logran con anuencia  de gobiernos, en diversos casos, violentar  el orden y atentar contra la dignidad  humana.

UN CIERVO QUE HUYE
Existe una inmensa  bibliografía sobre empresas y  sus  directorios que vienen haciendo daño sistemático a  amplios sectores sociales. Veamos  el caso  de  Doe Run (Ciervo que Corre, en español), cuyo proceso de liquidación de activos sigue en la incertidumbre y los  afectados son más de  3 mil  trabajadores  y una población intoxicada con las emanaciones  de gases de la metalúrgica La Oroya, en la  Cordillera  Central de Los  Andes.

El Estado Peruano, vía el Ministerio de  Energía y Minas, encabeza la Junta de Acreedores, pero los avances son nulos. Su fuerza laboral, capaz de generar ingresos por US$ 876 millones, reclama transparencia en el proceso. El daño ambiental  de Doe  Run y las empresas anteriores nunca asumieron  responsabilidad alguna por la intoxicación masiva de La Oroya,  Cerro de Pasco  y comunidades vecinas. Inclusive el Mantaro  uno de los ríos de agua pura que desemboca en la cuenca del Atlántico  ha sido destruido y no sirve para la agricultura.

El intento de exportar fruta  y alcachofas,  con aguas del Mantaro, no ha tenido condiciones para  captar ningún mercado externo. En alguna ocasión, a un  grupo de agricultores las aduanas de NA devolvieron toneladas de alcachofas, regadas  con las aguas de esta fuente de curso permanente.

EL NEGOCIO ES LA LIQUIDACION
 Doe Run Perú, desde hace seis años en proceso de liquidación con dos de sus activos (Complejo Metalúrgico de La Oroya y la mina Cobriza), ha causado, inclusive, una  explicable reacción violenta de los  trabajadores. Los muertos, heridos y desbloqueo de carreteras, son acciones del  Estado que opera con la represión  policial en tácita  alianza  con la empresa, disfrazando la  realidad  con leyes  y tratados  intangibles.

Doe  Run, la década pasada, logró  silenciar a la prensa, ningún  corresponsal  de  Huancayo,  se  atrevía a escribir sobre la intoxicación de los pueblos, por los  gases de la Oroya y los relaves de las minas.  

El  dirigente   Luis  Castillo, acreedor de la demanda de los trabajadores manifiesta: "Lo que se quiere en el fondo es mandarnos (a los trabajadores) a nuestra casa, sin pago ni nada. Eso bajo ningún criterio lo vamos a aceptar", versión publicada en Lima, por un diario que no  forma  el conglomerado de El Comercio.

El problema de La Oroya  sigue en el limbo. Se habla de vender la mina  para saldar las deudas con los acreedores mineros.  Se  anuncia que en febrero del 2016 debe realizarse la subasta de los activos del Complejo Metalúrgico de La Oroya y Cobriza,  después de haberse modificado la Ley Concursal.

 En los últimos 6 años, el Estado peruano ha perdido  fundamentalmente  la unidad de cobre, valorizada en US$ 4 mil millones. Se estima que en los próximos cinco meses, hasta la realización de la subasta, la pérdida será de unos US$ 250 millones. Lo que está en juego, el costo del seguro,  alcanza los  US$ 2,5 millones que cubre hasta por US$ 1.500 los activos de la empresa.

IRA L. RENNERT,  DUEÑO DE DOE RUN
El dueño de Doe Run, nació en  1934, en Brooklyn, Nueva York, donde  reside actualmente,  estudió en la Universidad M.B.A. Nueva York. Su ocupación es inversor, cuyo patrimonio neto  supera los $ 6,1 mil millones en marzo 2015.

Su patrimonio  ha sido multiplicado con  los bonos buitre o basura para financiar adquisiciones de empresas, a menudo en quiebra. Rennert ha acumulado participaciones significativas en industrias cíclicas básicas, como la minería y los metales, incluyendo fundiciones de plomo, magnesio productores, proveedores de aparatos industriales, y las líneas de montaje de vehículos. Hoy él controla uno de los imperios industriales privadas más grandes del país, y su fortuna personal se estima en $ 5.9 mil millones.

En 1998, Doe Run vendió $305 millones en bonos basura para financiar la adquisición del Perú, así como más minas de plomo en Missouri, de acuerdo con los documentos presentados de Doe Run. Desde el año 1998 la mayoría de los financiamientos Renco han sido deuda bancaria.

EL CIERVO SE MUEVE CON PLENA LIBERAD
Doe Run, Perú, como parte de Renco Group holding, opera la planta de fundición en La Oroya.  Hasta el año 2010, con el mismo tipo de retos ambientales a los que se enfrenta en otras  y en escala más grande,  asumió 

La Oroya (creada en 1922)  de manos de Centromin, una entidad del gobierno peruano, sin ningún tipo de controles ambientales.

La fundición se vendió a Doe Run en 1997, principalmente debido a que el gobierno peruano aprobó una ley que requiere la mejora del medio ambiente en el negocio.

Como parte de la venta de Renco, Centromin acordó pagar para remediar (pre-1997) los problemas ambientales preexistentes y Doe Run Perú acordó realizar inversiones ambientales sustanciales. Estas inversiones se estimaban en aproximadamente $ 100 millones en el momento de la operación.

Informes del  Estado peruano indican que cumplió parcialmente el problema de la remediación ambiental durante su propiedad pero no fue capaz de limpiar hasta alcanzar los estándares requeridos por la legislación peruana.

La Oroya fue y sigue siendo un lugar muy contaminado. El Instituto Blacksmith coloca La Oroya en su lista de los diez lugares más contaminados del mundo, junto con Chernobyl, Ucrania. En agosto de 2007, se informó de que los niveles en el aire de los niveles de arsénico eran 85 veces más que el nivel "seguro" , cadmio 41 veces, y llevan 13 veces más.

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de St. Louis encontró que el 97% de los niños de La Oroya sufren de deficiencias mentales y físicos relacionados con la exposición al aire contaminado.

En última instancia, Doe Run Perú considera que fue una mala inversión para Renco en muchos aspectos. Renco recibió publicidad negativa sustancial con respecto a su propiedad y los problemas ambientales en La Oroya. Los problemas ambientales no se resolvieron y ahora emprende  la fuga, con disimulada quietud de una burocracia  irresponsable  y corrupta, que la justicia debería seguir el debido proceso.

LA MASCARA DE LA FILANTROPIA
Ira Rennert ocupa el lugar número 132 en la lista de multimillonarios del mundo de la revista Forbes. Ocupa el lugar número 29 en la lista del Jerusalem Post,  uno del 50 judíos más ricas del mundo.

Rennert y su esposa Ingeborg han hecho muchas donaciones a varias organizaciones. Ellos donaron $5 millones para establecer el Centro Wiesel en la Universidad de Boston y $250.000 para el Lincoln Center. También dieron más de $ 1 millón para el World Trade Center Memorial y establecieron el Instituto Empresarial Rennert de Sy Syms Escuela de Negocios de la Universidad Yeshiva, entre otros fondos.

Los Rennerts también ayudaron a financiar la restauración del muro occidental de la herencia en Jerusalén (el centro de visitantes se llama La Ingeborg e Ira León Rennert el Salón de la Luz).

Rennert es un importante donante republicano. Ha contribuido dinero para John McCain, Rudy Giuliani, y otros candidatos, señalan más  de una  de las  200  publicaciones de libros  e informes que gracias a la  tecnología  hoy son de acceso de  todos las personas de buena voluntad.

Rennert causó controversia entre sus vecinos con la construcción de un frente de playa de su casa en Sagaponack, Nueva York, considerado uno de los más grandes complejos residenciales en los EEUU.  

PALABRAS SOBRAN
La casa frente al océano Atlántico y sus terrenos miden 63 acres (250.000 m2). Los edificios, que suman más de 110.000 pies cuadrados (10.000 m2),  tiene una fachada de estilo italiano, 29 dormitorios y 39 baños.

La casa cuenta con una docena de chimeneas y un techo de tejas de estilo mediterráneo, así como un 91 pies (28 m) de largo comedor formal, una cancha de baloncesto, una bolera, dos pistas de tenis, dos pistas de squash y una bañera de hidromasaje. Sus impuestos sobre la propiedad en 2007 fueron de $ 397,559.00.

Sobre la base de estos impuestos, la casa está valorada actualmente en $ 198 millones, es por ahora  la casa más valiosa en los EEUU. Además de su casa en Sagaponack, Rennert es propietaria de un apartamento dúplex en Park Avenue en Manhattan, una casa en Israel, y un jet Gulfstream V.

Palabras sobran para  explicar el  drama y el curso de la minería en el Perú.
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