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domingo, 11 de octubre de 2015

LA IZQUIERDA Y LA VIOLENCIA EN AMERICA LATINA

. NOTA DEL  EDITOR:

Este domingo 11 de octubre 2015,  después de conocer los resultados de las elecciones ciudadanas del Frente Amplio, Verónika Mendoza  del Movimiento Sembrar y Marco Arana de Tierra y Libertad agradecieron la masiva participación ciudadana en este proceso. 
Este hecho constituye un hito,  una  evidencia  la participación voluntaria de casi 30 mil ciudadanos y ciudadanas que asistieron a votar en las  23 las regiones del país y en dos ciudades del exterior. Este proceso no ha estado libre de dificultades y errores propios de un proceso inédito y autogestionario, como el plazo en la presentación de los resultados finales.
Verónika Mendoza reconoció el desprendimiento de Tierra y Libertad  por haber puesto su inscripción electoral a disposición del Frente Amplio, y con ello abrir la posibilidad de construir una alternativa de cambio para el país.
Ambos candidatos manifestaron su apuesta por fortalecer la institucionalidad del Frente Amplio, garantizando que este sea un espacio de encuentro con diferentes actores sociales y políticos. Ratificaron la necesidad de articular con otras fuerzas sobre bases democráticas, programáticas y éticas.

“Independientemente del resultado consideramos que ya hemos ganado con la sola realización de este proceso electoral. Hemos ganado como Frente Amplio, como parte del movimiento popular peruano que busca una transformación sustantiva del país”, señaló Mendoza, quien resultó elegida como candidata presidencial del Frente Amplio", señala  un comunicado  del  Frente  Amplio. Jorge  Zavaleta  Alegre  jorgez@telefonica.net.pe
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Jan Lust, académico   holandés,  nos invita a revisar  algunos  textos sobre la Unidad de la  Izquierda,

Los artículos reunidos en este libro representan una continuidad de aquellos presentados en la obra Experimentar la izquierda. Historias de militancia en América Latina, 1950-1990 (CLACSO/UAHC, 2013).

En ambos casos responden a la investigación en curso que realiza el Grupo de Trabajo de CLACSO con el título: “Violencia y política.

Un análisis cultural de las militancias de izquierda en América Latina”. Este GT reúne a historiadores y sociólogos para profundizar sus investigaciones sobre la militancia de izquierda latinoamericana a partir de estudios de caso individuales.
Veronica Mendoza, la  alternativa para la izquierda  en las elecciones del 20016

 En el proceso de investigación en sí, y de discusión entre los integrantes, se amplió la mirada hacia un análisis más global e integrado. Por un lado ésta fue una ampliación geográfica ya que a los países originales (Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México) se agregaron Bolivia, Perú y Uruguay. Esto permitió ampliar el espectro sociopolítico e histórico, generando nuevas posibilidades comparativas e interpretativas.

Por otro lado, el GT optó por incluir en su objeto de estudio no sólo a la militancia política, sino también al activismo social y a la intelectualidad comprometida de izquierda.

De ahí esta investigación está dedicada a mis dos abuelos, Lessor Alcindor y Téïde Louidor; ambos fueron sacerdotes vudú.

Traducción al español: “Cuando todo se derrumba, queda la cultura.” CULTURA DE IZQUIERDA, VIOLENCIA Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA
La definición de izquierda también fue cuestionada y sujeta a nuevas perspectivas en función de comprender lo que se podría denominar como “el fenómeno cultural de la militancia de izquierda”

Una de las conclusiones, que sirve para estructurar esta propuesta, es que la propia definición de “izquierda” es un terreno en disputa, donde las interpretaciones siempre tienden a excluir o a limitar el universo.

La distinción entre izquierda y derecha no es solo ontológica; tiene un origen topográfico y cambia en mutua relación con su antagonista. Por lo tanto es una noción relacional y conflictiva que varía según los contextos espacio-temporales. En ese sentido se puede entender que es una noción cultural, en la dirección de Raymond Williams (2003), pero históricamente ha adherido a los valores de igualdad y libertad, aunque no siempre en la misma dosis. (Archila, 2008)

Para los autores de este libro, el término “izquierda” se sitúa en torno a coordenadas que implican un compromiso de aceptación: la autodefinición del sujeto, y la consideración del analista amparado por sus fuentes. En ese sentido “ser de izquierda” es más una noción cultura una estructura de sentimiento al decir de Williams (2003), que una precisión ideológica o siquiera de una praxis política.