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sábado, 15 de agosto de 2015

DIARIO LOS ANDES CUESTIONA A DOE RUN POR HUIR DE LA OROYA

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Doe Run el ciervo que huye

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Escribe: Jorge Zavaleta Alegre | Sociedad - 22:11h
“Yo creo que la lucha es un fin. Cualquiera que sea el resultado del combate, los indios de los Andes centrales han vencido”, Manuel Scorza, en Redoble por Rancas.

La Oroya, en la Región de Junín, opera la capital de la metalurgia en los andes centrales del Perú. Es un punto clave de la minería nacional desde siglos y fuente de conflictos.  

El más reciente es la actitud evasiva de la Doe Roen que exige al Estado responsabilidades más allá de lo posible, para cumplir con las justas demandas de sus trabajadores.

Informes de la Organización Mundial de Salud, del respectivo ministerio del Perú y de una misión científica propiciada por los jesuitas, cuya sede en Missouri, Pennsylvania, es la misma de la Doe Run. Por lo tanto ambas instituciones se conocen mutuamente.

Para los jesuitas la mencionada minera norteamericana es calificada por múltiples violaciones a contratos suscritos en diversos países, especialmente del sur global.
El arzobispo jesuita Pedro Barreto, fue recriminado por el arzobispo de Lima en la década del noventa, por brindar demasiada atención a los pobladores de La Oroya, adquirida al Estado peruano.

La Oroya, poblada por miles de trabajadores dedicados a extraer el mineral de los socavones, para su transformación en valiosas barras de oro, plata y otros metales muy bien cotizados en los países del Norte a cambio de escasas divisas subvaluadas para atender las necesidades de los pueblos propietarios de la materia prima.

La Doe Run, al asumir la explotación de planta de la Oroya, empezó a soslayar compromisos asumidos. Los diagnósticos de salud, corroboraron que los niños y sus padres empleados en esta empresa estaban enfermos por respirar los humos de las desgastadas plantas refinadoras.

Las emanaciones de las chimeneas convirtieron el cielo azul en un bóveda gris y los relaves de la mina derivados al Mantaro, convirtieron las aguas de este rio, valioso afluente del Amazonas, en una fuente de agua contaminada y peligrosa para el consumo humano, de la ganadería, eliminando posibilidades para el desarrollo integral de un antiguo y próspero valle con su variada agricultura.

En la década de los noventa cuando el jesuita Barreto fue trasladado de Cajamarca a Junín, por defender la causa de los mineros, fue amenazado por un grupo allegado a la minera Doe Run. Siguiendo la tradición de como castigar a la autoridad no grata, los sectores allegados a los intereses de la firma minera, decidieron expulsar al sacerdote que incomodaba a la nueva empresa rectora de la Oroya, subido al lomo de un burro negro con adjetivos ofensivos a la condición humana.

El pronunciamiento popular que se solidariza con Pedro Ricardo Barreto Jimeno- pbarretosj@gmail.com- empieza con una frase bíblica. “LA VERDAD NOS HACE LIBRES PARA AMAR Y SERVIR COMO JESÚS”. En las siguientes líneas se precisa que el Vicario General, Vicarios Episcopales, Sacerdotes, Religiosos, Religiosas, Laicos de las Parroquias, Hermandades, Movimientos de Laicos, Asociaciones Religiosas, Cáritas de la Arquidiócesis de Huancayo, manifiestan lo siguiente:


El Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, Sindicato de Empleados y Sindicato de Trabajadores de Patio Industrial de la empresa Doe Run Perú – La Oroya (domingo 2 de agosto del 2009), invita a “cerrar filas ante los enemigos de la clase trabajadora”… “supuestos defensores de la salud” e indica, con nombre propio, al Arzobispo, Monseñor Pedro Ricardo Barreto Jimeno, S.J., advirtiendo que “se atengan a las consecuencias porque todo tiene su límite. Pronto estaremos luchando en las calles frente a todo hasta las últimas consecuencias.”

Ante esta indignante declaración el pueblo expresó su rechazo a esta nueva amenaza a nuestro Pastor que se suma a las que se han producido desde el año 2005, y a los agravios ocurridos 0contra la Parroquia de La Oroya y la honorabilidad del Arzobispo. Estos excesos motivaron desagravios contradictoriamente por los tres sindicatos que suscriben el mencionado comunicado.

Los presuntos enemigos de Doe Run quemaron un “ataúd” con el nombre del Arzobispo en el patio del Complejo Metalúrgico de La Oroya. Se recibió en Secretaría del Arzobispado una llamada telefónica que alertaba de un supuesto atentado contra la persona del Arzobispo, que se realizaría al día siguiente durante la misa de fiesta en un distrito del valle del Mantaro.

Pues desde el año 2004, el Arzobispado de Huancayo, en una Mesa de Diálogo planteó la solución integral y sostenible al problema de salud ambiental y laboral de la ciudad de La Oroya, y la recuperación de la cuenca del río Mantaro, propuesta que ha logrado, a la fecha, una creciente participación de la sociedad civil, en el cuidado de la vida y del medio ambiente.

Más de tres mil quinientos trabajadores de la empresa Doe Run del Perú se encuentran en vacaciones forzadas. Situación de angustia y desesperación para ellos y sus familias…”. La Iglesia, invocaba: “a buscar juntos propuestas de solución a este gravísimo problema social donde confluyen varios derechos inalienables: la vida y la salud de las personas, la estabilidad laboral, el cuidado del medio ambiente y una actividad minera con auténtica responsabilidad social que asegure el fiel cumplimiento de los derechos antes mencionados”.

La Iglesia invocaba a los trabajadores de la empresa Doe Run a actuar con prudencia y respeto en estos momentos difíciles en que se busca una solución justa e integral a sus demandas.

Esta exhortación se hace más necesaria frente a la última decisión de la empresa Doe Run Perú al declararse en insolvencia económica y ponerse a disposición de INDECOPI. Los pobladores reiteran su pleno respaldo a la firme posición en defensa de la vida, la salud y un trabajo digno.

Junto a esta plegaria se convocó a técnicos ambientalistas de Misouri, que conocen de cerca la forma como actúa Doe Run, y con fondos del entonces Gobierno socialista de Italia, se logró corroborar el daño irreversible de la contaminación ambiental en la salud de la población de la provincia de Yauli, empezando por la Oroya.

EL "CIERVO" SE CORRE DE LA IGLESIA  Y DE LOS  NIÑOS
La Oroya. Lima. Lo que ocrio del mundo), al burlar los compromisos ambientales, constituye un grave síntomurre en la minería peruana con la Doe Run (la mayor productora de plomo primaa de lo que puede significar el Tratado de Libre Comercio como instrumento de protección de los negocios de los EEUU en América Latina.

En una reunión en Huancayo entre delegados de la Cooperación Italiana, la Mesa Regional de Lucha Contra la Pobreza y el Arzobispo de Junín, se recogió el sentir de la Iglesia y decidieron invitar a expertos ambientalistas de la Universidad jesuita de Missouri, donde también tiene su sede la Doe Run. Pues los investigadores con el apoyo de instrumentos muy modernos, corroboraron en las propias viviendas de los mineros, el diagnóstico del Ministerio de Salud sobre las altas dosis de plomo en la sangre de los niños.

Ese diagnóstico de la muerte sigue tal cual. La Oroya llama una vez más la atención del mundo. El arzobispo fue invitado por el grupo de abogados norteamericanos que expusieron los avances de su demanda en contra de la matriz de la empresa Doe Run, por daños a la salud. Luego exhortó a los asistentes a mantener una actitud de diálogo, tolerancia y respeto en la búsqueda del bien común, que incluye una solución integral al problema medioambiental y laboral de La Oroya.

EL JUEGO DE LAS ESTADISTICAS
El alcalde de La Oroya informa que la situación en su ciudad se pone sombría, tras la suspensión de operaciones del complejo metalúrgico. La paralización del complejo metalúrgico ha provocado la reducción del presupuesto municipal provincial de Yauli (La Oroya), al haber perdido los tributos en poco más de 40%. Las universidades locales están a punto de cerrar porque los padres de familia no tienen cómo solventar los gastos de sus hijos. La comunidad demanda al gobierno central la asignación de nuevos recursos para concluir los proyectos de inversión que corresponden a los presupuestos participativos de los dos últimos años.

Sondeos de opinión realizados por la ONG Labor indican que los responsables de la caótica realidad de La Oroya son el gobierno y la minera Doe Run. La comunidad exige que el Estado debe buscar un nuevo administrador para el complejo, pero en el camino surge una advertencia: El Tratado de Libre Comercio que firmó el Perú con los Estados Unidos protege las inversiones del país americano en suelo nacional, como las de Doe Run. Si el Perú rescinde el contrato, esta empresa recurrirá a un tribunal internacional que podría obligar a los peruanos pagarle a la incumplida minera una millonaria indemnización.

Doe Run Perú mantiene una deuda con el Estado de aproximadamente US$ 500 millones. El Ministerio de Energía y Minas solicitó el reconocimiento de una deuda por US$ 160 millones por el incumplimiento del Programa Ambiental, cuyo plazo de ejecución vencía en marzo de 2012.

En una reunión entre la ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, autoridades de la región Junín y de la provincia de Yauli La Oroya, y representantes de los trabajadores de la minera Doe Run, se acaba decidir la conformación de un comité técnico que busque una solución a las violentas protestas que se acatan esta semana de agosto del 2015.

Sin embargo, la ministra manifestó que ello sucederá siempre y cuando los manifestantes levanten la medida de fuerza, que actualmente mantiene obstaculizada la Carretera Central. En esta mesa de diálogo se acordó también que el Estado garantizará los derechos laborales de los trabajadores. Una persona falleció producto de los enfrentamientos entre policías y manifestantes. Más de 60 personas resultaron heridas, cuatro de estas por impactos de proyectiles. La Oroya es un problema sin solución porque el neoliberalismo salvaje ha desmontado todo signo de justicia y de razón a los pueblos desposeídos.
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