Jorge Zavaleta Alegre/Lima-Madrid
En El Paso, la ciudad fronteriza entre los EEUU y México, los pobladores locales y de Benito Juárez, que cruzaron el Rio Bravo, pintaron un mural de unos 600 metros cuadrados, que muestra la llegada del hombre a la luna mientras los niños juegan a la ronda. Pero, un observador, para expresar su discrepancia, grabó al pie del la gran pintura el siguiente texto: “Ese año, en el mundo, fallecieron de hambre 17 millones de niños”
En El Paso, la ciudad fronteriza entre los EEUU y México, los pobladores locales y de Benito Juárez, que cruzaron el Rio Bravo, pintaron un mural de unos 600 metros cuadrados, que muestra la llegada del hombre a la luna mientras los niños juegan a la ronda. Pero, un observador, para expresar su discrepancia, grabó al pie del la gran pintura el siguiente texto: “Ese año, en el mundo, fallecieron de hambre 17 millones de niños”
Esa obra de arte como muchas otras sigue vigentes,
porque la era industrial
pasa por una recreación constante, sobre todo desde 1967. Se ha pasado a
la era de la innovación. Nadie, al parecer, tiene un pronóstico para asegurar
cómo seguirá viviendo la humanidad en un planeta donde la tecnología está desplazando la escritura,
por múltiples formas de comunicación
visual, auditiva o multisensorial. El cine se convierte en el medio más completo
para comunicar al mundo, porque fusiona casi todos los sentidos.
En Lima, Goethe
Institut y el Centro de Estudios de Filosofía de la PUCP, promueven
el foro “conversaciones sobre el futuro”. En esta tribuna el tema de la tecnología despierta grandes inquietudes y pone en evidencia
que existe una realidad virtual, la “virtuología”, que implica el nexo
con la inmediatez, y que deja en segundo
plano la reflexión.
Mientras algunos se preocupan porque la multiplicación
de canales y formas de comunicación ha
conducido a la pérdida de la privacidad, los expositores y panelistas de dicho
foro nos recuerdan que los emperadores y
reyes de la edad media nunca tuvieron privacidad. Ellos vivieron rodeados de una extensa
corte como hoy en día ocurre con los que
tienen una función pública.
La preocupación se
vuelca al creciente
desempleo. La respuesta es que el
concepto del empleo tiene apenas 150
años. Y en este siglo, la realidad nos
indica que crecen las posibilidades de autogeneración del empleo y
que es mejor olvidarse de la lógica y
la dialéctica. El acceso al trabajo es para una sociedad del conocimiento.
Participaron en esta conversación: El ingeniero Francisco
Sagástegui, el poeta y sociólogo Abelardo Sánchez León, los filósofos Miguel
Giusti y Víctor Krebs, junto con el público convocado.
En una breve síntesis podemos comentar que en el incierto escenario global que se
vislumbra, contar con capacidades científicas y tecnológicas propias es
condición necesaria para profundizar y sostener los avances en el desempeño
económico y las mejoras en la calidad de vida.
El conocimiento y la innovación permiten mejorar
continuamente la eficiencia, la productividad y la competitividad de las
actividades productivas, amplían la gama de bienes y servicios disponibles, y
proporcionan respuestas a desafíos que presenta el entorno biofísico y social.
La creatividad y el ingenio humano, y contribuyen a identificar opciones para
el futuro. Las inversiones en proyectos de ciencia, tecnología e innovación son
altamente rentables.
El desarrollo tecnológico debe ir acompañado de una educación en humanidades, como lo viene
haciendo la PUCP, porque prescindir de ellas es alentar la conversión de las
personas en simples robots.
Para ampliar el tema y debate, los expositores mencionados, y
otros asistentes sugerimos revisar esta breve bibliografía:
-Ciencia, Tecnología, Innovación.
Políticas para América Latina, Francisco Sagasti, Fondo de Cultura.
-Ventanas y habitaciones (Paracaídas, 2014), poemario de
Abelardo Sánchez León.
Tolerancia. Sobre el fanatismo, la libertad y la comunicación
entre culturas, Miguel Giusti-Editorial: PUCP - Fondo
Editorial.
-La imaginación pornográfica. Contra
el escepticismo en la cultura. Víctor J. Krebs.-Modernidad, identidad y utopía en América Latina. Aníbal Quijano.
-Las industrias culturales en la crisis del desarrollo en América Latina, Encuentros – Centro Cultural BID. Néstor García Canclini.
-Diccionarios de Grandes Filósofos, José Ferrater Mora. 15
Grandes Expediciones, Jesús Jáuregui Echauri. El cazador y sus perros,
Celedonio Serrano. La República, Platón. Platón,
El banquete, Fedón Fedro. La Edad Media, Baja Edad Media y
Renacimiento. Salvat.
-George Orwell: 1984. Utopía, Tomás Moro. Poética,
Aristóteles. Balderston. La
investigación genética, Centro Borges - Universidad de Pittsburgh,
Daniel Balderston. Hacia un cuarto cine: violencia, marginalidad, memoria y nuevos
escenarios globales en 21 películas latinoamericanas, Universidad de
Pittsburgh, Jorge Zavaleta Balarezo.
La tecnología y el futuro, conversatorio convocado por el Goethe Institut
y PUCP, es infinita, valiosa y necesaria. Lima, con todos sus problemas de mega
ciudad del tercer mundo, muestra una intensa dinámica cultural, promovida,
sobre todo, por las representaciones diplomáticas de Italia, España, Francia, Inglaterra, EEUU, Grecia;
Universidades como la Católica, Pacífico, UNI y San Marcos. El Instituto de Estudios Peruanos-IEP. Últimamente, por
iniciativas del Ministerio de Cultura, el MALI, la Biblioteca Nacional con su
red distrital.
Las asociaciones
regionales, provinciales y distritales en el Norte y Sur de Lima van
creciendo de una manera vertiginosa. La dinámica cultural es intensa, están muy
presentes los aportes de Puno, Cusco y Ayacucho y de manera lenta la Amazonía.
Algunos municipios han construido espacios físicos especiales, que se han transformando
en verdaderos centros cívicos. La biblioteca en Cocachacra, camino a Huancayo,
alentada por una bibliotecaria de la embajada de los EEUU, es un referente del buen uso de la tecnología de las
comunicaciones que alienta la mayor integración física y cultural, es decir
a la recuperación de “El Tiempo Perdido”