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viernes, 17 de octubre de 2014
EDUCACIÓN: Sinfónicas, tunas y bibliotecas
http://www.elperuano.com.pe/edicion/noticia-sinfonicas-tunas-y-bibliotecas-23100.aspx#.VEIIkGcuBdg
http://www.elperuano.com.pe/edicion/edicion-20141018-696.aspx
Jorge Zavaleta Alegre
Periodista
Los conciertos descentralizados que ofrece la Orquesta Sinfónica
del Conservatorio Nacional de Música (OSCNM) constituyen aliados de una
indispensable educación integral e interdisciplinaria, en especial de
las nuevas generaciones formadas en negocios. La orquesta está
conformada por alumnos de las especialidades de cuerdas, vientos y
percusión, pertenecientes a las secciones de estudios superiores y
preparatorios.http://www.elperuano.com.pe/edicion/edicion-20141018-696.aspx
Una demostración de la calidad del espectáculo fue el reciente concierto en el teatro de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), con la asistencia mayoritaria de los padres de familia y sus hijos, niños y adolescentes, que disfrutaron y respondieron con sonoros y prolongados aplausos de pie.
En el reciente concierto, la OSCNM incluyó en el programa la Obertura de la ópera La forza del destino, de Giuseppe Verdi; Intermezzo de la ópera Cavallería Rusticana, de Pietro Mascagni; y Sinfonía Nº 9, de Dimitri Shostakovich, con la dirección del maestro Marnix Willem Steffen, de Holanda.
La referencia al músico holandés evoca la labor de otros directores visitantes, como Alfredo Rugeles, de Venezuela, y Luca Pfaff, de Suiza. Y del Perú, David del Pino, Óscar Vadillo, Carmen Moral y Miguel Harth Bedoya. Igualmente, a los nacionales Armando Sánchez Málaga, Andrés Santa María, Carlota Mestanza, Florencia Ruiz-Rosas y Fernando Valcárcel, entre otros.
A este espectáculo de la UNI, primer centro científico y tecnológico del país, fundado en 1876, se suma la labor de las tunas, cuya finalidad es promocionar una de las tradiciones internacionales más consolidadas, por la gran acogida en las comunidades universitarias y la ciudadanía.
Con sus conciertos, su reconocida tuna y su moderna biblioteca, la UNI colabora así a la difusión de la cultura, además del aporte de sus docentes y de una rectoría creativa, gracias a un mayor apoyo de la caja fiscal. Sin duda, sus manifestaciones culturales, bellas y atractivas para toda la población, sin distinción de credo, espacio territorial o dinero, son una alternativa para diversificar la oferta y la calidad de otros circuitos que el libre mercado alienta.
La cultura, en el mejor sentido de la palabra, abre las compuertas para competir con calidad dentro de la globalización académica de nuestras universidades. Las metas de la UNI son las metas del país, asegura su actual rector, Aurelio Padilla, recordando el 138° aniversario de esta casa de estudios, incluida entre las tres primeras universidades del Perú, en una interesante competencia con la Pontificia Universidad Católica, Cayetano Heredia y San Marcos. Una oportunidad para destacar el liderazgo del arquitecto Javier Sota Nadal, quien ante la indiferencia gubernamental por esta casa de estudios, en la década de los noventa se promovió empresas desde la universidad para generar rercursos propios y evitar la profundización de la violencia y la falencia económica.
No podemos dejar de lado a otros centros de estudios superiores que irradian esas luces de cultura musical. Entre las tunas del Perú destacan las universidades Enrique Guzmán y Valle, Nacional Mayor de San Marcos, Cayetano Heredia, San Antonio Abad del Cusco; y entre las extranjeras, la tuna de la Facultad de Mecánica Eléctrica de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México); de Temuco, Chile, cuyos festivales constituyen actos de hermandad y amistad entre tunos, como valioso antecedente para otras asociaciones culturales y profesionales.
Las tunas en el Perú nacieron a comienzos de los años sesenta. Existen en Lima unas 18 tunas en 13 universidades, y en todo el Perú, más de 37, y otro tanto en formación.
A manera de conclusión, recordamos ahora a la maestra peruana Ángela Torres de Fernández Dávila (Huaylas, Áncash), cuya carrera empezó en su tierra natal y que dedicó sus mayores esfuerzos docentes a enseñar a leer mediante la música y el canto. Ha demostrado que la pedagogía no demanda necesariamente costosas infraestructuras, sino la grandeza y la necesidad de los pobladores, la voluntad y el buen gusto.
Las campiñas floridas, el paisaje arrobador de los nevados, los riachuelos transparentes, la frondosidad amazónica, junto con el cariño de los padres y niños permitieron que Ángela Agripina Torres, egresada de la Universidad Nacional de Trujillo, lograra sus objetivos, con grabaciones acompañadas por música de la soprano Margarita Ludeña Guerrero y el piano de José Mazzini Armas.
Por último, la fundación del reconocido tenor Juan Diego Flórez contribuye a promover orquestas infantiles en distintas ciudades, utilizando el método musical para representar dramas sociales y superar dificultades de lenguaje en los niños.
LOS DIENTES DEL DRAGON
http://www.losandes.com.pe/?c=noticia&id=83484
19/10/14
http://www.elmercuriodigital.net/2014/10/los-dientes-del-dragon.html#.VEVEtGcuBdg
Este filósofo que fue ordenado sacerdote en Tokio a los treinta años, vivió cerca de las guerras de Camboya y Vietnam. En Perú, a principios de los noventa fue Presidente de la Comisión Gubernamental de Diálogo con los Organismos de Derechos Humanos, grupo que logró la liberación de 1200 personas que sufrían condenas injustas. Desde la Obra Recoletana de Solidaridad brindó ayuda a los internos y sus familiares, además de apoyarlas en la comercialización de su trabajo.
Su nombre evoca un sentimiento de amor a los desposeídos. Su ausencia es notoria y dolorosa, escribió más de un peruano de bien. Fue considerado un lamed – waf, que según una leyenda del Talmud, es “un místico con corazón abierto que logra escrutar muchos de los desastres que el ser humano se empeña en producir a sus congéneres”.
Los dientes del dragón es un libro, divido en cuatro partes y sesenta y cinco crónicas, a través de las cuales ofrece reflexiones humanas, su preocupación internacional, la justicia en el Perú y una breve radiografía personal en el país donde estuvo más cerca de los condenados de la tierra.
Su vida y obra reluce en una sexta versión, corregida y aumentada, auspiciada por Ediciones Cope - Petroperú, empresa que no cesa de recibir presiones para su privatización - oleadas que hay veces son razonables por su densa carga burocrática - al extremo que se le niega el derecho de haber restablecido el Premio Nacional de Cultura, suspendido hace más de un cuarto de siglo.
Esta publicación, seguro que tampoco se exime de crítica, si se lee, por ejemplo, la mención que el autor hace de Chejov: “El hombre, al nacer, debe elegir entre tres caminos, no hay otros. Si toma la izquierda, los lobos le comerían, si va por la derecha, será el quien comerá a los lobos, y si escoge la vía del centro, se comería a sí mismo”.
Al analizar la violencia política en el Perú, precisa:”… esta frase no es enfermedad como lo presentan los psicólogos: es lucidez…La democracia parece débil a la violencia, porque sus reglas son activamente reconocidas solo por una memoria…Más allá de la violencia política reina la violencia de consumo corriente, la violencia banal, la que no genera disertaciones doctorales porque es inorgánica, temida y tiene toda la poesía luminosa de las aguas servidas…”
Advierte que el peligro más grave que afecta la vida misma no procede
del egoísmo consciente del individuo, sino del egoísmo colectivo,
legitimado por instituciones y códigos, y que constituye la atmósfera
social en la cual vivimos.
Por cierto el diagnóstico sigue vigente y más complicado aún: “Vivimos en ambiente de violencia solapada y continua, exasperante y nueva, que indica… “una especie de estado comatoso”.
Conforme pasan los días esa realidad es más compleja y extensa como se vive ahora: Hospitales en huelgas, servicios postales paralizados.
Desabastecimiento de medicamentos. La prensa frívola hace soñar a más de una dama el sillón de un imperio. Se consolida el narco-poder. La corrupción se extiende: hasta los viejos oligarcas se rasgan las vestiduras por la corrupción descentralizada – regional, local y global.
Lo más sorprendente del Perú para el sacerdote Lanssiers fue el culto universal que se rinde a la viveza y la criollada. “El ser engañado y engañar eran elevadas a la categoría de bellas artes y la definición del civismo no figuraba ni siquiera en el discurso de los vocablos esotéricos…Desde fuera es un país surrealista. El pueblo sigue llorando sobre la suerte de las heroínas de la telenovela, huelga de posibilidades la letanía de abusos se podría alargar usque ad nauseam los nidos de escorpiones”
Por qué se queda en el Perú, le preguntaron más de una vez: “Este país tiene la exasperante virtud de sacar a la superficie lo mejor que uno tiene…también lo peor”.
Con una sensibilidad que engrandece al humano, el sacerdote Lanssiers estuvo muy cerca del infierno de la violencia y pudo reconocer sus crueles raíces. Cuando un poeta fue liberado de la cárcel le pidió la presentación pública. Y el dijo: “Quienes amamos este país con una pasión rabiosa, sentimos la urgencia de luchar para apagar la tristeza de los poetas que murieron de la patria como Valcárcel cuando escribía: “La palabra Perú llena de sangre” o Juan Gonzalo Rose en sus versos formidables “Para comerse un hombre en el Perú hay que sacarle antes las espinas”.
Concluye su explicación con un himno de esperanza, recordando otra vez a Valcárcel y su frase “Perú patíbulo de justos”, pero no se aleja de ese sentimiento noble que prima en estos hombres y mujeres, que a pesar de los insultos, siguen luchando por los derechos de los desposeídos.
19/10/14
http://www.elmercuriodigital.net/2014/10/los-dientes-del-dragon.html#.VEVEtGcuBdg
•elmercuriodigital ▫ Jorge Zavaleta Alegre.- “Contaban los griegos que Cadmos, fundador de Tebas, mató un dragón y enterró sus dientes en el campo. De inmediato la tierra se cuarteó y, en lugar de espigas, asomaron cascos de bronce, puntas de lanza y, finalmente, hombres armados: todo un ejército fantasmal programado para matar”. Me preguntó si no estamos, nosotros, sembrando “los dientes del dragón” sin darnos cuenta de que terminaremos siendo triturados por ellos”, Hubert Lanssiers (Bruselas, 1929 – Lima, 2006).
Este filósofo que fue ordenado sacerdote en Tokio a los treinta años, vivió cerca de las guerras de Camboya y Vietnam. En Perú, a principios de los noventa fue Presidente de la Comisión Gubernamental de Diálogo con los Organismos de Derechos Humanos, grupo que logró la liberación de 1200 personas que sufrían condenas injustas. Desde la Obra Recoletana de Solidaridad brindó ayuda a los internos y sus familiares, además de apoyarlas en la comercialización de su trabajo.
Su nombre evoca un sentimiento de amor a los desposeídos. Su ausencia es notoria y dolorosa, escribió más de un peruano de bien. Fue considerado un lamed – waf, que según una leyenda del Talmud, es “un místico con corazón abierto que logra escrutar muchos de los desastres que el ser humano se empeña en producir a sus congéneres”.
Los dientes del dragón es un libro, divido en cuatro partes y sesenta y cinco crónicas, a través de las cuales ofrece reflexiones humanas, su preocupación internacional, la justicia en el Perú y una breve radiografía personal en el país donde estuvo más cerca de los condenados de la tierra.
Su vida y obra reluce en una sexta versión, corregida y aumentada, auspiciada por Ediciones Cope - Petroperú, empresa que no cesa de recibir presiones para su privatización - oleadas que hay veces son razonables por su densa carga burocrática - al extremo que se le niega el derecho de haber restablecido el Premio Nacional de Cultura, suspendido hace más de un cuarto de siglo.
Esta publicación, seguro que tampoco se exime de crítica, si se lee, por ejemplo, la mención que el autor hace de Chejov: “El hombre, al nacer, debe elegir entre tres caminos, no hay otros. Si toma la izquierda, los lobos le comerían, si va por la derecha, será el quien comerá a los lobos, y si escoge la vía del centro, se comería a sí mismo”.
Al analizar la violencia política en el Perú, precisa:”… esta frase no es enfermedad como lo presentan los psicólogos: es lucidez…La democracia parece débil a la violencia, porque sus reglas son activamente reconocidas solo por una memoria…Más allá de la violencia política reina la violencia de consumo corriente, la violencia banal, la que no genera disertaciones doctorales porque es inorgánica, temida y tiene toda la poesía luminosa de las aguas servidas…”
Sendero Luminoso |
Por cierto el diagnóstico sigue vigente y más complicado aún: “Vivimos en ambiente de violencia solapada y continua, exasperante y nueva, que indica… “una especie de estado comatoso”.
Conforme pasan los días esa realidad es más compleja y extensa como se vive ahora: Hospitales en huelgas, servicios postales paralizados.
Desabastecimiento de medicamentos. La prensa frívola hace soñar a más de una dama el sillón de un imperio. Se consolida el narco-poder. La corrupción se extiende: hasta los viejos oligarcas se rasgan las vestiduras por la corrupción descentralizada – regional, local y global.
Lo más sorprendente del Perú para el sacerdote Lanssiers fue el culto universal que se rinde a la viveza y la criollada. “El ser engañado y engañar eran elevadas a la categoría de bellas artes y la definición del civismo no figuraba ni siquiera en el discurso de los vocablos esotéricos…Desde fuera es un país surrealista. El pueblo sigue llorando sobre la suerte de las heroínas de la telenovela, huelga de posibilidades la letanía de abusos se podría alargar usque ad nauseam los nidos de escorpiones”
Por qué se queda en el Perú, le preguntaron más de una vez: “Este país tiene la exasperante virtud de sacar a la superficie lo mejor que uno tiene…también lo peor”.
Con una sensibilidad que engrandece al humano, el sacerdote Lanssiers estuvo muy cerca del infierno de la violencia y pudo reconocer sus crueles raíces. Cuando un poeta fue liberado de la cárcel le pidió la presentación pública. Y el dijo: “Quienes amamos este país con una pasión rabiosa, sentimos la urgencia de luchar para apagar la tristeza de los poetas que murieron de la patria como Valcárcel cuando escribía: “La palabra Perú llena de sangre” o Juan Gonzalo Rose en sus versos formidables “Para comerse un hombre en el Perú hay que sacarle antes las espinas”.
Concluye su explicación con un himno de esperanza, recordando otra vez a Valcárcel y su frase “Perú patíbulo de justos”, pero no se aleja de ese sentimiento noble que prima en estos hombres y mujeres, que a pesar de los insultos, siguen luchando por los derechos de los desposeídos.
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Jorge Zavaleta Alegre
“Contaban los griegos
que Cadmos, fundador de Tebas, mató un dragón
y enterró sus dientes en el
campo. De inmediato la tierra se cuarteó y, en lugar de espigas,
asomaron cascos de bronce, puntas de lanza y, finalmente, hombres armados: todo
un ejército fantasmal programado para matar”. Me preguntó si no estamos,
nosotros, sembrando “los dientes del dragón” sin darnos cuenta de que
terminaremos siendo triturados por ellos”,
Hubert Lanssiers (Bruselas, 1929 – Lima, 2006)
Este filósofo que fue ordenado sacerdote en Tokio a los
treinta años, vivió cerca de las guerras de Camboya y Vietnam. En Perú, a
principios de los noventa fue Presidente de la Comisión Gubernamental de
Diálogo con los Organismos de Derechos Humanos,
grupo que logró la liberación de 1200 personas que sufrían condenas
injustas. Desde la Obra Recoletana de Solidaridad brindó ayuda a los internos y
sus familiares, además de apoyarlas en la comercialización de su trabajo.
Su nombre evoca un sentimiento de amor a los desposeídos. Su
ausencia es notoria y dolorosa, escribió más de un peruano de bien. Fue
considerado un lamed – waf, que según
una leyenda del Talmud, es “un
místico con corazón abierto que logra escrutar muchos de los desastres que el
ser humano se empeña en producir a sus congéneres”.
Los dientes del dragón es un libro, divido en cuatro partes
y sesentaicinco crónicas, a través de las cuales ofrece reflexiones humanas, su preocupación
internacional, la justicia en el Perú y una breve radiografía personal en el país
donde estuvo más cerca de los condenados de la tierra.
Su vida y obra luce en una sexta versión, corregida y aumentada, auspiciada por Ediciones Cope
- Petroperú, empresa que no cesa
de recibir presiones para su
privatización - oleadas que hay veces son razonables por su densa carga burocrática - al extremo que se le niega el derecho de haber restablecido el Premio Nacional de
Cultura, suspendido hace más de un cuarto de siglo.
Esta publicación,
seguro que tampoco se exime de crítica, si se lee, por ejemplo, la mención que
el autor hace de Chejov: “El hombre, al nacer, debe elegir entre tres caminos, no
hay otros. Si toma la izquierda, los lobos le comerían, si va por la derecha,
será el quien comerá a los lobos, y si escoge la vía del centro, se comería a
sí mismo”.
Al analizar la
violencia política en el Perú, precisa:”… esta frase no es
enfermedad como lo presentan los
psicólogos: es lucidez…La democracia
parece débil a la violencia, porque sus reglas son activamente reconocidas solo
por una memoria…Más allá de la violencia política reina la violencia de
consumo corriente, la violencia banal,
la que no genera disertaciones doctorales porque es inorgánica, temida y tiene toda la poesía luminosa de las aguas servidas…”
Advierte que el peligro más grave que afecta la vida misma no
procede del egoísmo consciente del individuo, sino del egoísmo
colectivo, legitimado por instituciones y códigos, y que constituye la
atmósfera social en la cual vivimos.
Por cierto el diagnóstico sigue vigente y más complicado aún:
“Vivimos en ambiente de violencia solapada y continua, exasperante y nueva, que indica… “una especie de estado
comatoso”.
Conforme pasan los días esa realidad es más compleja y
extensa como se vive ahora: Hospitales en huelgas, servicios postales
paralizados. Desabastecimiento de medicamentos. La prensa frívola hace soñar a
más de una dama el sillón de un imperio.
Se consolida el narco-poder. La corrupción se extiende: hasta los viejos
oligarcas se rasgan las vestiduras por la corrupción descentralizada –
regional, local y global.
Lo más sorprendente
del Perú para el sacerdote
Lanssiers fue el culto universal que se rinde a
la viveza y la criollada. “El ser engañado y engañar eran elevadas a la
categoría de bellas artes y la definición del civismo no figuraba ni siquiera
en el discurso de los vocablos esotéricos…Desde fuera es un país surrealista.
El pueblo sigue llorando sobre la suerte
de las heroínas de la telenovela, huelga de posibilidades la letanía de
abusos se podría alargar usque ad nauseam los nidos de escorpiones”
Por qué se queda en el Perú,
le preguntaron más de una vez: “Este país tiene la exasperante virtud de
sacar a la superficie lo mejor que uno tiene…también lo peor”.
Con una sensibilidad que engrandece al humano, el sacerdote
Lanssiers estuvo muy cerca del infierno
de la violencia y pudo reconocer sus crueles
raíces. Cuando un poeta fue liberado de la cárcel le pidió la presentación
pública. Y el dijo: “Quienes amamos este país con una pasión rabiosa, sentimos
la urgencia de luchar para apagar la
tristeza de los poetas que murieron de la patria como Valcárcel cuando
escribía: “La palabra Perú llena de sangre” o Juan Gonzalo Rose en sus versos
formidables “Para comerse un hombre en el Perú hay que sacarle antes las
espinas”.
Concluye su explicación con un himno de esperanza, recordando
otra vez a Valcárcel y su frase “Perú patíbulo de justos”, pero no se aleja de ese sentimiento noble que prima en estos
hombres y mujeres, que a pesar de los insultos, siguen luchando por los
derechos de los desposeídos.
TERRORISMO EN MEXICO, INFORME DE ARGENPRES - PRT-AGENCIA WALSH
Jueves, 16 de octubre de 2014
PRT - AGENCIA WALSH
Con vida los llevaron. Con vida los queremos, la ira del pueblo mejicano se vuelca a las calles, saturado de terror, muertes y desapariciones.
El salvaje ataque el 26 de septiembre último a micros con estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, - llamados normalistas- y futbolista de Tercera División, por parte de la policía municipal y elementos del cártel “Guerreros Unidos” en Iguala, estado de Guerrero, donde perdieron la vida 6 personas, 25 más resultaron heridas y 43 jóvenes normalistas fueron secuestrados y permanecen desaparecidos, más el hallazgo reciente de 6 fosas comunes con cadáveres degollados, desollados y quemados, ha hecho estallar la ira del pueblo mexicano que cansado de tanta muerte se lanzó a las calles con la consigna “con vida se los llevaron, con vida los queremos” exigiendo el esclarecimiento y señalando al narcotráfico y sus gobiernos como responsables de los aberrantes hechos.....
Con vida los llevaron. Con vida los queremos, la ira del pueblo mejicano se vuelca a las calles, saturado de terror, muertes y desapariciones.
El salvaje ataque el 26 de septiembre último a micros con estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, - llamados normalistas- y futbolista de Tercera División, por parte de la policía municipal y elementos del cártel “Guerreros Unidos” en Iguala, estado de Guerrero, donde perdieron la vida 6 personas, 25 más resultaron heridas y 43 jóvenes normalistas fueron secuestrados y permanecen desaparecidos, más el hallazgo reciente de 6 fosas comunes con cadáveres degollados, desollados y quemados, ha hecho estallar la ira del pueblo mexicano que cansado de tanta muerte se lanzó a las calles con la consigna “con vida se los llevaron, con vida los queremos” exigiendo el esclarecimiento y señalando al narcotráfico y sus gobiernos como responsables de los aberrantes hechos.....