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jueves, 7 de agosto de 2014

Una prensa para todos




Por Jorge Zavaleta Alegre
La prensa ha de ser como los correos antiguos, tener los caballos enjaezados para llegar antes que nadie al lugar de los acontecimientos, con el fin de atender esa innata curiosidad del lector, casi siempre escaso de voluntad, de tiempo o de dinero.
Esta definición corresponde a José Martí (Cuba, 1853 – 1895), uno de los más grandes poetas hispanoamericanos y periodista que apostó por la Revolución de Mayo de 1810, en Buenos Aires, contra el dominio de Inglaterra.
La actual innovación tecnológica, en esencia, no ha cambiado el sentido ni los ideales libertarias de la prensa. Ahora, la persona está más informada que dos o tres décadas atrás, pero, no necesariamente, mejor para asegurar la conservación de los recursos naturales renovables y no renovables en función de la humanidad entera.
La prensa sigue siendo un aliado o enemigo del poder. Pero nadie, ni el personaje más humilde o poderoso, es desaprensivo con la crítica o el halago. Sobre este tema existen ejemplos mil. Y quien mejor para explicarlo que el ilustre autor de Madame Bovary, la célebre novela que Gustavo Flaubert, la despreció hasta su muerte.
Flaubert, reservaba todas sus iras para la prensa. “El estruendo de los periódicos, la importancia que se dan, las tonterías que imprimen inevitablemente, dada la precipitación con que se hacen, le enfurecían. Hablaba de suprimirlos todos de una vez”, confiesa su amigo, Emile Zola, en El Hombre.
Lo que más le molestaba a Flaubert eran los pormenores que algunas veces daban acerca de su persona. Parecíale irrespetuoso, decía que solamente el escritor pertenecía al público. Jamás quiso reconocer que en el mundo todo marcha simultáneamente y que la prensa que da noticias es la hermana menor, muy mal cuidada, si se quiere de Madame Bovary.
Pero, agrega Zola, que aquel hombre feroz, que hablaba de ahorcar a todos los periodistas, se conmovía hasta derramar lágrimas cuando el último de los gacetilleros escribía de él un articulillo…”Rico trabajando a sus horas, sin haber pasado por el periodismo, lo desconocía por completo, despreciándolo a veces demasiado y creyendo en él otras veces también demasiado”.
Si esas reacciones sobre el periodismo le produjeron al célebre autor de Educación Sentimental, de Un corazón sencillo, La Leyenda de San Julián o Herodías, cómo no entender la vanidad de vanidades de los poderosos emergentes que su ego nos les permite distinguir las diferencias de aquellos medios, que cual fábricas de vanidadess, cooptan a Los Aprendices, como muy bien recrea Carlos Eduardo Zavaleta, recordando a los caudillos de las comarcas de su juventud, en la Cordillera Blanca.
Arguedas, Vargas Llosa o Ribeyro se anticiparon en señalar en Todas las Sangres, Conversación en la Catedral o El Banquete, historias de la zalamería criolla con los políticos de turno, en marchitos clubes, de muros y recuerdos coloniales, cuando los movimientos migratorios ya han cambiado de raíces las faz de las ciudades, y la prensa convencional ha dejado de tener el poder de viejo cuño.
Jorge Zavaleta Alegre escribe desde Lima, Perú.
ARGENPRESS.Info

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About Ramón Jiménez

Ramón Jiménez, actual Managing Editor de MetroLatinoUSA es un periodista que cubre lo más que puede los asuntos de las comunidades latinas de Washington D.C., Maryland y Virginia. Graduado de la Escuela de Periodismo de la Universidad del Distrito de Columbia. Fue galardonado a nivel nacional en numerosas ocasiones por parte de la Asociación Nacional de Publicaciones Hispanas (NAHP) y otras organizaciones comunitarias y deportivas de la región metropolitana de esta capital. También fue premiado en dos ocasiones como Mejor Periodista del Año por la cobertura de la comunidad salvadoreña, premios otorgados por la Oficina de Asuntos Latinos del Alcalde (OLA) y otras organizaciones. Ha sido miembro del jurado calificador en diferentes concursos literarios, de belleza y talento en la región metropolitana. Como parte de su trabajo ha visitado zonas de desastre en Nicaragua, Honduras y El Salvador e invitado a esos países por organizaciones que asisten a personas de escasos recursos económicos. Antes trabajó en otros medios de prensa de Virginia y D.C.

ISAIAS ZAVALETA FIGUEROA, SEGUN LA LA REVISTA PRENSA ANCASHINA


La Revista Prensa Ancashina,  celebra este año 2014, treinticuatro años, con el lema:  la  vanguardia de la moralización.
Con este motivo su Consejo Directivo convoca a sus lectores para saludar   a las mujeres y hombres que marcaron el compromiso de trabajar, en serio,  por su terruño.
Este ideal se plasma en un Libro con la biografía de  más de 100 personas vinculadas a Prensa Ancashina, que edición tras edición, nos enseña que la belleza  natural  de los Andes solo tiene valor si prima la solidaridad  y el bienestar de sus habitantes, que sigue siendo una tarea pendiente
Evocando nuestra juventud al pie de los nevados,  que ya no son perpetuos,  nuestro saludo  para  Lucio  Pinedo Moreno,  Alicia Bravo Mejìa y su familia,  artìfices de este milagro de la comunicación que se anticipó a la globalización, caminando y soñanado con la hermandad de las comarcas desde un país complejo  que mantiene  aún muros  mentales e  infranqueables..

Isaías, una vida de ideas renovadoras

Por Jorge Zavaleta Alegre.-  

Publicado en Prensa Ancashina Nº 150 Año XXXIII MARZO ABRIL 2013Poeta, escritor, matemático, periodista, educador de juventudes, con sus 96 años cumplidos, Isaías Elías Zavaleta Figueroa es un activo ministro cuasi fundador de las Asambleas de Dios del Perú, avivamiento espiritual que en el siglo XX se extiende entre los cristianos del mundo que se dieron a la tarea de predicar el evangelio, desde la visión del Nuevo Testamento o renacimiento Pentecostal.

Isaías se acerca a un siglo de vida, reeditando su novela El final de una vida (180 pp), novela publicada en 1974, en la Editorial Parón, pequeña empresa que creó en su tierra natal y le siguió acompañando en Trujillo, calle Bolognesi 656, del Centro Histórico de esta ciudad del norte peruano.

El autor, en el prólogo de su obra, considera que hay tantísimas manifestaciones del hombre que quedan ahogadas a diario en el fondo del ser, por falta de un lenguaje oral o escrito que dé curso a las ideas engendradas por la mente.

Y esas manifestaciones que a cada persona le toca sentir en grado variable a su actividad, están aquellas que impresionan a nuestro ser, y son específicamente las experiencias externas que timbran las cuerdas de nuestra sensibilidad, haciendo surgir en nosotros amor u odio, alegría o sentimiento, gozo o desilusión, adhesión o protesta contra todo aquello que es injusto del hombre contra el hombre.

EL FINAL DE UNA VIDA, precisamente, describe al personaje central como a los demás que conforman el elenco de esta obra, los que simbolizan la trama real del mundo actual en que vivimos hoy, con su odio, desengaño, vanidad, lucro, farsa, vicio, venganza, deslealtad, conductas que luchan contra el amor y el perdón, únicos patrimonios que el hombre debe defender a todo costo.

Por eso, Zavaleta Figueroa sostiene que si peca demasiado es por no saber presentar a mis hijas virtuales (las ideas) carentes de ropaje literario y exentos de colorido artístico en sus formas; en cambio sí, las dejo salir tal como han sido concebidas en parvadas, cual avecillas que se deleitan en la libertad de sus alas, porque sé que dejándolas libres con la sinceridad que se las envía, llegarán al oído de los ricos y de los pobres, de los que engañan y de los desengañados, de los que gustan disfrutar del poder a expensas del hombre ajeno y de los que sufren el abuso de aquellos.
El autor nació el 16 de Febrero de 1917 en Caraz, en el Callejón de Huaylas, Ancash, un valle de clima templado, a 400 kms. al Noreste de Lima, protegido por dos cadenas de montañas - Blanca y Negra-, lagunas, lagunillas, manantiales, aguas termales y riachuelos que alimentan el Santa, uno de los pocos ríos de cauce regular, que desemboca al Pacifico, y que durante las cuatro estaciones del año mantiene una variada agricultura, incluyendo diversidad de flores, frutas, alimentos de panllevar. La elaboración de los refrescos y los helados con el hielo de las faldas del Huandoy y el Huascarán, se truncó con el terremoto del 70.

Isaías Zavaleta, durante su juventud estuvo muy cerca de los adolescentes dando las primeras lecciones de la política al servicio de la vida, de la comarca que los cobija. Creyó en el gobierno local, como la institución que ensambla los sueños y las esperanzas de las antiguas comunidades, tan vigentes para construir el desarrollo sustentable, teoría tan de moda en el presente siglo, y que rescata el valor del conocimiento trans disciplinario, división o fraccionamiento que nunca debió separarse en la formación del niño.

En Caraz, junto con el poeta Hernán Osorio Herrera, hizo periodismo y veladas literarias en Radio Claridad, una sonora muy apreciada por la ciudadanía, un modelo de comunicación sustentada en la ética, las buenas costumbres y la solidaridad puesta a prueba.

La reciente publicación de EL FINAL DE UNA VIDA, tiene ingredientes sui géneris, que demuestran el valor permanente de la tecnología. Siguiendo la lección de Vallejo – “aquello que se inventa no se puede desinventar”, la edición que hoy tenemos en nuestras manos - 16 de febrero 2013- conserva las características originarias.

Los nuevos instrumentos de la industria digital y de internet han permitido confirmar que las ideas no tienen fronteras, y se convierten de locales en globales.

EL FINAL DE UNA VIDA ha sido reeditada tomando la primera matriz, escrita en una antigua maquina Remington o Royal, en aquellas teclas metálicas y sonoras, trasladadas en “esténcils” y reproducidas en mimeógrafo, máquinas aún valiosas en nuestras aldeas de oro.

Lienzo de July Balarezo


Esta edición tampoco es fruto de la casualidad. Han concurrido: July Balarezo, con su alegórico lienzo que ilustra la carátula. July y Jorge Zavaleta Balarezo, desde Frederick y Jonesburgo, con su recuerdo diario de los abuelos Elena y Eva, Juan e Isaías, que colmaron sus sueños y alimentaron sus primeros pasos.

Principales obras

ANTES Y DESPUES DEL TERREMOTO, III Tomos. Es un conjunto de relatos del Callejón de Huaylas, antes y después del terremoto del 31 de Mayo de 1970, la más grande tragedia del siglo XX en el planeta, que produjo la muerte de 70 mil personas.

Sus crónicas han formado parte de importantes investigaciones de sismólogos internacionales y nacionales y han contribuido a la creciente toma de conciencia sobre la necesidad de la prevención para disminuir el impacto de los desastres naturalesm que siempre afecta a los más vulnerables.

Parte de estas publicaciones forman parte de una colección de libros sobre sismología publicados en Moscú, 1980.

FRAGMENTOS. IV Volúmenes. Publicados en los años 1971, 72 y 73. Constituyen una serie de comentarios y análisis sobre la organización y desorganización de las entidades públicas encargadas de la reconstrucción de los pueblos destruidos por el sismo del 70.

LA MADRE Y EL HIJO ACUSADO, 1963. Un drama corto que revela las dudas e incertidumbres de los grupos sociales para criar a sus hijos dentro o alejados de los esquemas de la sociedad tradicional de los años sesenta, década de los grandes acontecimientos que vivió el mundo. Imprenta Atun Huaylas, Jirón Luzuriaga 114, Caraz.

VALORES QUE NO SE PIERDEN, 1962. Relatos de actualidad para niños, jóvenes y adultos. Impreso en los Talleres Gráficos “Atalaya”, Caraz, de Abel Angeles.

¿QUIENES SON CULPABLES? Drama Protesta, en II Actos. Escrita en Caraz, Mayo de 1970. Impreso en Editorial Parón, Trujillo, 1974.

Estas y otras de sus publicaciones han sido presentadas por el autor, a través de un largo peregrinaje por los pueblos de Ancash y el Perú, fuentes inagotables para su creación poética y sus prédicas dominicales en concurridos auditorios. “A medida que los años pasan/ Si tú amigo que siempre me lees/ Estas experiencias que yo te cuento,/ déjalas que en tu corazón se graven.

Don Isaías Elías reciba el saludo de sus seres más queridos: De Rosa Amelia, Lolo, Lolito y Bruno. De Elida Beatriz y Adolfo, su esposo. De Coco y Montse desde Barcelona. De July y Jorge. De Elena Alegre, Arturo Miguel y Adolfito, desde el Cielo.

“Tu respuesta, siempre ejemplar, la hemos conocido. Por ejemplo, en tu poema "Practica el Bien”: "No dejes dejes de honrar a tus padres,/ Porque largura de años tendrás como premio/ Y te irá bien en todo lo que hagas,/ Porque es un mandamiento con promesa”.

Nota. En Caraz, aún queda en pie la casa del escritor. Isaías, conocedor de la resistencia de materiales y de la energía solar, construyó una cálida vivienda que soportó el infausto terremoto del 70 y que sirvió de breve refugio para los vecinos. Queda también aquel intenso perfume de las enredaderas de Madre Selva, de claveles y jazmines que sembró y cuidó Elena, su compañera eterna. Elena, la mayor de nueve hermanos, fue hija de Porfiria y Víctor Alegre, un juez probo, reconocido por los pobladores de Huaylas, especialmente por los campesinos, por la justa distribución de las aguas, sorteando la presión de gamonales.