JORGE ZAVALETA ALEGRE PERIODISTA
En los territorios 
semitropicales y tropicales de Sudamérica, Centroamérica,  México, Texas
 y el norte de Arizona crecen girasoles de varias especies. Abunda la 
Stevia, hierba y arbusto de la familia del girasol o Asteraceae, 
estudiada por primera vez por el médico y botánico español Petrus 
Jacobus Stevus (Pedro Jaime Esteve, 1500-1556),en cuyo honor este género
 de plantas se denominó Stevia.
La
 Stevia rebaudiana es la especie más difundida y es originaria de 
Sudamérica. Ha sido cultivada y utilizada como edulcorante y como planta
 medicinal por el pueblo guaraní y otras poblaciones de Brasil y 
Paraguay. Sus hojas endulzan con mayor intensidad que la sacarosa o 
componente principal del azúcar, y pueden ser consumidas frescas, en 
infusión o como ingrediente de la comida.
La 
Stevia, señala la bibliografía médica,  es buena  en el tratamiento de 
la obesidad y la hipertensión arterial, y  como edulcorante natural. La 
Stevia peruana contiene esteviósidos hasta un 50% más que la planta 
china.
Los estudios de mercado hablan de su 
descomunal producción, y que el Perú podría ocupar un espacio. La planta
 tiene una vida media de hasta 14 años y es muy resistente a los 
insectos.
Los campesinos del Valle de los Ríos 
Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), que suman  medio millón de habitantes, 
en su mayoría jóvenes y desplazados de su comarca, ven con expectativa 
la acción multisectorial del Estado para acabar con el narcotráfico, una
 red que con los remanentes de Sendero Luminoso mantiene la producción 
de coca en 20,000 de las 60,000 hectáreas que existen en trece regiones 
del país, como Loreto, en poblaciones limítrofes con Brasil, Colombia y 
Ecuador.
El 80% de los pobladores de esa zona 
posee entre una y tres hectáreas de tierra, la mayoría dedicada al 
sembrado de coca. Para que una familia pueda vivir de la agricultura 
debe tener seis hectáreas o más de tierra con una serie de incentivos 
para promover la agricultura y ganadería. No esperemos que la inversión 
transnacional arrase con la cultura y la vida de estas poblaciones 
nativas. El control de los insumos químicos por parte de la Sunat es una
 medida esperada desde hace tres décadas.
Los girasoles, junto
 con las bananas, las naranjas, paltas, café, cacao y múltiples 
especies, pueden y deben ser una fuente económica para crear el nuevo 
hábitat de la Amazonía, empezando por su niñez y adolescencia, aseguran 
viejas y nuevas investigaciones y políticos innovadores.
                                Publicado: 04/04/2014