Jorge Zavaleta Alegre Periodista. Licenciado en ciencias sociales.-
El debate sobre el rol de la empresa pública y la educación está planteado. Petróleos del Perú, presenta hasta la primavera próxima la muestra “Arte Peruano en los Siglos XIX – XX”, ofreciendo a la comunidad la “Colección de Pintura de la centenaria Universidad Nacional de Ingeniería”. En el acto inaugural, el rector Aurelio Padilla, y el presidente de esa empresa pública, Humberto Campodónico, ambos ingenieros y egresados de esa casa de estudios, plantearon la necesidad de promover el reencuentro entre las ciencias, el arte y las humanidades como el mejor camino para encontrar respuestas a los retos que nos plantea la realidad nacional en un contexto indesligable del universo.
Dos días después, el Jefe de Estado, en un gesto de
identificación y respaldo a ambas instituciones, visitó la sala
de arte del Centro Cultural de
Petroperú y apreció las obras de los mejores artistas republicanos. Es más, la
visita se dio al cierre del “Seminario Internacional Modernización de la
Gestión Pública”, organizado por la Presidencia del Consejo de Ministros.
En el Perú, donde son
muy pocas las universidades que ofrecen una educación integral (unas cinco de
las 140 entre privadas y estatales), se hace evidente la profunda incomprensión
entre ciencia y humanidades.
Las presuntas
diferencias entre científicos y
humanistas han provocado la disminución de la calidad en la formación de los
estudiantes, lo que dificulta entender y enfrentar con acierto los problemas sociales
y económicos, si se agudiza y arrastra
el déficit educativo desde los años iniciales.
La ciencia y las
humanidades pueden coexistir perfectamente. El trabajo de algunos científicos
ha remplazado a algunos escritores literarios como formadores de opinión. El
arte y la literatura, no solo son un medio de entretenimiento, también nos
proporcionan pensamientos y formas de racionalizar las diferentes ideologías.
La diferenciación de
las carreras profesionales es un artificio de la educación como negocio en la
estructura de la economía cuasi informal de América Latina. Es una consecuencia
del libre mercado y la ausencia motivadora y regulatoria del Estado.
El acercamiento entre la empresa estatal Petroperú, en
acelerado proceso de reactivación, y la Universidad Nacional de Ingeniería,
creada hace 136 años, es un mensaje esclarecedor para aquellos frentes
conservadores, que ven en la fusión del arte con la producción de mercancías,
un peligro para la estabilidad del modelo neoliberal.
La Pinacoteca de la UNI
luce un nuevo rostro. Dieciséis personas donaron recientemente 19 obras de gran
valor artístico. La donación, en efecto, significa un gesto y un compromiso
social. Igual significado tiene la reactivación de Petróleos del Perú al
conjugar sus proyectos como el Gasoducto Andino del Sur, la industria
petroquímica y la modernización de la Refinería de Talara, siguiendo la
experiencia de otras democracias vecinas.
Estudios comparativos
indican que los países latinoamericanos invierten menos en Educación que los de
Europa y Asia. Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia e Israel, por ejemplo,
destinan alrededor del 7% de su producto bruto anual a la educación. Los países
de la ex Europa del Este y algunos de América Latina, como Brasil y Chile, invierten
alrededor del 5%.
jorgez.1944@yahoo.es