Jorge Zavaleta Alegre. Cambio16-Madrid
Plaza de armas Arequipa y el Misti |
Como en “Historia de dos ciudades”, una de las novelas de
Charles Dickens que se desarrolla
en Londres y París, en los albores de la
Revolución francesa; cien estudiantes de un Taller de Arquitectura de la
Universidad Nacional San Agustín de Arequipa visitaron Lima recientemente y comprobaron que la problemática de la gran
metrópoli se está reproduciendo progresiva y peligrosamente en la ciudad del Misti y en otras del territorio
nacional.
La decana del Colegio de Arquitectos del Perú, Shirley Chilet,
al dar la bienvenida a los visitantes, comentó el “Desborde Popular y Crisis
del Estado” del destacado investigador José Matos Mar, señalando las distintas
figuraciones del desborde, las «formas de
cultura y de sociabilidad»
que irrumpen en la ciudad, con formas de organización y de acción
colectiva traídas del mundo rural, que conquistan carta de residencia con sus
viviendas atípicas, fiestas folclóricas
y modos musicales antes marginales en
Lima.
Los jóvenes arequipeños
comprobaron que Lima vive un acelerado crecimiento vertical, con profundos
problemas en el tránsito, ausencia de
espacios públicos, falta de agua y seguridad.
Mientras Arequipa ya cuenta con
los primeros edificios de doce y quince pisos, en la capital del Perú se
proyectan edificaciones de más altura. La preocupante conclusión es que en
ambas ciudades la ausencia de la
planificación urbana, crea incertidumbre en el futuro. La visita guiada en este formato es la primera que se realiza y comprendió el Centro Histórico, la ciudadela de Caral y distritos populares del norte y sur. La iniciativa que guarda un especial contenido pedagógico fue promovido por los arquitectos Wílber
Aspilcueta, Jorge Quijano, Enrique Flores, José Salas y el vicedecano Manuel Rodríguez Alvarez.
“El famoso arquitecto Oscar Niemeyer (Río de Janeiro, 1907) no alcanzó el éxito
esperado en el desarrollo del modelo urbano brasileño porque no tuvo la
formación requerida de planificador”, afirma
José Salas Ramos, doctor
arquitecto por el ITC de Holanda
y miembro del equipo ganador del “Primer Símbolo Urbano de Arquitectura del
Siglo XXI: la nueva sede del Colegio de Ingenieros de Arequipa”.
Este profesional arequipeño considera que a los arquitectos les han hecho creer que son planificadores urbanos solo porque
tienen el titulo de arquitectos. La planificación urbana es una carrera independiente de la Arquitectura. Seguramente
tiene mucho que ver con el desarrollo
urbano, pues la planificación requiere de un profundo conocimiento de la
economía, sociología, política, geopolítica, geografía, meteorología y ecología.
Con estas materias, se podría empezar a propiciar la
especialización de los arquitectos, que no la
poseen a primera vista, pero si desaparece la ciudad se convierte en una mera escenografía
vacía como sucedió con los pueblos fantasmas del Oeste
Norteamericano. Se acabó la veta de oro y el pueblo quedó abandonado. La ciudad esconde los nuevos condicionamientos, elementos que como
arquitectos puros no han llegado a entender.
-¿Además de la formación académica, que se requiere para
conseguir el desarrollo planificado?. Si
pretendemos ser bien gobernados debemos
exigir a nuestros gobernantes o a los
que postulan a ser nuestros gobernantes que tengan una formación. Una alcaldía requiere de una maestría en planeamiento urbano. Si pretende el Gobierno
Regional, debe sumar, además de
planificación urbana, conocimientos
avanzados de gestión pública.
El anunciado gasoducto y el consiguiente complejo petroquímico
para las regiones del sur peruano son
muy importantes. Pero podría suceder algo como aquel que se gana una lotería,
se siente dueño del mundo y comienza a gastar la plata y otra vez vuelve a ser el pobre que era antes.
Taller de Arquitectura - Universidad San Agustín Arequipa |
-¿Cómo ve el futuro de Arequipa?
Me parece incierto. Porque los alcaldes nos prohíben crecer
horizontalmente. Nos dicen que no podemos invadir áreas verdes. Nos prohíben
crecer verticalmente. Nos ponen limitaciones de todo tipo. ¿Cómo limitar que un
adolescente crezca?. Se desbordará por un lado.
En suma Arequipa, Lima y el resto del Perú sufren el peso de
los traficantes de lotes, una mayor
articulación con los migrantes andinos, fortaleciendo la identidad cultural, el
mestizaje y prepararse, especializarse en planificación para administrar con transparencia y
eficiencia los recursos derivados de la explotación de nuestra inmensa riqueza.
GRANDES TEMORES REPRIMIDOS
Existen grandes extensiones en la zona norte de Arequipa, que
ya han sido invadidas por los traficantes de lotes, que son los
verdaderos planificadores de la ciudad, son los únicos que tienen capacidad
organizativa para llevar gente e instalarla.
¿Arequipa tiene grandes
ventajas con el aporte de las poblaciones andinas del Cusco y el Altiplano?
-Esa articulación es un poco a las trompadas. Recuerdo cuando
llegué a Barcelona con la esperanza de escuchar
y hablar castellano, pero lo que se habla en las calles era catalán. No había
un solo letrero en castellano.
La gente que viene de zonas andinas habla quechua o aymara y al
llegar a la ciudad de Arequipa ya no habla más, por lo menos en público. Tiene vergüenza,
hay un problema de identidad, no sabemos
conservar nuestras raíces. Nos da un cierto temor decirle a alguien que es indio, creyendo que estamos
insultando cuando realmente señalamos
cuál es su raza, una raza tan buena como las demás. Los mestizos debemos tener vergüenza que parte de nuestra
sangre es indígena.
-¿Porqué Arequipa y Trujillo siguen siendo más
convencionales, con tradiciones cuasi virreinales muy marcadas, que limitan el
desarrollo?
Quizá debe ser el temor de emprender cosas nuevas. Yo, por ejemplo, no me atrevería hacer
una operación quirúrgica, incluso la más sencilla, porque no tengo la
formación para ello. Entonces como los
alcaldes tienen poca formación en arquitectura, en la cultura de planificación,
encuentran una limitación muy seria para proyectar el futuro.
-¿Cómo avanzar en la Descentralización y Regionalización?
Bienvenida la Regionalización. Los arequipeños que siempre
hemos dicho que somos un República
independiente, sentimos el peso del centralismo. El tema de ahora no es la
descentralización, sino que no estamos preparados para gobernarnos en
descentralización. Si el gobierno central
desea apoyar la descentralización debe incrementar la cantidad y la
calidad de información y de institución a nuestros gobernantes y profesionales.
El Perú es muy rico,
no solo en el sur. Pero no sabemos invertir el dinero. Los recursos financieros
que las regiones y municipalidades reciben del Estado no son aprovechados adecuadamente. En muchos
casos se destina a complejos deportivos para poblaciones grandes para el lugar
donde se encuentran. Eso frena el desarrollo.
A propósito de los 50
años del gremio arquitectos del Perú, todas las regiones del país deben profundizar
sus propuestas y soluciones para aplacar
el peso de los traficantes de lotes,
mediante una mayor articulación
con los migrantes, fortalecer la
identidad cultural, especializarse en planificación para administrar con transparencia los ingresos
derivados de una explotación
sostenible de nuestros recursos naturales.