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viernes, 17 de febrero de 2012

EL TRIUNFO DE LA DEMOCRACIA


Arq. Javier Sota Nadal, ex ministro de Educación del Perú
Columnista del Diario La Primera de Lima

Las imágenes valen-comunican- más que mil palabras. La cobertura mediática de la captura de “Artemio” se ha constituido en el mejor ensayo para testimoniar al Perú y al mundo que nuestro país camina firme hacia un horizonte de democracia plena, aquella forma política para la cual  los derechos humanos  constituyen  valores irrenunciables.

Hitler, como Stalin y las dictaduras fascistas latinoamericanas, afirmó en su momento, que  la vida de las personas podía y debía ser tomada si es que con ello se facilitaba el camino para sus metas demenciales. El marxismo – leninismo – maoísmo- pensamiento Gonzalo, llevó a la práctica entre nosotros esta política de muerte cuando ya el mundo parecía estar  curado de estas ideas de muerte.

Hoy estamos en nueva etapa, la prensa entrevistó a los enfermeros que atendieron al terrorista herido, ellos dijeron que su deber era atender al herido fuera quien fuere. La policía nacional, que tantos muertos tiene que llorar por defender la patria, lo recibió en una Base  donde le brindó  primeros auxilios, después lo traslado en un avión, y en una escena que para mi describe perfectamente la derrota ideológica de Sendero, vimos como un enfermero en el avión que lo trasladaba  a Lima le enjugó el sudor  a Florindo Flores y este, con una ligero movimiento de mano, agradeció ese gesto de humano, o lo que es lo mismo, aceptó además de su derrota , la superioridad moral e ideológica de quienes en nombre del Estado afirman la vida en contra de la muerte. La policía lo condujo a su Hospital y allí le brindó protección y cuando estén seguros que el herido podrá afrontar sin peligro los requerimientos de la justicia, será entregado a quien corresponda tenerlo en un Estado de Derecho para ser  juzgado por los horrendos crímenes que ha cometido.

El Presidente Humala, sobriamente, avaló este comportamiento humano y seguramente seguirá dirigiendo las políticas de Estado contra los flagelos del terrorismo remanente y el narcotráfico dentro de estos mismos causes democráticos.

Hace 20 años nada de lo ocurrido habría sido visto. Probablemente los enfermeros hubieran huido, la demencia de una guerra interna causada por Sendero hubiera desplegado sus afiladas garras para matar a unos y a otros sin discriminación alguna, y Sendero seguiría adoctrinando al pueblo- mesnadas según ellos-  con las mismas ideas de Hitler diciéndoles que la solución final pasa por la muerte.

¿Qué queda en adelante?, Ciertamente seguir construyendo nuestra democracia, aquella que  retomó V. Paniagua, continuaron A. Toledo, A. García y ahora O. Humala y, así como parece ser cierto que en el plano económico  que es necesario construir políticas económicas que fomenten la inversión y la inclusión social, con mayor ahínco y decisión  debemos fomentar la plena vigencia de los derechos humanos. Esa dupla  economía inclusiva + persona humana nos hará grandes  y con voz propia en el concierto de naciones civilizadas.