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miércoles, 14 de septiembre de 2011

UNA CARTA DE SEGUNDA GENERACIÓN PARA AMÉRICA

Jorge Zavaleta Alegre Periodista
http://www.elperuano.pe/Edicion/opinion.aspx
Una Agenda Social para América Latina.

En Europa, hace seis décadas "mataron la guerra". Y en América, las dictaduras militares, tan frecuentes hasta los setenta, han desaparecido. Por esta y otras razones inherentes a la vida, preocupa sobremanera la actual crisis de Europa cuando surgen propuestas o voces encendidas contra la Unión de los 27. "Sería funesto para el mundo", sostiene más de un líder político que ha suscrito la Declaración de Lima del 11 de setiembre de 2011. El presidente Ollanta Humala, al inaugurar la Sexta Cumbre de Expresidentes, afirmó que la democracia es un esfuerzo conjunto de todos los sectores del país y que en ese proceso el Estado debe cumplir con todos los ciudadanos y descartar cualquier privilegio a alguna minoría: "Necesitamos una Carta Democrática Interamericana de segunda generación".
En América Latina, en general, el problema de la democracia es que ésta no se encuentra sostenida por instituciones sólidas. Comentarios similares hemos encontrado en los testimonios personales de tres ex jefes de Estado: Hipólito Mejía, de República Dominicana; Rodrigo Borja, de Ecuador, y Jaime Paz Zamora, de Bolivia, que apuestan por "más unidad democrática", como principal razonamiento y acción sobre lo que se necesita y lo que se puede hacer para reducir la desigualdad destructiva.
Hipólito Mejía, presidente desde 2000 hasta 2004, postulará a las elecciones del 20 de mayo de 2012 con grandes probabilidades de seguir representando al Partido Revolucionario Democrático (PRD), fundado en 1939 por Juan Bosch: "Sería funesto un proyecto de dar marcha atrás en el proceso de integración. Sería funesto para Europa, funesto para los países de América Latina. Justamente estamos recomendando qué debemos acopiar, copiar o adoptar de la experiencia de Europa para comunicarnos mejor y, por qué no, para lograr cierta distribución equitativa y entendernos en lo que debe ser un diálogo a nivel mundial".
El jurista Rodrigo Borja Cevallos, gobernante de Ecuador desde 1988 hasta 1992, es la figura más destacada del partido socialdemócrata Izquierda Democrática, que llegó al poder después de cuatro postulaciones y un largo ejercicio parlamentario: "Es una exigencia de toda América Latina trabajar por la unidad, para luchar por el objetivo largamente aplazado de hacer de la democracia una forma de Estado, de la naturaleza tridimensional, que debe reunir los elementos y componentes políticos, económicos y sociales. La democracia no puede ser simplemente la participación de los pueblos en la toma de decisiones políticas –añade el destacado profesor universitario– sino también, preferentemente, la participación popular en el disfrute de los bienes y servicios de naturaleza económica y social que se produce con el trabajo de todos".
Jaime Paz Zamora, presidente boliviano 1989-1993, es uno de los fundadores del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Cuando sucedió al presidente ultraliberal Gonzalo Sánchez de Lozada, nos dijo que Bolivia, en efecto, estaba mejor pero que los bolivianos seguían peor. Ahora, cree que la democracia, efectivamente, ha funcionado por primera vez en estos cerca de 30 años. Cree que los bolivianos están mejor. Pero está claro también que se han abierto los ojos y que se puede estar mucho mejor. "Estamos a medio camino, quedan muchos kilómetros de bienestar popular y, sobre todo, de respeto a la dignidad, respecto a muchas cosas que recorrer. Incluso, yo esperaba que este gobierno de Evo Morales pudiera ir mucho más rápido... Espero que pase este breve momento de desorden".
La Declaración de Lima de la Sexta Cumbre de Expresidentes, como lo confirma el exmandatario Alejandro Toledo, uno de los promotores de esta cita, será viable en tanto el liderazgo vaya más allá de la política y se ponga en práctica una agenda social para la democracia de las próximas décadas.
Fecha:14/09/2011