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domingo, 4 de septiembre de 2011

FRONTERA PERU BOLIVIA: EL CONCER DEL CONTRABANDO


Jorge Zavaleta Alegre, desde la Frontera Sur,Puno y Desaguadero
Los diferentes intentos del Parlamento y el Gobierno Central no han resuelto el problema del contrabando. Está presente en las fronteras, pero es más agudo en la ruta del Sur.
Comisiones de Industria, Comercio y Servicios, aplicaciones de leyes contra los delitos aduaneros, discursos sobre la creación de fronteras vivas, no han garantizado el desarrollo del bienestar de las poblaciones fronterizas, principalmente de campesinos marginales y grupos étnicos que viven en pobreza.
La ayuda de aparatos electrónicos y perros Policía en puertos y aeropuertos, tampoco han podido reducir el volumen de ingreso de la mercadería ilegal. En zonas como el Altiplano, el contrabando se ha convertido en un conflicto social, con consecuencias regionales.
El caso de los pobladores de Desaguadero, en la frontera peruano – Boliviana es dramático. Las artesanas están abandonando, virtualmente, sus alpacas, llamas y ovejas, ante la desleal competencia de variada mercadería que ingresa por los puertos de Chile y llegan al Altiplano en grandes camiones, siguiendo los poblados del norte del Titicaca, Arequipa y Lima.
El contrabando rompe con todas las normas del libre mercado. En Juliaca aparecen fugaces ferias comerciales con ofertas increíbles: tres polos de algodón a cinco soles, calzados a cinco soles el par, camisas y casacas “de marca” a 6 y 10 soles unidad. Vino, whisky y artefactos eléctricos más baratos que en cualquier otro lugar del país.

TEJEDORAS
Los comerciantes de la mercadería ilegal, micro en mano, convocan a los compradores, pero ocultan sus rostros para no ser fotografiados. Los fardos de ropa, llegan en las madrugadas, con custodia policial y gran parte de la mercadería sigue a Lima, con la misma protección.

En Puno se comenta que más de un Policía de alta graduación, ha sido dado de baja, pero tienen viviendas lujosas. Uno de ellos es conocido en Huacho y ciudades vecinas.

La otra cara de la moneda, es la agonía de miles de mujeres tejedoras de prendas de vestir, que emplean las fibras de alpaca. El apoyo del Estado con cobertizos, entrega de ejemplares para el mejoramiento del ganado, atención veterinaria y asesoramiento con empresas exportadoras, es insuficiente para apuntalar a la ganadería.

Zoila Quispe Mamani, madre de siete hijos y su esposo son tejedores, ella desde los siete años y sin haber ido a la escuela. Dice que Juliaca ha mejorado muy poco para los tejedores, porque sus prendas solo las compran los turistas y quienes bajan de las minas.

Ella y otras treinta personas ocupan los kioscos de la Asociación de Calceteras, edificio en la plaza principal de Juliaca, construido por el Municipio, y entregado a cada socio para ser pagado a largo plazo.

DRAMA
El moderno edificio de la Asociación de Calceteras, después de tres años, ahora tiene cerrados más de la mitad de los quioscos. Las ventas han bajado mucho. Una frazada significa siete días de trabajo.

La fibra de alpaca en las comunidades cuesta 6 soles la libra, los intermediarios la suben a 16 soles y la de oveja de 2 a 4 soles. En consecuencia, producir una chompa cuesta entre 30 y 35 soles, no genera mayores ganancias, en tanto los ojos, la vista, vamos perdiendo, comenta Manuela Cenzano.

Francisca Apaza Quispe cuenta que en Juliaca y Puno hay más de tres mil familias tejedoras, que se dedican desde niños a elaborar guantecitos, chalinas y medias.

“Nuestras madres tejían y nosotros seguimos la tradición. Ahora tenemos una Asociación con 79 socias, algunas se van a las ferias de Lima. Ahora no hay cupo para el ingreso de más miembros”, dice Francisca, quien agrega que “la capacitación ya no tenemos. Antes nos enseñaron diseño, teñidos de colores, y marketing”.

Turismo de identidad
Lo que necesitamos para avanzar, es Más Turismo, invocan al unísono las tejedoras. Ellas están en condiciones se seguir mejorando sus tejidos.

Prendas de vestir, presuntamente de China, traídas de contrabando, minan los textiles de Puno. “Anteriormente tejíamos con telares”, dicen las diestras hilanderas . Un socio que conocía esta técnica se fue.

Lamentablemente, no tienen vínculos con el exterior. “Sabemos que una que otra empresa tiene lazos con exportadoras. La artesanía textil, bien organizada, sí es un sustento para la familia”, remarca Justina Velarde Gruba, vicepresidenta de la Asociación de Calceteras de Juliaca.

LA INVESTIGACION CIENTIFICA EN PERU, SEGUN "EL PAIS" DE TARIJA


http://www.elpaisonline.com/noticias/index.php?option=com_content&view=article&id=31242:la-investigacion-cientifica-en-el-peru-&catid=6:opinion&Itemid=7

http://www.elpaisonline.com/noticias/
Jorge Zavaleta Alegre (ARGENPRESS CULTURAL)
Si revisamos el endeudamiento público de América Latina con la banca multilateral podemos constatar que el apoyo a la Ciencia de la Computación no aparece entre las prioridades. No obstante la costosa prédica a favor de mejores sistemas de gestión, se prefirió destinar cuantiosos fondos para infraestructura de carreteras y módulos físicos para descentralizar la justicia, pero se omitieron soluciones de fondo. Una revolución educacional puede cambiar sustantivamente el destino de los préstamos y programas de cooperación internacional.

La constatación más elocuente está marcada en el Perú, por la prolongada postergación en la creación de Escuelas Profesionales de Ciencia de la Computación. Con un retraso de tres décadas, recién hace un año han surgido, casi en forma paralela, la Escuela en la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa y en la Universidad Nacional de Ingeniería, como una quinta Escuela de Postgrado de la Facultad de Ciencias.

En Arequipa, la EPCC pondrá énfasis en el desarrollo de software; y en Lima para fortalecer las Escuelas de Física, Matemática, Química e Ingeniería Física de la centenaria universidad fundada por el primer gobierno civilista del país.

El Dr. Javier Solano Salinas, Director de la EPCC de la UNI, con solemne optimismo, informa que esta Escuela abrió sus puertas con presupuesto cero. Los escasos recursos provienen de la cesión de una parte de la partida asignada a la Escuela de Matemática, que ha permitido la asignación de dos profesores y diez alumnos, más fondos de contratos docentes no efectuados y la donación de un laboratorio por una empresa minera mexicana.

Ambas escuelas, de acuerdo a sus proyecciones, van a necesitar de apoyo sostenido en los siguientes ciclos, a partir del 2012. La reestructuración de la currícula, que involucra cursos de computación a otras facultades, implica un reto.

Actualmente, la relación de la Facultad de Ciencias con la industria es muy escasa, a diferencia de la Facultad de Ingeniería de Sistemas y otras ingenierías. En un futuro próximo los alumnos podrían ser parte de grupos de trabajo en proyectos con raíces en el Perú o en el extranjero. También tendrían capacidad para producir patentes, acreditar la carrera internacionalmente. Esta dinámica facilitará la interacción constante con la industria y diferentes instituciones del gobierno, actividades que se traducirán en ingresos para las escuelas y las universidades.

Sería una desilusión para la Escuela Profesional que los alumnos se contenten con la función tan simple que cumplen las academias e institutos de computación que solo operan programas; en tanto una Escuela Profesional busca soluciones, crea nuevos programas y nuevos sistemas operativos, hace cosas nuevas, ataca problemas nuevos. De la Ciencia derivan tecnologías que apoyan a muchos progresos de la computación.

La formación de profesionales altamente capacitados en este campo podrá contribuir en la docencia universitaria, en investigación y en la solución e innovaciones computacionales en las instituciones y empresas. Los profesionales peruanos y latinoamericanos no tendrán necesidad de dejar el país y podrán desde aquí trabajar conjuntamente con los grandes consorcios o centros de investigación.