Hace una década, todo el departamento boliviano de Cochabamba se levantó en defensa del agua y de sus nevados. Este año, en abril, se convirtió en sede de la Primera Cumbre Climática Mundial y las 136 delegaciones internacionales trabajaron intensamente, pero sin renunciar a la hora sagrada del té, tradición heredada de los ingleses, acompañada de conversación con los típicos sabores dulces y salados de la gastronomía nacional.....
El CAMBIO CLIMATICO NO ES LA TEORIA QUEER
Jorge Zavaleta Alegre, Cochabamba
Hace una década, todo el departamento boliviano de Cochabamba se levantó en defensa del agua y de sus nevados. Este año, en abril, se convirtió en sede de la Primera Cumbre Climática Mundial y las 136 delegaciones internacionales trabajaron intensamente, pero sin renunciar a la hora sagrada del té, tradición heredada de los ingleses, acompañada de conversación con los típicos sabores dulces y salados de la gastronomía nacional.
Después de escuchar las propuestas de los bolivianos, las diecisiete comisiones llegaron a la conclusión: Las economías más desarrolladas precipitan "la lenta muerte del Planeta Tierra". No fue un mensaje de cambio de la utopía de los sesenta sino la síntesis de una dramática realidad que amenaza a todos los seres que aún vivimos en el planeta.
Frente a más de cincuenta mil personas congregadas en la localidad cochabambina de Tiquipaya, el presidente Evo Morales, en una efectiva estrategia comunicacional, cuestionó a las empresas transnacionales que promueven alimentos transgénicos, como es el caso de la carne de pollo cuyo consumo puede causar trastornos hormonales en los hombres y mujeres. También calificó la utilidad de la Coca Cola, como antioxidante para los desagües.
Este discurso, fue recogido por la prensa conservadora con la bandera del sensacionalismo, pretendiendo excluir el tema central de la cumbre climática y así omitir el mensaje de cuestionamiento al extremismo neoliberal y la responsabilidad del norte industrializado:
Las infraestructuras y construcciones inadecuadas, hacinamiento y, en algunos casos, factores políticos provocan los mayores daños entre los pobres, a pesar que los ricos son los que más contribuyen al calentamiento del planeta: Estados Unidos 19%, China 14%, Unión Europea 13% y Rusia 5%. La cuenca del Amazonas es una de las más vulnerables al cambio climático.
Evo Morales podría haber dado la bienvenida al debate de la Teoría Queer (TQ) - que todas las identidades sexuales son o deben ser igualmente respetadas - pero prefirió no hacerlo para no apartarse de la agenda central de la Cumbre.
Pero la democracia convencional no existe para las mayorías. Los que no tiene la razón suelen usar la ironía, la diatriba y el insulto cuando se les agota los argumentos de reflexión. Esta vez los opositores a la Cumbre Climática cargaron sus rifles contra un jefe de Estado que por primera vez en la historia de América Latina gobierna para y con los condenados de la tierra, como viene ocurriendo en Ecuador y en Brasil con los pobladores nativos y trabajadores.
En Bolivia, pequeña nación andina de diez millones de habitantes, los glaciares están sufriendo el deshielo, amenazando el suministro de agua a la mayor zona urbana del país, El Alto y La Paz, con tres millones y medio de personas que viven a más de tres mil metros de altura.
La Cumbre Climática de Bolivia no aceptó el Acuerdo de Copenhague no vinculante, promovido por Estados Unidos. En la “Ciudad Rebelde” de Cochabamba se decidió básicamente la creación de un ente continental, además de un Tribunal Internacional, similar al de los Derechos Humanos.
La Cumbre cuestionó las formas de explotación de los recursos naturales para beneficiar únicamente a las economías industrializadas. Parte de esta historia ha vivido el valle de Cochabamba, escenario de las primeras insurrecciones indígenas y el protagonismo de los cabildos. En Cochabamba ya empezó el ambicioso programa de que cada uno de los 10 millones de bolivianos plante un árbol.
En esa zona altiplánica, cada poblador siente y expresa que ahora hay cambios sociales positivos. Y se recuerda también que en 1730, comenzó el levantamiento de los cochabambinos, encabezados por Alejo Calatayud, en busca de la igualdad tributaria y contra el poder colonial, modelo que aún no ha sido alterado sustantivamente con la llamada “modernidad”.
La Cumbre de la Tierra, convocada por movimientos sociales, activistas, jefes de estado, premios Nobel de la Paz y otras personalidades, ratificó los argumentos para la sobrevivencia del planeta. No ha sido solo una protesta contra los monopolios de alimentos sino un cuestionamiento a los productos transgénicos y su incidencia en el desarrollo agrícola, un mensaje contra los efectos de la crisis climática y las causas que la originan.
En Cochabamba se planteó además un Referéndum Climático y la consiguiente creación del Tribunal de Justicia ad hoc, temas soslayados en la Cumbre de Copenhague, de diciembre pasado.
Algunas preguntas de la Consulta Global: ¿Está usted de acuerdo con cambiar el modelo de sobreconsumo y derroche?
¿Está usted de acuerdo con que los países desarrollados reduzcan y reabsorban sus emisiones de gases de efecto invernadero de manera doméstica para que la temperatura no suba más de 1 grado centígrado?
¿Está usted de acuerdo con un Tribunal de Justicia Climática para juzgar a quién destruye la Madre Tierra?
De acuerdo con las recomendaciones, el Tribunal podrá tener la capacidad jurídica de procesar y sancionar a los Estados, a las empresas transnacionales o entes personales y jurídicos que incumplan los acuerdos y prosigan con sus prácticas contaminantes del medio ambiente.
El Tribunal deberá conformarse con representantes de los pueblos, naciones y Estados que se vean afectados por las políticas de destrucción de la tierra y la humanidad.
LAS FLORES DE TIQUIPAYA
En Tiquipaya, la ciudad andina de las flores, miles de personas de los cinco continentes recibieron el aprecio de sus habitantes y prepararon los acuerdos para llevar las próximas cumbres, como la de México en noviembre próximo y Río de Janeiro del 2013.
En la Conferencia de la ONU, en México 2010, se tendría que adoptar la Enmienda al Protocolo de Kioto, por la cual los países desarrollados deben comprometer reducciones reales de emisiones de gases de efecto invernadero.
Bolivia aspira ser sede de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Tierra y en donde funcione el Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental.
La ONU reconoció en Cochabamba que en Copenhague se produjo una exclusión de grupos sociales, líderes indígenas y el público en general.
La declaración final de la Conferencia Boliviana afirma que "la Madre Tierra está herida y el futuro de la humanidad en peligro". Si aumenta la temperatura global en más de 2 grados centígrados "existe el 50% de posibilidades de que los daños provocados sean totalmente irreversibles".
Con ese nivel de calentamiento global, entre el 20 y 30% de las especies estaría en peligro de desaparecer, se afectaría grandes extensiones de bosques, se extenderían los desiertos, acabaría el deshielo de los polos y glaciares y desaparecerían muchos estados insulares.
MÁS MENSAJES DE ALARMA
La ONU reconoce el acuerdo de Copenhague, pero no vinculante sobre el cambio climático promovido por EEUU, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba fueron los estados más críticos con el texto.
La promesa de ese organismo incluye una inversión de US$30.000 millones en ayuda a los países en desarrollo a lo largo de los próximos tres años. El objetivo es llegar a los US$100.000 millones anuales para 2020.
Para efectos de paliar el cambio climático son muy pocos países latinoamericanos que se ajustan a la categoría de "países menos desarrollados". Bolivia y los estados de América Central podrían ser la excepción.
El Caribe es la región más vulnerable del cambio climático, por el tamaño pequeño de sus islas.
La temperatura media en África aumentaría en más de 3 grados, se reduciría la producción de alimentos y aumentaría en forma dramática el número de hambrientos que ya supera los 1.020 millones de personas.
Hay aproximadamente 300 millones de personas con asma y se teme que el alza en la temperatura eleve el número de personas con dicha enfermedad.
La elevación del nivel del mar, otra consecuencia del calentamiento global, y más de la mitad de la población mundial vive en una franja costera de 60 km de ancho.
En el 2050 habría 200 millones de migrantes provocados por el cambio climático.
En 2008, 104 desastres naturales ocurrieron a nivel mundial, el 99% relacionado con el cambio climático.
Entre 10 mil y 50 mil especies animales y vegetales desaparecen cada año debido a la destrucción y fragmentación de hábitat y los efectos del cambio climático.
Más allá de México 2010, la ONU ha puesto la mira en la Cumbre de la Tierra a realizarse el año 2012 en Río de Janeiro.
El temática abordada en Bolivia, repercutió en el Cusco, donde revive el tema de la conservación y el uso de los recursos genéticos de este alimento que está presente en la mesa de todos, inclusive atendiendo largos períodos de hambruna.
TESTIMONIO Y LITERATURA
Rigoberta Menchú, Premio Nobel 1992, natural de San Miguel Uspantán, resumió el clima de la cumbre, con su elocuente testimonio, que ya es parte de la literatura del siglo XXI: “Los indígenas, que somos la mayoría de la población, sufrimos, además, la discriminación, que viene a añadir a la explotación y represión, humillación y más sufrimiento. Nos humillan y discriminan, nos roban nuestra riqueza, no respetan nuestras costumbres derechos. Pero, eso sí, comercian y presumen con nuestros valores culturales ante los extranjeros” (Primer Artículo del Comité de Unidad Campesina de Guatemala)
LA AGRICULTURA
La FAO, desde 1997, demanda la inclusión de la agricultura en las negociaciones para un nuevo tratado sobre el cambio climático que deberá sustituir al Protocolo de Kyoto. Este tema es central pata países como Bolivia:
Las tierras agrícolas tienen la capacidad de retener y almacenar carbono. Los campesinos, en particular en los países pobres, deberían ser involucrados en la retención de carbono para mitigar el impacto del cambio climático.
Las emisiones anuales de gases de efecto invernadero aumentarán en las próximas décadas debido a una mayor demanda de alimentos y a cambios en la dieta.
Manteniendo niveles más altos de carbono en la tierra -un proceso conocido como "retención de carbono"- los campesinos pueden ayudar a reducir los niveles de dióxido de carbono en el aire, mejorando la resistencia del suelo y aumentando el rendimiento de las cosechas.
Reducir el laboreo, aumentar la materia orgánica del suelo, incrementar la capa de suelo, mejorar la gestión de los pastizales, restaurar las tierras degradadas, plantar árboles, cambiar el forraje y el uso sostenible de la diversidad genética animal, utilizar los fertilizantes de forma más eficaz o mejorar la gestión del agua y el arroz, son alternativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la agricultura.
Se necesitan inversiones muy cuantiosas en la agricultura para cambiar los métodos de producción insostenibles. Los mercados de carbono, que ofrecen grandes incentivos para los fondos públicos y privados del carbono en los países desarrollados para la compra de reducciones de emisiones relacionadas con la agricultura de países en desarrollo, podrían proporcionar inversiones significativas para estimular el desarrollo rural y la agricultura sostenible en países en desarrollo.